Te cuento la película

Puntos suspensivos

España (2023) * USA

Género: Suspense

Duración: 90 min.

Música:Òscar López Plaza

Fotografía: Santiago Racaj

Guion: Rafael Calatayud Cano y David Marqués

Dirección: David Marqués

Intérpretes: Diego Peretti (Leopoldo Valdivia / "Leo"), José Coronado (Jota Montalvo), Cecilia Suárez (Victoria), Georgina Amorós (Adriana).

Una persona arrastra por un jardín donde hay abierta una fosa, a una mujer. Lanza a esta al hoyo y comienza a enterrarla pese a que la mujer mueve aún su mano.

Un escritor, Leo Valdivia, describe esa escena en la novela que escribe, aunque para un momento y toma una pastilla.

Capítulo III. El visitante inesperado

Leo debe dejar de escribir cuando suena de forma insistente el timbre de la casa.

Contesta a través del portero automático, aunque niega que allí haya ningún Leo Valdivia, aunque el que llamó no le cree y Leo le dice que si no se va llamará a la policía.

Pero vuelve a sonar el timbre y decide salir e ir hasta la verja de fuera, donde lo espera un hombre que le dice que solo desea hablar, y, aunque Leo le amenaza de nuevo con llamar a la policía, el extraño le pregunta si puede hablar con Cameron Graves.

Le dice luego que es Jota Montalvo e insiste en que hable con él o seguirá tocando el timbre y, además, publicará su identidad.

Leo le pregunta cómo lo encontró, pues nadie conoce ese lugar, un chalet aislado, que es de un amigo y al que se retira a escribir, salvo su agente y esta nunca se lo contaría a nadie.

Jota se sirve una cerveza y observa una mancha en la alfombra, que Leo le dice que es de vino por un accidente.

Jota saca una grabadora y le pregunta cuándo se convirtió en Cameron Graves y Leo le cuenta que fue 10 años atrás y que va allí todos los inviernos a escribir.

Le propone un trato. Hacer cada vez una pregunta uno de ellos y Jota le exige que sea sincero como lo va a ser él, pues no soporta a los mentirosos ni a los traidores.

Leo le pregunta si de verdad es periodista, y Jota le responde que no dijo que lo fuera.

Jota pregunta cómo se convirtió en Cameron Graves y Leo le cuenta que, en realidad, es profesor universitario de escritura creativa, y quiso escribir una novela de misterio.

Cuando habla de su agente, Jota le corrige, "su mujer", aunque Leo le aclara que ex mujer, aunque Jota le dice que en aquel momento era su mujer, Victoria y que fue a ella a la que se le ocurrió el seudónimo, que vendería más internacionalmente que Leopoldo Valdivia.

Leo le pregunta a Jota a qué se dedica y él le dice que no hace nada, que vive de las rentas al ser el único heredero de una familia adinerada y por ello se aburre mucho.

Le pregunta a Leo si alguna vez mató a alguien, a lo que responde que no y le pregunta cómo puede narrar de forma convincente una muerte si no lo experimentó.

Leo le dice que como sobre otras cosas sobre las que escribe y él dice que conoce a personas a las que copiar, pero no conoce a ningún asesino y se nota por la forma en que matan sus personajes porque todo es muy rebuscado y siempre hay una explicación final sorprendente donde se unen todos los cabos. Historias verosímiles pero no creíbles.

Jota le dice que la gente mata solo por cuatro razones, por dinero, por ira, por amor o desamor y para encubrir algo, y de dos maneras. Una en la que te pillan y otra en la que no, y le que debe salir de las cuatro razones básicas para matar.

Para ello debe matar a alguien con quien no tiene ningún tipo de relación, y sin móvil.

Le pregunta luego a Jota si él mató a alguien, y él le dice que sí, momento en que Leo le pregunta si su agente está bien, pues ella no hablaría, de lo contrario, de ese sitio.

