The Guilty
Den skyldige (2017) * Dinamarca
También conocida como:
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"El culpable" (México, Perú)
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"La culpa" (Argentina, Chile, Uruguay)
Duración: 85 min.
Música: Carl Coleman, Caspar Hesselager
Fotografía: Jasper J. Spanning
Guion: Emil Nygaard Albertsen, Gustav Möller
Dirección: Gustav Möller
Intérpretes: Jakob Cedergren (Asger Holm), Jessica Dinnage (Iben Østergård), Omar Shargawi (Rashid), Johan Olsen (Michael Berg), Katinka Evers-Jahnsen (Mathilde).
Asger Holm contesta el teléfono en el servicio de emergencias de la policía.
Tras atender la llamada de un drogadicto recibe una llamada en su móvil de una periodista que desea hacerle algunas preguntas relacionadas con su juicio del día siguiente, pues está escribiendo un artículo sobre el caso, diciéndole él que no desea hablar del asunto.
Le recuerda su encargada que no puede utilizar su teléfono particular mientras trabaja.
La siguiente llamada es de un hombre que fue atracado en el barrio rojo, viendo que atendiendo el teléfono de emergencias está su jefe y compañero Bo, que le dice que le faltan dos días para volver a la calle.
La siguiente llamada es de una mujer, Iben Østergård, que le llama cariño, pensando él que se ha equivocado y que es una mujer que ha bebido, aunque entonces escucha a un hombre y comprende que la mujer ha llamado sin que el hombre sepa que llamó a emergencias, creyendo que ha llamado a su hija, por lo que empieza a hacerle algunas preguntas a las que le pide que responda sí o no.
Ve así que va en un coche y que le secuestraron y que está al norte de Copenhague y que se dirigen al norte.
Le pide que simule que está consolando a su hija mientras él corta la comunicación para dar el aviso de lo que está ocurriendo y de la zona por la que va el coche.
Cuando vuelve a hablar con ella escucha cómo el secuestrador le pide que cuelgue y que envíe a su hija a dormir, incluso le pide que se la pase a él, diciendo ella, por sugerencia de Asger que solo quiere hablar con ella.
Para tratar de conseguir que los localicen le pregunta por el color del coche, dándole varios, hasta que acierta que es blanco y se trata de una furgoneta y le advierte que ha enviado a unos policías y que le haga una señal cuando lleguen, tras lo que se corta la comunicación.
Pide que le pasen con la patrulla que está en la zona de Selandia del Norte, pidiéndoles que busque la furgoneta blanca, pudiendo vivir en directo la persecución de una furgoneta en la zona, escuchando cómo le dan el alto, aunque poco después le informan que no había ninguna mujer en la misma, comprendiendo que se equivocaron.
Le indican que tienen varias patrullas preparadas, pero que necesitan una matrícula.
Asger decide llamar a casa de Iben, donde le coge el teléfono Mathilde la hija de 6 años de esta, que le dice que están solos ella y su hermano Oliver, que es un bebé, pues sus padres se fueron sin decirles a dónde iban.
Le cuenta que su padre ya no vive con ellos, preguntándole por el nombre de su padre, que le dice se llama Michel, aunque no sabe cómo se apellida, ni dónde vive, aunque sí sabe su número de teléfono porque su padre le pidió que se lo aprendiera.
Con él consigue el apellido del padre, Berg, y la matrícula de su coche.
La niña, llorando, le cuenta que su padre le gritó a su madre y la agarró del pelo y él sacó un cuchillo y se fueron y le pide que no deje que le hagan nada a su madre.
Asger le asegura que encontrará a su madre y les enviará a unos compañeros para que los cuiden hasta que llegue, diciéndole la niña que le da miedo estar sola, por lo que Asger le aconseja que encienda la tele, aunque la niña le dice que está estropeada, pidiéndole el policía que vaya a ver a su hermanito pese a que su padre le pidió que no entrara en su habitación.
Comunica la matrícula del coche e indica que el secuestrador es el marido, que lleva un cuchillo y es violento.
Llama para pedir que envíen a una patrulla a casa de Iben para hacerse cargo de los niños.
Le pide perdón tras ello a su compañero de emergencias por su actitud durante esos días.
