
Muy lejos
Molt lluny (2025) * España / Países Bajos
Género: Drama
Duración: 100 min.
Música:Silvia Pérez Cruz
Fotografía: Edu Canet
Guion y Dirección: Gerard Oms
Intérpretes: Mario Casas (Sergio), David Verdaguer (Manel), Ilyass El Ouahdani (Yusuf), Jetty Mathurin (Thenna), Reinout de Vey Mestdagh (Hans), Hanneke van der Paardt (Lotte), Christian Ramirez (Samuel), Raúl Prieto (Miguel), Omar Ahaddaf (Murat).
Un grupo de aficionados del Español avanzan se dirige al estadio de Utrecht para apoyar a su equipo, que se enfrenta en el encuentro de ida al equipo local en la copa de la UEFA 2008-2009.
Tras el partido, los aficionados van a un bar y bromean con una de las camareras y Miguel le dice que su hermano Sergio está soltero aunque estuvo a punto de casarse.
Despiertan, todavía de noche, con resaca y salen en el autobús hacia el aeropuerto.
Pero antes de entrar en este, Sergio tira la cartera en una papelera, y cuando tienen que pasar el control, a él le impiden entrar por no tener forma de identificarse, por lo que pide a los demás que suban, y su padre le da algo de dinero.
Regresa al hostal donde se quedaron y paga una noche más.
Habla con su madre, a la que le dice que se tiene que quedar unos días por si aparece su documentación y que le tendrán que hacer un pasaporte de emergencia.
El día anterior vio a dos hombres haciendo una mudanza y oyó que hablaban en español y vuelve a verlos y le pregunta al chico, que es marroquí, pero que habla español y al otro hombre, que es hispano, que si necesitan otro trabajador, y, aunque el dueño le dice que no necesita a nadie, él comienza a cargar mueble y consigue que lo contraten.
Comienza así a trabajar haciendo mudanzas y come luego con sus compañeros a la orilla del río, al compartir ellos su comida, que Yusuf le dice es comida del restaurante donde trabaja también.
Samuel le cuenta que no tiene allí su familia. Que tiene un niño de 5 años y los extraña, pero necesita trabajar para mandarles dinero.
Cuando recibe la paga se va luego a jugar al fútbol con Yusuf y sus amigos.
Trata de encontrar habitación, pero al primer sitio que va le dicen que no alquilan habitaciones a extranjeros.
Para tratar de integrarse comienza a dar clases de holandés y allí conoce a Manel, otro chico de Barcelona, que le dice que a los holandeses no les gustan los de fuera.
Llama a su casa y les dice que al menos allí tiene un trabajo y está bien.
Pero cuando llega al día siguiente a trabajar sus compañeros le dicen que los han despedido.
Él va a exigir su paga al jefe, pero este le dice que no trabaja con ladrones.
Pregunta a sus compañeros qué robaron, aunque Samuel, sin querer hablar, le dice que nada.
Como no cobró y carece de dinero, en el hostal le dicen que no puede quedarse si no paga, aunque la recepcionista le da su teléfono.
En la calle, sin saber a dónde ir ni qué hacer, camina sin rumbo.
Finalmente decide probar suerte en casa de Thenna, una mujer de origen extranjero en cuya casa hicieron una mudanza y que sabe que tenía un cuarto libre, aunque ya le dijo que no quería alquilarla y llama, pero otro alquilado le dice que no está, pues tiene turno de noche, por lo que se mete en una lavandería y se sienta allí para pasar la noche.
Vuelve al día siguiente a casa de Thenna y le pregunta por la habitación, y la mujer le hace entrar al verlo helado y él le dice que le pagará a final de mes.
Le despierta el otro inquilino con su violonchelo, y aunque le dice que necesita dormir, le replica que son las 11 de la mañana.
Comienza a trabajar fregando platos en la cocina del restaurante donde trabaja Yusuf, y allí aprovecha para comer los restos de la comida que dejan los comensales.
