Los Juegos del Hambre: Sinsajo - Parte 2
The Hunger Games: Mockingjay - Part 2 (2015) * USA
También conocida como:
- "Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El final" (México, Uruguay, Chile)
Duración: 137 min.
Música: James Newton Howard
Fotografía: Jo Willems
Guion: Danny Strong y Peter Craig (Adaptación de Suzanne Collins de su novela)
Dirección: Francis Lawrence
Intérpretes: Jennifer Lawrence (Katniss Everdeen), Josh Hutcherson (Peeta Mellark), Liam Hemsworth (Gale Hawthorne), Woody Harrelson (Haymitch), Donald Sutherland (Presidente Snow), Julianne Moore (Alma Coin), Philip Seymour Hoffman (Plutarch Heavensbee), Willow Shields (Primrose Everdeen), Sam Claflin (Finnick Odair), Natalie Dormer (Cressida), Elizabeth Banks (Effie Trinket), Mahershala Ali (Boggs), Jena Malone (Johanna Mason), Jeffrey Wright (Beetee), Stanley Tucci (Caesar), Evan Ross (Messalla), Elden Henson (Pollux), Wes Chatham (Castor).
Una doctora examina a Katniss, que tiene las cuerdas vocales muy inflamadas después del ataque de Peeta y apenas puede hablar por ello, aunque insiste en verle, diciéndole Plutarch que deben esperar, pues no saben cómo reaccionará, por lo que en vez de entrar ella es a Prim, en quien él confía, la que entra.
Prim le cuenta que ahora están en el Distrito 13 y que lo han rescatado.
Entre sus confusos recuerdos, dice que hubo un ataque en el 12, confirmándole Prim que la panadería no existe ya, diciendo él que fue por culpa de Katniss, y, aunque Prim, le dice que no es así, él insiste en que es una mentirosa y le pregunta a Prim si la envió ella para hablar con él, asegurando que no se puede confiar en ella, pues es un monstruo creado por el Capitolio para destruirlos, por lo que, le dice, deben matarla, tratando Plutarch de consolarla diciéndole que es una respuesta condicionada, pues no es él.
Recibida por Alma Coin, Katniss le dice que Snow debe pagar por lo que ha hecho y quiere ayudar a los rebeldes como sea, incluso yendo al Capitolio, aunque Alma le dice que no puede hacerlo hasta que controlen el Distrito 2, pidiendo ella que la envíen entonces al Distrito 2 para enardecer a sus tropas o retar a los adeptos.
A solas con Gale, este le cuenta que vio a Peeta antes de salir y pensó que ya no tiene nada que hacer si no se recupera, pues sabe que ella jamás se olvidaría de él, aunque ella, para mostrarle su amor le besa y él le pregunta en qué está pensando, diciendo ella que no lo sabe, diciendo Gale que entonces es como besar a un borracho.
Cuando se despierta, poco antes del aterrizaje, ve a Gale ordenando lanzar una bomba trampa que haga correr a la gente en una dirección, y cuando se creen a salvo, enviar una segunda a aquella, algo que le parece poco ético a Katniss, indicándole él que Snow no tuvo ningún miramiento y es contra quien deben luchar.
Ya en el Distrito 2, les muestran el Hueso, el cuartel general para operaciones ofensivas del Capitolio, formado por militares y civiles del propio Distrito 2. Una fortaleza dentro de una montaña que intentaron ya tomar, habiendo sufrido muchas bajas.
Coin sugiere utilizar el Sinsajo, capaz de hacer cambiar de bando a los adeptos, aunque los rebeldes del Distrito le dicen que no es como el resto de Panem, pues el apoyo al Capitolio es muy fuerte.
Coin les indica que en ese caso todo sacrificio es poco y es necesario que controlen el arsenal que alberga la fortaleza, pues les aventajan en armamento, si bien la Comandante Paylor no está dispuesta a sacrificar a su gente solo para saquear armas, insistiendo Coin en que si no toman el Distrito 2, no entrarán en el Capitolio.
Gale sugiere inutilizar la fortaleza en lugar de tomarla, obligándolos a salir provocando avalanchas y bloqueando las salidas de suministros e impidiendo que pueda salir ningún aerodeslizador, aunque eso les suponga renunciar al arsenal.
Pero Boggs apunta que hay civiles dentro y deberían darles una oportunidad para salir y rendirse utilizando un túnel de evacuación, opinión que no comparte Gale, que dice que ellos no tuvieron tal consideración cuando bombardearon el 12.
