Una segunda madre
Que horas ela volta? (2015) Brasil
Duración: 112 Min.
Música: Fabio Trummer, Vitor Araújo
Fotografía: Bárbara Álvarez
Guion y Dirección: Anna Muylaert
Intérpretes: Regina Casé (Val), Camila Márdila (Jéssica), Karine Teles (Bárbara), Lourenço Mutarelli (Carlos), Michel Joelsas (Fabinho), Helena Albergaria (Edna), Luci Pereira (Raimunda).
Una mujer juega con un niño pequeño al que anima a bañarse en la piscina de un chalet, pese a que el niño se queja de que el agua está fría.
Luego, mientras se baña. Ella habla por teléfono con alguien, pidiéndole a una niña que sea bien hablada y obedezca a Sandra, contándole luego al niño, Fabinho, que hablaba con su hija Jéssica.
Luego el niño pregunta por su madre, contándole su cuidadora, Val, que está trabajando mientras lo acaricia y abraza.
Años más tarde la mujer baja a despertar a Fabinho a su habitación. Ahora este es ya un adolescente al que le sirve el desayuno mientras el muchacho le comenta que hay una chica que le ha rechazado por segunda vez, por lo que le pregunta a Val si cree que morirá virgen, debiendo ella decirle que él es el chico más guapo de todo Brasil.
Edna, la compañera que le refuerza algunos días para la limpieza le habla de los problemas de su hijo en el colegio, diciendo Val que lo mima demasiado, ante lo que su compañera le dice que es muy difícil criar a un niño sola, lo que hace que Val se ponga triste.
Val escucha cómo los padres de Fabinho le regañan tras encontrar hierba en su mochila, aunque Val le ayuda a esconder la hierba para que no se la quiten.
Mientras ve la tele por la noche con su ventilador recibe una llamada de Jéssica, su hija, que le cuenta que va a ir a Sao Paulo para hacer la selectividad.
El fin de semana Val sale de fiesta con su amiga Raimunda.
Cuando regresa tras el fin de semana encuentra todo lo del fin de semana para fregar, aunque le piden que no haga ruido, pues están las cámaras de televisión grabando una entrevista a Doña Bárbara, como periodista especializada en estilo y tendencias.
Cuando acaban la grabación Val se acerca a su señora y la felicita, entregándole un regalo: un juego de café que Bárbara le dice que le ha gustado mucho, pidiéndole que se lo guarde para una ocasión especial.
Le habla tras ello de Jéssica para decirle que va a ir a Sao Paolo para hacer la selectividad y vivir con ella, pidiéndole que le permita quedarse allí con ella los primeros días, estando muy nerviosa, pues lleva más de 10 años sin verla debido a los problemas con su marido y tres años sin hablar con ella.
Por la noche Bárbara celebra su cumpleaños habiendo numerosos invitados a los que Val sirve canapés sin que se fijen en ella, y decidiendo que no habría mejor ocasión para ello, prepara la cafetera que le regaló a Doña Bárbara para servir el café a los invitados, recibiendo entonces la reprimenda de su señora que le pide que la cambie por la que trajo ella de Suecia pese a que ella le recuerda que le dijo que la guardara para una ocasión especial.
Llega finalmente el momento de recibir a su hija, acudiendo al aeropuerto, aunque es incapaz de reconocerla cuando sale, siendo la niña la que se dirige a ella, emocionada al ver lo grande y guapa que está, preguntándole mientras vuelven en el autobús a su casa por el motivo por el que no se habla con su padre, aunque no le cuenta nada.
Cuando se entera de que la lleva a casa de sus jefes le dice que mejor lo haga otro día, debiendo explicarle ella que vive en casa de sus jefes.
Le muestra su habitación, donde apenas cabe el nuevo colchón que compraron, mostrándole un montón de cosas que compró para cuando vivan juntas, aunque la chica se pregunta dónde podrá estudiar.