Ayuda a Thenna en la cocina y le muestra como chascar las patatas, como le enseñó su abuela.
Vuelve a ver a Manel, que le cuenta que el Español perdió el partido de vuelta, tal como lee en el periódico, que le llevan al instituto Cervantes de la capital.
Manel le cuenta que acabó allí porque conoció a una chica holandesa en Blanes y fue con ella allí.
Él le dice que quiere probar, porque trabajaba con su padre y cerró el negocio y estaba sin trabajo.
Manel le dice que entonces ha ido a sobrevivir, como todos.
Que él estaba harto de la crisis, de no poder pagar el alquiler y de ver siempre a la gente enfadada y triste, y allí sigue la crisis, no puede pagar el alquiler y la gente está enfadada y triste, aunque al menos no los entiende cuando hablan.
Se ofrece para echarle una mano con el papeleo.
Yusuf le dice que echa de menos a su familia. Que llegó con su hermano a Múnich, pero cuando se les acabó la visa, su hermano regresó a Marruecos, y él se quedó porque allí hay trabajo y dinero.
Le hace probar tras ello el hachís.
Se queja cuando le hacen limpiar el baño, pero si no lo hace le echarán, pues cada día debe hacerlo uno de ellos.
Trata de comprar una bicicleta vieja para poder moverse, y aunque en la tienda no quieren dársela por solo 50 euros, aunque un empleado le ofrece una.
Pasa el rato jugando al fútbol con Yusuf y otros chicos marroquíes y sigue con sus clases de holandés y a veces va a tomar una cerveza con Manel.
Mientras lo hacen se les acerca un chico holandés al que vio cuando intentaba alquilar una casa, aunque él lo ignora y le dice que no lo recuerda, y cuando Manel bromea con él y le dice que ha ligado, Sergio se toma mal la broma.
Escucha también al otro inquilino cuando se acuesta con alguien, y, aunque Thenna trata de que se lleve a Sergio con él y con sus amigos, él le dice que sus amigos son diferentes a Sergio y no conectarían.
Cuando el jefe le regaña por ir muy lento, Yusuf le escucha protestar y decir "puto moro".
Va con Manel al Instituto Cervantes, donde le llevan los periódicos españoles y allí ve a una poeta recitando textos en catalán, que al ver que es catalán le dice que vaya esa tarde, pues van a hacer una sesión de poesía catalana de Marti i Pol.
Manel le explica a Sergio que ayuda a algunos extranjeros a obtener su permiso de trabajo. Tiene para ello una caravana donde pueden vivir mientras gestionan sus permisos, pues si no tienen casa no les dan trabajo, y sin trabajo no obtienen el permiso y si le pillan puede empadronar a tres en casa de Angela, su novia, y la multa es menor que el beneficio.
Le habla de su amigo, aunque Manel le dice que con moros no lo hace porque no son de fiar, aunque él le dice que es una buena persona.
Sergio le dice a Yusuf que conoce a alguien que le puede ayudar con los papeles.
En casa ayuda a limpiar la valla junto con el otro inquilino, que apenas le habla, aunque le recomienda que pinte su bicicleta para que no se la roben.
Thenna le pregunta si regresará por Navidad a su casa, pero él dice que no puede porque tiene que trabajar, y lo mismo les cuenta a sus padres.
Come en el restaurante, pero cuando llegan unos clientes debe simular que es un cliente y marcharse, para entrar por la otra puerta a la cocina para trabajar.
En Noche Buena cena con Manel y con Angela, que les habla del Sinterklaas un personaje parecido a Papa Noel que es quien lleva allí los regalos y que llega desde Madrid en barco y mete a los niños malos en un saco y se los lleva a España.
Manel se burla de la tradición, pues además el Sinterklaas va acompañado de niños negros, que en realidad son blancos pintados de negro y hace que Angela se sienta molesta e incómoda con sus bromas.
Aprovecha el momento para volver a hablarle del permiso de Yusuf.
