Sentido y sensibilidad
Sense and Sensibility (1995) * (1995) * USA / Gran
Bretaña
También conocida como:
-
"Sensatez y sentimientos" (Hispanoamérica)
Duración: 135 min.
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Michael Coultier
Guion: Emma Thompson (N.: Jane Austen)
Dirección: Ang Lee
Intérpretes: Emma Thompson (Elinor Dashwood), Alan Rickman (Coronel Christopher Brandon), Kate Winslet (Marianne Dashwood), Hugh Grant (Edward Ferrars), Greg Wise (John Willoughby), Gemma Jones (Sra. Dashwood), Robert Hardy (John Middleton), James Fleet (John Dashwood), Harriet Walter (Fanny Dashwood), Elizabeth Spriggs (Sra. Jennings), Imelda Staunton (Charlotte Palmer), Imogen Stubbs (Lucy Steele), Hugh Laurie (Sr. Palmer), Emilie François (Margaret Dashwood), Richard Lumsden (Robert Ferrars), Lone Vidahl (Grey).
John Dashwood llega desde Londres para asistir a los últimos momentos de su padre, el cual le explica que su finca de Norland, debido a una imposición legal no se puede dividir, por lo que pasará a ser de él tras su muerte, no pudiendo por ello dejarle a su segunda esposa y a sus hijas más que libras anuales, no pudiendo siquiera dejarles nada para su dote, por lo que le pide que le prometa que las ayudará.
Contento al recibir la noticia sobre su herencia, decide darles 3.000 libras mensuales, aunque tras hablar con Fanny decide dejarles 1.500, para pasar luego a 100, a 20 de vez en cuando más tarde, y finalmente acordando darles 500 al año para todas.
La viuda Dashwood y sus hijas, Elinor, Marianne y Margaret disfrutarán los últimos días de su mansión de Norland ya con John y su esposa Fanny instalados allí, mientras intentan hacerse con una nueva vivienda, debiendo deshacerse además de todo el personal, pudiendo quedarse con solo dos personas a su servicio.
Durante esos días reciben la visita de Edward Ferrars, hermano de Fanny Dashwood, un hombre que, al contrario que su hermana es muy amable con ellas, ganándose de inmediato a la pequeña Margaret que se pasaba el tiempo escondida y que consigue que salga y empiece a jugar con él.
Elinor, la mayor de las hermanas empieza a sentirse atraída por él y hablan a menudo, paseando o saliendo juntos a caballo.
Pronto recibirán noticias de que Sir John Middleton, primo de la señora Dashwood, les ofrece una pequeña casa de campo en su finca, Barton Park, en Devonshire en muy buenas condiciones, aunque la mujer prefiere no contarlo aun, pues cree que Elinor se ha enamorado de Edward y espera que su relación siga adelante.
Pero también Fanny se da cuenta del incipiente enamoramiento y le hace saber a la señora Dashwood que su madre, la señora Ferrars retirará su apoyo económico a Edward si elige a una mujer inadecuada por su posición económica, por lo que esa misma noche la señora Dashwood informa de su próxima partida.
Edward trata de contarle a Elinor algo sobre su etapa educativa en Plymouth aunque no consigue terminar la conversación, pues aparece su hermana Fanny diciéndole que debe partir de inmediato hacia Londres, pues le reclama su madre desde allí.
Finalmente llegan a Devonshire y son recibidas afectuosamente por el señor Middelton, un hombre bromista y muy hablador y por su suegra, la señora Jennings, que parecen encantados de tenerlas entre ellos, y que, aunque demasiado pesados, se encargarán de presentarlas en sociedad, aunque, les advierten que no hay un solo galán para ellas en las cercanías.
Marianne acepta tocar el piano y cantar para ellos, escuchándola también el coronel Christopher Brandon, que llega para visitarlos y que se queda prendado de su voz, visitándolas a menudo a partir de ese momento, al enamorarse de la muchacha.
Un día, mientras Marianne y Margaret pasean por el campo son sorprendidas por la tormenta y la primera cae y se tuerce un tobillo, siendo socorrida por John Willoughby, un apuesto joven que va a caballo y la lleva hasta su casa, prometiéndole que la visitará al día siguiente.
Como otros muchos días, acude a visitarlas el Coronel Brandon, sin saber que a quien espera realmente la muchacha es a John Willoughby, el hombre que la rescató, que es más atractivo y joven que Brandon el cual llega poco después llevándole un ramo de flores silvestres.
Marianne se queda prendada inmediatamente de él, al que, al igual que a ella le encantan los sonetos de Shakespeare.
Su hermana Elinor le recrimina que admire de forma tan descarada a John, aunque ella le echa en cara su comedimiento y frialdad.
El Coronel celebra una fiesta en su casa a la que invita a todos los miembros de la alta sociedad de la región, si bien, mientras empiezan a prepararlo todo llega un mensajero llevándole un mensaje al Coronel que decide partir de inmediato hasta Londres.
Entretanto la relación entre John y Marianne parece ir de maravilla, y, tras una deliciosa tarde, él le pide a ella que al día siguiente se quede con él mientras su madre y sus hermanas acuden a la iglesia, estando todos convencidos de que va a declararse, si bien, cuando regresan del oficio religioso encuentran a Marianne llorando, por lo que interrogan a John, que les dice que su tía, en cuya casa estaba como invitado le ha enviado a Londres, adonde debe partir de inmediato, asegurando que no podrá regresar en breve.
