Te cuento la película

Al final de la escapada
Al final de la escapada

À bout de soufflé (1960) * Francia

          También conocida como:
                    - "Sin aliento" (Argentina, México, Uruguay)
                    - "Horas candentes" (Perú)

Duración: 89 min.

Música: Martial Solal

Fotografía: Raoul Coutard

Guion: Jean-Luc Godard (Historia: François Truffaut)

Dirección: Jean-Luc Godard

Intérpretes: Jean-Paul Belmondo (Michel Poiccard / Laszlo Kovacs), Jean Seberg (Patricia Franchini), Daniel Boulanger (Inspector Vital), Michel Fabre (Ayudante de Vital), Henri-Jacques Huet (Antonio Berutti), Van Doude (Van Doude), Claude Mansard (Claudius Mansard), Liliane David (Liliane), Roger Hanin (Carl Zombach), Richard Balducci (Luis Tolmatchoff).

Michel Poiccard simula leer el periódico mientras espera la señal de una amiga, que le indica que puede actuar.

Ella vigilará a un militar americano y a su mujer cuando bajan de un Oldsmoblile, mientras él le hace el puente, para luego huir con él, sin llevarse a su amiga pese a que esta se lo pide.

Conduce su coche hasta París, observando que lleva un arma en la guantera.

Al llegar a unas obras observa que está la policía haciendo un control.

Ve que le siguen en la moto y decide escapar, tratando de despistarlos desviándose hacia un camino, aunque uno de ellos vuelve sobre sus pasos y le da el alto.

Michel saca entonces la pistola que había en el coche y acaba con el policía, huyendo tras ello campo a través.

Consigue llegar a París y va al apartamento de su amiga Patricia Franchini, aunque el portero le dice que no está y n o puede subir, cogiendo él las llaves en un momento de despiste del conserje, colándose en su piso y se asea.

Pero como carece de dinero va a ver a Liliane, otra amiga que trabaja en televisión y a la que le pide que le adelante 5.000 Francos hasta el mediodía, aunque ella le dice que solo tiene 500, lo que a él le parece insuficiente, pese a lo cual luego, cuando está despistada se los quita.

Acude tras ello a la Agencia Interamericana a buscar a un amigo, Tolmatchoff, que le dicen, no está.

Busca luego por los Campos Elíseos a su amiga Patricia, que vende por allí el New York Herald Tribune, y le cuenta que ha llegado de Marsella desde donde la llamó el lunes, aunque no dio con ella.

Le pide que se marche con él a Roma, aunque ella se niega y le dice que tiene muchas cosas que hacer en París.

Le pregunta si se enfadó porque se fue sin despedirse, diciendo él que no, que fue porque estaba triste, porque lo agradable no es acostarse con una chica, sino despertarse al lado de una chica.

Le cuenta que después de estar con ella se acostó con otras dos chicas, pero que no funcionó, por lo que insiste en que vaya con él a Italia, aunque ella le dice que debe matricularse en la Sorbona, pues en caso contrario sus padres no le enviarán dinero, diciendo él que se lo dará, a lo que ella replica que solo pasaron tres noches juntos, diciendo él que fueron 5.

Él le pregunta por qué no usa sujetador, una pregunta que a ella le parece indiscreta.

Quedan para la tarde.

Mientras va leyendo el periódico se le acerca una chica tratando de venderle una revista, que rechaza, siendo testigo del atropello de un hombre.

En el periódico lee que la policía identificó al asesino de la Nacional 7, que mató a un policía, que deja viuda y 4 hijos.

Vuelve a buscar a Tolmatchoff al que le dice que va a recoger su dinero, entregándole este un cheque, aunque no le gusta que sea cruzado, diciéndole su amigo que lo endose, pensando que lo hará con Antonio Berutti.

Cuando él sale por la puerta entran en la Agencia Interamericana dos policías, que preguntan si hay gente que reciba allí su correo, preguntando cuando le dicen que sí, por Michel Poiccard, que también se hace llamar Laszlo Kovacs

Uno de los policías, el Inspector Vital pregunta por Tolmachoff al que le pregunta si recuerda cuando delató a su amigo Bob, diciéndole que ahora hará lo mismo, preguntándole por Michel, que recuerda fue trabajador de Air France, diciendo Tolmachoff que en efecto lo conoce, pero que no lo ha visto.

Pero antes de marcharse le preguntan a la recepcionista si Tolmachoff tuvo alguna visita recientemente, diciéndoles ella que cinco minutos antes estuvo con él un tipo alto, por lo que los policías salen corriendo, tras acusar a Tolmachoff de ser cómplice de un asesinato.

Pero mientras los policías entran por una boca del metro, él sale por otra y se detiene frente a un cine en que proyectan "Más dura será la caída" de Bogart, haciendo un gesto con su dedo pulgar sobre sus labios como hacía el actor.

Vuelve a ver a Patricia que le pide que la invite a cenar.