Y una noche, mientras carga con la comida del restaurante ve a su compañero de piso con sus amigos que salen de una sala.
Thenna le dice que a ella la respetan porque habla muy bien el idioma, pero que cada día hay alguien que le pregunta, por su color, de dónde es. Que siempre le recuerdan que es inmigrante y no le dejan olvidarlo.
Lo lleva en Nochevieja a una fiesta con otras amigas y amigos de su nacionalidad y beben, comen y bailan, y, para recibir el nuevo año queman un papel donde escribieron algo.
Bailan luego agitando pañuelos rojos.
Consigue un colchón nuevo más grande y mejor y Thenna le dice que así podrá llevar pareja y divertirse como su compañero.
Un día, tras la clase de holandés, y cuando regresan a casa, ya un poco borrachos, Manel y Sergio reciben la invitación de unas chicas holandesas que les piden desde la ventana que se unan a su fiesta.
Ellos se excusan y las chicas les preguntan si son pareja, y, bromeando, Manel dice que sí y le da un beso a Sergio, que se lo devuelve más apasionado, aunque luego le dice que estaba siguiendo su broma y le pregunta si es maricón o qué-
Un día, en el restaurante, Yusuf le propone que se case con él para conseguir los papeles, ya que le dice que su amigo no puede ayudarle ya, y él se enfada mucho y se indigna y le pregunta si le está llamando maricón.
Una noche va a beber a un pub donde ponen música cubana y lo saca a bailar una chica y luego van juntos a su apartamento y se acuestan.
Al salir ve que le robaron la bicicleta y trata de robar otra, aunque no lo consigue.
El dueño del restaurante le pide que cuente él las propinas y las reparta en función de las horas que hizo cada trabajador, aunque Yusuf no entiende que le deje hacerlo.
A pesar de la bronca, sigue yendo a jugar al fútbol con Yusuf, pero este ahora está enfadado con él y le entra y acaban peleándose.
Un día, mientras están trabajando se presentan unos policías y se llevan a Yusuf. El dueño dice que había comenzado de prueba e ignoraba que no tenía permiso.
Se lo llevan a comisaría y el dueño le dice a Sergio que Yusuf no volverá y le pide que termine él su trabajo.
Cuando termina sale al callejón trasero con un fuerte ataque de ansiedad.
Thenna le cura una herida que se hizo con el cuchillo mientras hacía con rabia el trabajo de su amigo, y rompe a llorar ante ella.
Angela acaba echando a Manel de casa. Se ven en la estación donde aquel coge el tren hacia el aeropuerto y le regala su bicicleta.
En casa observa a escondidas al otro inquilino practicando con su violonchelo.
Una noche va a una discoteca de ambiente gay, donde ve que la gente baila y se mueve sin prejuicios y lo ve allí con sus amigos.
Se dirige a él un chico y esa noche baila y bebe y abraza y bebe con su compañero.
Cuando se marcha lo hace con uno de los chicos que conoció en la discoteca que lo lleva a su casa.
Le cuesta besarlo, aunque finalmente lo hace y hacen el amor.
Regresa a Utrecht su hermano Samuel y va a visitarlo al hostal donde se alojaron entonces y en donde durmió él los primeros días.
La recepcionista le dice que le nota triste y él dice que tiene algo dentro.
Su hermano le dice que le nota más delgado, y van juntos a un bar.
Le devuelve su cartera, que alguien mandó a casa de sus padres, y, aunque él le dice que podría habérsela enviado por correo, Samuel le dice que así lo veía.
Cerca de ellos hay otros dos hermanos y Samuel le señala que uno de ellos es muy guapo, y cuando él dice que no lo sabe, Samuel le dice que sí lo sabe.
Le dice luego que haga lo que tenga que hacer y regrese, pues tiene a su madre preocupada.
Pinta la bicicleta, como le recomendó su compañero para que no se la roben y sale para volver a jugar al fútbol con los marroquíes.