París, bajos fondos
Casque d'or (1952) Francia
Duración: 96 min.
Música: Georges Van Parys
Fotografía: Robert Lefebvre
Guion: Jacques Becker, Jacques Companeez
Dirección: Jacques Becker
Intérpretes: Simone Signoret (Marie), Serge Reggiani (Georges Manda / "Jo"), Claude Dauphin (Félix Leca), Raymond Bussières (Raymond), William Sabatier (Roland Dupuis), Gastón Modot (Danard), Paul Barge (Inspector Juliani), Claude Castaing (Fredo), Odette Barencey (Eugène), Loleh Bellon (Léonie Danard).
Un grupo de amigos llegan por parejas en pequeñas barcas hasta una sala de baile en Joinville-le-Pont, a orillas del Marne, siendo Marie quien rema en la barca en que va con Roland, que al llegar le exige que le dé a él los remos.
Al ver llegar al grupo, una clienta comenta que nunca pueden librarse de las prostitutas.
Cuando comienza el baile Marie se niega a salir a bailar para enfado de Roland, aunque los demás amigos insisten y la animan a salir y finalmente acepta, fijándose mientras baila en otro hombre al que no le quita los ojos de encima.
Raymond, uno de los amigos de Roland y Marie reconoce en ese hombre a su amigo Georges Manda, al que él conoce como Jo, y tras ver antes la cara de embobado de él y cómo lo miraba Marie, se lo presenta a sus amigos, entre los que está Roland "el Guaperas", aunque no da el nombre de las mujeres, contando a sus amigos que estuvieron juntos en el correccional durante 5 años.
Georges les dice que es carpintero, contando Raymond que él fue panadero, aunque se ríen de él.
Marie le pregunta si los carpinteros saben bailar, animándolo Raymond a que la saque, sintiéndose molesto Roland, aunque Raymond le detiene y le dice que ella solo quiere ser sociable, aunque mientras bailan ella no para de mirarlo, como hacía antes mientras bailaba con Roland.
Todos los amigos los observan, estando Roland cada vez más molesto y cuando terminan, le pide que se siente junto a la dama, para, cuando va a hacerlo, retirarle la silla y hacer que caiga al suelo.
Viendo que no es bien recibido, Georges decide marcharse, pues le espera su jefe, y Roland, todavía molesto le dice que es descortés con su pareja de baile, decidiendo finalmente Georges darle un puñetazo.
Mientras los amigos atienden a Roland, Raymond va con Jo para despedirlo y va también Marie para decirle que quería despedirse de él.
Cuando regresa, Roland la abofetea, aunque ella se limita a sonreír, diciéndole él que eso no se quedará así.
Al día siguiente, todos los amigos de Marie la buscan, incluido Raymond, que simula una visita desinteresada a Georges en la carpintería, comprobando que no está allí, pues ve que su amigo duerme en la misma carpintería y que no tiene cuarto.
En realidad pasó la noche con una amiga en la habitación de un hotel, viendo desde la ventana a Billy y Ponsard, que van a buscarla diciéndole que Leca quiere verla.
Raymond y su compañero de búsquedas llegan a casa de Félix Leca, donde figura un cartel que pone que es comerciante de vinos y licores, y adonde llegan poco después Billy y Ponsard con Marie.
Leca pide a todos que se vayan a otro cuarto, diciéndole Roland que cuenta con él.
Cuando se queda solo con ella, Félix la coge del pecho y le pregunta si está enfadada con su hombre, diciendo ella que así es, diciendo él que no quiere historias en su banda, pues es malo para los negocios y le pregunta qué le dice a su hombre, diciendo ella que le diga que se vaya a la mierda, escuchándolo él, que sale enfadado, obligándolo Félix a irse y le pregunta a Marie por qué sigue con ese imbécil, diciendo que es guapo.
Le pregunta si quiere que la compre a Roland, diciéndole que se lo pensará y se lo dirá esa noche en el "Ángel Gabriel".
Atiende luego a sus hombres a los que les entrega su parte tras el último "negocio", el atraco a un cobrador, aunque les advierte que de momento no pueden utilizar ese dinero, porque son billetes nuevos y de serie, pero que enviarán a Bélgica más adelante.
A uno de sus hombres le faltan tres billetes, dándoselo Félix de los suyos, aunque luego pide a Frédo que se quede y los descubre en el sombrero de este, al que abofetea.
Marie va en un coche de caballos hasta la carpintería pidiendo al cochero que entre y pregunte por el señor Manda, y este, que estaba comiendo con su jefe y su hija sale para encontrarse con Marie, que lo toma de la mano y lo lleva tras una valla donde lo besa apasionadamente y le dice que fue porque quería verlo.
Léonie que salió tras él, los sorprende besándose y le dice a Georges que no terminaron de comer y le pregunta a Marie si no le dijo él que estaba prometido.
