Te cuento la película

Una vida no tan simple

España (2022) *

Género: Drama

Duración: 107 min.

Música: Mikel Salas

Fotografía: Óscar Durán

Guion y Dirección: Félix Viscarret

Intérpretes: Miki Esparbé (Isaías), Álex García (Nico), Ana Polvorosa (Sonia), Olaya Caldera (Ainhoa), Julián Villagrán (Jerónimo Rascafría), Ramón Barea (Don Antonio), Xabi Valcárcel (Vanhoutten).

Isaías, un joven arquitecto levanta el premio Antonello y da gracias a Ainhoa, su mujer, por su paciencia y anuncia que está embarazada, y que no quiere hablar demasiado porque espera poder decir más cosas en el futuro, ya que el premio es para un joven arquitecto, no para toda una carrera.

Da luego las gracias a Don Antonio, con el que coincide en el baño y que le dio la primera oportunidad, el cual le dice que ahora todos le dicen que es un gran arquitecto, pero no sabe si le dicen la verdad, pues en esa profesión las únicas críticas sinceras son las negativas y le asegura que con ese éxito tan temprano se alegrarán mucho más cuando se la pegue.

Se siente dolido, pues parece que no se lo mereciera, diciéndole Don Antonio que es como un suflé, que sube, pero siempre acaba bajando, aunque él se dice a sí mismo que no tiene por qué ser así.

Unos años más tarde recibe una carta de un estudio al que le recomendó el padre de Ainhoa, en la que alaban el proyecto, pero le indican que es inviable en ese momento y no encaja en su estudio.

Entretanto, él prepara un concurso para un museo.

Por la noche, un grupo de muchachas avanza por las grandes avenidas de la ciudad, desiertas a esas horas.

Nico, su socio, está pasando por un momento difícil de su vida. Se siente confuso y le habla de su estado de ánimo mientras él cuida de Teo y Violeta en el parque.

Nico, que ha tenido una ajetreada vida sentimental, y pese a ese estado, no puede evitar quejarse en Sonia, otra de las mujeres que están en el parque, contándole Isaías que es madre de Tasio, un compañero de clase de Violeta, aunque dice que es muy estirada.

Pero cuando se marcha Nico, se dirige a él a Sonia, que le dice que su mujer le contó que es arquitecto, diciendo ella que busca a alguien que le haga la reforma del baño, debiendo explicarle él que no se dedica a hacer reformas, que crea proyectos totales.

Ella le pregunta qué ha hecho últimamente, hablándole de un hotel en la carretera del aeropuerto y recuerda que le dieron un premio por ese trabajo, diciendo Sonia que creía que era de otro arquitecto más famoso, que sale en televisión, Vanhoutten, que él le dice que en realidad se apellida Gómez.

Pero el hotel, le dice tiene ya 7 años, por lo que le pregunta por otra obra, diciendo él que ha hecho muchas, sin concretar ninguna.

En el estudio, Nico le informa que dieron el premio nacional de arquitectura a Vanhoutten, que es el arquitecto más joven en recibirlo.

Nico le sugiere que vaya a ver a Vanhoutten aprovechando que estudiaron juntos, para colaborar con él, aunque Isaías dice que entonces le tocaría hacer proyectos que firmará él, por lo que no le apetece, aunque acaba haciéndolo con la excusa de felicitarlo por el premio, aunque, de paso le habla de la posibilidad de colaborar, diciéndole que lo tendrá en cuenta.

Ve con Nico una entrevista a Vanhoutten en televisión con ocasión de su premio, en la que dice sentirse afortunado, pero preocupado por la situación de su sector, pues habló con Isaías, que era de los arquitectos más prometedores y del que ya no se acuerda nadie y que ahora van a pedirle trabajo, lo que dice, es penoso.

Isaías, por su flexibilidad horaria se ocupa de sus hijos a los que debe llevar al colegio, viendo las malas caras de la profesora cada vez que llega tarde.

De hecho, un día de esos, y mientras lidia con los hijos para llegar a tiempo al colegio, recibe la llamada de otro amigo, Enrique, para contarle que tiene problemas con María, su mujer, que se fue a casa de sus padres, pues le vio los mensajes que se intercambiaba con otra mujer, y le aconseja que le diga que es una compañera de trabajo y trata de animarlo.

