Te cuento la película

Mi soledad tiene alas

España (2023) *

Género: Drama

Duración: 97 min.

Música: Zeltia Montes

Fotografía: Edu Canet

Guion: Mario Casas y Deborah François

Dirección: Mario Casas

Intérpretes: Óscar Casas (Dan), Candela González (Vio), Farid Bechara (Reno), Francisco Boira (Padre de Dan), Rebeca Aliena (Francesca), Ángeles Moreno (Abuela).

Tres tipos salen a toda prisa por debajo de la puerta reventada de una joyería, sin que deje de sonar la alarma.

Suben juntos a una moto y huyen a toda velocidad mientras escuchan las sirenas de la policía en dirección contraria a la de ellos, que se cuelan con la moto en una nave.

Violeta, que forma parte del grupo, les dice al conductor, Dan, que tardaron 8 minutos y 16 segundos. Que se está haciendo mayor.

Van luego a una discoteca, dirigiéndose directamente a un despacho que hay en la zona privada donde vacían el contenido de su bolso y, tras cobrar, salen luego a tomar algo.

Mientras beben, ven cómo Reno se pelea con otras personas y van a ayudarle.

Fuman luego en un descampado observando cómo amanece en la ciudad.

Dan llega a casa ya de día, encontrando a su abuela sentada viendo una telenovela.

Guarda luego en su cuarto una bolsa con el dinero que consiguió y un reloj de oro y abre su carpeta de dibujos y comienza a hacer uno.

Al día siguiente Reno le cuenta que estuvo con una antigua compañera, Francesca, a la que le improvisó un rap, yendo juntos a hacer la compra al super en que trabaja Vio, con la que van luego a ver pasar los trenes desde un puente para colarse luego en las vías para que Dan con sus aerosoles haga sus pintadas en un vagón, firmando como Tres, terminando justo antes de que lleguen los de seguridad.

Lo grabó todo Vio, y él va observando el video cuando, al llegar junto a su casa ve una ambulancia y corre.

Durante el entierro de la abuela ve cómo baja de un coche policial un hombre esposado que se coloca tras él, aunque él no se gira.

El hombre, su padre, le pregunta si no le va a dar un abrazo, aunque él sigue sin inmutarse, diciéndole el hombre que pronto recuperarán el tiempo perdido.

Regresa a la casa, donde siguen las cosas de su abuela, y, agobiado, sale, esta vez solo, a pintar para superar la tristeza, luego camina por el borde de un piso elevado de un edificio en construcción y se coloca entre dos alas de ángeles que pintó él.

Reno lo recibe cariñosamente, pues estaba preocupado por él, y vuelve a ver a Vio, que le pregunta por qué no le cogía el teléfono, diciendo que no sabía qué decirle, preguntándole ella si no la ha echado de menos.

Reno besa a Francesca, comentando Vio que espera que no aparezca el novio.

Les dice luego que va a ser su cumpleaños de la chica y quiere regalarle algo especial, como un bolso de Channel, pero no tiene dinero y le ha puesto el ojo a una joyería de Badalona, aunque Dan le dice que es demasiado pronto.

Van por la noche a la discoteca, donde beben, diciéndoles Reno que se va a casar con Francesca en la Sagrada Familia.

Cuando se van a marchar ponen una canción de Chiquetete y Vio dice que le encanta y se espera a escuchar esa canción, observándola Dan mientras canta y baila, invitándolo a salir a él a bailar con ella, y, aunque se resiste, finalmente lo hace.

Al día siguiente, cuando regresa a casa, escucha golpes y encuentra a su padre revolviéndolo todo en su cuarto. Ve que encontró la bolsa con el dinero y las joyas y le dice que se lo va a llevar, encarándose con él y le dice que eso pasa por no hacerle caso, viendo cómo su hijo no dice ni hace nada mientras lo ve cómo coge una cerveza y se sienta a ver la televisión en el salón, escuchándole más tarde quejándose porque no hay agua caliente.

Al día siguiente aparece con una mujer enfundada en un vestido que le va pequeño y que le pregunta si no se acuerda de ella y le dice que se le ve tímido y no como su padre y le pregunta si le gustan sus pechos y quiere tocarlos, pidiéndole él que no le toque.

Su padre le dice que debe ser más respetuoso.

