
Los que se quedan
The Holdovers (2023) * USA
Género: Comedia dramática
Duración: 130 min.
Música:Marc Orton
Fotografía: Eigil Bryld
Guion: David Hemingson
Dirección: Alexander Payne
Intérpretes: Paul Giamatti (Paul Hunham), Dominic Sessa (Angus Tully), Da'Vine Joy Randolph (Mary Lamb), Carrie Preston (Lydia Crane), Brady Hepner (Teddy Kountze), Ian Dolley (Alex Ollerman), Jim Kaplan (Ye-Joon Park), Michael Provost (Jason Smith), Andrew Garman (Dr. Hardy Woodrup), Naheem Garcia (Dann).
Se acerca la Navidad de 1970 y en Barton Academy, un internado de Nueva Inglaterra, el profesor de lenguas clásicas, Paul Hunham corrige los exámenes de sus alumnos cuando le avisan de que desea verlo el Dr. Woodrup, el director.
Antes, Lydia Crane, la secretaria de aquel lleva a Hunham galletas hechas con formas de motivos navideños.
Los alumnos preparan sus maletas para las vacaciones y comentan sus destinos, algunos irán a la playa y otros a esquiar.
Angus Tully, que tiene previsto ir a la playa tiene una discusión con Teddy Kountze, que lo acusa de haberle robado el tabaco que cambió por una revista para adultos.
En el comedor un profesor le explica a otro que, aunque le tocaba quedarse ese año en Navidad dijo que su madre tenía lupus, por lo que le tocará al que llaman "Ojo pipa".
Este, Hunham, observa sobre la mesa del director, una botella de Rémy Martin, Louis XIII, un regalo de Navidad de la Junta Directiva.
Woodrup le pide que se quede diciéndole que es una emergencia y él es el único que no tenía planes para irse, pero que le darán un bonus y se quedan solo cuatro chicos.
Le dice luego que es un excelente profesor, pero que su talante con los alumnos es muy tradicional e intransigente, comprendiendo que le molesta que suspendiese a Jordan Osgood, hijo de un senador, que se enfadó cuando en Princeton negaron a su hijo la admisión, y es uno de sus mayores donantes, por lo que espera algo de gratitud.
Pero Hunham indica que no pueden sacrificar su integridad por los privilegios.
Tras la reunión, entrega en clase a sus alumnos, los resultados de sus exámenes.
Al ver sus notas, algunos protestan, pues si suspenden no les admitirán en Cornell.
Les ofrece un examen de recuperación tras las vacaciones, atendiendo a que están en Navidad, y haciendo media con el entregado.
Se dispone a dar un nuevo tema, y Tully le dice que los demás profesores suspendieron sus clases porque los padres los esperan y Hunham le dice que deja la clase, pero les dice que ya no les hará el examen de recuperación.
Antes de las vacaciones, padres y alumnos acuden a misa en la capilla, donde hay grabado un recuerdo a los chicos de Barton que dieron sus vidas en la Gran Guerra, y placas recordando a todos los alumnos fallecidos en las diferentes guerras, destacando un cuadro de un alumno negro recién fallecido, Curtis Ezra Lamb, en Vietnam.
Su madre, Mary, que es cocinera, recibe el pésame de todos.
Tras la misa, los alumnos van abandonando el colegio, esperando Angus Tully con impaciencia a sus padres, cuando salen a buscarlo para decirle que tiene una llamada.
En ella, su madre le dice que se va a ir de luna de miel con Stanley, su nuevo marido, y tendrá que quedarse en el colegio y que se verán en primavera y luego en verano.
Hunham habla con los cuatro alumnos que se quedan, cuando ve que se les une Tully.
17 de diciembre. Primer día
Les indica que, durante esas dos semanas seguirán el horario escolar habitual y cumplirán las horas de estudio, sintiendo Tully que les castigan por quedarse allí.
Además dormirán en la enfermería porque se apaga la calefacción de los dormitorios y están a 10 grados bajo cero.
Los que se quedan se van presentando. Son Teddy Konutze, Tully y se les presenta Jason Smith, que se queda allí por negarse a cortarse el pelo, y asegura que es un pulso con su padre, y otros dos chicos más pequeños, El otro, Alex Ollerman, cuyos padres son mormones y están de misión en Paraguay, y Je-joon Park, que no puede volver a Corea, de donde es, porque está muy lejos.
