Verano del 85
Été 85 (2020) * Francia / Bélgica
Duración: 101 min.
Música: Hichame Alaouié
Guion: François Ozon (Novela: Aidan Chambers)
Dirección: François Ozon
Intérpretes: Félix Lefebvre (Alexis Robin), Benjamin Voisin (David Gorman), Philippine Velge (Kate), Valeria Bruni-Tedeschi (Señora Gorman), Melvil Poupaud (Lefèvre), Isabelle Nanty (Señora Robin), Laurent Fernandez (Señor Robin), Aurore Broutin (Trabajadora Social).
Un muchacho, Alexis, es llevado a prisión.
Indica que debió darse cuenta antes y que debe estar ciego, pues solo un chalado escogería la muerte como pasatiempo, pues le atrae la muerte, pero los cadáveres le impresionan y le dan miedo y hubo un cadáver que le impresionó mucho.
Va a ver a su amigo Chris, recién aprobados ambos, y al que le cuenta que se ha apuntado en letras, y al que le propone salir a navegar con su barco, aunque el amigo le dice que ha quedado con otra chica, aunque le permite que use su barca.
Lo hace así, cuando de pronto estalla una tormenta y debido a su falta de pericia acaba volcando y pidiendo socorro, con la suerte de que otro barco, el Calypso, se acerca a él, y le indica que debe subir al casco y que él le remolcará hasta la playa.
El joven que le ayuda y que rescata también su ropa es David Gorman, que tiene 18 años y un mes y que Alexis indica, es el futuro cadáver.
Consiguen llegar así hasta la playa, invitándolo David a ir a su casa, ya que está más cerca y que volverá más tarde para ocuparse del barco.
Recibido por una trabajadora social, que quiere saber por qué hizo lo que le llevó a prisión, preguntándole si son fundadas las acusaciones de la señora Gorman y le pide que hable, pues de lo contrario puede acabar en prisión.
David lo lleva, en efecto, a su casa, donde le explica a su madre que Alexis volcó y al verlo empapado la mujer lo envía a la bañera, apremiándole a que se desnude, ayudándole de hecho a hacerlo, quitándole pantalones y calzoncillos y le alaba al verlo.
Luego, mientras se baña, entra David que le da una toalla y le ofrece ropa suya y le indica que se ocupará él del barco.
Luego, mientras comen, David le cuenta que su padre murió un año antes y que ambos trabajaban en la tienda familiar. Que su padre entendía de veleros y caía bien a los clientes y al morir él dejó el instituto para trabajar en la tienda.
Le pregunta si él no quiere seguir los pasos de su padre, contándole Alexis que su padre es estibador y no quiere trabajar en eso y está pensando en su futuro para lo que quiere hablar con su profesor Lefèvre en el instituto.
Él le pide que le cuente lo que le diga Lefèvre cuando regrese a por su ropa y a devolverle la suya, y mientras, él se ocupará de los barcos, quedando para ir luego al cine.
Lefèvre le pregunta desde cuándo se interesa por la muerte, diciendo que hace tiempo.
Hablan sobre el escrito que le presentó, y le dice que es prometedor aunque no es un genio, aunque ha progresado desde su llegada.
Le dice que su padre prefiere que trabaje y su madre que prefiere seguir estudiando, contándole el profesor que insistió para que le aceptaran en Letras, pues tiene talento y le apoyará si decide seguir.
La trabajadora social va a ver a los padres de Alexis, preocupados, pues se encierra y no reacciona ni con el miedo a prisión. Habla luego con él y le dice que sus padres le dijeron que hablara con Lefèvre, aunque él dice que no le importa.
Regresa a casa de David y su madre le dice que su hijo va a la tienda incluso los días en que le toca librar y si es su amigo no debería permitírselo, preguntándole David si realmente es su amigo, pues con los amigos debe salir y divertirse, no ir a la tienda y le dice que su David necesita un amigo de verdad.
David le propone luego que trabaje algunos días en la tienda, pues tiene mucho trabajo, mostrándose él cauteloso, pues, le, dice, acaba de conocerle, diciéndole David que la vida es corta, mientras él dice que necesita tiempo para acostumbrarse.