Ella dice que no lo podía adivinar y decide marcharse, llamándola Léonie puta, ante lo que Marie se revuelve enfadada dispuesta a abofetearla, impidiéndoselo Georges, que la detiene, dándole la bofetada a él, y le dice que el día anterior se la llevó ella y ahora están empatados.
Por la noche va al "Ángel Gabriel" (A L'Ange Gabriel) un grupo de gente encopetada y enjoyada que nada pega en ese ambiente popular donde bailan los obreros.
Allí Roland baila con una de las damas de alta alcurnia mientras en otra mesa está Leca con el inspector de policía Juliani, que parece estar al tanto de sus negocios.
Poco después llega Marie, y Leca le pregunta si puede hablar con Roland, diciendo ella que si lo desea puede hacerlo, aunque justo en ese momento llega George buscándola, dejando el baile Roland para ir hacia él, levantándose también el resto de la banda.
Media Raymond entre ellos para evitar peleas, queriendo llevarse a Georges, aunque este acepta el reto de Roland y salen al patio, observándolos Anatole, un camarero.
Raymond trata de evitar la pelea, pero sale Leca, que le pregunta qué quiere, diciendo él que a Marie, preguntándole Leca a Roland si quiere vender, diciendo este que depende del dinero, pero que es solo un carpintero, asegurando este que, aunque tuviera dinero no pagaría.
Leca pide a todos menos a dos que regresen adentro para no llamar la atención.
Los cachean para ver que ninguno lleva armas y luego Leca saca su navaja y les dice que pelearán con ella, que deja en el centro entre los dos.
La coge Roland, aunque cuando se la va a clavar, le coge la mano Georges y consigue quitársela y se la clava a Roland, acabando con él.
Leca envía a buscar a Marie y le dice a Manda que se manejó muy bien, por lo que si lo desea puede entrar en la banda, aunque él dice que no necesita dama de compañía.
Le dice Leca que ellos no dirán nada, pero que puede haber filtraciones que no habría si estuviera con ellos, pese a lo que se niega a entrar en la banda
Llega Marie, que al ver lo sucedido se marcha con su amiga mientras Georges ayuda a Raymond y Guillaume a deshacerse del cadáver.
Félix sale tras Marie, que se excusa por no haberse despedido y le dice que se verán al día siguiente en su casa.
Mientras hablan, llega una patrulla de gendarmes.
Un hombre avisa a los del patio, y cuando salen, los agentes encuentran el cadáver.
Desde fuera observan todo Félix y Marie, llegando Raymond que le dice a esta que el carpintero está bien y que al día siguiente se marchará.
En efecto, por la mañana George prepara sus cosas para marcharse, preguntándole su jefe si solo lo hace por su hija, diciendo él que tiene que hacerlo, dándole el hombre varios billetes que él rechaza, pues dice, ya le pagó lo que le debía, diciéndole que se marcha sin despedirse de Léonie.
Según se marcha, llega un chico preguntando si es el señor Manda, entregándole un escrito, que ve es de Raymond, que le indica que vaya a Joinville a casa de tía Eugène, cerca del puente viejo, pues quiere hablar con él.
Va a la granja de la vieja Eugène, que le dice que Raymond quizá esté en el río, al que se acerca en efecto, aunque como no ve a nadie, se tumba en la orilla y se duerme.
Quien llega en la barca y lo encuentra durmiendo es Marie, que se coloca a su lado y le molesta con una pajita en la oreja hasta que consigue, tras quitarle la gorra que despierte, observando su rostro.
Poco después, desnudo, la observa durmiendo a su lado en la cama. Se levanta, se viste con sigilo y sale.
Cuando despierta, Marie, se asusta, aunque luego ve que todavía tiene allí su ropa.
Ve que fuera, la anciana les preparó ya café y él se lo lleva a Marie, que se asoma por la ventana, observando la anciana cómo se besan.
Pasean luego por el bosque, donde ella le pide que la bese, haciéndolo apasionadamente.
Leca llega al bar, donde están sus hombres, siendo informado de la muerte de Anatole, el camarero chivato, contándole que un andamio se cayó y lo aplastó cuando pasaba por debajo, aunque nadie lo vio.
Leca pide que hagan una colecta para la abuela del muchacho.
Se acerca luego a la mesa de Raymond y Paulo que le dicen que fue muy fácil, pues a esa hora no había nadie por la calle.
Frédo informa a Leca que sabe dónde están Marie y Manda, aunque Raymond le dice que si toca a Manda nunca tendrá a Marie y le pide que no lo toque, pues son muy amigos y puede confiar en él.
Lega en ese momento al bar el inspector Juliani y Leca le dice que el hombre que va a salir - Raymond - acabó con un hombre.
Georges y Marie pasean por el pueblo y llegan a la puerta de la iglesia, escuchando los cantos religiosos, pidiéndole ella que entre, pues dentro hay una boda y Marie, con los ojos llorosos, le pregunta a él si la quiere.