Le dice que su abuela estaba preocupada por él con tanto dibujito y le dice que espera que le vaya mejor que a su madre, que se creía también artista y que tenía la misma mirada de creerse mejor que los demás y acabó siendo una yonqui que le hubiera vendido por dos gramos y le dejó tirado, como hizo él con la abuela, que murió sola.

Muy enfadado, llena la pila con agua y mete la cabeza y hace un grito sordo dentro del agua, y un rato más tarde, cuando se van su padre y la prostituta, él recoge sus cosas, arrancando algunos de sus dibujos de la pared, revolviéndolo todo para tratar de encontrar su dinero, aunque solo encuentra la droga que oculta su padre y se la lleva, pintando con uno de sus sprais una línea roja a lo largo de toda la pared.

Va luego hasta el descampado desde donde suelen observar la ciudad con sus amigos y desde allí lanza la droga que le cogió a su padre al viento.

Va luego a casa de Vio, y, aunque la hermana de esta le regaña diciéndole que no le gusta que vaya nadie, ella lo lleva a su habitación y le cuenta que soltaron a su padre y se quedó en casa de la abuela porque dice que ahora es su casa, y recuerda que cuando se lo llevó la policía lo único que quería era no volver a verlo nunca más.

Le dice que se quedará unos días en casa de Reno y luego se irá a Berlín, a un barrio que se llama Kreuzberg, donde viven muchos grafiteros y hacen talleres e intercambian técnicas y algunos de ellos están entre los primeros del mundo, aunque, para eso, necesitará dinero.

Ella acepta, pero le dice que le diga a Reno que esa vez va él en medio en la moto.

Roban un coche y luego una moto y se dirigen a la joyería, lanzando cuando llegan Reno el coche contra el escaparate una primera vez, pero cuando va a lanzarlo la segunda, no arranca, por lo que Dan hace la labor con el martillo pese a las advertencias de Vio.

Por ello les sorprende la policía y detienen a Vio, a la que un mosso d'esquadra inmoviliza en el suelo, escuchando entonces un golpe, viendo cómo el mosso cae a su lado tras ser golpeado por Dan con el martillo que utilizó para romper el cristal.

Corren juntos huyendo del lugar, aunque, cuando ya están a salvo, ella se para muy enfadada y le dice que fue todo por su culpa y le pregunta en qué estaba pensando y él le dice que solo quería ayudarle, diciéndole ella que la ha jodido la vida.

Suben al metro, donde Dan visiona por un momento a su padre.

Pasean por la playa, recibiendo Violeta una llamada de su hermana preguntándole qué ha hecho, pues estuvo la policía en su casa buscándola y pregunta qué le hicieron al policía, llegando Dan a la conclusión de que Reno se fue de la boca.

Cogen un autobús hacia Madrid, debiendo deshacerse de la tarjeta del móvil, observando que Dan logró quedarse con algunas joyas tras el atraco.

Pero una vez en Madrid no aceptan las joyas robadas en ninguna tienda de compraventa de oro sin DNI, por lo que, cuando se acerca la noche no tienen dónde ir.

Decide intentarlo Vio, que le dice al joyero que se lo quitó a su exnovio porque la engañó.

Con el dinero van a un hostal y cogen 3 noches, aunque ella pide camas separadas.

Como no puede dormir, Dan sale por la noche para hacer grafitis.

Cuando ella se despierta ve que no está, aunque llega poco después mientras se está vistiendo y le lleva un bollo para desayunar.

Van luego al rastro, pues ella dice que necesita bragas y compran ropa y botes de pinturas.

Van luego a un ciber y leen la noticia del atraco. Ven que cuenta que está en el hospital el policía, respirando aliviados al ver que no murió.

Cuentan también que el otro atracador detenido fue puesto en libertad a la espera de juicio al carecer de antecedentes, diciendo Vio que deben llamarle.

Se cuelan en un parque acuático cerrado en invierno y se deslizan por sus toboganes gigantes, y luego, dentro de uno de sus tubos gigantes, le enseña a pintar a ella.

Pero entonces aparece un guardia y deben salir corriendo.

Decide comprar marihuana a un tipo que merodea la zona de su hostal y que ya se la ofreció la noche anterior y al que le dice que la chica es su hermana.