Van al cine y a la salida ven a un muchacho borracho que está a punto de ser atropellado y David, como un buen samaritano decide echarle una mano y lo rescata y decide llevarlo a un sitio seguro para que duerma.
Alexis no está de acuerdo. Dice que la culpa es del muchacho por haberse emborrachado, diciéndole David que no pensaba lo mismo cuando le ayudó a él, llevándolo entre los dos hasta la playa, viendo cómo incluso se mea encima y le dejan allí durmiendo.
Al verle por fin bien la cara, entendió por qué quiso ayudarle, pues era un tipo guapo. Y también entendió por qué le ayudó a él esa mañana.
Su madre le dice que su padre está preocupado de que no haga nada y que trasnoche, y que desea que se busque un trabajo temporal, preguntándole si ella no prefiere que estudie, diciendo ella que quiere que haga lo que considere que le va a hacer feliz, diciéndole él que Lefèvre cree que debe seguir estudiando Literatura, preguntándole su madre de qué le servirá, diciendo él que de poco.
Decide finalmente aceptar el trabajo que le propuso David en su tienda náutica, diciéndole su madre que está muy contenta de que trabaje con ellos, pues así podrá tener tiempo libre, aunque le regaña, pues David no llegó el día anterior hasta las 4, algo que le deja extrañado, preguntándose si realmente era su amigo y se podía fiar de él.
Mientras piensa en ello se dirige a él una británica, Kate, de 21 años, que le habla diciéndole que trata de mejorar su francés, pues solo lleva 3 días allí.
Él se presenta como Alex, como le llama David y ella le invita a tomar el sol con ella, aunque le dice que tiene que ir a trabajar, contándole que ella trabaja como au pair en una familia, contándole que él se mudó dos años atrás allí con sus padres.
Va a la tienda de su amigo que le pregunta si está enfadado por lo de la noche anterior, preguntándole él si volvió con el borracho, diciendo él que sí, pues no se quedó tranquilo porque lo habían dejado solo en la playa y luego le despertó y hablaron.
Tras la charla David le pide que cierre los ojos y le regala un casco de moto y le dicen que les esperan miles de recorridos juntos.
Le lleva luego hasta la moto y salen de la ciudad, viendo como David se coloca en el carril contrario frente a los coches que van en dirección contraria hasta estar a punto de chocar contra ellos, apartándose en el último momento.
La trabajadora social habla con Lefèvre, que le cuenta que Alexis y Gorman eran íntimos y por eso el primero quedó conmocionado y no lo ha superado.
La trabajadora social le pide algo que le ayude con el juez, y cree que quizá Alexis sí quiera hablar con él para que no lo envíen a un centro, diciendo él que no puede traicionar la confianza de un alumno, aunque colaborará si le convence de que regrese al instituto.
David y Alexis fueron hasta un parque de atracciones subiendo en la montaña rusa, donde David le abraza y luego a los coches de choque, disparando también con las escopetas de aire comprimido.
Se encuentran allí con Chris, al que Alexis saluda, aunque este se muestra muy enfadado, diciéndole que se la jugó, pues le tocó llevar el barco al puerto y lo multaron.
David media para decirle que fue culpa suya, aunque Chris le pide que no se meta y lo llama mariquita, por lo que acaban peleándose, lanzándole Chris un puñetazo que acaba en la cara de Alexis. Luego David golpea a Chris y comienza una pelea entre ellos y los amigos de Chris, hasta que de pronto llega la policía y Alexis y David salen corriendo y huyen en la moto.
Aunque magullados, ríen por la aventura y se curan las heridas con alcohol mutuamente.
Lefèvre habla con él y le dice que no es el primero que pasa por esa situación con David y debe salvar el pellejo y para ello contar lo que sucedió, aunque él dice que no lo consigue, sugiriéndole Lefèvre que entonces cuente la historia por escrito.
Comienza así a escribir la historia de su encuentro con David.
Recuerda que tras curarse las magulladuras fueron juntos al cuarto de David, mientras su madre duerme, asegurando Alexis que fue la noche más bella de su vida.