Mientras habla con su amigo, se topa con Sonia, que también sale del cole y hablan de los problemas con sus hijos en el cole y del alivio al dejarlos, aunque ella dice temer que en el futuro su hijo tenga fracaso escolar por no desayunar tranquilamente, según muchos estudios, también muestra su preocupación por los transgénicos, que provocan alergias, o por las pantallas, que dañan la retina, e incluso por los imanes de la nevera, que crean campos magnéticos nocivos.

Llega por eso más tarde a su casa, donde le espera Nico ya Nico, que entretanto habla con Ainhoa, mirando sus películas, comentando que todas las películas son de amor o desamor, aunque hay más de desamor.

Como él, que, le cuenta, se encontró con Patricia, y, mientras hablaban se estiraba para que no viera que iba más encorvado, pues ella siempre parece estar de maravilla y le asegura que imposible que un hombre y una mujer sean amigos, pues si se acostaron, el recuerdo siempre permanece, y pensó en besarla, pues sintió que la química seguía siendo la misma.

Pero, en vez de besarla, comenzó a hablar de vaguedades, y no le contó que, como casi no tienen trabajo se pasa el día en redes sociales. Ni siquiera la invitó a tomar algo.

Cuando Isaías llega a casa, quita los imanes de la nevera.

Deciden ir en persona a presentar un proyecto para un concurso, pero les dicen que deben presentarlo con el aval de una constructora asociada de reconocido prestigio y solvencia para garantizar la viabilidad del proyecto y lo hicieron así precisamente por consejo de los propios arquitectos, y entre ellos Vanhoutten.

Entre tanto debe seguir ocupándose de los niños, y, un día, mientras pone a hacer pis a Violeta en un parque, se topa con Rascafría, otro arquitecto, al que le dice que va todo muy bien, diciéndole su colega que tienen un montón de proyectos, sobre todo en el extranjero, pues está haciendo un centro comercial en Dubái, diciendo él que a ellos les va muy bien allí en España.

Rascafría le dice que lo que fue fundamental para él es participar en redes sociales y mostrar su lado más humano.

Por la noche, trata de hacer el amor con su mujer, pero Ainhoa le dice que está cansada.

Le cuenta a Nico que por las noches no consigue dormir, sintiéndose angustiado.

Recuerda que su último proyecto importante fue siete años antes y no consiguen sacar nada adelante y cada vez tienen más gastos y teme tener que pedir dinero a su suegro.

Su amigo le pide que trate de dejar la mente en blanco para dormir, pero cuando lo intenta se le viene a la cabeza la cara de Vanhoutten.

Intenta una cuenta atrás del cinco al uno, como le recomendó Nico, pero tampoco le sirve. Ahora es Sonia la que se le viene a la cabeza, y luego Don Antonio.

Vuelve a ver a Sonia en el parque, simulando un encuentro casual Ella sigue obsesionada con los peligros. Ahora le señala una antena de telefonía móvil sobre el tejado de un colegio.

Cuando sale de clase, Ainhoa se topa con Nico que tiene una cita a través de una aplicación con alguien de la universidad.

Le cuenta que su reencuentro con Patricia le dejó pensando. Pues le gustaría saber si le guardaba rencor.

Se despiden cuando llega su cita, que ve que es una estudiante.

Le cuenta luego a Isaías que investigó por las redes las vidas de las mujeres con las que tuvo relación en el pasado, aunque no encontró nada de Patricia, y le escribió, pero no le contestó y recuerda que siempre pensó que ese trabajo sería solo de paso y acabaría en un sitio como Nueva York, donde hizo su máster.

Investigan también la página de Jerónimo Rascafría, sumamente pretencioso.

Deciden seguir adelante con el proyecto del museo, para lo que buscarán una constructora, proponiendo Nico la de Don Antonio, al que, Isaías recuerda que no ve desde la noche de los Antonello.

Accede a escribirle, pese a todo, dándole muchas vueltas a sus palabras.

Nico vuelve a quedar con Ainhoa, y patinan juntos, sabiendo ella que a Isaías no le haría gracia que lo hiciera, volviendo él a hablar de sus problemas sentimentales, contándole que Patricia no le responde.

Ella recuerda también a un antiguo novio que le escribía poemas, pero que no le atraía físicamente.

Ella le hace ver que quizá si se hubiera encontrado a Patricia en otro momento de su vida no le habría afectado tanto, y piensa que, si ella fuera Patricia, querría que él quisiera ir con ella por ella, no porque no tiene a nadie.

