Los amantes crucificados
Chikamatsu monogatari (1954) Japón
También conocida como:
- "Amantes crucificados" (Argentina)
Duración: 102 min.
Música: Fumio Hayasaka
Fotografía: Kazuo Miyagawa
Guion: Yoshikata Yoda, Matsutaro Kagawuchi (N. Monzaemon Chikamatsu)
Dirección: Kenji Mizoguchi
Intérpretes: Kazuo Hasegawa (Mohei), Kyôko Kagawa (Osan), Eitarô Shindô (Ishun), Eitarô Ozawa (Sukeemon), Yôko Minamida (Otama), Haruo Tanaka (Gifuya Dôki), Chieko Naniwa (Okô), Ichirô Sugai (Genbei), Tatsuya Ishiguro (Isan), Hiroshi Mizuno (Kuroki).
Ishun titular del monopolio de impresión de calendarios para todas las empresas y familias del país, da además préstamos con altos intereses arruinando familias y teniendo sometidos gracias a ellos a altos funcionarios.
Casado con Osan, 30 años menor, esta no tiene confianza para pedirle dinero cuando su hermano lo necesita para evitar la pérdida de su negocio y el deshonor de la familia, por lo que prefiere pedírselo a Mohei el mejor empleado de su marido y al que este le encarga los trabajos más delicados.
Mohei decide ayudarla y utiliza el sello de Ishun para sacar las cinco monedas que su mujer le pidió con la intención de devolverlas más adelante, aunque, descubierto, Ishun decide denunciarlo sin que de nada sirvan los ruegos de Osan ni la defensa de Otama, una criada enamorada de él que afirma que fue ella quien le pidió el dinero para ayudar a un familiar.
Por la noche Osan va a ver a Otama para pedirle perdón, y esta le cuenta que Ishun desea convertirla en su amante y que incluso le ofreció una casa.
Indignada, Osan decide sorprender a su marido, cambiándole la habitación a Otama, donde la visita Mohei tras huir, prometiéndole ella que confesará y lo salvará, a lo que él se niega, diciéndole que le conseguirá el dinero, apareciendo mientras hablan Sukeemon, el gerente de Ishun que al verlos juntos y además en el suelo, al que cayeron accidentalmente, piensa que son amantes, y así se lo cuenta a Ishun.
Osan confiesa la verdad, aunque él se enfada, pues considera que puso en peligro su honor, por lo que, harta de su actitud, decide huir poco después de que lo hiciera Mohei, con el que se encuentra, huyendo juntos a Osaka, donde él espera obtener el dinero.
Ishun le pide a Sukeemon que busque a Osan para evitar el escándalo, aunque a su vez, el monopolista del templo le pide que colabore para que su amo pierda la licencia, que obtendrá él, y a cambio le cederá la suya.
Entretanto Mohei tiene éxito y Osan puede enviar a su hermano el dinero que necesitaba, pero acosados por los hombres enviados por Ishun, Osan y Mohei deciden suicidarse lanzándose juntos a un lago para evitar ser juzgados, aunque antes de hacerlo Mohei le confiesa que la ama desde hace mucho tiempo, ante lo que Osan le dice que ya no desea morir, pues también le ama.
Viajarán juntos huyendo hasta que él comprueba que solo le persiguen a él y decide huir para salvarla a ella. Pero Osan lo persigue, pues no desea vivir sin él, no separándose más.
Vistos por un vendedor de castañas, lo cuenta en casa de Ishun, que manda a Sukeemon a buscar a su mujer, adivinando que se dirigen a la casa del padre de él, que, en efecto, al verlo lo rechaza, aunque finalmente les dará cobijo en una cabaña del bosque que cuida.
Pero más tarde cede a las presiones de sus vecinos y los delata ante la promesa de que nada le ocurrirá a Mohei, siendo Osan capturada y devuelta a su hogar, y Mohei retenido.
Ishun trata de ocultar el escándalo cancelando la deuda de varios funcionarios y contratando al hermano de Osan para forzar a esta a volver ante el temor a la ruina de su familia, pese a lo cual, cuando llega Mohei, liberado por su padre, Osan decide huir con él.
Detenidos juntos, ella confiesa su adulterio, siendo Ishun desterrado y sus bienes embargados por no haberla denunciado, siendo detenido también Sukeemon.
Poco después todo el mundo sale a la calle para ver a los dos amantes, que llevados juntos atados sobre un caballo hacia el lugar de su crucifixión muestran la felicidad en sus rostros.