Llegan dos personas que se llevan el árbol de Navidad. Dicen que el colegio se lo revende cada año para que puedan volver a ponerlo a la venta.
También se queda Mary. Le cuenta que su hermana Peggy quería que fuera con ella y su marido a Roxbury, pero no quería abandonar a Curtis tan pronto.
Al deshacer su maleta en la enfermería, donde van a dormir, Tully echa de menos una foto de su madre y acusa a Teddy.
Este, cuenta que su casa está en reformas y guardaron todo en su cuarto, y por eso no puede ir a su casa en Navidad, aunque Tully le dice que nadie hace reformas en invierno y que no lo quieren ver porque es un sociópata que se mete con todos además de ser un desastre académicamente.
Acaban peleándose, y los sorprende así Hunham, que pregunta cuál de los dos empezó, y como no confiesan decide que por cada minuto que oculten la verdad todos recibirán un castigo, y el primero será limpiar la biblioteca a fondo, logrando con la amenaza que confiese Alex, que le cuenta que comenzó Kountze.
En la cena pide a Mary que les acompañe, aunque ella se excusa.
Kountze dice que sabe que está sufriendo por su hijo, pero que le pagan por su trabajo y debe hacerlo bien y tiene suerte de que, aunque lo haga mal, ya no pueden echarla.
Hunham estalla enfadado. Le dice que para la mayoría de la gente la vida es como la escalera de un gallinero, sucia y corta y él nació privilegiado y espera que algún día alguno de ellos abra los ojos, y si no, lo lamenta por ellos.
Por la noche, el profesor revisa todas las instalaciones y acaba en el salón donde Mary ve en la televisión el juego de los recién casados, aunque él no suele ver televisión.
Mary le pide que se lo ponga fácil a los chicos, pues están de vacaciones, aunque él le dice que lo han tenido fácil toda su vida.
Ella le cuenta que el padre de Curtis murió antes de que diera a luz por un accidente laboral. Ni el padre ni el hijo llegaron a los 25 años, y cuando lo llamaron para el ejército a su hijo, le dijo que cuando le licenciaran podría ir a la universidad con una beca militar.
20 de diciembre. Cuarto día
Los despierta y luego los hace correr, dando luego una clase, y, mientras los chicos estudian, él ojea una revista erótica.
Pasean por el bosque y Jason les cuenta que su padre va cada día en helicóptero a trabajar.
Tully le cuenta a Park que si lo echan del colegio otra vez irá a Fork Union, una academia militar, pues ya le han echado de tres colegios.
Por la noche Park se despierta llorando por una pesadilla, tras hacerse pis y Tully le aconseja que evite que lo escuchen, y le cuenta que echa de menos a su familia y no tiene amigos, diciéndole Tully que le ayudará con las sábanas.
22 de diciembre. Sexto día
Mientras están en su clase diaria, de pronto se escucha un fuerte ruido, y ven que se trata de un helicóptero, el del padre de Jason, que dice que es un blandengue y pregunta a sus compañeros si les gusta esquiar.
El piloto y el profesor van llamando a los padres del resto de los alumnos y al director y van dando su conformidad a que se vayan con Jason de vacaciones.
Al final se van todos con Jason excepto Tully, que insiste al profesor para que vuelva a llamar a su madre, a la que no encuentran porque se fueron de excursión y están ilocalizables, y, aunque vuelve a intentarlo, no da con ellos, asegurando el profesor que está más decepcionado que él, pues podría quedarse allí leyendo novelas de misterio.
Kountze se burla de Tully, al que entrega, antes de marcharse, la fotografía de sus padres, y escribió "gilipollas sobre el de él".
Tully y Hunham ven marcharse a los otros en el helicóptero.
Por la noche bajan con Mary, que pregunta al profesor si ha estado casado, diciendo que estuvo a punto de estarlo una vez, al acabar la universidad, y que es como un asceta, que renunció a los placeres sensuales para el logro de metas espirituales.
Le dice que, de poder ir a cualquier lugar, elegiría Grecia o Italia, Egipto, Perú o Cartago - hoy Túnez -, sobre la que inició una monografía que le gustaría acabar.
Mientras Hunham y Mary duermen, Tully se hace con las llaves de todas las estancias y pasea por todo el centro. Entra en la despensa y come, fuma.
