Novembre
Novembre (2022) * Francia / Bélgica
Duración: 101 min.
Música: Guillaume Roussel
Fotografía: Nicolas Loir
Guion: Olivier Demangel (Adaptación: Olivier Demangel y Cédric Jimenez)
Dirección: Cédric Jimenez)
Intérpretes: Jean Dujardin (Fred), Anaïs Demoustier (Inès Moreau), Sandrine Kiberlain (Héloïse), Jérémie Renier (Marco), Sofian Khammes (Foued), Stéphane Bak (Djibril), Lyna Khoudri (Samia), Victoire Du Bois (Julia).
Atenas
Un grupo de hombres comparte café en un pequeño piso.
Abajo, en un mercadillo, unos niños tratan de vender ajos a coches y viandantes, dirigiéndose a los ocupantes de un coche que están inspeccionando el lugar, debiendo comprarles para que se marchen.
Poco después aparecen varios furgones policiales de los que bajan varios agentes de la unidad antiterrorista., a los que se unen, tras colocarse pasamontañas, los ocupantes del coche y corren hacia un edificio.
En el piso, los hombres que tomaban café, ven que uno de ellos sale hacia la azotea.
Los policías entran en el piso y sorprenden a los demás, y, una vez retenidos, piden que llamen al francés.
Llega un policía francés que pregunta por Abdelhamid Abaaoud, y les muestran una foto, y le dicen que no le conocen mucho y que puede que subiera a la azotea.
Sube corriendo hasta esta, pero ya no está allí, encontrando solo un móvil, tras lo que dan por finalizado, sin éxito, lo que dicen es, el intento de extracción de Abaaoud.
París. 10 meses más tarde
Mientras buena parte del país está disfrutando de un partido de la selección francesa, en la comisaría comienzan a sonar todos los teléfonos a la vez.
Al saltar las alarmas, los policías que estaban de descanso reciben llamadas y deben reincorporarse al trabajo.
Avisan además a todas las unidades en activo por un tiroteo en el Distrito Diez, pues hay dos hombres en un coche disparando con ametralladoras contra la multitud y avisan de dos bombas en el estadio de Francia.
Fred, el comisario, que estaba en un avión, pide que den la vuelta y que reúnan a todo el mundo, pues informan de dos comandos e informan que entraron en el Bataclan en pleno concierto.
El presidente de la República moviliza a todas las fuerzas, incluyendo a los militares y pide el cierre de las fronteras mientras llegan informaciones confusas que hablan de una decena de tiroteos.
Reunido el consejo de seguridad, informan que los terroristas que entraron en Bataclan no son los mismos que atacaron las terrazas, habiendo un informe preliminar de los bomberos que indican que en Bataclan habría entre 60 y 80 víctimas.
Fred llama a su mujer para advertirle que no irá mientras los terroristas estén sueltos.
Habla luego para todos los policías que están en la central y los organiza, para que abarquen todos los posibles escenarios, sin olvidarse de los cibernéticos y que detengan a todos los que tuvieran comportamientos extraños en las últimas 24 horas.
Noviembre 14
Ven la grabación de los terroristas que efectuaron los tiroteos, observando cómo se baja uno de ellos del coche y quedan dentro otros dos. Los pierden, y vuelven a verlos más adelante en otro punto y luego los pierden definitivamente.
Pide que peinen los barrios del extrarradio Este.
Reciben información de la documentación encontrada en el coche que dejaron delante de Bataclan a nombre de Salah Abdeslam, un belga cercano a Abaaoud que consiguió regresar a Bélgica durante la noche con dos hombres. Él alquiló a su nombre los dos coches y lo vieron esa mañana en la frontera franco-belga, informando que fue amigo de la infancia de Abaaoud, al que sitúan en Siria.
Hay 37 detenciones y hubo 214 registros.
Entre los investigados observaron que un traficante encarcelado, Omar Alaoui, que se radicalizó en los 2000 cambió tres veces de tarjeta SIM en dos semanas y fue tres veces a Bélgica, por lo que envían a una patrulla a vigilarlo a su domicilio y, cuando llega, le colocan un dispositivo de seguimiento en su vehículo.
