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Nosferatu el vampiro
Nosferatu el vampiro

Nosferatu, eine symphonie des grauens (1922) Alemania

          También conocida como:
                    - "Nosferatu" (Hispanoamérica)

Duración: 91 min.

Música: Hans Erdmann

Fotografía: Fritz Arno Wagner

Guion: Henrik Galeen (N.: Bram Stoker)

Dirección: Friedrich Wilhelm Murnau

Intérpretes: Max Schreck (Conde Graf Orlok / Nosferatu), Gustav von Wangenheim (Thomas Hutter), Greta Schröder (Ellen Hutter), Alexander Granach (Knock), Georg H. Schnell (Harding), Ruth Landshoff (Annie), Gustav Botz (Professor Sievers), John Gottowt (Professor Bulwer), Max Nemetz (Capitán del Empusa), Wolfgang Heinz (Primer Oficial del Empusa), Heinrich Witte (Guardia del asilo).

ACTO I

En 1838 hubo una gran mortandad en la ciudad alemana de Wisborg.

En ella viven felices y enamorados Thomas Hutter y su esposa Ellen, decidiendo él sorprenderla un día regalándole un ramo de flores, y aunque a ella le hace feliz el detalle, lamenta que haya matado a las pobres flores.

Hutter trabaja para Knock, un agente inmobiliario que informa a Hutter del deseo del conde Orlok, de Transilvania, de comprar una casa amplia y solitaria en Wisborg, por la que está dispuesto a pagar una importante suma de dinero, conminando a Hutter a que le consiga la vivienda que está frente a la propia casa de los Hutter, ordenándole que parta de viaje hacia Transilvania para ultimar el negocio.

Antes de partir Hutter deja a su esposa bajo la protección del rico armador Harding y de su hermana Annie.

Tras emprender su largo viaje llega finalmente a los Cárpatos, hospedándose en una posada para descansar, observando que, con solo pronunciar el nombre de Orlok todos le miran asustados y le dicen que no debe seguir camino, pues el hombre lobo ronda por el bosque.

Ya en su habitación, encuentra un libro "De espíritus aterrorizados por vampiros, sortilegios y los siete pecados capitales", donde lee que de la semilla de Belial surgió el vampiro Nosferatu que vive y se alimenta de de sangre humana viviendo en cuevas terroríficas, cámaras funerarias y ataúdes llenos de tierra maldita.

Al día siguiente todo parece menos terrorífico y parte en un coche de caballos hacia su destino, aunque el camino es largo y comienza a anochecer, negándose los cocheros a continuar su camino, ya que dicen pasado un puente vive el diablo, por lo que debe seguir su camino a pie.

Y tras cruzar el puente aparece un extraño personaje conduciendo un carruaje cubierto de telas, al igual que los caballos que tiran de él y que lo lleva hasta el castillo, a una velocidad altísima, comprobando cómo tras entrar se cierran las puertas del mismo, siendo recibido por el conde Orlok, que le dice que como ha tardado tanto y es casi medianoche, ya duermen sus sirvientes.

ACTO II

Su anfitrión le tiene preparada la cena, sobresaltándole la campana de un reloj que hace sonar un pequeño esqueleto, cortándose un dedo por el susto, acercándose el conde a él para chupar su dedo, haciendo que Hutter se asuste al ver su actitud.

El conde le dice que pueden estar un rato más juntos, pues todavía falta tiempo para la salida del sol y él por el día duerme profundamente.

Cuando se despierta al día siguiente, está en efecto solo, observando que tiene dos pequeñas heridas en su cuello a las que no da importancia, observando que le han preparado una gran comida, tras la cual recorre el castillo y escribe una carta a Ellen en la que se queja de que hay una plaga de mosquitos que le han picado en el cuello.

Por la noche, mientras está con el conde hablando de negocios se le cae el retrato de su novia, comentando el conde al verlo que su mujer tiene un bonito cuello, tras lo cual firma el contrato por el que acuerda la compra de la casa que hay frente a la suya.

Ya en su cuarto vuelve a leer el libro de vampiros que cogió en la posada, donde explican que Nosferatu se alimenta de sangre humana, empezando a sospechar que Orlok es Nosferatu, por lo que se esconde en su habitación, pese a lo cual esa noche entrará allí Nosferatu, viendo horrorizado cómo este avanza despacio hacia él.

Y justo a la misma hora, aunque a cientos de kilómetros, Ellen se levanta sonámbula y comienza a caminar por una barandilla, debiendo recogerla Harding antes de que caiga de la misma, devolviéndola a su cama donde aun sonámbula grita el nombre de Hutter. Y tras el grito la sombra de Nosferatu que estaba a punto de llegar a Hutter, que se encuentra inconsciente, se retira.

Cuando despierta al día siguiente, Hutter decide investigar la razón de sus pesadillas nocturnas, bajando hasta una cripta donde descubre durmiendo dentro de un ataúd a Nosferatu.

Y por la noche observa desde la ventana de su cuarto cómo carga varios ataúdes en un carro, metiéndose él mismo en uno de ellos antes de hacer partir su carruaje.

