Normandía al desnudo
Normandie nue (2017) * Francia
Duración: 94 min.
Música: Bruno Coulais
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Guion: Olivier Dazat, Philippe Le Guay (Colaboración: Victoria Bedos / Idea: Philippe Le Guay)
Dirección: Philippe Le Guay
Intérpretes: François Cluzet (Georges Balbuzard / "Balbu"), Toby Jones (Blake Newman), François-Xavier Demaison (Thierry Levasseur), Pili Groyne (Chloé), Arthur Dupont (Vincent Jousselin), Daphné Dumons (Charlotte), Grégory Gadebois (Roger), Lucie Muratet (Gisèle), Philippe Rebbot (Eugène), Patrick d'Assumçao (Maurice), Vincent Regan (Bradley).
Un hombre se despierta en medio del campo tras haber pasado la noche en una tienda de campaña, y mientras hace pis, todavía medio adormilado, comienza a ver a gente desnuda a su alrededor.
Chloé cuenta su vida. Seis meses atrás sus padres, hartos de la contaminación, del ruido y las prisas, decidieron trasladarse desde París a un pueblecito de Normandía, Mêle-Sur-Sarthe, un pueblecito de 600 habitantes que dice, solo tiene la calle Mayor y la iglesia, ya que todo lo que podía quedar de bello en él fue bombardeado durante la II Guerra Mundial.
Se trasladaron en principio para pasar el periodo de vacaciones escolares, pero luego su padre descubrió que podía hacer buena parte de su trabajo por ordenador y comenzó a ir cada vez menos a París, primero iba tres días a la semana, pero luego lo dejó en dos, para acabar yendo solo uno, para finalmente dejar de ir.
Por su parte, su madre se hizo construir un horno y empezó a levantarse cada martes a las 5 de la mañana para hacer pan orgánico que vendía en el mercado de Remalard y los jueves en Mamers.
Los ganaderos normandos cortan las carreteras en protesta por la bajada del precio de la carne y de la leche, liderados por Georges Balbuzard, "Balbu", el alcalde.
Entre los afectados por los cortes se encuentra un prestigioso fotógrafo americano Newman, que después de haber recorrido cientos de kilómetros, haber visto campos de lavanda, de girasoles, o de colza, no ha encontrado el escenario adecuado para su trabajo, por lo que regresa a Estados Unidos, aunque el corte de la carretera puede impedirle llegar a tiempo al aeropuerto, sugiriéndole los propios manifestantes una vía alternativa.
Mientras preguntan a uno de los ganaderos, Maurice, el director de fotografía observa un campo que fotografía.
Llega entretanto a la población un joven que se dirige a una tienda de fotografía cerrada y en la que el correo se acumula bajo la puerta, observando que permanecen las viejas cámaras analógicas y los rollos fotográficos ya en desuso.
Entretanto, en el Centro Rural se reúnen todos los habitantes para poder ver en el telediario la repercusión de su campaña, viendo que no les dedican más de dos minutos, por lo que debaten qué medidas tomar para el futuro, aunque acaban discutiendo entre ellos, sobre todo Maurice, que no fue a la concentración y Eugene, que le acusa de haberse quedado con unas tierras que pertenecían a su familia.
Piensan en cómo conseguir causar un fuerte impacto en la opinión pública, aunque sin recurrir al vandalismo, pero de nuevo vuelven a los reproches personales, acusando al acalde de haberse negado a construir un supermercado que habría dado vida al pueblo, recordándoles él que hizo lo que ellos votaron, consiguiendo que se fuera al pueblo de al lado, que es donde tributan.
Por la noche Balbu va a ver a Vincent, al que reprocha que no haya ido a saludarle tras su regreso.
Se queja ante él de que no hay solidaridad en el pueblo.
Vincent le pregunta por Betty, debiendo contarle que le dejó dos años atrás y se fue con un dentista, harta de no ir nunca de vacaciones, y más cuando tras coger un viaje a Grecia lo canceló para evitar el cierre del aserradero. Salvó 22 empleos, pero le costó su matrimonio.