Buscan entretanto el vehículo que les falta sin resultado.
Rastrean conversaciones de radicales, detectando la capitán Inès Moreau, una en que hablan de un paquete e investiga a los interlocutores, Mokrani, y Benkhadra, aunque a nadie le suena Mokrani.
Bruselas
La policía detiene a varias personas y les interrogan sobre el paradero de Abdeslam, que entró con él en Bélgica.
Les cuenta, que, Abdeslam es su amigo y lo llamó para que lo recogiera en París y le confesó lo de los atentados diciendo que eran solo el principio y que iban a seguir atacando París y que tenía un cinturón de explosivos, pero pensó que era broma.
Tras escucharle advierten del riesgo de un segundo atentado.
Inès insiste en la pista de Mokrani, pero le dicen que tienen demasiados frentes abiertos y no pueden abarcarlos todos.
Finalmente aparece el coche desaparecido en que encuentran tres kalashnikov, cargadores y cartuchos.
La policía se prepara para la detención de Alaoui, capturando también a su compañero, aunque ven que lo que hacían era traficar con coca y que tenían 13 kilos.
Inès actúa por su cuenta y busca el coche de Mokrani y espera al otro hombre.
Noviembre 15
Interrogan también a algún sobreviviente en los hospitales sobre los hombres que les dispararon y muestran sus fotos.
Entretanto, varios agentes vigilan el domicilio de Tarek Mokrani y varios coches con matrículas belgas.
El Daesh reivindica los atentados y aseguran que Francia sigue siendo objetivo del estado islámico y que están ante el comienzo de la tormenta.
Interrogan también a un traficante de armas que lleva dos meses en prisión, pues los números de serie que encontraron en el coche de los terroristas coinciden con los de sus armas, aunque el traficante le dice que no dirá nada porque tiene principios hasta que le amenazan con llevar a sus hijos a los servicios sociales y contarles en qué participó.
Finalmente les dice que no sabía a quién vendía pues se pusieron en contacto con él que tuvo que entregar unas armas en un contenedor de Charleroi.
Pero unas semanas después volvieron a contactar con él para otra entrega en la región de París y vio al que lo recogió, pues lo conocía, y era Khalid Ben Ahmet.
Tres días después, no tienen aún nada, y desde el ministerio les presionan para localizar a Khalid Ben Ahmet, pero les indica que es imposible seguir a todos.
Analizan sus llamadas de los últimos meses y buscan en todas partes, viendo cómo en un chat, Khalid pedía un coche.
Compró un Mercedes tres semanas antes, y piden que difundan el modelo y la matrícula y su foto para tratar de conseguir la colaboración ciudadana.
Pero las llamadas son demasiadas.
Detienen a Mokrani, viendo entonces que se trata de un infiltrado y que han perdido tres años por culpa de la operación.
El comisario echa la bronca a Inès por actuar por su cuenta, pues de haberlo hecho por la vía normal, se habrían percatado de que era un infiltrado, advirtiéndole, además, que incluso aunque hubiera dado con los asesinos, habrían invalidado la operación por haber actuado al margen de la ley.
Pese a quedarse muy afectada por lo sucedido, debe seguir ocupándose de las llamadas, que suben a 1.250 en la mañana.
Otros agentes tratan de conseguir información y envían un mensaje desde la mezquita de Bagnolet, a la que acude el propio Fred, el comisario para pedir información sobre Khalid, vinculado con esa mezquita, diciéndole el imán le dice que nadie lo ha visto desde hace semanas. Que desapareció junto con otros jóvenes.
Les informan que localizaron a Abaaoud en Siria.
En televisión informan de un bombardeo sobre Rakka efectuado por el ejército francés sobre depósitos de armas, campos de entrenamiento y puestos de mando, contra Abaaoud, sospechoso de la organización de los crímenes de París.
Otro de los sospechosos, Ben Ahmet tenía su coche en Montargis el viernes por la noche, por lo que no pudo estar en París, aunque estuvo buscando un escondite el 14 y su teléfono dejó de dar señal la noche anterior.
