¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú
Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1963) * USA / Gran Bretaña
También conocida como:
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"Dr. Insólito o: Como aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba" (Argentina)
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"Dr. Insólito o Cómo aprendí a no preocuparme y amar la bomba" (México y Uruguay)
Duración: 94 min.
Música: Laurie Johnson
Fotografía: Gilbert Taylor
Guion: Stanley Kubrick, Terry Southern y Peter George (N.: Peter George)
Dirección: Stanley Kubrick
Intérpretes: Peter Sellers (Capitán Lionel Mandrake, Presidente Merkin Muffley, y Dr. Strangelove), George C. Scott (General Buck Turgidson), Sterling Hayden (General Jack D. Ripper), Keenan Wynn (Coronel Bat Guano), Slim Pickens (Mayor T. J. / "King' Kong"), Peter Bull (Alexi de Sadesky), James Earl Jones (Teniente Lothar Zogg), Tracy Reed (Señorita Scott), Jack Creley (Señor Staines), Frank Berry (Teniente H. R. Dietrich), Shanne Rimmer (Capitán Ace Owens).
Los Estados Unidos mantienen constantemente en el aire 34 bombarderos B-52 cargados de misiles nucleares, para evitar un ataque nuclear ruso por sorpresa.
Y un día los bombarderos reciben la orden del general Jack D. Ripper, comandante de la base aérea de Burpleson, de atacar la Unión Soviética, haciéndose fuerte en la base y cortando todas las comunicaciones, utilizando los bombarderos desde ese momento un código especial de transmisiones que sólo conoce él.
Cuando trasciende lo ocurrido, el Presidente de los Estados Unidos Merkin Muffley se reúne en la Sala de la Gran Guerra del Pentágono con los máximos responsables políticos y militares del país, y con el embajador soviético para buscar una solución diplomática, llamando al borracho presidente ruso Dimitri al que le indican los objetivos de sus bombarderos para que los destruyan antes de que los alcancen, ya que, de lo contrario hará explosión "El arma definitiva", un ingenio nuclear de los soviéticos que, como explica el Dr. Strangelove, un ex científico nazi asesor del presidente americano, es un arma disuasoria, que explotará automáticamente en caso de un ataque nuclear a Rusia, y con capacidad para acabar con toda la vida de la tierra, y cuyos efectos durarían 93 años.
Intentarán capturar a Ripper, para lo que envían tropas a la base, que se encuentran con una fuerte resistencia. Dentro, el capitán Lionel Mandrake encerrado con él trata de convencerlo para que desista. Y Ripper le explica la razón de su decisión: hay una conspiración comunista para fluorizar el agua, contaminando los fluidos corporales.
Cuando los hombres encargados de defender la base se rinden ante sus compatriotas, Ripper, temiendo que lo torturen y le obliguen a confesar la clave, se suicida.
Finalmente Mandrake consigue contactar con el presidente y les comunica el código secreto que dedujo de las palabras y de unos bocetos de Ripper, comunicando la orden de regreso a sus bases a los aviones.
Pero los ataques previos soviéticos derribaron tres aparatos y dejaron a otro muy dañado, por lo que, al carecer de radio continúa su misión, volando tan bajo debido a los desperfectos que los radares no lo pueden detectar.
Muffley comunica a los rusos los objetivos del avión para que lo destruyan antes de que los alcance. El problema es que los daños del avión le hicieron perder combustible lo que hace que se replanteen la misión, decidiendo atacar un objetivo más cercano
La compuerta de los misiles quedó bloqueada, y al intentar soltarla manualmente, el Major "King" Kong, sube sobre unos de los misiles cayendo con él, cogiéndolo con una mano y ondeando su sombrero de vaquero como si de un rodeo se tratara.
Mientras el dispositivo del día del juicio final se activa, el Dr. Strangelove recomienda al Presidente Muffley el modo de preservar la vida humana, ocultando a 100.000 personas en una mina a más de 1.000 metros, donde la radiactividad no los pueda alcanzar, para que la Tierra pueda repoblarse, discutiendo el general Turgidson el modo de que, cuando pasen los 100 años sigan dominando el mundo, adelantándose a un eventual ataque soviético.
El Dr. Strangelove se levanta de su silla de ruedas anunciando que tiene un plan, dándose cuenta de que puede caminar y grita ¡"Mein Führer, puedo andar"! solo un segundo antes de que las bombas del juicio final empiecen a detonar.