Los ojos de Julia
España (2010) *
Duración: 107 min.
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Óscar Faura
Guion: Guillem Morales, Oriol Paulo
Dirección: Guillem Morales
Intérpretes: Belén Rueda (Julia / Sara), Lluís Homar (Isaac), Julia Gutiérrez Caba (Sra. Soledad), Pablo Derqui (Ángel / Iván / Sombra), Joan Dalmau (Créspulo), Francesc Orella (inspector Dimas), Boris Ruiz (Blasco), Clara Segura (Mina), Andrea Hermosa (Lía).
Julia va a Bellevue con su marido Isaac para visitar a su hermana gemela, Sara, ciega por una enfermedad degenerativa que también ella padece, tras intuir que algo malo le ha ocurrido, descubriendo al llegar, que se ha suicidado ahorcándose.
Julia, que se alejó de su hermana cuando descubrió que había sido amante de su marido, se siente culpable de haberla dejado sola al ver nadie acude a su entierro y decide investigar las circunstancias que la llevaron a quitarse la vida.
Visita a Soledad, su vecina, ciega como ella, que la ayudó al perder la vista, que le informa de que su hermana acudía a un centro donde se relacionaba con otras personas ciegas, por lo que Julia acude al lugar, escuchando la extrañeza de las amigas de su hermana por su suicidio justo cuando, según afirma una de ellas estaba empezando a salir con un chico.
Tras escucharlas y percatarse de que alguien la sigue, Julia decide, en contra de la opinión de Isaac, que teme que el estrés acelere su pérdida de visión, investigar, yendo a un hotel al que su hermana fue con su novio, donde uno de los camareros la confunde con Sara, y le cuenta que cuando fue tenía los ojos vendados debido a que la habían operado de la vista, enterándose en ese momento de que la habían operado, confesándole entonces Isaac que él lo sabía y sabía que la operación había fracasado, sospechando que por eso se suicidó.
Extrañamente, en el hotel nadie, recuerda al novio de Sara. Sólo un viejo empleado le da una pista: el novio aparcó su furgoneta en un garaje. Julia acude para examinar las cintas de las cámaras de seguridad, desapareciendo Isaac al ir a recogerlas, y muriendo poco después, asesinado en su bañera, el empleado del hotel.
Asustada avisa a la policía, encontrando a Isaac ahorcado en el sótano de Sara, tras dejar una carta en la que reconoce que era amante de esta.
Pese a sus temores, Julia opta por operarse de la vista como hizo su hermana, instalándose durante el tiempo de la recuperación en la casa de esta, ayudada por Iván, un trabajador social, que le hará las curas y le ayuda a desenvolverse en el mundo de la ceguera, siendo muy cariñoso con ella, que, recelosa en un principio, acaba enamorándose de él.
Pero Julia se siente observada, por lo que un día acude aterrorizada a casa de su vecino, que trata de abusar de ella, descubriendo que tiene en su casa una llave que le desapareció y que apareció en la mano de su hermana, por lo que llama a Iván, que la lleva a su casa.
Pero una vez allí, y en un momento de ausencia de este la visita Lía, la hija del vecino, que le dice que huya, pues Iván está obsesionado con ella y con su hermana, de las que tiene una pared llena de fotos, además de instrumental para dejarlas ciegas y evitar que se curen.
Julia no se fía de ella, aunque asustada se quita la venda comprobando que ve y que Lía, a la que ve muerta, le decía la verdad, debiendo simular que sigue ciega, aunque él, sospechando que miente la lleva hasta un congelador donde hay un cadáver, el del verdadero Iván, ante cuya visión ella ya no puede disimular.
Julia consigue huir pese a ir perdiendo la visión, llegando a casa de Soledad, donde descubre que Iván el hijo de esta, que se marchó tras haberla cuidado muchos años, y el cual descubre que su madre simuló su ceguera para que no se marchara.
De nuevo en casa de Sara, Julia consigue cortar la luz y esconderse mientras él la busca ayudado por el flash de su cámara, hasta que la llegada de la policía frustra sus intenciones. Ante ellos él decide suicidarse antes que dejarse atrapar.