Coin acepta probar la avalancha, pero dejando intacto el túnel del tren para que los civiles puedan huir hasta la plaza, donde sus tropas esperarán su rendición, utilizando, en caso de que no se rindan, una voz convincente que les persuada, el Sinsajo.
Gale habla con Katniss. Para él no importan los civiles, pues si apoyan a Snow no son inocentes, diciéndole ella que en tal caso puede matar a quien quiera, incluso enviar a niños a los Juegos del Hambre para controlar los Distritos, respondiéndole Gale que así es la guerra y matar no es personal, diciendo ella que siempre lo es.
Tras iniciarse el bombardeo, Katniss espera, dispuesta a cumplir su parte, hablando a los superviviente, para lo que Plutarch le escribió un discurso, que ella rechaza.
Cuando llega el tren con los supervivientes, les ordenan deponer las armas, aunque uno de los hombres en vez de hacerlo coge a Katniss como rehén y le pide una razón para no dispararle, a lo que ella le responde que no puede, pues todos tienen una razón para querer matar a los otros. Ellos porque han destruido su mina, mientras y los otros porque les destruyeron su Distrito, por lo que le pide que si quiere complacer a Snow debe matarla, pues está harta de matar a sus esclavos por él.
El hombre le dice que no es su esclavo, diciendo Katniss que ella sí y por eso mató a Cato y él mató a Tresh y este a Clove, y la historia se repite para que gane Snow, no deseando ella seguir siendo una pieza de su juego, pues sus distritos no tienen otra razón para luchar que la que les dio el Capitolio pese a ser vecinos y familia.
El hombre deja de apuntarla y Katniss sigue hablando para todos e indicando que esas personas no son el enemigo, y que todos tienen un enemigo en común, Snow, que lo corrompe todo y hace que se enfrenten entre ellos, por lo que les pide que dejen de matar por él y apunten a Snow.
Pero su discurso es interrumpido por unos disparos que acaban con ella.
En el Capitolio, Snow y sus consejeros se disponen a brindar, preguntando Snow a Antonius, uno de sus ministros, qué están celebrando, ya que tienen sepultadas sus mejores tropas, señalando Antonius que brindan por la muerte del Sinsajo.
Snow le dice que dijo eso que tiene la costumbre de enterrar a la gente antes de que muera, pues si hubiera muerto, los rebeldes la estarían utilizando como mártir y no es así, asegurando que los rebeldes llegarán en cuestión de días a las afueras del Capitolio y evacuarán los edificios de la periferia para dejarlos entrar, pero tendrán listas las defensas antiaéreas para asegurar el espacio aéreo.
Atraerán a los rebeldes al centro de la ciudad y sus Vigilantes acabarán con ellos y lo grabarán y convertirán su avance en un espectáculo de sufrimiento para la posteridad, observando mientras habla cómo Antonius, tras beber muere.
En efecto, Katniss no murió. Recibe la visita de Johanna Mason, que le dice que necesita heroína y que sabe que Cinna le encargó un traje a prueba de balas, por lo que estas ni la rozaron, aunque tiene contusiones en las costillas y en un pulmón y que la odia porque todos deben protegerla y por sus cursis dramas románticos y su pose de defensora de las causas perdidas.
Katniss le dice que ella debería ser el Sinsajo, pues dice lo que quiere, aunque ella le dice que sí, pero que en el Capitolio solo la temen a ella.
Haymitch le dice que puede ya entrar a hablar con Peeta, pues le han puesto sus discursos y está atado, por lo que no puede hacerle nada, y, aunque ella se resiste, acaba entrando a verlo.
Él dice que la vio morir y se acordó al verlo, de ella bajo la lluvia cuando quemó el pan a propósito para dárselo, aunque su madre le pegó por no dárselo al cerdo, recordando Katniss que es lo primero que su familia comió en días.
Ella le dice que Snow lo torturó a él para hacerle daño a ella, recordando él que, según Snow, todo lo que ella dice es mentira, para indicarle a continuación que se habría ahorrado muchos problemas si le hubiese dado el pan al cerdo.
Katniss decide ir a ver a Coin para decirle que quiere ir al Capitolio, a lo que esta le responde que hizo ya su trabajo uniendo a los distritos y ahora debe descansar y recuperarse, añadiendo Plutarch que no deben desaprovechar la euforia del momento, y la grabarán desde allí para que vean que está viva.
