Te cuento la película

Mantícora

España / Estonia (2021) *

Duración: 115 min.

Música: Damián Schwartz

Fotografía: Alana Mejía González

Guion y Dirección: Carlos Vermut

Intérpretes: Nacho Sánchez (Julián), Zoe Stein (Diana), Aitziber Garmendia (Sandra), Álvaro Sanz Rodríguez (Cristian), Ángela Boix (Madre de Cristian), Patrick Martino (Elías), Vicenta Ndongo (Productora), Catalina Sopelana (Chica discoteca).

Un diseñador de videojuegos crea en su casa la figura de un monstruo valiéndose de herramientas de realidad virtual.

Va luego hasta las oficinas de la productora donde presenta su creación.

Un día, mientras trabaja en su casa escucha la voz lejana de un niño que pide que le saquen y que pide socorro, viendo que enfrente hay fuego.

Habla al niño, que está al otro lado de la puerta que no puede abrir y le pide que se aparte y consigue abrir la puerta a patadas, sacando al niño y entrando luego a su casa con un extintor, consiguiendo apagar el fuego.

Llama luego a emergencias, que, examinan al niño y a él, escuchando cómo preguntan al pequeño si se queda solo muchas veces, a lo que les responde que no y les dice que estaba jugando con un piano.

Le dejan solo con el niño que le dice que se llama Cristian, diciéndole Julián que toca muy bien el piano, por lo que le pregunta si quiere ser pianista, diciéndoles que quiere ser jardinero porque le gustan mucho las plantas, aunque Julián observa que allí no tienen ninguna, diciendo Cristian que están en casa de su abuela y que les toca el piano y les gusta porque tienen un sensor en sus pétalos.

Mientras conversan llega la madre, asustada, que le cuenta que la casa es de su madre y estuvo 15 años vacía y por eso se deterioró, aunque no esperaba algo así.

Julián se despierta por la noche angustiado y acude en taxi a urgencias, contándoles que esa tarde tragó humo, desmayándose tras contarlo.

Tras las pruebas le dicen que el electro salió bien. Que tuvo un ataque de pánico, recetándole un ansiolítico y aconsejándole que busque a alguien con quien hablar.

Va a una discoteca y se lleva a una chica a su casa y se acuestan, aunque él no consigue excitarse, y, aunque invita a la chica a dormir, le dice que entra a trabajar en tres horas y necesita pasar antes por su casa, por lo que se marcha.

Desde su casa, y mientras trabaja, escucha al niño tocando el piano, cerrando la ventana para no escucharlo, colocándose luego unos cascos.

Acude a una nueva presentación tras la creación del primer diseño de su criatura.

Se toma los ansiolíticos al sentirse agobiado.

Mientras come en un restaurante chino ve que entra su vecina con el niño, al que se queda mirando y lo dibuja en su cuaderno.

Luego, ya en casa, busca en sus archivos y crea otra figura, esta vez humana. Un niño con los rasgos de Cristian al que llama Krstn, haciéndosele de día mientras lo modela.

Luego, con sus gafas de realidad virtual, acaricia el cuerpo del niño y se masturba.

Acude a la fiesta sorpresa de su compañera Sandra, aunque se despide pronto con la excusa de que lleva varios días trabajando de noche y está muy cansado.

Pero mientras se despide llega Diana, una amiga de Sandra, que le lleva una película de regalo, pidiéndole Sandra a Diana que convenza a Julián de que no se vaya, consiguiendo, en efecto, que se quede.

Las mira luego a ambas, mientras bailan animadamente.

Diana le habla de un videojuego muy antiguo donde iban recortando un rombo y al final aparecía una chica desnuda y le hace preguntas de su trabajo como modelador de criaturas porque, dice, las personas son más difíciles y no cree tener tanto talento.

Diana dice que estudia Historia del Arte y ve muchas películas y series, aunque, sobre todo, dice, se dedica a vivir.