Come luego con el profesor y con Mary, aunque Hunham sorprende al alumno haciendo una llamada para pedir una habitación de hotel, y le dice que se ha ganado un castigo y este, en vez de obedecerle comienza a tirar cosas y arrancar carteles y corre hacia el gimnasio, cuyo suelo está barnizado y salta el plinto, gritando al momento debido a un terrible dolor.
Lo lleva al hospital, donde dice al muchacho que por ese incidente lo expulsarán.
Tully pregunta si pueden saltarse el papeleo y cuenta que se resbaló mientras jugaba al hockey en el estanque.
Dice luego que sus padres se están divorciando y por eso no ve mucho a su padre, y cree que su madre se pondrá como loca si se entera, y que fue solo culpa suya. Que casi nunca ve a su padre y no quiere que él se vea en un lío y no quiere que le vuelvan a llevar a juicio, por lo que prefiere pagar en efectivo.
Como tiene el hombro dislocado deben tratar de colocárselo.
A la salida, Hunham le dice que los hombres de Barton no mienten, pero, le recuerda que gracias a eso Woodrup no se enterará.
Van a un bar a cenar y les atiende Lydia Crane, que a veces hace trabajos extras, y Tully cree ver cierta química entre ellos.
Durante la cena, Hunham le cuenta a Angus que le han dejado allí como castigo, y le cuenta que Woodrup fue alumno suyo.
Lydia les dice que va a ofrecer una fiesta en Nochebuena y les invita a ir.
Angus se pelea con unos tipos por la máquina de pinball, y ve que uno de ellos tiene un gancho por mano, por lo que, asustado corre hacia el profesor, que decide calmarlos invitándolos a una cerveza.
A la salida, el profesor le recuerda que aunque los caballeros de Barton no vayan a Vietnam, hay gente que lo ha sufrido en sus carnes. Y de allí solo fue Curtis Lamb.
Angus le dice al profesor que huele mal, a pescado y que se nota más según avanza el día, explicándole que es por la Trimetilaminuria, pues su cuerpo no puede descomponer la trimetilamina.
Angus le pregunta si por eso le asustan las mujeres, asegurando él que no le asustan.
Hunham ayuda a Mary a pelar patatas y prepara comida para la fiesta de casa de la señorita Crane, a la que Angus desea ir, aunque Hunham se muestra reacio, diciéndole Mary que lo llevará él.
Pero finalmente accede a acompañarlos.
Allí, Lydia presenta a Angus a Elise, una sobrina por la que se siente atraído.
También acude Danny, el encargado de limpieza, a la fiesta y lleva un regalo para Mary.
Lydia besa a Hunham, al encontrarlo bajo el muérdago.
Él le cuenta que obtuvo una beca para Barton con 15 años y nunca regresó a su casa.
Tiene una conversación con ella que le hace pensar que gusta a la mujer, que le pide que la llame Lydia, aunque justo en ese momento llega otro hombre al que besa, comprobando que es su novio, por lo que se queda chafado.
Va a buscarlo Tully asustado y lo lleva a la cocina, donde Mary tiene un ataque y no hace caso de nadie, tras acordarse de su hijo.
Se la llevan luego entre Tully y el profesor, aunque el chico le pide que le deje volver con Elise, a lo que el profesor se niega, y le dice que lamenta que nadie se encargara de él, regañándole Mary por decirle al muchacho que no le importa a nadie.
Al día siguiente, Hunham madruga y va a comprar un árbol de Navidad, ya de saldo, aunque cuando regresa, no encuentra a Tully, al que pretendía sorprender, en la cama.
Lo encuentra en el salón de actos.
Les muestra el árbol y les hace un regalo, el libro de las "Meditaciones", de Marco Aurelio, aunque a Mary le regala además una botella de vino.
Entrega a Tully una carta con una felicitación de Navidad y dinero, de su madre.
Cenan juntos los tres y Tully indica que nunca había pasado unas Navidades familiares como esas y con cena recién hecha, pues su madre siempre encarga algo.
Hunham propone un brindis por las familias ausentes y dice que, sabiendo que ninguno de ellos está allí por voluntad propia, si desean algo, pueden proponérselo.
Tully le dice que quiere ir a Boston para ir a patinar y tener unas vacaciones de verdad.
Mary le pide que lo lleve, aunque el profesor indica que no les está permitido salir del campus o de sus alrededores, aunque decide considerarlo como una actividad académica adicional, pidiéndole Mary que la lleve a Roxbury, a casa de su hermana.