Ella insiste en luchar con ellos, diciéndole Coin que verán que ha sobrevivido a un disparo en el corazón y entenderán que no vaya con ellos y cuando ganen, la necesitarán para la ceremonia de la rendición.
Finnick se casa con Annie Cresta y luego bailan ante todos los líderes.
Johanna Mason se une a Katniss, que le dice que va a matar a Snow, para lo que necesita entrar en el Capitolio sin que la vean, no queriendo limitarse a dar discursos.
Johanna le cuenta que oyó a los sanitarios decir que iban a enviar suministros al frente desde el hangar 2 a medianoche, ofreciéndose a cubrirla.
Ahora Katniss se une al baile, abrazando a Prim, sabiendo que la graban.
Por la noche va hasta el hangar, repleto de armamento y se cuela en una de las naves, y aunque al llegar trata de salir sin que la vean, todos la reconocen y la saludan, estando Gale entre las tropas, que la saluda contento de ver que no está ya en el hospital.
Su imagen se retransmite a todas partes, viéndola Coin y Plutarch, señalando la primera que lo que ha hecho es una insubordinación, pero no pueden ya hacerla regresar, pues es una leyenda, pero su aparición en primera línea, tras haber recibido una herida de bala, es la mejor propaganda que podrían desear.
Coin le dice a Plutarch que la dejarán, y haga lo que haga le darán la vuelta y dirán que lo planificaron ellos.
La comandante Paylor del Distrito 8 habla a todos, diciendo que por vez primera son 13 distritos unidos, pero Snow retiró a los agentes de la paz para fortificar el centro de la ciudad, y deben ayudar a los evacuados de la periferia.
Saben que Snow diseñó un sistema de minas y de artefactos mortales llamados "vainas", que deben tratar de esquivar para poder llegar al Capitolio y liberar Panem.
Katniss es asignada a un escuadrón, pero cuando Gale la ve cogiendo comida, adivina que quiere ir por libre, preguntándole él si le va a dejar atrás, pidiéndole ella que se quede con su unidad.
Llega entonces la teniente Jackson que les presenta a su unidad, donde estará el subteniente Mitchell, el mejor tirador de Panem, las hermanas Leeg, el cabo Homes, Cresida, Pollux y Castor y Finnick, estando Boggs al mando y siendo Jackson su Lugarteniente.
Boggs les explica que cada uno son expertos en una modalidad de combate e irán por detrás de las tropas de vanguardia y serán la cara televisiva de la invasión, por lo que grabarán secuencias propagandísticas, siendo su misión intimidar y suscitar la rendición y como son objetivos valiosos, les entregan un veneno por si les capturan.
Ellos disponen de un aparato, el Holo, que les indica el lugar donde están las vainas, aunque saben que puede no ser completa, no podrán moverse sin ello, y no deben saber que lo poseen, por lo que si está en peligro harán que vuele, junto con todo lo que haya en un radio de tres metros, tras repetir tres veces "Jaula de noche".
Avanzan por las calles ya vacías, lejos de las primeras líneas de combate tal como tenían programado.
Detectan la primera vaina, por lo que se ocultan y hacen que dispare Katniss una flecha entre dos edificios, grabando la explosión provocada.
Mientras descansan, Katniss y Gale piensan que no pueden avanzar entre ese campo de minas sin el "Holo", detector de estas, decidiendo hacer esa noche el mismo turno de guardia para hacerse con él.
Al día siguiente se acerca un camión donde llevan a Peeta, al que Katniss apunta con su arco, haciendo Boggs que lo esposen por precaución, entendiendo que quieren que aparezca en la "propo" para que vean que está de su lado, si bien Katniss está convencida de que tratará de matarla, asegurándole Boggs que lo contendrán.
Ella no entiende que Coin lo enviara, respondiéndole Boggs que a quien ella quería rescatar de la Arena era a Peeta, pues ella nunca le gustó por no poder controlarla y porque la ve como una amenaza en las elecciones, incluso aunque no sea candidata, pues basta con que apoye a alguien.
Deduce que creen que ahora no es necesaria y que lo mejor que podría ayudar a la causa es que muriera, pero Boggs le asegura que no dejará que eso ocurra.
Por la noche, Peeta y Katniss y Gale hablan, diciéndole el primero que conoce su mirada y está pensando si debe matarlo, asegurando ella que nunca quiso eso.
Él dice que ya no sabe distinguir si algo es real o no, diciéndole Gale que pregunte.