Jota, por su parte, le pregunta si no le da miedo vivir tan aislado, pues, por ejemplo, a él nadie lo ha visto llegar y no tienen ningún tipo de relación, y le coloca un cuchillo en la garganta y le dice que podría ser uno de sus personajes.

Pero Leo también tiene un arma y sorprende a Jota con un sacacorchos en su cuello, pero tras ello paran los dos y Leo le dice que no sabe cómo continuar con eso.

Jota le dice que algo podrán aprovechar de todo eso, aunque Leo dice que no sabe si le gusta esa trama, pues es todo muy trillado.

Que siempre han tenido éxito comercial, pero éxito de críticas solo con la primera novela, y Jota le pregunta por qué no le basta con el éxito comercial.

Leo le dice que le gustaría poner su verdadero nombre en los libros, pero Jota le dice que no.

Deciden conservar el principio escrito, con los protagonistas como ellos, dos escritores de novelas de misterio de éxito y que siguen un rito para interpretar los personajes de la novela que van a escribir para ver dónde les lleva.

Leo le pregunta por qué llegó dos días antes de lo previsto y Jota le dice que para sorprenderlo, aunque Leo le responde que no lo ha conseguido.

Leo va al baño y coge un frasquito.

Prólogo

Una persona con traje de buceo sale de un pantano junto al que Leo está leyendo.

Se trata de Adriana, que le dice a Leo que le encantó ver el pueblo hundido.

Al verla preocupada, Leo le dice que va a llegar un amigo suyo en que él confía, pero Adriana, le dice que no es por la novela. Que cree que le ha presionado mucho y no quiere que vea lo que le dijo como un ultimátum, pues solo quiere que sean felices y no tener que estar ocultándose siempre y mintiendo a todos.

Leo le dice que tiene razón y que será la última vez que le pide que lo oculte y le asegura que hablará con Victoria, su esposa, la semana siguiente.

Ha estado con ella 10 años, y le dice a Adriana que cada 10 años las personas se convierten el alguien diferente y ahora le toca a él cambiar y evolucionar con ella.

Cuando entran en la casa está ya dentro Jota, al que esperaban más tarde y Leo le presenta a Adriana, la escritora y le cuenta a ella que Jota es un importante editor, y Adriana les lee la novela que ha escrito y Jota se deshace en halagos hacia ella.

Le cuentan que Leo y ella se conocieron cuando ella estaba de profesora sustituta en la universidad y fue a algunas de las clases de Leo, donde vio que era brillante y que había escrito dos excelentes novelas, que Jota le recuerda que fueron dos fracasos.

Le preguntan si va a editar la novela y él les dice que lo hará, aunque espera que no haya ninguna copia, en otras editoriales, asegurando Adriana que él es la segunda persona que lo lee después de Leo y que no le contó la trama a nadie.

Concluyen que es una trama muy original, con muchos giros y un final sorpresa, y asegura Jota que cualquiera mataría por una idea así incluido el título: "Y de repente, la oscuridad", y le promete que la semana siguiente prepararán el contrato, y hace que, al escucharlo, Adriana se emociones, pues dice, de pronto todo se ha puesto de su lado, van a publicar la novela y Leo va a dejar a su mujer por ella.

Pero mientras habla con Jota, Leo rodea su cuello con una corbata y aprieta y Jota colabora sujetándola hasta que muere.

Leo recuerda entonces el momento en que Jota le propuso matarla, pues en la universidad no verían con buenos ojos que se liara de nuevo con una alumna, que además le dio un ultimátum. Y, de paso, además, se podrán quedar con su novela.

Leo le pregunta entonces a Jota, qué motivo tiene él.

Jota comenta que fue más fácil de lo que pensaba y Leo le pregunta si no se siente mal tras matar a una persona y Jota le recuerda que él pudo pararlo y no lo hizo.