Mary le lleva un regalo a esta, pues está embarazada. Ropa y artículos de bebé y se abrazan emocionadas y luego hablan, contentas de estar juntas.
Hunham lleva a Angus a Boston. Allí el profesor compra libros y lleva luego al chico al museo de antigüedad.
Allí le muestra imágenes de sexo en la antigüedad y le dice que todo está ya inventado.
Tully le dice que explicado así, lo hace más interesante y le aconseja que grite menos en clase, pues todos los alumnos, e incluso los profesores lo odian.
Van luego a la pista de hielo, donde Angus patina y se divierte.
A la salida, Hunham es abordado por un hombre, que se presenta como Hugh Cavanaugh, antiguo compañero de estudios en Harvard, 30 años atrás.
La mujer les cuenta que Hugh dice que es profesor en Harvard, titular de estadística.
Hunham, por su parte, le cuenta que sigue dando clases, sobre todo en el extranjero, con becas y dice que tiene plaza en Amberes.
Dice que Tully es su sobrino, y este pide a Hunham que le hable a su antiguo compañero sobre el libro que está escribiendo.
Cuando se marchan, Tully pregunta qué ha pasado, pues él le dijo que los hombres de Barton no mentían.
Debe contarle que hubo un incidente en Harvard con su compañero de cuarto. Lo acusó de copiar su tesis de grado y de plagiarle, aunque fue al revés. Pero su familia tenía aliados en el profesorado, pues su apellido daba nombre a la biblioteca, y le expulsaron a él por golpearlo. En realidad lo atropelló. Le rompió tres costillas y se cagó encima, lo que fue lo más humillante.
Por eso no terminó su carrera en Harvard, algo que sabía el antiguo director de Barton, que creyó en él y le dio un trabajo.
Tully le pregunta si se avergüenza, pero él dice que en absoluto, que está orgulloso de su trabajo, pero mintió porque sabe que a Hugh le gustaría saber que es un fracasado que no salió de su colegio y se lo contaría a todos sus viejos conocidos.
Pide a Angus que no se lo cuente a nadie.
27 de diciembre. Día Decimoprimero
Despierta a Angus en la habitación del hotel.
Ve que toma una medicina, Librium, que es para la depresión, y la conoce porque en realidad él también lo toma.
Van luego a jugar a los bolos, y Hunham lo hace fatal, hasta que le enseña Tully.
Es ahora Paul quien le dice a Angus que le cae mal a todo el mundo.
Lo ve luego hablando con unas chicas mientras él explica a un tipo vestido de Santa Claus que su uniforme es históricamente inexacto, pues San Nicolás de Mira era obispo griego del siglo IV en Turquía, por lo que sería más apropiada una toga y unas sandalias.
Van a ver "Pequeño Gran hombre", que dice, es un retrato bastante fiel de la vida de los cheyenes.
Tully dice que debe ir al baño, aunque se va del cine.
Hunham lo alcanza cuando había subido ya a un taxi y le pide que baje, aunque indica que tiene que hacer algo, pero que iba a volver y le dice que si quiere vaya con él, confesando que va a ver a su padre, extrañándole que no se lo pidiera, pues no habría puesto ninguna objeción a ir al cementerio.
Pero en realidad van a un sanatorio mental.
Allí abraza a su padre y le dice que lo ha echado de menos. Le cuenta que está en el colegio, en Barton y está sacando muy buenas notas.
El padre solo le dice que cree que le ponen algo en la comida.
Se muestra muy triste a la salida de ver su estado y le cuenta al profesor que antes era genial, pero cuatro años atrás comenzó a cambiar y se mostraba errático, olvidadizo y decía disparates, por lo que lo llevaron a muchos médicos, lo que lo confundió más y se volvió irritable y violento.
Ella se divorció sin que él se diese ni cuenta y lo metió en un internado para empezar a vivir otra vida y no tener que mirarlo, pues cuando lo mira, lo ve a él.
Hunham le dice que no lo cree, pues es su hijo, aunque él le replica que a lo mejor ella tiene razón, pues miente, roba, y enfada a todos, y seguramente lo expulsarán de Barton y será culpable, y lo enviarán a Fork Union y a nadie le importará.
Tenía ganas de verlo y a la vez no, pues le asusta que le pase lo mismo, aunque el profesor le dice que él no es su padre, que es otro hombre, como él es otro distinto de su padre.