Mientras lo espera en el hostal, Vio escucha cómo la policía grita pidiendo que abran.

Cuando Dan regresa, ve en la puerta un coche de policía y corre, viendo cómo bajan con una persona esposada, aunque, para su tranquilidad ve que es un hombre acusado de maltrato.

Ella le dice que tienen que hablar con Reno, al que llaman desde el teléfono del hostal y le preguntan cómo están las cosas, diciendo él que es probable que no entre si no hace nada, pero que ellos lo tienen peor.

Le cuenta a Dan que la policía se llevó a su padre, pues al ir a buscarlo encontraron droga.

Les pregunta qué van a hacer, diciendo que esperar a que se calme todo.

Vio le cuenta que desde que se murió su madre se ha distanciado de su hermana en vez de acercarse, aunque sabe que le quiere.

Al día siguiente fuman un porro en la orilla del río, y, cuando ve los chorros de agua, la coge y la lleva hasta ellos y se mojan divertidos.

Van luego hasta un chino y roban varias cosas. Pero al ver cómo el dueño golpea a su hijo, Dan, indignado se lanza sobre el hombre y lo golpea, debiendo Vio pararlo.

Vio está muy alterada diciendo que se lo iba a cargar y no lo entiende, diciéndole Dan que hay algo en él que no puede controlar.

Vio le dice que no puede seguir así y levantarse cada día pensando en si les cogerán por cualquier cosa que hagan, y que echa de menos Málaga y quiere volver, pues tiene una prima que trabaja en un hotel y a lo mejor le puede conseguir algo, y dice que la llamará, y le pregunta a él qué quiere hacer, diciendo que solo sabe que no quiere volver.

Le pregunta por Berlín y le dice que no puede dejarlo, pues tiene mucho talento.

Tiene otra pesadilla con su padre y vuelve a salir por la noche.

Ella vuelve a ver su cuaderno de dibujos y esta vez se atreve a mirarlo.

Dibujos en general muy negros, pero también las alas.

Vuelve a pintar, rociando la serpiente que pintó y que aparece en sus pesadillas con un líquido inflamable, para luego prenderle fuego mientras llora amargamente.

Llama a Vio desde abajo tirando piedrecitas al cristal para que baje, preguntándole ella dónde estuvo todo el día, diciéndole que quiere enseñarle algo antes de que se vaya, yendo en un patín, que decide llevar ella que se le da mejor hasta donde él quiere.

Deben saltar una valla que les lleva a un local abandonado, y le muestra todos sus grafitis, hasta llegar a un mural donde la pintó a ella a tamaño gigante, quedando maravillada y emocionada, por lo que se acerca a él y por fin rompen la distancia, se besan y hacen el amor.

Dan le pide entonces que se vaya con él a Berlín, aunque ella se pregunta qué hará en Berlín, diciendo él que pueden empezar los dos de cero.

La llamada en la puerta de la encargada del hostal les interrumpe. Les dice que su amigo no ha parado de llamar desde las dos de la mañana.

En efecto, hablan con Reno, que dice que le destrozaron la casa y que no tuvo más remedio que hablar, pues su padre mandó gente para buscarlo, acusándolo de ser el responsable de su encierro, y lo golpearon para que dijera dónde estaba.

Sube corriendo a buscar a Vio y le dice que se tienen que ir, y que recoja sus cosas.

Salen a toda prisa con la idea de pasar la noche en la estación.

Les retiene el tipo que le vendió la droga, que los rodea, con sus amigos.

Mientras los acosan, él cree ver de nuevo a su padre y reacciona violentamente, aunque son demasiados y ve cómo se llevan a Vio con intención de violarla, y, aunque sigue peleando tratando de defenderla, el jefe de los atacantes le clava una navaja y tira todo lo de su mochila para robarles el dinero, tras lo que se marchan.

Vio grita pidiendo ayuda, aunque la calle está desierta.

Le dice que se va con él a Berlín mientras sigue gritando pidiendo ayuda.

Vuelve a jugar al veo veo, como hacía siempre, y le dice que la ve a ella, justo antes de morir en sus brazos frente a una puerta grafiteada.

Tiempo después Vio está trabajando como camarera en un restaurante en Berlín y tiene nuevas amigas.

En la terraza del restaurante hay un proyector donde pasan los dibujos de Dan.

Calificación: 2