Ella le invita a salir a bailar, pero él dice que prefiere mirar.

Al día siguiente saca un pendrive escondido en una caja con su creación y lo coloca en el ordenador y se coloca sus gafas virtuales de nuevo.

Acude a la Filmoteca porque en la fiesta oyó cómo Diana le dijo a Sandra que podía ver si lo deseaba, la película que le regaló en pantalla grande, viendo a la salida a la propia Diana, decidiendo seguirla, aunque acaba perdiéndole de vista.

Es ella la que le sorprende. Le dice que va a un bar cercano donde quedó con un amigo, y lo invita a tomar algo con ellos.

Le presenta a su amigo, Elías, que se muestra contrario a esos videojuegos violentos.

En la productora, un día, cuando se va a marchar, Ve que está Diana con Sandra, que pide a Diana que lleve a Julián a su casa.

En el coche le pregunta si ella y Elías son pareja, diciendo ella que no lo sabe y que no le gusta esa sensación.

Julián, por su parte, le cuenta que nunca ha tenido novia.

Ella le pregunta entonces por qué no le dijo nada el día anterior en la Filmoteca.

Diana recibe una llamada de la mujer que cuida a su padre, que le dice que se ha caído y tiene que ayudarla a levantarlo, por lo que no puede llevarlo hasta su casa, aunque lo invita a ir juntos al día siguiente al Museo del Prado.

En su casa decide enviar el archivo Krstne a la papelera y luego lo elimina, quemando también el dibujo que hizo de Cristian.

Al día siguiente van, tal como quedaron, al Museo del Prado, donde llama su atención el cuadro de Saturno devorando a su hijo, contándole ella que es la primera vez que entra en la sala de pinturas negras.

Diana le cuenta que a su padre le dio un ictus dos años atrás, y le cuida ella.

Él le cuenta que su madre murió cuando era pequeño y con su padre no habla mucho.

Diana le dice que pidió a la mujer que cuida a su padre que se quede esa noche con él y le pregunta si le apetece tomar algo.

Le muestra la libreta donde hace el primer diseño de los monstruos, que ella dice parecen tener una mirada melancólica, como si algo les preocupase.

Van luego a bailar a una discoteca, viendo él que entra también Elías con unos amigos, por lo que deja que vaya ella antes, viendo cómo discuten, marchándose Elías.

Diana prefiere olvidarlo bailando con Julián, aunque, como lo hace descalza, se clava algo en el pie, debiendo sacárselo él.

Antes de despedirse Julián le dice que estaría muy bien volver a verse.

Julián decide mudarse y va a ver un piso.

Recibe una llamada de Diana, y, como tiene que cuidar a su padre y no puede salir, se ofrece él a llevarle comida japonesa a su casa.

En casa de ella ve cómo cuida amorosamente a su padre.

Mientras comen, ella le pregunta por qué quiere mudarse tan lejos de donde vive, diciendo él que está más cerca de la oficina y le sienta bien ir más, porque así se relaciona con Sandra y con el resto de compañeros, queriendo además cambiar de barrio después de muchos años viviendo en la misma zona.

Ella cuenta que le gustaría ir al Parque de Atracciones, diciendo Julián que él lo odia porque una vez se bajó en una atracción y, al verla por dentro, se dio cuenta de que todo eran cables y cartón piedra y sintió que de pronto se había hecho mayor.

Diana le cuenta que ella descubrió que se había hecho mayor cuando creyó que había visto Videodrome porque su padre escondía en la caja de esta película, una porno, y la vio y se pensó que era una película de ciencia ficción, hasta que, años más tarde descubrió que era real y que podían hacer eso con sus cuerpos.

Julián realiza la mudanza, diciéndole su vecina al verlo, que Cristian le había dicho que quería hacer un recital para él, diciendo Julián que irá otro día.

Se cruza abajo con el niño, pero simula no verlo valiéndose de las cajas.

