Surcos
España (1951)
Género: Drama
Duración: 99 min.
Música:Jesús García Leoz
Fotografía: Sebastián Perera
Guion: José Antonio Nieves Conde, Gonzalo Torrente Ballester, Natividad Zaro (Idea: Eugenio Montes)
Dirección: Jose Antonio Nieves Conde
Intérpretes: Félix Dafauce (Don Roque / "El Chamberlain"), Marisa de Leza (Tonia), Luis Peña (El Mellao), Ricardo Lucía (Manolo Pérez), José Prada (Manuel Pérez), María Francés (Madre), Carmen Sánchez (Engracia), Montserrat Carulla (Rosario).
"Hasta las últimas aldeas llegan las sugestiones de la ciudad convidando a los labradores a desertar del terruño, con promesas de fáciles riquezas.
Recibiendo de la urbe tentaciones sin preparación para resistirlas y conducirlas, estos campesinos, que ha perdido el campo y no ha ganado la muy difícil civilización, son árboles sin raíces, astillas de suburbio que la vida destrozo y corrompe. Esto constituye el más doloroso problema de nuestro tiempo (Eugenio Montes)".
La familia Pérez, que ha vivido siempre de la agricultura llega en tren a Madrid, cargados con sus cestas donde llevan gallinas y las maletas, guiados por Pepe, el hijo mayor, que conoció la capital cuando hizo allí el servicio militar.
Su primer contacto con la capital lo tienen en el abarrotado metro, donde sufren las burlas de algunos pasajeros que les preguntan si están haciendo la mudanza.
Se bajan en Lavapiés, y tras preguntar logran dar con la corrala donde vive Engracia, una tía, en cuya casa se instalarán.
La corrala está abarrotada de gente, y entre ellos muchos niños y donde se escucha un enorme griterío.
Pepe presenta a Pili a sus hermanos, Manolo y Tonia y a sus padres.
Al verlos, un grupo de adolescentes que jugaban a las cartas le roban dos de las gallinas y las lanzan hacia abajo, donde la gente se arremolina para cogerlas.
Mientras comen la que les quedó, Pepe les dice que tienen que ganar dinero. Que en el pueblo no se gana casi nada y en la capital vienen las ganancias casi sin querer.
Mientras comen, llega la hija de una vecina para pedir a Engracia alubias que dice le pagarán cuando su padre trabaje, aunque ella le dice que sin dinero no se las da.
La mujer le dice a Engracia que llevan algo para los primeros días y esta le dice que la comida deben comprarla y pagar la casa, y le subieron el alquiler el mes anterior.
Le recomienda que ponga a servir a Tonia
Esta que duerme con Pili, le cuenta que le gustaría ser cupletista, pues le gusta cantar, y, al ver las medias de Pili y dice que será lo primero que se compre cuando gane algo.
Al día siguiente salen todos para buscar trabajo.
Pili le dice a Tonia que vaya por las tiendas preguntando si necesitan chica y a Manuel y a Manolo que vayan a apuntarse en la oficina de empleo.
Ella se va con Pepe al bar de Don Roque, al que llaman el Chamberlain, y allí le presenta a varios amigos, entre los que está el "Mellao", su novio, al que le pide que eche una mano a Pepe para encontrar trabajo, pues tiene carnet de conducir que consiguió en la mili.
Pili le dice a su novio que necesita un traje, pero él dice que ninguna mujer le sacará nada y que se lo compre con lo que gane ella, tras lo que le quita uno de los paquetes de tabaco que ella lleva en el bolso para revender y que él pasa a sus amigos.
A la salida se cruza con don Roque, el "Chamberlain", al que vende uno de los paquetes.
Dentro, el Mellao presume de que sabe mucho de mujeres y por eso las trata mal.
Como está pendiente de que don Roque lo contrate para conducir su furgoneta, le pregunta por el trabajo, aunque este le recuerda que ya conoce sus condiciones.
Uno de sus amigos le advierte que a lo mejor alguien le quita el trabajo si sigue regateando el porcentaje, aunque él asegura que nadie se atreverá contra él.
Luego, tras burlarse de Manolo se marchan y dicen al camarero que pagará él.