Se la presenta luego a los señores, dándole Bárbara unas flores y diciéndole que está en su casa y que su madre es un miembro más de la familia, explicándoles ella que quiere estudiar arquitectura en la FAU, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, una de las facultades en la que es más difícil entrar, mirándola Bárbara con condescendencia pensando que no tiene nada que hacer, contando ella que tuvo un profesor que le ayudó mucho, mostrándole sus conocimientos, diciendo que su casa es de estilo modernista, aunque no del todo.
Le enseñan tras ello la piscina que encienden para que la vea y el resto de la casa, sus habitaciones, todas ellas suites, y la habitación de invitados, también una suite, aceptando Carlos que duerma allí, lo que debe hacer también Bárbara por no parecer maleducada, aunque no le agrada, lo cual no le importa a Jéssica, que decide instalarse allí pese a que su madre que le dice que no debe ser una aprovechada.
Esa noche Fabinho va a la habitación de Val porque dice que no puede dormir, acostándose con ella y consiguiendo así dormirse, diciéndole a Val que su hija le ha parecido un poco creída y segura de sí misma.
Cuando Bárbara se despierta a la mañana siguiente ve que Val no está en la cocina, yendo a su habitación, aunque tampoco la encuentra, por lo que comienza a prepararse ella el desayuno, apareciendo entonces Jéssica en la cocina, debiendo preguntarle Bárbara si ya desayunó, y preparándole a la muchacha un zumo como el suyo, y sirviéndola como si fuera ella la dueña de la casa y Bárbara la criada.
Cuando llega Val corriendo se excusa por no haberse despertado, no queriendo ya nada la señora que le dice que ya desayunó y que a su hija le gustó el zumo.
Val le regaña tras captar el mensaje, diciéndole a su hija que no puede desayunar en esa mesa y que no llame a la señora Bárbara, sino Doña Bárbara, aunque ella le dice que tiene que desayunar en una mesa y que no es su jefa, aunque su madre insiste en que nunca la hija de los empleados debe sentarse en la mesa de los jefes, tras lo que le pide que la llame mamá y no Val.
Le pide luego a Edna que se suba a la escalera y simule podar el seto para poder espiar a su hija a la que ve leyendo en la habitación de invitados.
Don Carlos observa el dibujo que está haciendo y le dice que dibuja muy bien, tras lo cual decide llevarla a su estudio para mostrarle sus cuadros, uno de los cuales le gusta mucho, por lo que él se lo regala.
Le pregunta por qué dejó de pintar, respondiendo él que confluyeron muchas cosas, preguntándole Jéssica si no le importa vivir de Bárbara, diciéndole él que aunque parezca lo contrario, es él quien tiene dinero, pues lo heredó de sus padres.
Cuando Val va a buscar al señor para comer, él le dice que permita a Jéssica comer con él, escuchando Edna y Val tras la puerta del comedor, nerviosas, su conversación sobre arquitectura, ofreciéndose él a llevarla a Copan para mostrárselo.
Val se muestra nerviosa ante el desparpajo de su hija, que incluso le pide helado de postre, enfadándose más cuando el hombre le pide el chocolate con almendras, que ella dice es el de Fabinho.
Val critica sus formas, haciéndole ver Edna que ni siquiera se levanta cuando entran, y tan nerviosa está que limpia con demasiada fuerza una bandeja antigua y la rompe.
Mientras por la noche los dueños de la casa cenan en el comedor Val y Jéssica están en la cocina, y cuando Fabinho pide helado, ella pide que le dé un poco, a lo que su madre le dice que ese helado es de Fabinho a lo que replica que Carlos le dijo que podía comerlo, diciéndole su madre que cuando los señores le ofrecen algo lo hacen por educación sabiendo de antemano que van a decir que no.