Al día siguiente, ya en el aeropuerto, y cuando deben hacer el check-in, Newman decide que no regresa a Estados Unidos, pues después de haber analizado la foto que hizo en los campos normandos cree que ha encontrado el lugar adecuado para su foto, y ante la negativa de su ayudante más joven a quedarse, decide hacerlo él con su otro ayudante, señalando que tendrán la fotografía lista en dos semanas, siendo ese el momento, pues si regresan un mes más tarde habrán cambiado ya la luz y los árboles.
Eugène ve cómo le embargan el tractor.
Vincent va hasta la fábrica de quesos para esperar a la salida a Aurélie, hija de Eugène, una antigua novia, aunque una amiga de ella le dice que se cansó de esperarle y se va a casar con otro joven en 10 días.
Ella le dice que si él hubiera querido se habría casado con él, pero no tuvo más noticias que un mensaje tres años atrás.
Charlotte, una de las amigas de Aurélie le pide el teléfono para poder ponerse en contacto con él y darle los datos de la boda de su amiga.
Chloé le hace ver a su padre que desde que vive en el campo no para de estornudar, pero él le quita importancia y le hace ver las virtudes del campo mientras oye hablar de los atascos de París.
Los americanos llegan hasta la granja del alcalde mientras insemina a una vaca.
Le muestran luego la fotografía, en la que Balbu reconoce el campo Chollet, y le exponen su idea: desea hacer una fotografía en aquel paraje, esperando que pose la gente del pueblo desnuda, algo que al alcalde le parece un disparate y a lo que se niega.
Pero cuando ya se van a ir los americanos reflexiona y baja a hablar con ellos, acompañándoles incluso hasta el hotel local, donde son recibidos con gran cariño por la dueña, que recuerda que en aquel hotel se alojaron algunos militares americanos durante la guerra, conservando una de sus habitaciones, la que ocupó un Sargento Mayor, adornada tal como estuvo durante aquel acontecimiento, y en la que decide instalarse Newman.
El alcalde vuelve a reunir todos los vecinos para explicarles su proyecto, pensando en la repercusión que tal acontecimiento tendrá, no solo ya en las cadenas regionales, sino a nivel mundial, lo que les servirá para dar a conocer sus reivindicaciones.
Thierry sigue tratando de disfrutar del campo, pero es rociado con pesticidas.
El alcalde le pide ayuda. Harán un cartel anunciando el acto, colocando imágenes de Adán y Eva desnudos en el campo para animar a la gente a apuntarse.
Al día siguiente todo el mundo habla en el mercadillo o en el supermercado, del correo que recibieron y donde se les convoca para acudir al campo Chollet.
Valery y Thierry son los primeros en apuntarse.
Pero Eugène no está tan contento, considera que el campo Chollet pertenece a su familia y no a la de Maurice, recordándole tanto su mujer como su hija, que preparan el vestido de novia de esta que debe olvidarse del asunto ya que no puede demostrar que es suyo ya que el catastro fue destruido durante la guerra.
En la carnicería interrogan al alcalde. Las mujeres se plantean lo complicado de desnudarse entre gente que se conoce pues luego hablarán del cuerpo de cada uno y tendrán que volver a convivir tras la experiencia, a la que Giselle, la mujer del carnicero, que años atrás fue Miss Calvados se niega a presentarse, pues cree que está bien desnudarse de joven, pero le parece que hacerlo de mayor es indecente.
Thierry debe acudir a Michèle para recibir masajes, pues aunque asegura que le encanta el campo, el campo no parece hecho para él.
Bradley le cuenta a Balbu que Newman creció dentro de una familia muy religiosa en Salt Lake City y nunca había visto a nadie desnudo hasta que a los 22 años vio a 30 hombres desnudos en un vestuario y fue un shock.