Le dice que está empezando y que es inteligente y tiene tiempo de enderezar las cosas y que los griegos pensaban que los pasos que das para evitar tu destino son los mismos que te llevan a él, pero que en la vida real su historia no tiene que dictar su destino.
Acuerdan que todo en ese viaje quedará entre ellos.
Van a un restaurante, donde se reúnen con Mary, y a la hora del postre Angus pide unas cerezas jubileo, pero le dicen que no se lo pueden llevar porque lleva brandy y es menor, ante lo que las pide Hunham para compartirlas, aunque no se las dan tampoco, por lo que Mary pide cerezas y helado para llevar y a la salida del restaurante Paul hecha whisky de su petaca para flambearlas, aunque puso demasiado licor y no se apagan, por lo que deben tirarlo.
Hunham sonríe cuando regresan al colegio.
Pasan juntos frente a la televisión el fin de año, acompañándolos también Danny y luego tiran un petardo que tenía Angus, en la cocina.
Se reinicia el curso, con el gimnasio ya a pleno rendimiento.
Llega Jason con el pelo corto y Kountze con la piel quemada por el reflejo de las pistas.
Hunham les pone un examen sorpresa antes de repetir el final del anterior semestre.
Pero después de clase lo llama Woodrup.
Ve esperando fuera del despacho a Tully y, cuando pasa, ve que en el despacho del director están la madre de este y Stanley.
Saben que estuvieron en Boston en vacaciones, y él dice que fueron de excursión por motivos académicos.
Le preguntan que, si fue por un viaje de estudios, cómo explica eso, mostrándole una bola de nieve que el personal del psiquiátrico confiscó al padre de Angus.
Lydia habla con Mar, y esta va a ver a Angus, que espera fuera, y le cuenta que están su madre y su marido y cree que lo van a expulsar e irá a la escuela militar.
Mary se sienta junto a él y toma su mano.
Dentro le dicen que Angus sabe que no debe visitar a su padre, pues padece una enfermedad mental degenerativa. Esquizofrenia paranoide con principio de demencia, y su visita le generó expectativas y desea volver a casa, algo imposible y trató de golpear a un celador con la bola.
Woodrup le dice a Hunham que desean sacar a Angus de Barton y alistarlo en Fork Union por sus problemas de disciplina, para enderezarlo.
Le dice que piensa que Angus manipuló sus emociones o que se le escapó, pero Hunham dice que fue idea suya. Que no le engañó ni se le escapó, que él lo convenció para que fuera a ver a su padre.
La madre le dice que es un asunto familiar y no tenía derecho a intervenir, ante lo que Hunham dice que le importa una mierda. Que ellos estaban ilocalizables y él estaba solo en Navidades y pensó que debía ver a su padre.
La mujer dice que ahora tendrán que trasladar a su ex marido y es muy difícil.
Hunham le dice que lo entiende, pero no entiende por qué agravar el daño, malogrando al chico, pues, aunque sea un incordio, es muy inteligente, y con un potencial enorme.
Cuando se abre finalmente la puerta, Mary y Angus ven que Woodrup le dice a Hunham que se lo ha buscado él y cómo este le responde que le conoce desde que era un crío, y que siempre ha sabido que es un cáncer de pene en forma humana.
Mira luego a Angus y señala su ojo derecho y le dice que es ese, recordando que le preguntó a qué ojo debía mirar, y sonríe.
Luego, el director llama a Angus a su despacho.
Hunham recoge todas sus cosas y recibe la visita Mary, que dice que lo echó de menos en el desayuno y le pregunta si decidió ya a dónde ir,
Le cuenta que guardará sus cosas en casa de un amigo en Siracusa y luego, puede que empiece por Cartago.
Ella le regala un cuaderno en blanco y le dice que es para su monografía.
Le dice que ella seguirá allí, pues le gusta tener un trabajo y está ahorrando para la universidad del bebé de su hermana.
Lleva sus cosas a un remolque y recibe la visita de Angus, que le dice que no sabe qué le dijo a su madre a Stanley y a Woodrup, pero no lo han expulsado y a él lo despidieron, y dice que solo dijo la verdad, "más o menos". Concluye que es un hombre de Barton.
Le propone ir al pueblo a tomar una hamburguesa y una cerveza, pero le dice que no y que mantenga la cabeza bien alta y le asegura que saldrá adelante.
Le da la mano, algo emocionado, antes de partir.
Al marcharse, y ya en el coche, abre la botella de Rémy Martin, que robó del despacho del director.