Vuelven los dos juntos en la moto de Nico, ella abrazada a él.

En casa, le cuenta a Isaías que Violeta le habla mucho de Tasio y de su madre y le pregunta si es que coinciden mucho en el parque, diciendo que de cuando en cuando.

Ainhoa le dice que Sonia es de las madres más atractivas del colegio.

Por la noche, y a escondidas, Isaías habla por teléfono con Sonia sobre sus obsesiones de seguridad, sobre si deben dejar las llaves en la puerta por si hay que volver a salir, contando ella que quita el enchufe de la placa de la cocina y comenta que su marido se enfadó porque le apagó el WIFI.

Él le dice que le gusta mucho estar con ella pese a que solo se conocen de ese curso, y, cuando empieza a lamentar haberlo dicho, se da cuenta de que ella no lo escuchó porque estaba cambiando la orientación del microondas.

Acude con Nico a la reunión con Don Antonio, viendo el primero que no paran de llegarle mensajes, viendo Nico que son mensajes teóricamente enviados por él, explicándole Isaías que guardó con su nombre, el teléfono de una amiga, con la que se envía mensajes, para no tener que dar explicaciones a Ainhoa, lo que a Nico no le parece bien, decidiendo él cambiar el nombre.

Se abraza con su profesor, y le sorprende que se acuerda del nombre de los niños y de sus edades y le pregunta por sus proyectos y recuerda su talento y dice que se pregunta sobre sus proyectos.

Don Antonio le cuenta, tras mostrarle el video de Rascafría, que este fue a verle unos días antes para presentarse juntos a un concurso, y lo mandó a paseo.

Le dice luego a Isaías que deben presentar su proyecto por sí mismos, pues lo importante es el proyecto y que ya encontrarán una constructora.

Le cuenta tras ello que él está preparando un proyecto para el Museo Arqueológico, para lo que decidió renovarse e ir con alguien más moderno, habiéndose asociado con Vanhoutten.

Por las noches sigue hablando con Sonia, a escondidas.

Ainhoa, por su parte le regaña por haber desenchufado el despertador, diciendo él que alteran el campo electromagnético.

Discuten también porque ella le dice que dejará puesta la lavadora para que él tienda antes de salir, diciendo él que tiene que preparar su proyecto y parece como si pensara que él no tiene trabajo y debe encargarse de todo lo de la casa por no tener un horario ni un salario fijo y se queja de que ni siquiera le escucha, cuando ella decide no seguir discutiendo porque está cansada y quiere irse a dormir.

Él le dice que no le comprende, diciendo ella que porque le comprende prefiere irse a dormir en vez de decirle algunas cosas.

Nico va a ver a Ainhoa al trabajo y le dice que hablar con ella esos días ha sido muy constructivo y está empezando a cambiar porque es muy inteligente y se ha sentido muy a gusto con ella porque se entienden muy bien y se ha dado cuenta de lo especial que es y le pregunta si pueden besarse, y, de hecho, lo hacen.

Isaías, por su parte habla con Sonia en el parque, aunque observa que está de mal humor, preguntándole al ver su actitud hostil si es por su llamada, diciendo ella que son cosas suyas, diciendo él que siente que le va a estallar la cabeza, y que, mientras empuja el columpio piensa que debería estar trabajando y cuando está trabajando ve lo que hace y piensa que debe ir a jugar con sus hijos para no perderse su infancia, y, esté donde esté, siempre piensa que está en el lugar equivocado y dice, llorando, que nunca se había sentido tan mal, pues se siente mal como arquitecto y como padre y ahora con esa situación, pues no sabe cómo se hace.

Sonia le cuenta que el embarazo de Tasio no fue fácil. Se sentía como una vaca y se daba asco. Quiso hacerse una ligadura de trompas, pero los médicos no quisieron, y, cuando le pusieron encima a su hijo le dijeron que tenía lo que más iba a querer en la vida, aunque en ese momento solo quería llorar y aun se siente así a veces, como si lo hiciera todo mal, y, al hablarlo con él, es como si por vez primera sintiera…

Él le dice que siente lo mismo.

Pero no pueden terminar la conversación. Los interrumpe el sonido de un frenazo, y un golpe, dándose cuenta entonces de que los niños no están allí.

Comienzan a oírse sirenas mientras ellos, cada vez más angustiados tratan de encontrar a sus hijos.