Su padre y su hermano van a la oficina de colocación, que está abarrotada y el padre indica que tiene 55 años y dice que su profesión es la de labrador, aunque lo apuntan como peón, igual que a su hijo.
Mientras vende tabaco y cerillas, Pili ve que llega Pepe, que recorrió varios garajes sin resultado, y deben marcharse corriendo al ver que llega un guardia.
Quedan esa noche para las diez y le cuenta que el Mellao está celoso de él y le dice luego que se ha acordado muchas veces de él, aunque no deja que la bese.
A petición de Pili, Don Roque prueba a Pepe como chófer y dice que le tendrá unas semanas a prueba si le va el sueldo que le ofrece.
Cuando al día siguiente don Roque vuelve al bar, el Mellao vuelve a preguntarle, aunque el hombre le dice que encontró a otro que lo hará más barato que él, Pepe, ante lo que el Mellado amenaza con chivarse de lo que sabe y estropearle el negocio, aunque no consigue que Don Roque se asuste. Le dice que su negocio es legal y puede coger a quien desee y que nadie le da miedo.
El Mellao va luego a casa de Pili y la espera y la abofetea delante de todo el patio de vecinos y ella asegura que eso le va a costar un disgusto, ante lo que el Mellao da una patada a su bolso y los niños se arremolinan para quitarle los paquetes de tabaco.
Cuando llega Pepe se enfada mucho y le dice a Pili que hará con el Mellao lo mismo que hizo él con Pili, le romperá la crisma.
Tonia y Pili lo acompañan al bar del Chamberlain para ver la pelea.
Cuando llegan, el Mellao sale con chulería a recibirlo y comienza una pelea que continúan en la calle, donde se arremolina la gente entorno a ellos hasta que llegan dos policías que los detienen, aunque entonces sale don Roque y les dice que él responde por ellos y evita que los lleven a comisaría y asegura que no volverán a pelearse, aunque el Mellao amenaza a Pepe y pega a sus amigos por no salir por él.
Tras la pelea, don Roque se jacta ante Pili de haber echado el ojo a Pepe y Tonia le dice que muy bien dicho, preguntando él quién es esa chica, contándole Pili que es la hermana de Pepe, que está buscando trabajo para servir y preguntan a don Roque si conoce a alguien, y este la envía a una casa para que vaya de su parte.
Cuenta luego en casa que fue donde le dijo don Roque y le abrió la puerta una señora muy guapa con una bata de seda muy brillante y plumas en el cuello y en las mangas y en los zapatos y le dio una bata que le quedaba un poco grande y le dijo que ya se la arreglaría y le hizo ir a recoger sus cosas y le dijo que volviera para hacerle la cena y le dijo que le daría 20 duros cada mes y la ropa que le sobrara.
Cuando Engracia dice que es "la amiga" del Chamberlain, ante lo que su madre concluye que no es una mujer honrada y decide acompañar a su hija.
Les cuenta además que no le gustaba su nombre y que la llamará Toni.
Engracia aconseja a la madre que no vaya, pues su hija ya es ya mayor.
Cuando se va, y mientras baja ve a su hermano y a Pili besándose en un rincón.
Como no encuentra trabajo le compran a Manuel chucherías y tabaco para que vaya a vender por la calle hasta que le salga otra cosa y a Manolo lo envían a ayudar a Pepe con una carga, aunque Pepe solo le da un cigarrillo a cambio.
Al pasar junto al mercado central ve a un grupo de hombres cargando sacos de patatas, aunque al coger el primero ve que pesa demasiado, y lo abandona tras ver un anuncio en que buscan a un chico para hacer repartos.
Corre a la tienda donde buscan al empleado y lo consigue pese a que tiene ya 20 años.
Manuel, por su parte, sale con su cesta dispuesto a vender, aunque el que parece que será su primer cliente es un niño que le dice que no tiene dinero, pero como le da pena le regala un caramelo, y al momento hay tres niños más, y, aunque les dice que no puede dar a todos, al final lo hace y al momento está rodeado de un ejército de niños, lo que llama la atención de un policía que espanta a los niños, pero que le pide que le muestre el permiso para vender y, tras ver que no lo tiene se lo lleva con él.