Un día acuden a su casa la señora Jennings junto con su hija Charlotte, el marido de esta, y la prima pobre de la familia Lucy Steele, que le pregunta a Elinor si conoce a la madre de su cuñada Fanny, y que le confiesa que está comprometida en secreto desde 5 años atrás con Edward Ferrar, confiándoselo a ella porque sabe que él la aprecia como a una hermana.
Le explica que el compromiso se produjo durante el tiempo en que Edward estuvo en Plymouth, bajo la tutela de un primo suyo, y que lo mantienen aunque apenas pueden verse más de un par de veces al año.
Un día la señora Jennings invita a Marianne y a Elinor a viajar junto con ella, con su hija Charlotte y con Lucy a Londres, ante la alegría de Marianne y la tristeza de Elinor.
Una vez en Londres, Marianne está muy excitada y nerviosa esperando la visita de John, aunque en vez de este es el Coronel Brandon quien acude interesándose por si Marianne continúa con su compromiso.
Invitadas a un baile al que acudirá la alta sociedad londinense, les es presentado Robert Ferrars, hermano de Edward, aunque este no aparece, pese a que lo esperaban.
Si aparece John Willoughby, aunque no parece entusiasmarte tanto como Marianne cuando la ve a esta, excusándose de inmediato, y yendo junto a otro grupo de personas, entre las que está una bella mujer con la que parece estar comprometido.
Triste y a punto de desmayarse, Marianne abandona la fiesta junto con su hermana y las Jennings, aunque Lucy se queda y baila con Robert.
Al día siguiente Willoughby le envía una carta, junto con todas las cartas que le envió ella, en la que señala lamentar que ella hubiera podido llegar a pensar que había entre ellos algo más que una amistad.
Les cuenta además la señora Jennings que Willoughby va a casarse próximamente con una muchacha adinerada.
El Coronel Brandon acude a verlas y habla con Elinor, a la que le confiesa las razones por las que tuvo que partir hacia Londres el día de la fiesta.
Le habla de una antigua novia de la que su familia le obligó a alejarse de joven, la cual tuvo una hija de la que Brandon decidió ocuparse cuando la madre murió, entregándosela a una familia adinerada, aunque la muchacha desapareció y el día de la fiesta le llegaron noticias de que la muchacha había aparecido y que estaba embarazada, confesándole que el padre del hijo que esperaba no era otro que John Willoughby, y que, al igual que a él, las noticias le llegaron a la tía de John, que decidió echarle de su casa y desheredarlo, motivo por el que él decidió buscar una mujer adinerada, su actual prometida.
Brandon le confiesa que Willoughby estaba realmente enamorado de Marianne, a la que, en efecto pensaba declararse aquella mañana, aunque no lo hizo debido al escándalo y al problema del dinero.
Edward aparece por fin a visitar a Elinor, aunque no puede evitar sorprenderse al ver que está Lucy Steele, lo que le impide hablar libremente, decidiendo por ello marcharse de inmediato, lo que Lucy aprovecha para pedirle que la acompañe a casa de su hermana adonde va a ir de visita.
Una vez allí, Lucy habla con Fanny, expresándole que por su baja condición social puede tener un mal casamiento, respondiéndole Fanny que está convencida de que tendrá un marido mejor de lo que se espera, ante lo cual Lucy se atreve a confesarle su secreto, provocando la furia de Fanny, ante tamaño atrevimiento.
La Sra. Jennings les contará poco después a las hermanas Dashwood la noticia del compromiso de Edward con Lucy, y del escándalo provocado ante la noticia, ya que la familia Ferrars decidió desheredar a Edward al decidir este mantener su palabra.
La noticia conmueve al Coronel Brandon, que habla con Elinor para que ella, como amiga de Edward, hable con él para ofrecerle, si lo desea, la parroquia de su hacienda para que, con tal trabajo pueda casarse sin pasar graves problemas económicos, no deseando que Edward tenga que renunciar a su amor como le sucedió a él.
Dan tras ello por terminado su viaje a Londres, emprendiendo el regreso, parando para pasar la noche en la casa de campo de los Palmer.
Marianne se siente muy triste y decepcionada, decidiendo salir para ver la finca de Willoughby que está cerca.
Comienza a llover, y Elinor comienza a ponerse nerviosa, por lo que acude a buscarla el Coronel Brandon, que, tras encontrarla la lleva en brazos hasta la casa, debiendo llamar al doctor, que le diagnostica una fiebre infecciosa, dejándoles los Palmer que permanezcan allí hasta que se cure, quedándose con ellas también Brandon.
Pero pese a los tratamientos la muchacha empeora por lo que deciden avisar a la madre, si bien, para alegría de todos, mejora justo cuando llega la señora Dashwood.
Poco a poco se va recuperando, recibiendo las visitas constantes del Coronel, que pasa muchas tardes leyendo con ella.
De regreso a su casa, un día Thomas, su sirviente les informa de que mientras hacía la compra en el pueblo vio al señor Ferrars y a la señorita Steele, recién casados.
Reciben poco después la visita de Edward, al que Elinor le pregunta por su esposa, respondiéndole él que no llegó a casarse con Lucy, y cuando ella le dice lo que les contó Thomas, él les explica que en efecto Lucy se casó con un Ferrars, pero no con él, sino con su hermano Robert, al que Lucy comenzó a ver durante su estancia en Londres hasta que se enamoraron.
Elinor no puede evitar, al escucharlo, el llanto, al saber que Edward es libre, asegurándole él que su corazón será siempre suyo.
Poco tiempo después se celebra la boda de Marianne con el Coronel, tras comprender que John no era merecedor de su cariño, acudiendo Edward, convertido en vicario como deseaba, junto con Elinor al enlace, mientras Willoughby observa la ceremonia triste, desde la distancia.