David le dice que habla mucho de la muerte, diciendo él que es un tema que le interesa, diciéndole David que hay que reírse de la muerte en sus narices y le propone un pacto. Si uno de los dos muere antes, el otro debe comprometerse a bailar sobre su tumba y le hace prometérselo, pese a sus reticencias.
En su escrito, cuenta que desde el principio al fin de su historia fueron 6 semanas y siempre se preguntó por qué David y no otro, no creyendo que fuera solo por algo físico.
Un día van a una discoteca donde bailan animados
Mientras bailan en la discoteca a todo ritmo, David le coloca unos cascos con una canción de Rod Stewart, "Sailing", de modo que mientras todos a su alrededor bailan a otro ritmo, incluido David, él escucha otra música tranquila.
Vuelven a salir a navegar y él se siente enamorado y no se saciaba de él. Quería estar siempre con él y no le bastaba estar juntos. Quería besarle y tocarle y que le tocara.
Salen con otros amigos y tocan y cantan por la noche en la playa frente a una hoguera.
La madre de David estaba muy contenta, pues dejó a las amistades que no le gustaban y vuelve a ser el David que le gusta gracias a él, pues era muy desgraciado desde la muerte de su padre y ahora se cuidan mutuamente y le propone que en otoño comience a trabajar a tiempo completo y tras varios años, y cuando ya conozca los trucos del oficio, podrán abrir otra tienda en el barrio turístico, pues ese era el sueño de su marido.
Le pregunta luego a David si cree que su madre sabe lo suyo, diciéndole este que se le da bien ver solo lo que quiere.
Le cuenta que él también estudió con Lefèvre, y que se enfadó mucho cuando dejó los estudios por traicionar su talento y tirar su vida y le dijo que su madre se aprovechaba de él, lo que le dejó hecho polvo.
David le pregunta por qué lleva siempre la misma ropa, diciendo él que no sabe qué le queda bien, llevándolo a una tienda, donde le hace probarse varias cosas.
Ahora, pasado el tiempo quema aquella ropa para seguir escribiendo su historia.
Recuerda que fueron a la playa donde apareció Kate, que les dice que les vio juntos en un barco, proponiendo David llevarla a navegar con ellos.
Alexis indica que aquello fue el principio del fin, aunque no recuerda muchas cosas y por eso le cuesta tanto hablar con la policía, con la trabajadora social y con el juez.
Al ver a David tonteando con Kate, se sintió mal.
Al día siguiente recibió enfadado en la tienda a David y le preguntó si se lo pasó bien la noche anterior, respondiéndole que hubo muchas contorsiones y sensaciones eróticas, respondiéndole que le da asco, a lo que David le dice que no le pertenece.
Alexis le recuerda que le tiró los tejos él, señalando David que él estaba deseándolo y en todo caso no se resistió, y que además se trata solo de un ligue, diciéndole Alexis que se sintió mal porque pasó de él, diciéndole que lo que le pasa es que está celoso, pero que ya se le pasará y le pide perdón por su comportamiento, aunque Alexis no acepta las disculpas.
Nada más decirlo, supo que le pesaría y dice que fue el momento más triste de su vida.
David le advierte que es mejor no decir ciertas cosas de las que luego no puede retractarse, preguntándole Alexis si cosas como juramentos de amistad eterna o la promesa de bailar sobre una tumba.
David le dice que ya se aburre con él.
Alexis le dice que estaban en la gloria, a lo que le responde que ahí está el problema. Que él estaba en la gloria y también él lo estuvo, pero ya no.
Alexis le dice que entonces debió decírselo y podrían haber hecho otras cosas, aunque le dice que no es de lo que hacen, sino de él, que le aburre, pues a él le gusta cambiar.
Le gustó y pensó que era como él y que quería divertirse y pasar un buen rato, disfrutar y hacer cosas juntos, pero a él le da igual lo que hacen juntos, él lo quiere para él y no puede ser. Es demasiada carga, pues no quiere ser de nadie.