Como no tiene dinero para hacerlo, la deja un momento diciendo que tiene que ir a hacer una llamada, aunque en realidad va hasta el baño de un restaurante, atacando allí a un hombre al que le roba su dinero.

Pero cuando vuelve con Patricia ella le dice que tiene que marcharse, pues se le había olvidado una cita con un periodista que la va a encargar ir a una rueda de prensa, ofreciéndose él a llevarla en el coche pese a que ella le advierte que no le apetece acostarse esa noche con él, diciendo él que solo quiere dormir a su lado.

Patricia habla en una cafetería con Van Doude, un periodista americano, que tras hablarle de una anécdota con una chica le habla de su encargo. Debe ir a Orly y entrevistar al periodista Parvulescu.

Michel, que se quedó por allí los vigila y los ve salir del restaurante, y observa cómo la coge del hombro, viendo luego cómo se besan en su coche.

Cuando Patricia llega a su casa ve que no está su llave, encontrando a Michel en su cama., diciendo este que no quedaban habitaciones en el Claridge, que es donde siempre se aloja, quejándose ella de que no puede estar sola cuando quiere.

Michel por su parte se lamenta de que siempre le gustan las chicas que no están hechas para él, tras lo que le confiesa que la vio el día anterior por la tarde y le echa en cara que se fuera con el periodista, diciéndole Patricia que es importante para ella, pues le encarga artículos, y que algún día se acostará con él, pero no en ese momento.

Patricia le dice que el día anterior estaba furiosa, pero que ahora no puede pensar en nada, volviendo a preguntarle a Michel por qué fue allí, respondiendo él que porque tenía ganas de volver a acostarse con ella, pues cree que la ama.

Pero ella dice no estar segura aún de que le pase lo mismo, aunque lo sabrá en unos días, diciéndole que no quiere acostarse con él todavía, pues le gustaría que fueran como Romeo y Julieta.

Encuentra de pronto un pasaporte de él donde pone que se llama Laszlo Kovacs, diciendo él que no es el suyo, sino el de su hermano.

Él insiste una y otra vez en que quiere acostarse con ella, que de pronto le da una sorpresa. Le cuenta que está embarazada y piensa que es de él, reprochándole Michel que no tuviera cuidado cuando se acostaron.

Trata tras ello de hablar por teléfono con Berutti, al que le quiere colocar el cheque, y no da con él, por lo que llama a Tolmachoff, que le cuenta que le busca la policía.

Le pregunta luego a Patricia con cuántos chicos se ha acostado, diciendo ella que con 7, diciendo él que con 22.

Ella dice que tiene miedo porque le gustaría que le quisiera, pero a la vez que no la quisiera, pues es muy independiente, tras lo que le cuenta que está escribiendo una novela.

Finalmente accede a acostarse con él.

Como ella debe ir a la rueda de prensa de Parvulescu, él se ofrece a llevarla, aunque antes debe hacerse con un coche, por lo que tras ver a un hombre que conduce un Ford lo sigue hasta su edificio, robándole en el ascensor las llaves sin que se dé cuenta.

Paran, camino del aeropuerto, en las oficinas del Herald Tribune, donde ella debe recoger algo, aprovechando Michel para comprar un periódico, donde ve que sale su fotografía, junto a la noticia de que el asesino de la Nacional 7 sigue suelto, sin fijarse en un hombre que también leía el periódico y que le reconoce, por lo que llama a la policía, aunque cuando estos llegan ya no se encuentra allí.

Deja a Patricia en el aeropuerto, donde tendrá lugar la rueda de prensa, mientras él va a ver a Mansard.

Durante la rueda de prensa ella trata de hacerle alguna pregunta, a Parvulescu, que en principio ni la responde, aunque luego la halaga y responde con boutades como que su ambición es llegar a ser inmortal y después morir.

Michel va al desguace donde quedó con Claudius Mansard, al que le dice que va de parte de Toni, quejándose este de que no le lleve un Oldsmobile como le dijeron, sino un Ford, por el que le ofrece 800.000 francos, aunque le dice deberá dárselos la semana siguiente, y le muestra que le conoce, pues vio su cara en el periódico.

Él se niega a dejárselo en esas condiciones, pero mientras va a hablar por teléfono, Mansard le quita una pieza.

Cuando regresa le pide un adelanto, pero Mansard se niega.

Observa que le quitaron el cable de conexión y golpea a Mansard y le coge dinero.

Recoge a Patricia, con la que va a la Escala, donde le dijeron que estaría Antonio a las 4, aunque llegan tarde de nuevo.

Siguen su camino, señalando Patricia que no le gusta cómo visten las parisinas, pues llevan vestidos demasiado cortos y parecen putas, a lo que Michel replica que a él le encantan, pues le dan ganas de levantarles la falda, haciendo que pare el taxi, y haciéndoselo en efecto a una mujer.

Se bajan después del taxi al que le piden que les espere, yéndose por un atajo hacia los Campos Elíseos para despistar al taxista, al que no le pagaron.

Ella vuelve al Herald Tribune, donde la presentan como la nueva reportera, contando ella que le fue muy bien la entrevista.