Pero pese a las reticencias de su madre Carlos decide llevarla a ver Copan, tal como le prometió, dándole ella las gracias por el paseo abrazándolo y observando cómo él alarga ese abrazo haciéndola sentir incómoda, cortándose la situación cuando recibe una llamada en la que le informan de que Bárbara tuvo un accidente.
De regreso a casa, Jéssica le pregunta a su madre si alguna vez se bañó en la piscina, diciéndole ella que no y que a ella ni se le debe ocurrir, y que si algún día la invitan a bañarse debe disculparse diciendo que no tiene bañador.
Llegan entonces Fabinho y su amigo Caveira que invitan a Jéssica a bañarse con ellos, respondiendo ella tal como dijo su madre que no tiene bañador, aunque entonces la cogen entre los dos y la tiran al agua, comenzando a jugar con ellos.
Llega entonces Bárbara, contusionada y con el brazo en cabestrillo y oye el jaleo de la piscina, preguntando quién está bañándose.
Val se pone muy nerviosa de que su hija esté en la piscina y le pide que salga, pidiéndole Bárbara desde la terraza que obedezca a su madre, llamando tras ello a Fabinho al que le pregunta si ha fumado hierba, pues no se preocupa por ella pese a que tuvo un accidente, echándole en cara que no fue a verla.
Llama tras ello al técnico de mantenimiento de la piscina pidiéndole que vaya al día siguiente.
Jéssica le dice a su madre que quiere irse de allí, quejándose de que todo lo que dice es "no puedes esto o no puedes aquello", yendo juntas a ver a su amiga Raimunda que quedó encargada de buscarles piso, yendo a verlo, viendo Bárbara cómo Carlos les entrega dinero para ayudarles cuando salen.
Pero tras ver la casa el dueño les dice que ya la alquiló, pues no le dejaron señal, por lo que deben regresar a casa de los señores pese a que Jéssica deseaba no hacerlo, debiendo pedirles permiso para quedarse una semana más.
Mientras Val habla con Doña Bárbara, que le cuenta que encontraron una rata en la piscina y mandó vaciarla, Carlos habla en la cocina con Jéssica a la que le dice que la casa es como si fuera suya y que desde que se fue la casa se quedó vacía.
Le pregunta tras ello si cree en la reencarnación y él dice que él no, porque solo se vive una vez y dado que es así le pregunta si quiere casarse con él, lo que ella se toma como una broma, pese a que él le dice que la llevará donde quiera, insistiéndole en que diga que sí, aunque ella le dice que no lo entiende, ante lo que él le dice que era una broma, reaccionando ella como si así lo creyera.
Por su parte Bárbara le dice a Val que necesita que Jéssica deje vacía la habitación de invitados, ya que, como creía que ya no estarían invitó a una persona que llegó a Sao Paulo, por lo que esa noche deben dormir juntas en la minúscula habitación de su madre, quejándose por la estrechez y el calor, ante lo que Val le dice que se cree mejor que todo el mundo, diciéndole ella que no se cree mejor, pero que tampoco se cree peor.
Val le pide que la respete como madre, diciendo ella que fue Sandra la que la crió, recordando ella que fue ella la que le mandaba el dinero todos los meses.
Tras la discusión Jéssica sale al jardín, al que sale poco después Fabinho, que la invita a fumar un porro con él, diciéndole cuando ella observa que mandaron vaciar la piscina que su madre vio una rata y podrían coger una infección.
Fabinho le pregunta a ella si es virgen, siendo observados mientras hablan por Carlos desde la terraza, comenzando entonces a llover, por lo que deben volver adentro.
Al día siguiente Carlos los lleva a una excursión sorpresa, comprobando que van a la FAU, donde ella quiere estudiar Arquitectura y Urbanismo.
Un día que no hay nadie en la cocina, Jéssica saca el helado de Fabinho y comienza a comer, siendo sorprendida por Bárbara que señala que por eso se acaba el helado de Fabinho, llegando entonces Val que la regaña.