Diana le pregunta si le gustaría ver Barcelona, diciendo él que no le gusta mucho viajar.

Ella le cuenta que su padre se fue a Madrid cuando se separó de su madre, 5 años atrás y ella se quedó porque estaba terminando la carrera, pero sentía como si le faltase algo y su vida allí no le gustaba demasiado, y, cuando su padre tuvo el ictus, ella se mudó a Madrid para cuidar de él, y, aunque era algo que pensaba que iba a ser provisional, de pronto se sintió que todo estaba bien.

Una noche, mientras cena, llaman a la puerta, viendo que es Diana, que le cuenta que ha discutido con Elías y no sabía dónde ir.

Quedó con él para hablar, porque el día anterior ella le dijo que no iba a salir y como la vio en la discoteca se enfadó, y cuando le contó que estaba con él, se puso celoso.

Juegan a un videojuego y la invita a quedarse a dormir, ofreciéndole su cama, diciendo él que dormirá en el sofá.

Pero cuando se acuesta no para de dar vueltas sin dormirse y sale a fumar a la terraza, desde donde puede ver a Diana en su cama, y, al verlo, ella le pide que vaya con ella.

Comienza a besarla, pidiéndole ella que sea delicado.

Les interrumpe una llamada de la mujer que cuida al padre de Diana, que le cuenta que su padre acaba de morir.

Ella se lamenta no haber estado allí, diciéndole Julián que no podía saberlo.

Para no molestarla en un momento tan íntimo, llama a Sandra y le pregunta dónde es el tanatorio.

Va a verla y la abraza y le dice que lo siente mucho, diciendo Diana que es ella quien lo siente y le pide que no se vaya.

Ella dice que no quiere volver a casa, invitándola él a la suya, diciéndole Diana que no le apetece estar en Madrid, pues no quiere estar ni con su madre ni con el marido y ver cómo ordena las cosas de su padre.

Él le dice que puede ir donde quiera, diciendo ella que quiere ir al pueblo de su padre, pidiendo al taxista que les lleva que vaya a la estación de Atocha.

Visitan el pueblo de su padre y visitan la que fue su casa, recibiéndolos la chica que tiene ahora la casa, que le dice que conservaron todo como estaba, incluidas las plantas.

Van luego a la playa y duermen en un hotel.

Allí ella le despierta a él y se coloca sobre él, que dice que está sufriendo uno de sus ataques de ansiedad, y no se llevó los ansiolíticos, por lo que ella le pide que cierre los ojos y respire, logrando que finalmente se tranquilice.

Le dice que tiene mucho miedo de morir, diciéndole Diana que morir no es tan fácil.

Le pide a ella que se quede con él y acaban durmiéndose.

Al día siguiente, Julián recibe una llamada del jefe de recursos humanos de KoboGames, su empresa, que quieren reunirse con él al día siguiente a primera hora, pues están adelantando sus nuevos proyectos y desean concretar su participación.

Acude en efecto al día siguiente a la empresa, donde ve a Sandra, que no le saluda.

La productora y el encargado de recursos humanos lo reciben, diciéndole ella que es uno de los profesionales con más talento y que van a tratar con discreción el tema por el que le llamaron, viendo que no es por planificar el futuro.

Le explican que los encargados de redes sociales sugirieron hacer un making of, pero al revisar el material de trabajo y en su ordenador encontraron un proyecto personal.

Le dicen que el equipo con el que trabaja es de la empresa, por lo que todo su trabajo es monitorizado y guardado en un servidor de la compañía, preguntando él si sus discos externos también. Le dicen que no. Que tienen acceso a lo que hace con su trabajo de modelado, que lo graban y lo almacenan.

Le dicen que no pueden permitir que se utilice su nombre para la creación de material ajeno a los proyectos de la empresa, por lo que los encargados de seguridad de la empresa le acompañarán a casa y recogerán el equipo.