Pero cuando salen ven fuera a Félix con Frédo que aparentemente fueron a pescar, diciéndole el primero a Georges que puede regresar a París, pues ya detuvieron a un sospechoso por el asesinato, contándole que a quien detuvieron es a su amigo Raymond, aunque Leca le asegura que no hablará.
Se queda pensativo, y esa noche ella ve que él no tiene ganas de hacer el amor. Le pide que no lo piense más en su amigo y que piense en ella, diciendo él que siempre piensa en ella.
Por la mañana, cuando Marie despierta Jo no está, y ve que tampoco está su ropa, por lo que sale corriendo, pero ya no lo ve. La anciana le dice que se marchó una hora antes, después de leer el periódico y que se lo dejó allí y le pidió que le dijese que lo leyese y le dejó 100 francos para ella.
Lee en efecto el periódico, donde indican que Raymond, "el Panadero", niega de forma absurda su crimen pese a las pruebas, pues tenía varios objetos de la víctima. Su reloj y su navaja.
Los hombres de Leca están tristes y le dicen a Leca que no pueden dejar que encierren a Raymond por Manda, pues además sabe muchas cosas de ellos.
Llaman entonces a la puerta, viendo que se trata Marie, que va preguntando por Félix, al que le cuenta que Manda se entregó y cree que solo él puede ayudarle, diciendo él que solo depende de ella, a la que tira sobre la cama.
Cuando llega el comisario le dicen que llegó el inspector Juliani en relación con el caso de Roland, viendo que el inspector está con Georges, que declaró ya su autoría y que, tras decir que está de acuerdo, firma la declaración.
Llevan entonces a Raymond, que comprende que su amigo ha confesado.
El comisario le escribe una nota al inspector para que no lo escuche Raymond, diciendo que su Leca está mal informado, lo que Raymond lee cuando se queda solo.
Luego, Juliani, le dice a Raymond que no se va a librar tan fácilmente, pues tienen las pruebas y le acusarán de complicidad en el homicidio.
Marie llega a ver a Félix con el periódico donde informan de que los van a llevar a los dos amigos la cárcel, y le dice que debe hacer algo, diciendo él que no pueden atacar el coche en pleno día, ni siquiera por ella, que le dice que es repugnante, al comprender que la engañó, abofeteándola él, aunque ella vuelve a repetírselo, volviendo a golpearla hasta tirarla al suelo.
En efecto los llevan a ambos en el furgón policial, llegando cuando los van a subir a este, Marie que dice que quiere entregarles un paquete con cigarrillos y galletas, consiguiendo que un policía le coja las galletas, burlando ella su vigilancia logrando llegar hasta Manda, al que besa sorprendiendo a los policías.
En el furgón van uno al lado del otro, pero en compartimentos separados, observando Raymond un agujerito por el que informa a Jo de que fue Leca quien le entregó para pillarlo a él y quedarse con Marie, contándole un plan.
Esta va hasta la prisión en un coche de caballos y espera la llegada del furgón policial tirado por caballos.
Cuando bajan los presos, atacan a los policías que los escoltaban, según el plan que Raymond le contó, y salen corriendo, pidiendo uno de los policías que no les disparen, pues pueden matar a un compañero que los persigue y sobre el que se lanza Marie, impidiéndole seguirlos, pudiendo ellos subir a la carroza que llevaba ella, aunque uno de los guardias les dispara, alcanzando a Raymond, aunque pueden escapar.
Poco después, los hombres de Leca ven estupefactos que entra en el bar Manda, que pregunta por Leca y que les dice que necesita un médico para Raymond.
Salen todos y ven a su amigo agonizando.
Manda, entretanto, va a casa de Leca, donde encuentra solo a Frédo, aunque lo busca por toda la casa, viendo, al llegar a su habitación las zapatillas de Marie y sale enfadado.
Cuando Leca llega al Ángel Gabriel ve a un médico atendiendo a Raymond, que murió, no pareciendo sus hombres estar de acuerdo con lo que hizo con su amigo, marchándose despectivamente.
Manda, desde un autobús de caballos lo ve por la calle y lo sigue.
Al verlo, Leca se aleja a toda prisa hasta entrar en la comisaría, donde pregunta por Juliani, que le dicen no está en ese momento.
Entra después Manda, que coge una de las pistolas que los policías dejaron colgadas y con ella sigue a Leca hasta el patio en que trataba de refugiarse y le dispara media docena de veces, tirando tras ello el arma cuando llegan los policías a los que se entrega.
Marie va con Paulo a un hostal donde alquilan una habitación, como si fueran amantes.
Suben a una habitación, y abre la ventana, desde la que se puede ver el patio de la prisión donde van a ejecutar a Georges, pudiendo ver desde allí cómo lo guillotinan.
Ella recuerda sus bailes felices cuando estaban juntos.