Saca entonces Bárbara la bandeja que se le rompió y le pregunta desde cuándo está así la bandeja de su bisabuela, pidiéndole tras ello que le diga a su hija no pase de la puerta de la cocina hasta que se vayan.
Enfadada, Jéssica decide marcharse pese a la lluvia a casa de Pamela, asegurándole a su madre que no tiene estómago para aguantar eso, sin hacer caso de su madre que le ruega que no se marche así bajo la lluvia ya que al día siguiente tiene el examen.
Al día siguiente Fabinho va con sus padres al examen, mientras Val espera sola y nerviosa a saber algo de los resultados, descubriendo al recoger las cosas de su hija entre estas la foto de un bebé.
Cuando regresan del examen Fabinho comenta que fue muy difícil, sentándose con su madre a mirar los resultados, ya que se publicaron ya las respuestas en Internet, llorando poco después nervioso en brazos de Val, pues quejándose de haber suspendido por dos puntos.
Cuando su madre lo ve así trata también ella de consolarlo, aunque él no se lo permite, marchándose, lo que hace que su madre se queje de que deje a Val abrazarlo y a ella no, entrando entonces la propia Val muy nerviosa y contenta porque su hija aprobó la selectividad sacando 68 puntos.
Tienen que darle la enhorabuena, aunque Bárbara, reticente, le dice que no se anime demasiado, pues queda aun una segunda prueba, que es más difícil.
Y cuando se marcha Val Bárbara recuerda que Jéssica estudió, que es lo que hacía todo el tiempo y cuando Fabinho trata de encontrar consuelo abrazando a su madre esta se marcha.
Esa noche Val sale al jardín y baja las escaleras de la piscina, donde nunca se había bañado. El agua le llega solo a las rodillas, ya que Bárbara mandó vaciarla, pero ella camina a lo largo de la piscina, desde la que llama por teléfono a su hija para decirle que está muy orgullosa de ella y para contarle lo que está haciendo.
Cuando va a despertar a Carlos al día siguiente Carlos le felicita por lo de Jéssica, diciéndole que crió muy bien a su hija y pidiéndole disculpas por el trato de su mujer.
En el comedor Fabinho y Doña Bárbara le comunican que se va a pasar 6 meses en Australia para hacer un curso.
Val y Jéssica finalmente se trasladan a la nueva casa conseguida, aunque la chica se muestra aun enfadada y se queja de que no la defendiera.
Le dice que se la imaginaba muy guapa y rica ya que cuando aparecía iba cargada de regalos y le pregunta por qué no volvió, diciéndole que algún día lo entenderá, yendo tras ello a buscar la foto del niño que encontró y le pregunta quién es, y por qué se peleó con su padre.
Jéssica reconoce por fin que el niño es Jorge y que es hijo suyo y le pregunta por qué no se lo contó y si lo traerá, diciendo ella que lo traerá cuando pueda.
Fabinho parte hacia Australia, despidiéndose de Val, y unos días después habla con Doña Bárbara y le pide su "dimisión", preguntándole ella si está enfadada con ella por algo que hizo, diciéndole Val que lo hace por ella y que no se va por dinero - pues le ofrece un aumento - le dice que lo hace por su hija, pues sabe que la necesita y quiere cuidar de ella.
Edna le ayuda a recoger todas sus cosas y a hacer la maleta, triste por su marcha, aunque en el coche del amigo que la lleva Val se marcha sonriendo.
Cuando llega a la casa Jéssica le pregunta qué hace allí un jueves, contando ella que se ha despedido, aunque afirma que ni ella misma se lo cree aun.
Le pregunta si ha pensado qué hará y le dice que no, pero que algo hará, como un curso de masaje o algo así.
Saca tras ello el juego de café que le regaló a su señora y del que disfrutarán ellas.
Luego, mientras toman café le dice a Jéssica que debe ir a buscar a su nieto y que ella le pagará el billete, sonriendo cuando ella le pregunta si cuidará de él.