De las llamadas recibidas se fijan en una de una chica que dice que los terroristas se ocultan bajo un intercambiador de la A86 vestidos como indigentes y menciona las zapatillas naranjas, que una persona mencionó en el hospital y no era público, y les dice, además, que aloja a Hasna Ait Boulhacen, una prima lejana de Abaaoud.
Se encarga de llamar a la denunciante, Samia Khelouf, Inès, a la que le dice que sabe dónde están los dos terroristas.
Noviembre 16
Se lo cuenta todo al jefe, Marco y le dice que Samia asegura saber dónde están los terroristas, y que habló de Abaaoud y de Abdeslam, aunque Marco le dice que no puede ser, que Abdeslam está en Bélgica y Abaaoud murió en Siria.
Se decreta un minuto de silencio por los fallecidos, parando todos los coches en la autopista, momento que los policías que seguían al Mercedes negro sospechoso aprovechan para detener a Khalid Ben Ahmet.
Se niega a hablar pese a que le muestran que saben que compró armas a Delattre, diciendo que la mano que les golpea es la de Alá y que atacarán otra vez, perdiendo Fred, el comisario por un momento la cabeza, estando a punto de golpearlo, evitándolo Heloïse, que debe pedirle que se calme.
Inès recibe entretanto a Samia, que le cuenta que fue con Hasna hasta Aubervilliers, en la rotonda de la A86 y vio que Hasna hablaba con alguien de Bélgica.
Le había dicho que quería recoger a un primo de 14 años que vivía en la calle y fueron hasta la entrada del campamento y él fue hacia ella, que le preguntó si habían participado en los atentados y le dijo que sí, que él hizo lo de las terrazas y que iban a repetir con una comisaría o una guardería de La Defense y le pidió a Hasna que le encontrara un alojamiento.
Entre las cosas de Khalid no encuentran nada, pero a través de una foto identifican que estuvo en Isfahán, y, le dicen, al Daesh no le haría gracia saber que visitó a los iraníes, diciendo él que no fue a ver a los iraníes, sino a una amiga, aunque, ellos le dicen que su amiga es chiíta y le amenazan con publicarlo.
Con eso consiguen que confiese que compró las armas, aunque, dice, eran para su célula, pues él ni siquiera estaba en París y cuando se enteró fue a esconder las armas.
Samia identifica a Abaaoud en las fotos que le muestran, pero se siente molesta porque la tratan como una sospechosa.
Inès va con un compañero a ver el lugar que les indicó Samia observando que allí vive un nutrido grupo de indigentes mezclados con emigrantes y toxicómanos, viendo que se acerca, poco antes de marcharse un coche con matrícula belga.
Marco revisa de nuevo las imágenes del metro, donde se colaron los asesinos, y comprueba, que, pese a la mala calidad de la imagen, aparece uno con unas zapatillas de color naranja.
Pese a todo, lo ve poco sólido y teme que se trate de una trampa que les dé pistas falsas para alejarlos de su verdadero objetivo, aunque Inès cree a Samia, pues corrió un riesgo enorme yendo allí.
Fred habla con Heloïse y deciden investigarlo pese a todo, aunque para asegurarse se ponen en contacto con los servicios secretos de Marruecos que tienen controlado al tío de Abaaoud.
Noviembre 17
Empiezan a seguir a Hasna, y cuando esta sale entran en el piso con la colaboración de Samia para colocar micrófonos.
Entretanto, un grupo de soldados marroquíes detiene al tío de Abaaoud.
El grupo que está en casa de Samia pierden de vista a Hasna antes de que colocaran todos los micrófonos, saliendo uno de los agentes a tratar de entretenerla.
Fred llega a Marruecos para hablar con el tío de Abaaoud, que se niega a hablar con los policías marroquíes y le indica a Fred que quiere garantías, confesándoles que su sobrino sigue vivo, aunque pide que le prometa que no van a matarlo, diciéndole Fred que su sobrino ya está muerto en Siria, asegurando él que no lo está, pues hablaron por teléfono, llamando a Inès para decirle, que, en efecto, sigue vivo, por lo que necesitan saber la dirección del escondite que les consiguió Hasna.