Se cambia a otra sala vacía, a solo un cuarto de hora de trabajo.
Llama tras ello de nuevo a su compañero Bo y le pide que envíe una patrulla a casa de Michael Berg y le pide que fuerce la puerta si es necesario pues necesita averiguar a dónde va, lo que Bo considera una locura y le pregunta si tiene algo que ver con lo del día siguiente, y le pregunta si prefiere cambiar de psicólogo.
Le pide que acabe su informe y que vaya al juicio del día siguiente tranquilo y cuando salga podrá dejar de trabajar respondiendo llamadas.
Le pide que salude a Patricia, su mujer, no dándole tiempo a contarle que esta no está.
Trata de hablar de nuevo con Iben, pero salta su buzón de voz.
Llama para ver si encontraron la furgoneta, aunque le dicen que no, por lo que, a continuación decide llamar directamente al teléfono de Michael.
Le dice que le llama porque sus hijos están solos en casa porque su madre se fue y le pide que vaya a hacerse cargo de ellos, aunque él le indica que no puede hacerlo.
Asger le dice entonces que sabe que está con Iben y le pide que le diga a dónde van, aunque Michael le pide que no se meta, observando por la señal que está en Vestre, momento en que Michael le cuelga, no volviendo a cogerle el teléfono.
Llama luego desde su teléfono particular a su amigo Rashid al que le nota bebido, temiendo que eso no le haga estar al día siguiente en buenas condiciones, recordándole que es su testigo y no puede presentase bebido al juicio.
Le dice que estará bien aunque le asusta decir algo que no concuerde con su declaración, tratando él de calmarlo diciéndole que todo acabará al día siguiente si se ciñe el plan.
Le da tras ello la dirección, la de casa de Michael y le pide que le llame cuando esté allí.
Le pasan una llamada de Mathilde, que le dice que hay alguien en la puerta, diciéndole él que abra, pues son sus compañeros de la policía, y le pide que le pase a uno de los agentes.
Escucha cómo le preguntan a la niña si tiene una herida, contando ella que la sangre no es suya, explicándole el agente a Asger que la niña tiene las manos y el jersey manchados de sangre, por lo que les pide que vayan a ver a Oliver, el hermano pequeño.
Cuando lo hace, el policía puede observar que el bebé está muerto, pues lo destriparon.
Aunque llegó la hora del relevo, él dice que quiere quedarse un rato más.
Llama luego a Michael de nuevo y dice que sabe lo que le ha hecho a Oliver y que Mathilde lo ha visto, diciendo él que no debería haber entrado, por lo que le pide que pare el coche y lo deje y que enviará a una patrulla.
El hombre le pregunta qué ocurrirá si lo hace, diciéndole que lo detendrán, diciendo él que eso no volverá a pasar, diciéndole Asger que él no es la víctima, que lo son Oliver, Mathilde y su mujer, volviendo Michael al colgarle, no cogiéndoselo ya.
Cuando Rashid llega a la casa le pide que entre aunque tenga que forzar la puerta para tratar de averiguar hacia dónde se dirigen.
Rashid le va informando, indicándole que la puerta está abierta y que la casa está casi vacía, con un colchón y juguetes cerrados, habiendo un montón de cartas, pidiéndole que busque algo sobre Selandia del Norte, aunque Rashid le dice que hay demasiadas cartas y es casi imposible encontrar nada, aunque le insiste en que siga buscando.
Llama de nuevo a Iben, haciéndose pasar por Mathilde y le pide que se ponga el cinturón y tire fuerte del freno de mano.
Se corta entonces la comunicación, saltando en su siguiente llamada el buzón de voz.
Lo llama poco después Iben y le dice que no funcionó su estrategia y que ahora está atrapada en el maletero.
Llama de nuevo a Selandia para decir que está en el maletero, diciéndoles el repetidor más cercano a la posición de la furgoneta.
Entre tanto trata de hacer que Iben mantenga la calma y le pide que trate de buscar algo que le sirva de arma, alguna herramienta con la que defenderse.
Ella encuentra ladrillos, y le pide que si se paran le golpee fuertemente con uno de ellos.