Le explica luego que hay un cambio de planes. Que él también será autor, a pesar de no ser escritor, algo que Leo dice no es lo pactado, aunque se ve obligado a aceptar.

Sacan el cadáver al jardín, donde habían cavado ya una fosa y la entierran en ella.

Capítulo IV. La fama anónima

Leo toma una pastilla mientras Jota lanza los dardos.

Leo le pregunta de nuevo por qué fue dos días antes de lo previsto, y Jota le dice que es su casa y puede ir cuando lo desee y, que se aburría de tanto viajar.

Siguen pensando en cómo seguir con la historia.

Uno de los protagonistas desea disfrutar del éxito y que el público sepa quién es y el otro no está de acuerdo, y Jota se pregunta si eso podría llevar al primero a matar, pues no solo sería quitarse la máscara, sino que cuando esta caiga, figuraría solo él como autor.

Jota recuerda que 10 años atrás ya mataron, pero no solo por ego, sino también para ocultar a su mujer su infidelidad, por lo que ya sacó mayor beneficio.

Leo sirve un vino aunque echa en la copa de Jota el líquido que cogió antes en el baño

Tras beber, Jota le pregunta si sabe algo de Victoria, pues no le contesta, a lo que Leo le responde que a lo mejor su cena de trabajo y se transformó en cena de placer.

Jota coge el pesado premio Orlac y sorprende a Leo por detrás y lo golpea con él.

Capítulo II. Quitarse la máscara

Leo, reunido con Victoria en casa de Jota, le dice que no conoce a una pareja de divorciados que se lleve mejor que ellos, y ella le dice que eso es porque es su agente y les va muy bien con Cameron Graves, aunque aún no sabe para qué la invitó, aunque él le dice que sí lo sabe y ella le dice que si sigue en serio con eso es con Jota con quien debe hablarlo y él le dice que lo intentó, pero es imposible hablar con él y se queja porque él es quien escribe y Jota solo opina y critica, aunque ella le dice que esa mezcla los hace únicos, con la ayuda de ella, que, que también actúa sobre los originales y no entiende por qué desea matar a la gallina de los huevos de oro y que salir a la luz debe ser cosa de los dos.

Le recuerda que Jota no sabe que está escribiendo una novela sin él, por lo que podrá publicarla con su nombre, aunque él le dice que con su nombre no tendría la misma repercusión, aunque ella le dice que no puede sacarla con ese nombre sin Jota.

Él le pide a ella que trate de convencerlo, a lo que ella le indica que es él quien debe hablar, a lo que Leo le responde que porque él no se acuesta con él.

Ella le dice que lo que ella haga con su vida privada es cosa suya, pues ya no están casados y cuando lo estaban era él quien la engañaba, y de hecho, ha cumplido su pacto y no le contó que había quedado con él.

Le asegura que él nunca va a cambiar de opinión, y ella tampoco.

Mientras ella atiende una llamada, él sirve un vino y echa el contenido del frasco.

Va luego al baño, desde donde escucha un golpe.

Cuando sale, ve a Victoria en el suelo y la alfombra manchada de vino

La cubre con una sábana y luego la arrastra hasta el jardín, donde cavó otra tumba y donde la entierra, y, aunque ve que aún se mueve su mano sigue cubriéndola de tierra.

Capítulo V. El fantasma de la culpa

Leo recobra el conocimiento tras el golpe asestado por Jota, y ve que está atado.

Jota le dice que encontró su novela pese a que la tenía bien escondida.

Él dice que estaba adelantando la novela, aunque Jota le pregunta por qué lo escondió entonces, y le dice que son rituales suyos como seguir utilizando el mismo pendrive de Adriana, para cada novela.

Jota le pregunta entonces por qué le echó líquido en el vino y le muestra el frasquito, y, aunque Leo le dice que es un juego y que es inocuo, se niega a beber cuando se lo acerca e insiste en que era solo una broma para ver a dónde les llevaba la historia.

