Senderos de gloria
Paths of Glory (1957) * USA / Alemania
También conocida como:
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"La patrulla infernal" (Hispanoamérica)
Duración: 86 min.
Música: Gerald Fried
Fotografía: George Krause
Guion: Stanley Kubrick, Calder Willingham, Jim Thompson (N.: Humphrey Cobb)
Dirección: Stanley Kubrick
Intérpretes: Kirk Douglas (Coronel Dax), Adolphe Menjou (General George Broulard), George Macready (General Paul Mireau), Wayne Morris (Teniente Roget), Joseph Turkel (Pierre Arnaud), Ralph Meeker (Philippe Paris), Bert Freed (Sargento Boulanger), Kem Dibbs (Lejeune), Timothy Carey (Maurice Ferol), Susanne Christian (Cantante alemana).
Durante las primeras cinco semanas de la I Guerra Mundial Alemania avanzó rápidamente sobre Francia llegando a 30 km. de París, pero luego el frente se estabilizó y permaneció así durante dos años.
Decididos los franceses a dar un golpe de efecto, el General George Broulard ordena tomar la Colina de las Hormigas, posición que considera clave para avanzar, encargando la misión al General Mireau, el cual, la ve imposible al estar muy mermadas sus fuerzas, si bien cuando Broulard le hace ver que está muy cerca de obtener el mando de la Décima División y una estrella más,, y pese a afirmar que vale más la vida de sus hombres que sus ambiciones, acepta realizar la misión.
Encargan su ejecución al Coronel Dax, que se ve obligado a realizarla aun a sabiendas de que la misión supondrá la muerte de más de la mitad de sus hombres.
Envía antes una misión de reconocimiento al mando del teniente Roget. Con él otros dos hombres, uno de los cuales avanza. El teniente, en realidad un cobarde decide marcharse sin esperarle, lanzando antes una granada que acaba con su propio subordinado.
Al día siguiente se realiza el ataque, repelido por un intenso fuego enemigo que hace que mueran muchos de los hombres, no llegando a salir de las trincheras algunos de ellos, ante lo cual el General, indignado ordena a la artillería que dispare contra sus propias tropas, a lo que el capitán de artillería se niega sin una orden por escrito.
Fracasado el ataque, el General Mireau decide convocar un consejo de guerra, para dar un escarmiento, eligiendo a uno de cada diez hombres, si bien finalmente, y por mediación de Broulard acepta dejarlo en tres hombres.
Los elegidos lo son por azar, excepto el cabo Paris, elegido por el teniente Roget debido a que conoce el secreto de su cobardía.
Pese a las amenazas de Mireau, Dax decide hacerse cargo de la defensa de sus soldados, protestando enérgicamente ante el tribunal encargado de juzgar a los hombres dado que las irregularidades son enormes, sin que pueda evitar que sean condenados a muerte.
En un último intento por salvar sus vidas Dax, tras encargar del pelotón de fusilamiento a Roget, como castigo, acude a casa del General Broulard al que le expone pruebas de que Mireau ordenó disparar contra sus propias tropas.
Los fusilamientos, tras una noche de los condenados con un sacerdote y temiendo por lo que les espera, se llevan a cabo.
Tras ellos Broulard y Mireau comen y charlan sobre lo bien que salió la ejecución, cuando acude Dax, ante el cual Broulard informa a Mireau de la existencia de una denuncia contra él por ordenar disparar contra sus propias tropas, aunque Broulard se lo hace ver como una magnífica ocasión para limpiar su honor.
Tras ello ofrece a Dax el puesto de Mireau, el cual lo rechaza mostrando que no era eso lo que ambicionaba, sino que es un hombre de honor y un idealista de verdad.
De regreso a su cuartel Dax ve a sus tropas divertirse en la taberna, donde una mujer alemana es ridiculizada y obligada a cantar ante ellos, que, a pesar de no entender su idioma acaban fascinados y tararean la canción con ella poco antes de partir de nuevo hacia el frente.