Llegan entonces el Inspector Vital y su colaborador preguntando por ella, mostrándole el policía la fotografía de Michel, que ella dice no conocer hasta que el policía la amenaza, diciendo ella entonces que sí le reconoce, que es Michel, pero que la foto es antigua.

Cuando le dice que la vieron esa mañana con él, debe reconocer que estuvo con él, pero que ignora dónde está, pues, aunque le ha visto unas pocas veces desde que le conoció en Niza, y es un hombre amable, ignora dónde vive, contándole que dijo que quería ver a alguien en París que le debía dinero, con nombre italiano.

Vital le amenaza con tener problemas con el pasaporte si le miente y le da su teléfono para que le avise si vuelve a verlo.

Cuando se marchan, ella sale para buscarlo, dándose cuenta de que los policías la siguen, viéndolos también Michel, que se oculta tras un periódico cuando ella por señas le advierte.

Patricia comienza a andar sin rumbo, seguida por el compañero de Vital, que no se percate de que, a su vez, es seguido por Michel.

Ella trata por todos los medios de burlar al policía, por lo que se mezcla entre la gente que acude a recibir al presidente americano Eisenhower, escuchándose la Marsellesa, para luego ir a una sala de cine, siempre perseguida por el policía, al que por fin consigue despistar entrando en el baño de mujeres y huyendo por la ventana.

Ya juntos, deciden ir a ver una película del Oeste mientras esperan a que se haga de noche para huir, besándose apasionadamente en el cine.

Luego ella lee en el periódico que Michel está casado, contándole él que ocurrió mucho tiempo atrás y su mujer estaba muy loca por lo que la dejó.

Patricia ahora reconoce ya que está enamorada de él, que le pregunta qué siente al ir en un coche robado, preguntándole ella qué sintió al matar al policía, señalando que tuvo miedo.

Decide cambiar de coche, por lo que van hasta el aparcamiento de un hotel de lujo, donde suben a un Cadillac, ya que allí todos dejan las llaves puestas.

Conducirá Patricia el coche, asegurándole Michel que bastará con que salude al guardia en inglés para que no le diga nada y le abre la barrera, como en efecto sucede.

Los letreros luminosos hablan del inminente detención de Poiccard, mientras van a buscar a Antonio, viéndolos en el coche Liliane.

Van a Montparnasse, pues alguien le cuenta que vio a Toni en la Pérgola, donde por fin consigue localizarlo junto con Carl Zumbach, otro amigo.

También se encuentran con el periodista americano con el que estuvo Patricia y con el que se sienta mientras Michel trata el tema del dinero con su amigo.

Toni le pide el cheque y le dice que al día siguiente le dará el dinero, diciéndole que vaya a pasar la noche a casa de una amiga sueca que posa para los fotógrafos, pues es modelo y estará vacía.

Una vez que se va la modelo y se quedan solos, Patricia sale para comprar el France Soir y leche, tomándose además un café en un bar desde donde decide llamar al Inspector Vital para darle la dirección donde puede encontrar a Michel.

Cuando regresa al apartamento Michel le cuenta Antonio llegará en 15 minutos, y le dice que cuando tenga el dinero se irán a Italia, aunque ella dice que no puede ir y le confiesa que llamó a la policía, pues no le apetece ya ir con él, y no quiere estar enamorada de él, habiendo llegado a ese convencimiento tras verse capaz de llamar a la policía y ser cruel con él, lo que, según ella demuestra que no está enamorada de él, que le dice que ese razonamiento es estúpido y le asegura que el amor feliz no existe y que ella se cree independiente y superior a él, pero no lo es.

Ella le pide que se marche antes de que llegue la policía, pues, le dice, se ha acostado con muchos chicos y no es de fiar, pero él dice que se queda, pues tiene ganas de ir a la cárcel, donde nadie le hablará y estará tranquilo.

Pero no quiere que su amigo Berutti tenga problemas, por lo que baja para advertirle. Cuando lo ve le dice que se marche, pues está a punto de llegar la policía, pidiéndole Berutti que suba al coche para huir, pero él se niega. Dice estar cansado y necesitar dormir, y lamenta que trata de no pensar en ella, pero no puede dejar de hacerlo.

Toni le ofrece su automática, aunque la rechaza, viendo cómo llega en ese momento la policía, por lo que Toni huye, aunque le lanza el arma a su amigo, agachándose a recogerla, recibiendo un disparo de Vital en la espalda cuando se incorpora.

Pese al disparo, él corre por la calle tras abandonar la cartera con su dinero

Tras él van corriendo Patricia y la policía, que le alcanzan, cuando, al llegar al final de la calle cae al suelo ya sin fuerzas.

Él mira a Patricia desde el suelo y comienza a hacerle muecas y le dice que es realmente asquerosa, tras lo que muere.

Ella se pasa el dedo pulgar por los labios como hacía él y pregunta qué significa asquerosa, no entendiendo que él no se refería a ella, sino a su suerte.

Calificación: 3