Bradley fue fotógrafo de guerra hasta que le hirieron y tuvo que dejarlo, trabajando con Newman desde 10 años atrás.
Balbu le promete que en 10 días habrá conseguido a 200 personas, aunque tenga que convencerlos uno a uno.
Newman, por su parte, intrigado por el sabor de la morcilla se acerca a la carnicería, aunque el carnicero le dice que tiene la tienda y no le permite pasar.
Llega luego hasta la tienda de Vincent, que le aclara que no la tiene abierta, sino que trata de vender la tienda, diciéndole Newman que quiere comprarle las fotos que hizo sus padres y buena parte del material que tenía su padre, ofreciéndole trabajo a Vincent que le dice era su padre el fotógrafo, no él.
Él fue ciclista, pero lo dejó, y ahora vuelve a sacar su bici y recorre los caminos, pero se cansa pronto.
Balbu trata de convencer a Maurice, que dice que les deja el campo gratis, pero que no se desnudará.
Vincent se encuentra con Charlotte en el supermercado y ella le dice que ya se conocían, aunque él le dice que si la conociera la recordaría, indicando ella que fue quien le dio las flores en el podio en una carrera que ganó años antes, aunque entonces, le dice no besaba a los chicos.
Vincent le pregunta si ahora lo hace, viendo cómo le da un beso.
Cuando por la mañana abre el carnicero ve que alguien pintó en su luna: "Gisèle, desnúdate".
Entretanto Eugène va a ver a Maurice para preguntarle cuánto le han dado, respondiendo que no lo ha hecho por dinero, volviendo a echarle en cara Eugène que se apropiara su familia de un campo que es suyo, e incluso que su padre se colgó por ello, algo que Maurice le dice que es falso.
Roger llama a Balbu, preocupado por las pintadas, diciéndole el alcalde que colocará cámaras enfrente para ver de quién se trata.
El único que parece totalmente en contra de la idea de desnudar al pueblo es el señor Férol, el farmacéutico, pues dice les va a someter a un proyecto de humillación colectiva.
En casa Gisèle le dice a su marido que no debe preocuparse, pues solo él tiene derecho a verla desnuda.
Newman idea hacer la foto siguiendo el modelo de los cementerios tras la Segunda Guerra Mundial, siguiendo su forma geométrica, acudiendo con Bradley al campo, donde se encuentran a Eugène armado, diciéndoles él que no les permitirá hacer la foto en su campo, disparando al aire para echarlos.
Va a verlo poco después Balbu, diciéndole que toda la región está pendiente de la foto y él les echa a disparos, no pareciendo estar dispuesto a dar su brazo a torcer, por lo que Balbu le dice que no podrá contar con él más para renegociar su deuda.
Balbu lleva a los fotógrafos por toda la región, mostrándoles otros campos, pero él insiste en que solo lo hará en el campo Chollet.
Charlotte va a ver a Vincent a la tienda, donde está envolviéndolo todo, echándole en cara que no la haya llamado, preguntándole ella si le gustó el beso que le dio en el supermercado, a lo que él responde que sí, aunque ella se queja de su poco entusiasmo.
Recuerda que se hizo allí la foto de su primera comunión y le pide que le busque la copia, aunque él dice que eso le llevaría días, aunque finalmente va a buscarlas.
Cuando regresa la encuentra sentada frente a la cámara pero desnuda, preguntándole si cree que quedaría bien en el campo Chollet, haciéndole él una foto, y besándose.
Un día llegó Volker, socio y amigo de Thierry en helicóptero.
Su padre tiene psoriasis, eccema y asma, pero se niega a reconocerlo, pidiéndole Volker que vaya a París a que lo vea un especialista y le dice que debe volver a la oficina para encarrilar el trabajo, pero él dice que ya pasó página.
Vincent acude con Charlotte a casa de Balbu, que lo había invitado a cenar, invitándolos a ambos, mostrándole Vincent fotos del pueblo que hizo a escondidas y que reflejan la antigua vida en el campo.