Pero ella está muy nerviosa, pidiéndole que respire hondo para tratar de calmarla, preguntándole luego por su comida preferida, aunque lo que consigue calmarla finalmente es hablar sobre el acuario al que suele ir con sus hijos, para calmarla.
Mientras hablan nota que el coche se para, pidiéndole Asger que cuando abra golpee a Michael con todas sus fuerzas sin pensárselo.
Ella le dice que ahora Oliver ya está mejor y no grita. Preguntándole qué quiere decir, diciendo ella que se pasaba el día llorando por culpa de las lombrices, pues le dolía el estómago, pero que se las sacó y está mucho mejor y dejó de llorar.
Asger comprende entonces la verdad, mientras ella le pide que le diga que está bien.
Oye tras ello cómo le grita a su marido antes de perder la comunicación.
Le llama Rashid que le dice que encontró entre las cartas muchas del juzgado viendo que a él le prohibieron ver a los niños, pues tenía condenas por agresión y vio también que ella estuvo ingresada en Helsingør, un centro psiquiátrico, recordando que ella dijo que no quería estar encerrada.
Vuelve a llamar a Michael, que le cuenta que ella lo golpeó, diciéndoles que le enviará a policías y a una ambulancia, aunque él dice que no quiere policías, pues no hizo nada.
Le pregunta por qué no dijo nada, pues debió avisar a la policía para que se ocuparan de Iben, diciendo él que ya lo intentó todo y ahora su hijo está muerto y al verlo así decidió que debía ocuparse él de todo.
Le dice que va a casa con Mathilde, contándole Asger que está la policía con ella, llorando Michael al recordar que entró y vio a Oliver muerto.
Michael dice que se va a marchar y que no sabe dónde está Iben, y no es consciente de lo que ha hecho, pues cree que curó al niño.
Trata de hablar con Iben, pero no le contesta.
Viendo lo sucedido, Asger tiene un ataque de ira y comienza a tirar cosas.
Vuelve a llamarle Rashid al que le dice que los encontró y le pide que vuelva a casa y que no hace falta que mienta por él si no lo desea, respondiéndole su compañero que se ceñirán a su historia, pues mintió por él y no puede ahora cambiar de versión.
Le avisan de que tienen una llamada de Iben, que le pregunta si le pasa algo a Oliver.
Él le pide que le diga dónde está, aunque ella solo le pregunta si lo mató, debiendo responderle que sí, aunque él trata de calmarla diciéndole que no lo hizo intencionadamente.
Le pregunta dónde está para que puedan ir a ayudarla, diciéndole ella que no se había dado cuenta hasta ese momento de que tiene las manos manchadas de sangre.
Le pregunta qué más ve, pues escucha coches, diciendo ella que pasan por debajo, preguntándole si está en un puente, diciendo ella que va a saltar.
Le pide a un compañero que llame a Selandia del Norte para que envíen a alguien.
Iben le pide que les diga a Michael y a Mathilde que no era su intención hacer daño a Oliver, diciéndole él que lo saben y que Michael quería ayudarle y ellos también, aunque se equivocó y que si está en ese puente es por culpa de él.
Tratando de entretenerla, Asger le cuenta que también él mató a un hombre de solo 19 años y lo hizo porque pudo, y aunque el chico había hecho una cosa muy mala no debió matarlo.
Dijo que lo había hecho en defensa propia, pero mintió y lo hizo porque no aguantaba más y quería deshacerse de algo malo, como ella las lombrices, aunque él era consciente de lo que hacía y ella no, y fue un accidente.
Le dice que tiene a una hija que la quiere y desea volver a verla y le recuerda que él le prometió a su hija que su madre regresaría a casa y que volvería a verla.
Le dice que Mathilde y Michael la adoran. Que tiene personas que se preocupan por ella.
Le pide al escuchar las sirenas que vaya con sus compañeros, diciéndole ella que es un buen hombre, tras lo que le cuelga.
Él intenta repetidamente llamarla de nuevo, pero suena su buzón de voz.
Llama de nuevo a la central de emergencias de Selandia del Norte y le cuentan que ya la tienen y que no saltó, diciéndole que hizo un buen trabajo.
Deja su puesto agotado y antes de salir hace una llamada.