Le cuenta luego a su mujer que se lo quitaron todo y le amenazaron con poner una multa si vuelve a hacerlo, quejándose la mujer de que se dejara quitar más de 50 duros y, enfadada, le pide que pele él las patatas y que irá ella a ganarse la vida en la calle y le dice que debió dejarlo en el pueblo trabajando la tierra, a lo que él le responde que mejor hubiera sido así.
Pili va al bar de don Roque, donde está el Mellao que la ve con un vestido mejor y le dice que se ve que prosperó y le coge un paquete de tabaco, aunque esta vez le paga, pese a lo que ella lo abofetea, debiendo poner paz don Roque.
Espera luego a Pepe, que llega con su sueldo, que ve no es mucho, por lo que deberá seguir esperando su chaquetón y le dice que ya pasaron dos semanas y no puede seguir a prueba, y le dice que el Chamberlain tiene otros negocios que dan más dinero y lo anima a hablar con los otros amigos del Mellao.
En la trastienda, el Chamberlain compra unos relojes por los que le pedían 300 pesetas, por 200, y recibe tras ello a Pepe, que le desea dejar claro que se mete en eso porque quiere, pues él le había dado un trabajo honrado, y, si le atrapan, él se lava las manos.
En ese caso deberá decir que la furgoneta la cogió sin su permiso.
Sale por la noche con los otros colaboradores, los amigos del Mellao a hacer un trabajo.
Entretanto, don Roque va al piso en que trabaja ahora Tonia para ver a su amante.
Entra con su llave y escucha cantar a Tonia mientras friega y le dice que canta muy bien.
Don Roque y su amante salen para ir al cine y Tonia debe recogerlo todo. Aprovecha para ponerse su bata y sus medias de cristal, que le encantan y va probándose todo y se tumba en la cama y fuma con su boquilla larga.
Pero entonces ve que se le rompió una de las medias, por lo que, asustada, lo recoge todo y se marcha, aunque cuando llega al portal se encuentra con la puerta de la calle cerrada.
Pepe entretanto conduce con sus compañeros hasta las afueras y esperan la aparición de un camión y salen corriendo tras él. Dos de ellos suben y comienzan a tirar sacos que los otros van recogiendo.
Cuando el Chamberlain y su amante regresan a casa, ella se queja de que le llevara a ver una película neorrealista, con lo bonita que es la vida de los millonarios.
Al entrar en el portal ven a Tonia dormida en la escalera con sus cosas, por lo que la mujer piensa que le robó, y no la cree cuando le dice que solo lleva su ropa y que se iba a su casa, y mientras sube para ver si le falta algo, Tonia le cuenta la verdad a Don Roque, que le pide que diga a su madre que al día siguiente vaya a hablar con él.
Realizado el golpe, Pepe y los demás llegan a almacén del Chamberlain con su carga y este, satisfecho, les da su parte a cada uno y todos se muestran felices.
Al día siguiente, don Roque va a hablar con la madre de Tonia, que dice que no sabía que su hija supiera cantar, a lo que él le replica que tiene facultades, pero debe aprender y para ello necesita ir a una academia.
Ella dice que eso costará y él dice que sí, pero que sacará su renta Que las clases le costarán 200 pesetas con una carta de él, aunque la madre dice que ni hablar y que vuelva a la cocina, pues no tiene para tanto.
Tonia dice que ahorrará, pero don Roque le dice que esa es la oportunidad, pues tiene amigos que podrían colocarla en "Fiesta en el barrio", lo que a ella le ilusiona y les propone adelantar él el dinero y que se lo devuelva cuando lo gane.
Manolo, que trabaja como repartidor, se entretiene al pasar por la feria y se queda mirando un espectáculo de marionetas, atraído por la chica que pasa el platillo, tanto que se despista y le roban varios paquetes de la cesta.
Sale corriendo tras el ladrón, pero para a otro hombre que lo golpea y lo derriba con el resto de los pedidos, y, aunque la chica declara a su favor cuando llegan los policías, tiene todos sus paquetes por el suele y no se pueden recuperar ya.
La madre de Tonia se muestra recelosa con la propuesta de don Roque, pero Engracia le dice que si anda con escrúpulos acabará pasando hambre.