Habla en efecto con Samia para que les consiga la dirección, aunque ella les dice que lo hagan ellos, prometiéndole Inès que la cuidarán y no saldrá su nombre, diciéndole que lo intentará.
Escuchan a Hasna hablando con Samia, que se preocupa por ella.
Le dice que los llevará al apartamento por la noche, preguntándole Samia si no pueden ir ellos solos, diciéndole que no se implique ni duerma allí, que ella irá a buscarla si le da la dirección, preguntándole Hasna si quiere delatarla, ante lo que Samia se muestra indignada, rompiendo entonces Hasna a llorar, diciéndole que va a morir, aunque Samia le dice que no morirá, diciéndole Hasna que no la ha entendido si dice eso, pues va a salvar a su primo.
Samia la abraza mientras Hasna sigue llorando y le dice que si quiere que vaya a buscarla le enviará un mensaje.
Le cuenta que les encontró el escondite en el 8 de la calle Corbillon.
Con esa información, preparan un operativo para dicha dirección mientras siguen vigilando a Hasna y el escondite de la A86, con francotiradores e infiltrados.
Estos ven cómo dos tipos con ropa acolchada que podría ocultar cinturones explosivos suben a un taxi, enviando un dron a seguirlo, aunque esperan para intervenir a que entren en el apartamento.
Llega también Fred para dirigir la operación, recibiendo el visto bueno del presidente.
Noviembre 18
La policía antiterrorista cierra el perímetro.
Luego entran al portal y se disponen a asaltar el piso, aunque la explosión no hace que la puerta se abra y desde dentro les animan a entrar a morir con ellos, iniciándose un intenso tiroteo, temiendo un riesgo de explosión.
Consiguen hacer volar la puerta y esperan tensamente, haciendo que entre un perro al piso, escuchándose varios disparos, por lo que continúan con el tiroteo hasta que se escucha la voz de Hasna pidiendo que paren. Y que la dejen salir.
Le piden que salga con las manos en alto, y cuando se acercan varios policías para detenerla, hay una fortísima explosión.
Evacúan a los heridos y, de madrugada llegan también los militares.
Un robot, precede esta vez a los policías en la entrada del piso, donde comprueban que está todo destrozado, enviando a los artificieros para proteger la zona tras dar por finalizada la operación.
Inès va a ver a Samia, que está en la comisaría detenida y que pide que la saquen de allí, y le dice que le ha mentido, tras lo que le pregunta por Hasna, debiendo informarle que está muerta, porque su primo la hizo volar al inmolarse.
Le pregunta qué va a pasar con ella, diciendo que no lo sabe, pues no sabía que iban a detenerla, pero va a hablar con Fred, que le dice que no pueden hacer nada, pues es la primera vez que pasa algo así, ya que los arrepentidos tienen derecho a una nueva identidad y al protocolo de protección de testigos, pero para la gente corriente no hay nada previsto.
Inès se siente frustrada por incumplir sus promesas, diciéndole Fred que ha hecho un gran trabajo y debe estar orgullosa, aunque ella no lo siente así.
Fred habla para sus hombres, indicando que para sus conciudadanos la situación terminó, pero para ellos continúa.
Los atentados del 13 de noviembre de 2015 provocaron 131 muertos, 494 heridos y miles de víctimas.
La investigación duró más de 5 años. En ella participaron más de 1.000 investigadores y las investigaciones se extendieron hasta 4 continentes y 25 países.
Salah Abdeslam fue detenido el 18 de marzo de 2016 en Bélgica.
37 personas fueron detenidas en Francia, 27 en Bélgica y 5 en Austria.
El caso de Samia Khelouf sentó jurisprudencia y ahora la ley protege a los civiles que colaboran en la lucha antiterrorista. Cambió de identidad y vive bajo la protección del Estado francés.
Tras un juicio histórico 20 acusados fueron condenados a penas de entre 2 años y cadena perpetua.
Salah Abdeslam fue condenado a prisión permanente irreductible.