Jota le dice que estaba leyendo su novela y Leo le pide que no siga, pues es solo un borrador, aunque, al seguir leyendo le pregunta qué ha hecho, pues leyó la parte en que el escritor se reúne con su agente, y le pregunta qué le ha hecho a Victoria, y, aunque Leo le asegura que es ficción, Jota sale al jardín, y, al ver un nuevo árbol plantado, comienza a cavar en el lugar.

Pero unos minutos más tarde regresa junto a Leo y le pide perdón por haber pensado mal y lo desata y dice que, en efecto, llevaron esos juegos demasiado lejos.

Leo va hasta la fosa y ve, que, en efecto, no hay ningún cadáver allí, y observa cómo aparece por detrás de Jota la propia Victoria, ante lo que Leo, aturdido y asustado trata de encontrar una de sus pastillas, aunque se pone tan nervioso que no consigue sacarla y cae sin vida.

Capítulo I. Para terminar hay que empezar

Victoria habla por teléfono con Leo y conciertan su reunión y ella le asegura que no le dirá nada a Jota, pese a que, en realidad está con él, que escucha todo.

Le cuenta luego que Leo que está escribiendo una nueva novela desde hace varias semanas a sus espaldas y Jota le dice que deben ir a leerla antes de su reunión.

Van hasta el "bunker", la casa de Jota donde escribe Leo, y tras mucho rebuscar encuentran el pendrive en la réplica de la Boca de la verdad.

Encuentran en el baño el frasquito descrito en la novela y ven también la fosa cavada en el jardín y Jota se enfada mucho y Victoria le dice que deben reescribir esa historia.

Capítulo II. Quitarse la máscara. Ponerse la máscara

En la charla entre Victoria y Leo, alguien los observa desde el jardín, Jota, que en el momento pactado la llama y observa cómo Leo echa en el vino el líquido.

La ve tomar la copa y luego cómo se tira al suelo y luego ve cómo la entierra.

Inmediatamente después la saca Jota, teniendo ella colocado un respirador de buceo.

Luego ella aparece y Leo sufre un infarto.

Capítulo VI …

En la casa Jota pone música y da una copa a Victoria, satisfecho por su triunfo.

Ella le pregunta si se ha divertido más jugando con ella que con Leo, y él le dice que se ha divertido más jugando con ella que con cualquier otra persona, incluido Leo.

Comentan que dirán que tuvo un infarto plantando un árbol.

Jota le propone luego que ocupe ella la mitad del lugar de Cameron Graves, pues, además, tienen una novela prácticamente escrita.

Le preocupa un cabo suelto, pues Leo tiene un golpe en la cabeza y el forense descubrirá que no fue por la caída y Victoria le dice que tiene razón, pero que no hay ningún cabo suelto.

Y de pronto, Jota comienza a ahogarse y poco después cae, mientras Victoria deja su copa y se coloca unos guantes y deja junto a esta el frasco con el veneno.

Recoge luego los cuadros con las portadas de sus libros, que coloca en una caja y los premios que consiguió Cameron Graves

Epílogo

Se realiza la presentación de la nueva novela de Cameron Graves, a la que acuden muchos periodistas y seguidores, contentos por poder conocer a la persona que se ocultaba tras el seudónimo, y dice que le entraron ganas de acercarse a sus seguidores.

Le preguntan por el suceso en que su ex marido mató a su mejor amigo y murió de un infarto al intentar ocultar el cadáver y el hecho de que ambos fueran cómplices, además, de la muerte de una joven, 10 años atrás.

Les responde que para ella fue un shock, pero no una sorpresa, pues lo que te convierte en asesino no es matar, sino el que los demás sepan que lo hiciste. Y que incluso ella podría ser una asesina, pero que mientras no la descubran podrán seguir leyéndola.

Le preguntan si es cierto que se va a hacer una película con su novela "Pujntos suspensivos", y dice que está encantada con ello.

Calificación: 3