Manolo cuenta en casa que le despidieron debido a que le robaron y el patrón le exige además 30 duros.
Herido en su orgullo cuando su madre le dice que no sirve para nada, Manolo se marcha de casa dispuesto a demostrar que no es cierto, y aunque su padre sale tras él, él no quiere escucharlo y comienza a deambular por la ciudad sin saber a dónde ir.
Al día siguiente Manuel recibe una carta de la oficina de ocupación y le dicen que tiene trabajo, lo que le hace muy feliz por tener un trabajo de hombre, y le dice a la mujer que ahora tendrá que quedarse ella en la cocina y le pide que diga al tendero que él le dará los 30 duros de Manolo.
Sale para el trabajo con su mejor traje, aunque al verlo, el patrón le dice que no le ve pinta de peón y le pregunta si no tiene ropa de faena, y le debe dejar un mono.
Trabaja en una siderúrgica cargando carretillas con el hollín de la fragua o ayudando a otros obreros.
Pero el calor que desprende el hierro candente hace que acabe perdiendo el conocimiento, por loque pierde el trabajo el primer día y debe regresa a ponerse el mandil y fregar.
Una noche, cuando llega Pepe con Pili, Manuel observa que su hijo se dispone a dormir en la alcoba de Pili y le dice que son novios y él lo llama sinvergüenza, ante lo que Pepe dice que él es quien gana en casa y hace lo que quiere, ante lo que su padre le dice que se vaya con sus ganancias y entonces vivirá como quiera, pero no ante sus narices y vuelven a pelearse, pero, sin hacerle caso, él se va con su novia.
Al día siguiente Pili va a verlo al taller, desesperada porque no encontró nada para alquilar, y él le dice que deben esperar, lo que hace que Pili se enfade más y dice que no aguanta a su padre y quiere dejar de vender pitillos y vivir como una señora y le propone montar una habitación en un cuarto que hay abandonado arriba, pese a que él piensa que no le gustará al Chamberlain, aunque ella le dice que este tiene otras cosas de que preocuparse.
Por su parte, Manolo deambula por la ciudad entre otras personas ociosas y espera la hora de que den comida a los menesterosos en la puerta de un cuartel cercano.
Se refugia entretanto en un edificio en ruinas donde trata de lavar su camisa.
Cuando la tiende unos chavales se la roban mientras él va a por la comida, y, como los ve luego que van desfilando con su camisa a modo de bandera y corre tras ellos y consigue recuperarla, pero cuando regresa a la fila de la comida ve que esta se acabó y ese día se queda sin comer.
Camina luego por los suburbios, donde la gente vive en chabolas.
Allí ve a la chica que le defendió ante la policía cuando perdió el trabajo, la hija del titiritero, que observa cómo si dirige hacia ella, aunque sin fuerzas, acaba cayendo.
Rosario, la chica lo lleva con su padre a su casa y le dan comida.
Les cuenta que se escapó de su casa y que le echaron del empleo.
Que son de campo y que allí tenían trabajo, pero les dijeron que en la ciudad se vivía mejor y se fueron todos para buscar trabajo.
El padre de Rosario le dice que de momento puede quedarse, aunque él dice que se irá, pese a que la chica le anima a quedarse y sugiere a su padre que le enseñe a mover los muñecos y así serán dos, y aunque él dice que no sabrá, el hombre le explica que es muy fácil y basta con poner voz de gallina.
Aunque si él se queda, Rosario deberá ir a dormir a casa de una vecina para no dar que hablar, pese a que Manolo dice que puede dormir en el suelo.
Tonia va finalmente a la academia de canto y baile y un día ve que la está esperando el Chamberlain a la salida para contarle que podrá debutar en una semana.
Ella se coge de su brazo mientras él le dice que ya no le importa su "novia" y que es agua pasada y que quien le gusta es ella y la lleva a un comercio donde le compra ropa para el debut.
Va luego a la nueva "casa" de su hermano. Desea que Pili le guarde allí la ropa y le cuenta que va a debutar, viendo esta con envidia que le compró todo de seda artificial, y le dice que no hay como ser tonta para tener suerte.
Le pregunta qué le costó todo eso, y dice que solo un beso y le dice que con poco se contenta don Roque.