Él trata de hablar con Diana, pero ella no se lo coge, enviándole un audio diciéndole que puede ir con comida japonesa a su casa, decidiendo hacerlo ante la falta de respuesta.

Pero una vez allí, Diana le dice que está estudiando y se muestra dudosa respecto a dejarle pasar, aunque finalmente le deja hacerlo.

Él se muestra como si nada hubiera pasado y le dice que la estuvo llamando y estaba preocupado porque no le contestó, insistiendo ella en que estaba estudiando.

Viendo la actitud de ella le pregunta si le pasa algo, diciendo ella que vio la imagen de ese niño y comienza a llorar.

Julián le dice que nunca ha hecho daño a nadie y que esa imagen no es real, aunque Diana le dice que ella sí lo es y no puede estar con él y cree que es mejor que se vaya.

Él le pide que no le deje, pero ella le dice que lo siente, pero le da asco, e insiste en pedirle que se vaya.

Él lo hace, mansamente y con gran dolor, llorando en la escalera desconsoladamente.

Va a su antigua casa y llama al telefonillo, respondiéndole Cristian, que le dice que su madre está en el trabajo y no regresará hasta las 5, diciéndole él que había ido a visitarlos porque no pudo despedirse de él.

Le pregunta si puede subir y le escucha tocando el piano mientras espera a que llegue su madre, diciéndole el niño que a su madre no le gusta que suba nadie si no está ella.

Él insiste en que fue su madre la que le dijo que él le estaba preparando un recital.

Le dice una vez arriba que le gustaba escuchar cómo ensayaba y que el día del incendio pasó miedo.

Le pregunta si tiene muchos amigos, contándole Cristian que solo tiene dos, diciéndole Julián que con él serán tres. Que lo importante con los amigos es tener confianza y poder tener secretos.

Julián prepara unos Cola-Cao, poniendo en la taza del niño una sustancia.

Mientras se lo toman, él saca su teléfono y dice que va a tener que marcharse antes de que llegue su madre, por lo que le pide que toque para él y que no le cuente a su madre que fue a verlo, porque no va a poder explicarle él por qué fue sin estar ella y se enfadará, diciéndole que ese será su secreto.

El niño comienza a tocar para él, comenzando de pronto a desafinar, debido a que le hace efecto lo que le puso en la bebida, y, cuando se duerme, lo coge en brazos y lo lleva a la cama.

Se fija, una vez en la habitación del muchacho, en un dibujo que este colgó en la pared, en que aparece un tigre con la cara de él, y donde pone, Julián.

Recuerda que el día que le salvó él le contó que de pequeño quería ser un tigre, comentando el niño que los tigres temen las caras, por eso, algunos trabajadores se ponen una máscara en la nuca, para que, al verlo, el tigre no lo ataque.

Acto seguido se dirige a la ventana, la abre, y se lanza al vacío sin pensárselo.

En el hospital recibe la visita de la jefa de cirugía del hospital San Gabriel, donde está ingresado que le informa que, por efecto de los analgésicos que le están suministrando, puede sentirse confuso.

Le cuentan que dos semanas atrás se precipitó al vacío por la ventana de un edificio y sufrió varios traumatismos, el más grave, en la columna vertebral, que le provocó una lesión medular irreversible, y por ello no puede sentir sus extremidades.

Que le han realizado varias intervenciones en columna y cerebro, y es por eso que está boca abajo y que hay una persona que estuvo con él todos esos días, viendo, cuando pasa, que se trata de Diana.

Ella se tumba en el suelo para que la vea sin necesidad de un espejo.

Diana llega a su casa, durante la pandemia, cargada de paquetes, entre ellos pañales.

Pasa a la habitación que antes fue de su padre, donde está ahora Julián, al que le lleva la comida.

Le dice que habló con Sandra por Zoom y le mandó recuerdos y le recomendó una película de terror y dice que la verá con él esa noche.

Se tumba luego junto a él y reposa su cabeza en su pecho.

Calificación: 3