Lleno de rabia, Alexis lanza una piedra contra él que impacta contra un espejo y luego tira todo lo que encuentra a su paso en la tienda y se marcha con la bicicleta sin escuchar a David, al que unos minutos más tarde encuentra su madre conmocionado.
Cuando va a cenar, escucha en televisión la noticia del accidente de un joven que ni siquiera llevaba casco, reconociendo en las imágenes la moto de David.
Corre con su bicicleta hasta la tienda, que encuentra cerrada y luego va a casa de David, viendo que su madre no le quiere abrir, preguntándole él por la ventana qué ha pasado, diciéndole ella que él ha matado a David y le pide que se marche.
Pensó primero que había sido por él, pues murió enfadado por su culpa, pero otras veces piensa que, por el contrario, estaba feliz por haberse librado de él e iba rápido para celebrarlo. O que fue por Kate, pero no porque la quisiera, sino porque le pesaba haber tenido un lío con ella y murió con remordimientos.
Pero no dejaba de repetirse que había sido culpa suya, preguntándose qué habría pasado si hubiera vuelto cuando llamó.
Deseaba haber ido en la moto con él y luego se repetía a sí mismo que no era posible que estuviera muerto.
Sus padres se preocupan al ver que ni cuenta nada ni come, quejándose su padre de que nunca les cuenta nada, explicándole entonces que David Gorman murió en un accidente de moto.
Su padre le dice que debe ayudar a la señora Gorman a sobrellevarlo echándole una mano en la tienda, pues se portaron bien con él.
Baja en efecto a la tienda, y, como tiene llaves, abre con ellas, recordando al hacerlo los momentos felices con él, de los que le saca la señora Gorman que le pregunta si no tiene piedad ni pudor, pidiéndole él que le permita ver a David por última vez.
Cuando ella le dice que confiaba en él y le falló, él insiste en que necesita verle, pues también le quería, a lo que la señora Gorman le responde que su hijo estaría vivo si no hubiera ido a buscarle, diciéndole que le contó todo y le enseñó lo que rompió y cogió la moto para ir a buscarle y ella no pudo impedírselo.
Sabía que David necesitaba a un amigo de verdad y lo dejó libre y por eso fue a reunirse con su padre, tras lo que le dice que no volverá a verle nunca.
Pensó entonces que estaría mejor muerto para reunirse con David y empezó a pensar cuál sería el mejor método, si tomar pastillas, rajarse el cuello, cortarse las venas, tomar veneno, asfixiarse, ahorcarse o con un arma de fuego, o dejarse morir, lo que no logra.
Luego pensó que David solo volvería si escribía y contaba su historia.
Lefèvre le cuenta a la trabajadora social que Alexis escribe sin parar, pidiéndole ella que debe dejárselo leer, indicando el profesor que no puede por la deontología profesional.
Baja a la playa, yendo Kate a su encuentro. Le dice que llamó a casa de David y se lo contó su madre y desde entonces no puede parar de llorar.
Él le cuenta que a él no quiere volver a verlo.
Ella sabe que está mal, pues eran muy amigos, diciendo él que eran algo más que amigos y le cuenta que se pelearon porque se acostó con ella.
Le cuenta toda su historia e incluso se rió en algún momento, algo que hacía por vez primera en 48 horas, contándole también la promesa de bailar sobre su tumba y al final ella lloró.
Luego le pidió ayuda para poder verle antes de que le entierren, pues necesita asegurarse de que ha muerto.
Se reúne luego con Lefèvre para entregarle su escrito, ya muy adelantado.
Kate le sugiere que se disfrace de chica, yendo así hasta el depósito, tras haber conseguido Kate convencer al de seguridad de que la novia de David quería volver a ver el cuerpo de su amor por última vez y su madre se lo prohíbe porque no le cae bien.
Consigue así volver a ver a David y lo miró esperando que sus ojos y su boca dieran señales de vida, y que sus manos volvieran a acariciarlo y lloró, y se tumbó sobre él, lo que hizo que el vigilante lo apartara, arrancándole, al hacerlo, la peluca.
Huye corriendo hacia su casa, donde su madre se sorprende al verlo vestido así, contándole él que es para una obra, diciéndole su madre que se asustó al pensar que era como el tío Jacky del que su padre no quiere hablar.