Escuchan en las noticias que la Organización Mundial de la Salud indicó que la carne roja es cancerígena, lo que supone un mazazo más contra los agricultores, que esta vez sí, deciden acercarse en masa a apuntarse para la foto, incluso Maurice y Eugène, que levanta su veto a que hagan la fotografía en el campo Chollet.
Pero Roger no puede dormir pensando en que su mujer pueda ir al campo, y no le tranquiliza Férol que le dice que irán a verla todos los hombres de la región.
Balbu ve con la cámara que colocó que la responsable de las pintadas es Chloé, que le dice, cuando la va a buscar al colegio que lo hace porque está en contra del maltrato animal y está harta de vivir en ese pueblucho.
Dice que Roger es un asesino de animales y Normandía desaparecerá por el cambio climático que están provocando.
Colocan las estacas que indicarán el lugar donde se colocarán los modelos.
Se celebra la boda de Aurélie, habiendo un gran pleno en el salón del ayuntamiento, donde se celebra, acudiendo incluso los americanos y donde el padre de la novia le debe recordar al alcalde que van a celebrar una boda para que deje hablar de la carne, pidiendo que al día siguiente vayan todos a hacerse la foto, aprovechando Gisèle para anunciar que ella también irá.
En la tienda, Vincent le dice a Charlotte que en un mes los compradores se harán cargo de la tienda, diciéndole ella que no debe temer a que porque se acostaran se haya enamorado de él ni le vaya a suplicar que se quede, tras lo que se marcha.
En su casa, Roger y Gisèle discuten por la decisión de ella.
Newman se dispone a desayunar por fin una morcilla en el hotel, cuando de pronto aparece Roger con un cuchillo y le dice a Newman que no puede hacer la foto.
Bradley, que trata de calmarlo recibe un corte en su mano, y Balbu, que intenta detenerlo, en su hombro, consiguiendo finalmente Bradley quitarle el cuchillo.
Pero Newman decide que deben marcharse, pues dice que en ese pueblo están todos locos, y solo la intervención de Bradley consigue calmarle y convencerle de quedarse.
Pero cuando llegan al campo solo hay una veintena de personas, y Vincent que estuvo haciendo llamadas encontró excusas en todos y Balbu dice que irán, pero Newman le dice que ya es tarde, pues ya cambió la luz.
Balbu trata de retenerlos, pero Newman le dice que está harto de Normandía y le hace ver que ya no se fía de su palabra, siendo el no haber podido probar la morcilla lo único que lamenta.
Chloé nota que tras el asunto de la foto el pueblo parece más triste, pues antes, con las discusiones, parecía que en el pueblo había algo de vida, siendo el señor Férol el único que parece feliz.
Roger consiguió ser libre porque Balbu no le denunció.
Muchos se preocupan al llevar tres días sin ver a Balbu y lo comentan en el mercadillo, diciéndoles Vincent que lo dejaron tirado, sugiriendo ellos ir a verle y que vuelva a convencer a los americanos que vuelvan, aunque él les dice que los estadounidenses no regresarán jamás, ofreciéndose para hablar con él.
Pero tampoco lo recibe con agrado. Lo encuentra trabajando en pijama y le dice que Betty se fue porque él dedicó su vida a trabajar para una panda de desagradecidos, recordando que incluso los tipos del supermercado le ofrecieron 20.000 Euros y los rechazó y ahora le acusan de haberlos cobrado.
Le pide que regrese al ayuntamiento, lo que se niega a hacer, diciéndole que a él no le importa, pues en definitiva se irá en tres días y le manda marcharse.
Maurice está más inquieto de lo habitual y se pasa el día cortando leña, pese a que se avecina el verano, descubriendo su mujer algo, las escrituras que demuestran que el campo Chollet era de la familia de Eugène, reconociendo que desde tiempo de su tatarabuelo se guarda el secreto, pero que irá al catastro a presentar los papeles, diciéndole su mujer que mejor vaya a hablar personalmente con Eugène y le entregue los papeles.