Hutter, encerrado en el castillo, consigue huir descolgándose por la ventana tras atar varias sábanas, aunque se golpea y pierde el conocimiento.

Entretanto los balseros llevan los ataúdes de Nosferatu hacia el valle.

ACTO III

Hutter convalece en el hospital al que le llevaron unos campesinos que lo encontraron tras despeñarse, gritando al despertarse: ¡Ataúdes!.

Estos son cargados poco después en la goleta Empusa, camino de Wisborg, observando los marineros que pesan demasiado, comprobando al abrir uno de ellos que va cargado de tierra y de ratas.

Bulwer, un profesor paracelsiano que investiga los secretos de la naturaleza les enseña a sus alumnos las plantas carnívoras.

Entretanto el agente inmobiliario Knock enferma de hidrofobia por el influjo del ya cercano Nosferatu, comenzando a delirar y a comer moscas, afirmando: ¡La sangre es vida!.

En Wisborg Ellen acude a la playa con nostalgia de su amado, recibiendo la carta de esto, aunque lejos de reconfortarla, la perturba aun mas.

Hutter comienza a recuperarse y parte hacia su casa.

Knock le roba un escrito al hombre que le cuida donde se habla de una epidemia de peste en los puertos del Mar Negro de Varna y Galati, que afecta sobre todo a la gente joven, que muere en masa, mostrando todos ellos unas extrañas marcas en sus cuellos, por lo que se cierran los Dardanelos a todos los barcos sospechosos de haber sido atacados por la peste, sonriendo Knock al leerlo.

En el barco un marinero delira por la fiebre, viendo cómo se acerca a él el vampiro, empezando poco a poco a enfermar el resto de la tripulación, muriendo todos ellos, hasta quedar solo vivos el capitán y su segundo, el cual decide bajar a la bodega armado con un hacha, comprobando al llegar junto a los ataúdes como de ellos empiezan a salir ratas, viendo cómo se incorpora Nosferatu tras lo que el marinero, aterrorizado, se lanza al mar.

El capitán por su parte decide atarse al timón, no pudiendo huir cuando sale Nosferatu de la bodega, para, tras acabar con el capitán, hacerse con el gobierno del barco.

ACTO IV

Ellen, que sigue como sonámbula, parece presentir la llegada del vampiro, al igual que Knock, que encerrado en un asilo ve cómo llega el fantasmagórico barco a la ciudad, gritando: ¡El maestro se acerca!, consiguiendo poco después deshacerse de su cuidador y escapar.

Cuando el barco llega al muelle, emerge la figura de Nosferatu desde la bodega.

Hutter recuerda que leyó que los vampiros extraen su fuerza de la tierra maldita en la que fueron enterrados, y es por ello que Nosferatu viajaba con sus ataúdes cargados con esta.

También Hutter consigue llegar pese a todas las dificultades junto a Ellen.

Finalmente Orlok desembarca y corre cargado con su ataúd hasta la que será su nueva residencia, pasando inadvertido, mientras los ratones que viajaban en la bodega salen también.

Por la mañana las autoridades inspeccionan el barco, en el que solo encuentran el cuerpo del capitán atado junto al timón.

Leen el diario de a bordo desde que el barco partió de Varna el 12 de julio, comprobando que al décimo día aparecieron ratas y con ellas el peligro de peste.

Al temer que este haya llegado con el barco a la ciudad, las autoridades ordenan que ningún enfermo salga a la calle.

ACTO V

Un hombre va marcando las casas en que hay afectados por la enfermedad.

Ellen lee el libro sobre los vampiros pese a que Hutter le dijo que no lo hiciera, enterándose así de que el único modo de librarse del vampiro es lograr que una mujer libre de pecado le haga olvidar el primer canto del gallo, entregándole su sangre sin coacción obsesionándose con el libro y con su nuevo vecino al que ve cada noche desde su ventana.

Entretanto el terror se apodera de la ciudad, por la que cada día desfilan los ataúdes cargados de personas muertas, y tratando de buscar a un culpable se lanzan a por Knock, al que persiguen, pero que logra burlarlos.

Llegada la noche, Ellen siente una fuerza que la atrae hacia la ventana, frente a la cual está Nosferatu, sin que Hutter, que duerme a los pies de su cama la oiga.

Finalmente lo despierta y le pide que vaya a buscar al Doctor Bulwer, y aprovechando su ausencia el vampiro se cuela en su casa y succiona el cuello de Ellen, escuchándose justo en ese momento el canto del gallo.

Knock, que finalmente fue atrapado y vuelve a ser encerrado grita mientras escucha el canto del gallo: ¡El maestro, el maestro!.

Y este, al no haber escuchado el canto del gallo desaparece cuando, tras acercarse a la ventana le da la luz.

Knock dice entonces: "el maestro ha muerto".

Hutter llega a casa justo a tiempo de poder ver morir a Ellen en sus brazos.

A la misma hora cesó la mortandad en la ciudad, tras lo que se puede observar el castillo del conde en los Cárpatos destruido.

Calificación: 4