Isaías corre desesperado hacia el lugar del accidente, viendo que se trata de un motorista, que colisionó con un coche, y algo más allá, a Sonia, que logró encontrar a los niños, abrazándose ambos al encontrarse.

Cuando llegan a casa, los niños cuentan a la madre que se perdieron jugando a buscar el tesoro, y cuentan que la madre de Tasio y su padre se abrazaron.

Ve que Ainhoa está preparando las maletas. Le cuenta que, como tienen un puente, ha pensado irse con los niños a casa de sus padres, diciendo él que no le va bien, diciendo que se va ella sola y así él puede aprovechar y trabajar sin distracciones.

Él dice que a lo mejor se ha obsesionado con el concurso.

Sale para despedirlos, cuando salen en el taxi, mientras las jóvenes patinan en la noche.

Cuando Nico llega al estudio, le dice que pasó antes por su casa y no había nadie, diciéndole Isaías que Ainhoa y los niños se fueron a casa de sus suegros.

Nico le dice que está deseando irse de allí a Nueva York, pues llevan mucho tiempo dedicándose a eso sin éxito y que, si se hubiera dedicado a estudiar, podría ser notario.

Isaías lo anima a seguir, diciendo Nico que no sabe ni siquiera valorar a la gente que tiene a su alrededor, centrado en sí mismo, tanto que podría tener a su lado a la persona más especial del mundo y no sabría valorarla.

Isaías le pide que recuerde lo que decía cuando estaba en Nueva York, que no era el momento irrepetible que ahora va contando y que se moría por volver.

Nico le dice que la gente dice de él que es problemático y se pregunta qué comisión les dará un concurso, con esas opiniones, diciéndole Isaías que, sin embargo, él sigue allí.

Nico recoge sus cosas y se marcha, enfadado.

Isaías va a un café, donde Sonia está con una amiga y le pide que vaya a cenar con él, diciéndole ella que no puede, por Tasio, pidiéndole él que llame a una canguro, diciendo ella que no sabe si es buena idea, diciéndole él que es solo una cena al día siguiente, mostrando ella muchas dudas, aunque luego le dice que al día siguiente no, que esa noche, diciendo él que la recogerá.

Va luego a ver a Rascafría y le habla de su proyecto, adivinando su colega que ha recurrido a él porque tiene su propia constructora, pidiendo que le deje su proyecto para estudiarlo, aunque él le pone la condición de incluir a Nico.

Cuando este sale de su casa, ve enfrente a Rascafría tratando de ayudar a aparcar a Isaías, que siempre fue muy torpe, riéndose al verlos, entendiendo por sus gestos que van a colaborar.

Por la noche, mientras se prepara para la cena, y mira los juguetes de sus hijos y se fija en la lámpara sobre la que Ainhoa deja siempre ropa y por la que siempre regañan, viendo que ahora no hay nada.

Sonia se arregla también para el encuentro, mientras escucha cómo su hijo protesta porque quiere cenar con su madre.

Sonia recibe un mensaje y sonríe.

Isaías, por su parte. llama a la puerta. Le abre su suegro, con gesto hostil.

Ainhoa le pregunta si van a hablar o van a hacer como que no pasa nada.

Se sientan en las escaleras del portal y hablan.

Él le dice que el día a día le saca de sus casillas y se convierte en un gruñón. Ve lo que no le gusta de sí mismo y no se aguanta.

Ella le dice que entonces aparece alguien nuevo y se siente bien y siente que gusta y que puede empezar de cero.

Él se pregunta, si empezara de cero, cuánto tardaría en convertirse nuevamente en un gruñón y en no poder dormir bien por las noches.

Le dice a ella que envidia lo bien que duerme.

Ella le dice que justo antes de que llegara él quitó una ropa tendida cerca de la lámpara, diciendo él que en casa no lo hace, diciendo ella que cuando no está él lo revisa cada noche, y cuando no está duerme fatal porque él les da tranquilidad.

Él dice que mirar la vida en términos de éxito o fracaso es muy egocéntrico, y le gustaría que se le pegara algo de ella, que le dice que también a ella le gustaría que se le pegara algo de él.

Deciden regresar por la noche a su casa, con los niños ya dormidos.

Cargan con ellos en brazos hacia su casa, cruzándose con las chicas que patinan por las calles desiertas de la ciudad.

Calificación: 2