Cuando al día siguiente le entrega los papeles Eugène no parece reaccionar. Solo le pregunta a Maurice si le apetece un trago, aceptando este, uniéndoseles poco después varios convecinos más con los que charlan y beben animadamente.
Pero Balbu no está bien. En pijama y con batín se dirige hacia la casa de Eugène y este le dice que enterró el hacha de guerra con Maurice, aunque sin hacerles caso se dirige hacia el granero en que se suicidó el padre de Maurice, dispuesto a hacer lo mismo.
Fuera se ríen de él no sabiendo a qué entró con las cabras, aunque cuando reflexionan y recuerdan que iba en pijama se asustan y entran.
Balbu, entretanto parece haberse arrepentido, aunque oye que van a entrar vuelve a colocarse la soga al cuello.
Eugène trata de hacerle reflexionar y le dice que no está bien suicidarse en casa ajena, echándoles en cara Balbu que no fueran capaces siquiera de ir a hacerse la fotografía, porque ninguno miró más allá de su interés, mientras que él perdió incluso a su mujer por dedicarse a su pueblo, diciéndole todos que su mujer no lo soportaba y se hubiera ido de todos modos.
Les dice que no ven más allá de sus intereses, diciéndole entonces todos que fue culpa suya que el supermercado no fuera a su pueblo, algo que le indigna especialmente, pues les recuerda que fueron ellos los que rechazaron la obra, insistiendo ellos en que saben que le dieron una comisión para que fuera al otro pueblo.
La indignación hace que pierda pie en la escalera y lleve a cabo el ahorcamiento, aunque todos corren para sujetarle, subiendo uno a soltar la cuerda, cayendo todos y rompiendo tras ello a reír.
Vincent vuelve a la fábrica de quesos durante el descanso del personal y le dice a Charlotte que ha decidido no vender la tienda de su padre, pues la quiere, aunque Charlotte le dice que si no cree que ella tiene algo que decir.
Él le dice que logró encontrar su foto de la comunión, que le lleva enmarcada, llamando tras ello al resto de las trabajadoras para mostrarles una fotografía que hizo su padre de todas las compañeras, viendo cómo Charlotte ahora le sonríe con complicidad.
Vincent convoca a Balbu al campo Chollet a las 6 de la mañana.
Le explica que por la mañana la luz llega por el este y por eso Newman quería hacer la fotografía por la mañana, con el sol de cara, aunque él cree que es mejor que el sol llegue por el oeste y les dé a contraluz, pues suaviza los rasgos y le dice que hará él la fotografía, abrazándolo Balbu.
Por la mañana Férol se despierta y encuentra una pintada en su escaparate pidiéndole que se desnude con la misma pintura y letra que hizo las pintadas en casa de Roger.
Chloé le dice a su padre que debe tratar de olvidarse de convencerlas de que es feliz viviendo en el campo, y le pide que diga que no aguanta más.
Le dice que podrían estar tomando algo en alguna terraza de París, en La Fayette, donde no hay árboles y hay olor a gasolina y bocinazos, reconociendo que le encanta pensar en todo ello.
En el campo Chollet esta vez sí, se reúnen todos los ganaderos de la región para hacer la fotografía, colocándose Maurice y a Eugène juntos.
Mientras se preparan, ven que se acerca el helicóptero del señor Volker.
Balbu ve que en esta ocasión han ido todos, diciendo que lo hacen porque esta vez no son los imperialistas.
Llegan también Roger y Gisèle, dándole las gracias el primero a Balbu por no haber presentado la denuncia y acepta que su mujer se desnude.
Thierry y Chloé se van con el señor Volker a París, viendo desde el helicóptero a sus, hasta ese momento convecinos, corriendo desnudos a ocupar sus lugares para la foto, una de las cuales es su madre, que los saluda, como el resto de los modelos, a los que Vincent fotografía.