En su siguiente golpe, Pepe debe conducir con gran habilidad porque les espera la policía y les disparan, pese a lo que consiguen huir.
Pili le dice que mientras él se arriesga por el Chamberlain, este se gasta el dinero con su hermana, y se va a liar con ella, que espera casarse con él y le dice a Pepe que le pondrá un piso.
Enfadada con su vida, le dice a Pepe que le sobra con quién irse y le asegura que si no gana para tenerla como una reina volverá con el Mellao.
Este, por su parte, va a ver al Chamberlain para que le dé dinero a cambio de un chivatazo sobre su siguiente golpe. Sabe que los camiones saldrán de Vigo en 10 días y llegarán a Madrid de madrugada.
El Chamberlain le pregunta si quiere hacerlo él, que le dice que le sale mejor cobrar el soplo y consiguiendo un billete por saco.
También Pepe va a ver también al Chamberlain, que está en el despacho del bar y le dice, enfadado, que se ha enterado que le hace regalos a su hermana y no está bien.
Don Roque le dice que en el pueblo piensan que si alguien hace regalos busca algo, pero él lo hace por amor al arte porque dice que a él no le importan las mujeres y que no debe dejar que la Pili le caliente la cabeza, y le dice que tiene un trabajo importante para hacer en unos días y se lo mandará a él para contentar a la Pili y le asegura que su hermana le importa un rábano.
En casa de Rosario, Manolo vive ahora feliz junto a la chica y reparten el dinero con él, y como ahorró ya 40 duros, y con eso aún le sobrarán 10 tras devolver a su madre lo del tendero y así no le pondrá malas caras y pide permiso al padre para llevar a Rosario a conocer a su familia.
Manuel recibe muy alegre a su hijo, que le presenta a Rosario, que le cuenta que trabaja con su padre y se quieren, pero como Dios manda.
Manuel está solo en casa fregando pues los demás se fueron a ver Fiesta en el barrio y Rosario los anima a ir también ellos.
Van, en efecto, los tres, al Teatro de la Latina a ver el espectáculo, disfrutando de la actuación de Marujita Díaz, mientras ven abajo a Engracia, Pili y Pepe., aunque se sienten molestos con tres tipos que interrumpen constantemente a los artistas.
En el camerino, Tonia es ayudada por su madre mientras el resto de las chicas le dicen lo mismo que decía la Pili, que no hay nada como ser tonta para tener suerte y que allí no importa tanto el traje como saber cantar.
Cuando le toca salir, una mujer le dice a la madre que da mala suerte ir con la hija, y se queda en el camerino.
Tonia sale con miedo y los tres tipos maleducados empiezan a interrumpirla y consiguen que todo el teatro comience a gritar: "Tonia la Campesina".
Manuel se siente mal y se levanta, y debe retenerlo Manolo.
Antes de actuar la entrevistan y le preguntan si tiene miedo y ella dice que un poco, y entonces los tres tipos que van a reventar el espectáculo simulan que hay ratones y provocan un revuelo.
Cuando luego le preguntan por su canción, dice que es "Cantares de luna", que es un estreno, aunque entonces los tres tipos se levantan y cantan el estribillo y ella se entera así en ese momento que no es un estreno.
Don Roque la mira entre bambalinas, y cuando llega el estribillo los tres tipos se levantan de nuevo y lo cantan hasta conseguir que ella pierda la compostura, y la escena se repite cuando llega de nuevo el estribillo, y animan al resto del público a cantarlo, y se monta un buen escándalo, y cuando ella se marcha llorando los tres tipos empiezan a gritar pidiendo que salga Tonia.
Manuel y Manolo deciden marcharse con su hermano.
Don Roque la espera y trata de consolarla y se la lleva con él, aunque mientras ella lo espera en el coche el Chamberlain paga a los reventadores.
Manolo y Rosario acompañan al padre hasta la casa, pues está muy triste.
Poco después llega la madre con Engracia y se preocupa al ver que no está Tonia, y Manuel la abofetea y la llama víbora antes de salir a buscarla.
Engracia le dice a la madre que no se haga la tonta, que sabía de sobra lo que buscaba ese tipo y que si le pasa algo a su hija tendrá ella la culpa.