Al profesor le sorprende la historia, que él le confirma que fue así aunque lo cuente como si fuera un personaje, porque así piensa menos en él y en lo que le duele.
El profesor le dice que solo le falta escribir lo esencial, que es la escena del cementerio, aunque él dice, es la más difícil, dándole permiso para enseñárselo a la señorita Martin.
Lefèvre le cuenta que David también a él lo sedujo, pero eran alumno y profesor.
La señora Gorman recibe durante el velatorio de su hijo una llamada de Alexis que le dice que se dio cuenta de que no tiene fotos de David, aunque ella se lo pasa a un familiar que le dice que deje de llamar o avisarán a la policía, y cuando insiste en que quiere una foto para recordarle vivo, le cuelgan.
Empezó a estudiar todo lo relacionado con los ritos funerarios judíos, viendo que solían esperar un año para colocar una lápida, por lo que no sabía cómo reconocer la tumba.
Sale de madrugada, diciéndole a su madre que necesita pasear, preguntándole antes de marcharse si le caía bien el tío Jacky, diciéndole ella que sí.
Va con la bici hasta el cementerio y salta la tapia, yendo hasta la zona judía, donde acaba encontrando la tumba de su amigo al ver la del padre al lado.
Se lanza entonces furioso sobre la tumba y araña la tierra antes de marcharse, haciéndose daño en un pie al hacerlo.
Al día siguiente le da una carta a su padre para que se la entregue a Kate para que vaya a verlo, ya que él no puede salir con el pie mal.
Sospechaba que su padre sabía que David era algo más que un amigo y piensa que quizá algún día podrá hablar con él de ello.
Kate va a verle, pese a estar enfadada por haberla dejado sola con el vigilante del depósito, aunque le cuenta que también logró huir también y le perdona, pues le divirtió verle correr sin peluca y en sujetador.
Él dice que le pesa haber ido y además siente no haber podido bailar todavía, contándole la crisis que tuvo en el cementerio, similar a la del depósito, habiendo pensado en golpearlo, pues estaba enojado con él, a la vez que muy triste.
A él le sienta bien hablar con ella, aunque Kate le dice, que cree que desde el principio no amaba a David, sino a la idea que se hizo de él, colocando en su cara y su cuerpo a quien él quería.
Antes de irse, Kate le besa en la boca.
Regresa al cementerio, esta vez con su walkman, en el que pone de nuevo la canción de Bowie y acaricia la tierra antes de comenzar a bailar, en principio frente a la tumba, para luego saltar sobre ella y bailar, no pudiendo escuchar, al tener los cascos a dos policías que se acercan, le retienen y se lo llevan pese a su resistencia.
Así fue cómo el 2 de septiembre de 1985 la poli arrestó a un chico desequilibrado de 16 años, aunque le daba igual, pues había cumplido su promesa.
Comparece ante el juez que en su acusación indica que Alexis bailó sobre la tumba de su amigo David, fallecido en un accidente de moto tras discutir por una joven a la que ambos cortejaban.
El juez indica que su comportamiento fue motivado por un pacto realizado con el difunto, pero que profanó una tumba, algo castigado por la ley, por lo que le condenan a realizar trabajos para la comunidad durante 140 horas y le recomiendan que siga una terapia.
Mientras sus padres lo abrazan, Kate se marcha discretamente.
Empieza a recoger basura en la playa como consecuencia de la condena, viendo un día, al terminar, sentado en la barandilla, a un joven en el que reconoce al chico que él y David llevaron a la playa borracho, aunque se ha cortado el pelo, contándole que a su novia le gustaba, pero que le dejó y decidió cortárselo
Le cuenta que va a empezar a trabajar con el viejo que repara barcos en el puerto.
Alexis lo invita a dar una vuelta en el Calypso, saliendo en efecto juntos a navegar.
Alexis indica que no es el fin de la historia y que, de hecho, quizá sea el principio.
Ya contó su historia con David, el amigo de sus sueños, en el verano del 85, y solo importa conseguir, de cualquier forma escapar de la propia historia.