Manolo, su hijo y Rosario van al teatro a buscarla, aunque allí no queda ya nadie.
Tonia está ahora mejor, e incluso contenta con su lujosa bata y viviendo como antes lo hacía la querida del Chamberlain.
Pero cuando llaman y ve que es su padre, se asusta. Este la abofetea y le pide que se ponga su ropa y se la lleva con él.
Pepe vuelve a ver a don Roque y le dice que supone que ahora se casará con su hermana, y que está dispuesto a acabar con él si no lo hace, aunque el hombre no parece preocupado y le dice que lo haga, e incluso le da una navaja, aunque él le dice que quiere arreglar las cosas por las buenas.
Él le dice que deje de ser de pueblo. Que no debe creerse que lo contrató por su cara bonita y que le gustó la Tonia, pero que ahora le tiene sin cuidado. Que lo que pasó, pasó y está pagado.
Pepe, indignado, coge la navaja, pero el Chamberlain es más fuerte que él y consigue quitársela fácilmente y le dice que no quiere volverle a ver y quiere el garaje desalojado al día siguiente.
Pili se queja de que por culpa de su hermana hayan perdido su habitación y le dice que ahora se irá a buscar al Mellao, aunque él le pide que se espere, pues les queda todavía el golpe de esa noche, pues su despido no es hasta el día siguiente.
Va a buscar a los chicos, que le dicen que no irán, pues no quieren líos con el Chamberlain, aunque él dice que si sale bien no le despedirá, pese a lo cual se niegan a ir. Solo uno de ellos duda si van a medias, aunque el Mellao le dice que no vaya.
Pero a pesar de estar solo decide realizar el trabajo y le dice a Pili que si sale todo bien se irán de allí y le comprará un abrigo de mutón, aunque necesita su ayuda para guardar luego la furgoneta como si no hubiera salido.
Llega él solo al lugar donde espera dar el golpe y ve pasar a cuatro camiones y se lanza al último y tira un saco.
Algo más tarde ve otro camión y vuelve a subir a este. Tira un saco, pero cuando va a tirar el segundo ve que hay un tipo durmiendo entre estos y al verlo se lanza hacia él y se pelean, y cuando ve que el hombre tiene un arma, salta, cayendo por un desnivel mientras suenan varios disparos.
Entretanto, el Mellao despierta a Pili y le dice que ha ido a buscarla, aunque ella se resiste y le dice que Pepe lo destrozará, pero él le dice que tardará y que a esas horas estará medio muerto en la carretera, porque se chivó a los de los camiones y le insiste en que se vaya con él, pues lo de Pepe se acabó y sabe que lo está deseando. Que le dará unos sopapos, porque eso es lo fetén y después enamorados como dos palomas.
Ella le dice que no quiere, pero él la lanza sobre la cama y luego le dice que se dé prisa en recoger sus cosas y que se lleve todo.
Suena entonces el claxon, tal como dijo Pepe, y ella corre a abrir.
Llega en efecto, Pepe, pero en muy mal estado y el Mellao se esconde y él le cuenta que todo salió mal porque alguien dio el soplo.
El Mellao le cuenta que lo dio él y que además se va a llevar a la Pili.
Ella trata de interponerse, pero acaban peleándose, y Pili evita que el Mellao golpee a Pepe con una llave inglesa, aunque luego lo hace, cuando ya lo tiene vencido.
Pili sale a la calle y el Mellao la sigue, justo en el momento en que llega el Chamberlain y encuentra a Pepe medio muerto junto a su furgoneta, manchada de sangre.
Pepe le pide ayuda, pero el Chamberlain le dice que ya le advirtió que si algo salía mal él se lavaba las manos, y cuando pierde el conocimiento, el Chamberlain se pone unos guantes y lo sube a la furgoneta
Va luego a las afueras, hasta un puente que pasa sobre la vía del tren y lo lanza hacia la vía y se queda mirando hasta que ve que pasa el tren.
La familia acude al cementerio de la Almudena para el entierro.
Manuel, el padre, coge un puñado de tierra para lanzarlo, y al verla, le dice a su mujer que hay que volver, diciendo ella que si lo hacen la gente se reirá de ellos, aunque Manolo le dice que aunque sea con vergüenza, hay que volver.