Le recuerda Katniss que es pintor y panadero, que le gusta el naranja suave y que siempre duerme con la ventana abierta, que no se echa azúcar en el té y hace dos nudos a los cordones de los zapatos.
Gale entiende, que ahora ya no pueden irse.
Al día siguiente le entregan un arma a Peeta, aunque con el cargador vacío para que pueda salir en la propo, que el equipo se prepara a rodar al detectar la siguiente vaina.
Esta, pone en marcha dos potentes armas que disparan, pero que ellos esquivan.
Una vez cesan sus disparos, y cuando ya parece neutralizada, Boggs avanza, explotando una mina a sus pies, hiriéndolo a él y a una de las hermanas Leeg.
Herido de gravedad, y no pudiendo seguir comandando el grupo, transfiere el mando del Holo a Katniss, a la que le pide que no se fíe de ellos y que mate a Peeta si es preciso, antes de fallecer.
Pero no es la única sorpresa. Cuando Leeg acude a salvar a su hermana, pisa un dispositivo que hace que la plaza se cierre y se suelta una ola de líquido negro que comienza a invadirlo todo, debiendo correr en que estaban comienza a cerrarse y a soltar una especie de lava debiendo correr para librarse de ella.
El cerebro de Peeta vuelve a parecer programado e intenta acabar con Katniss, interviniendo Mitchell para salvarla, empujándolo Peeta hacia el líquido, siendo atrapado por una red tras morir e impulsado hacia arriba.
Debe intervenir Finnick para retener a Peeta, consiguiendo huir el resto del equipo hasta la parte alta de un edificio, viendo cómo el líquido va subiendo, aunque para poco antes de llegar adonde ellos están, y aunque lograron esquivar ese problema, siguen en peligro, pues las cámaras los han grabado y en el Capitolio saben dónde están.
Jackson le pide a Katniss el Holo, negándose ella a entregárselo, diciéndole que Boggs le transfirió a ella la autorización de seguridad, y miente diciendo que tiene órdenes directas de Coin para asesinar a Snow.
Jackson le dice que no la cree y le ordena que le transfiera la autorización de seguridad, diciendo que no puede hacerlo, amenazándola Jackson son su arma, poniéndose Gale y otros de su parte, apoyándola también Cressida, que dice que es cierto, pues piensan que si el Sinsajo acaba con Snow y lo graban, el Capitolio se rendirá sin demasiadas bajas, añadiendo Katniss que Boggs le prometió que Jackson la ayudaría llegado el momento, ante lo que esta baja el arma y acepta que se quede el Holo.
Deciden huir hacia otro edificio, aunque deben hacerlo rápido y no pueden cargar con la hermana Leeg, por lo que su hermana se queda con ella, prometiéndoles que enviarán ayuda para recogerlas.
Escapan hacia otro edificio desde el que ven a los agentes de la paz avanzando hacia donde estaban, siendo atacados por las Leeg, contra las que lanzan un misil.
Caesar Flickerman emite a continuación un mensaje mostrando cómo defendieron los agentes de la paz el ataque rebelde, poniendo las imágenes de Katniss y su grupo infiltrándose en la ciudad y la traición de Peeta, atacándola, para, a continuación, mostrar cómo sus agentes acorralaron a Katniss y, según él, acabaron con ella y con los rebeldes que la acompañaban.
Gale pregunta qué harán ahora que están muertos, indicando Peeta, arrepentido, que deben matarlo, ya que acabó con un miembro del pelotón, pues puede volver a sufrir otra crisis, asegurando Gale que si da el caso le matará él mismo.
Van apareciendo en pantalla los rostros y nombres de los presuntamente muertos y el propio Snow sale en pantalla anunciando la muerte de Katniss, que dice, no era ni una pensadora ni una líder, solo una cara sacada de entre la masa, ya que la rebelión no tiene un verdadero líder uy sus soldados se matan entre ellos.
Pero su retransmisión se ve interrumpida por Alma Coin, que defiende el honor de Katniss, que, dice, no era solo una cara elegida de entre la masa, pues logró convertir a un país esclavizado en un ejército y seguirá siendo el rostro de la rebelión.
Tienen la ventaja de que nadie sabe que están vivos, pero están acorralados y hay numerosas vainas, una cada 10 pasos y en el Holo ni siquiera salen las nuevas, no pudiendo ir ni por las calles ni por las azoteas, sugiriendo Castor avanzar por los túneles, que, señala, Pollux conoce bien, ya que trabajó en ellos, en el servicio de limpieza y tardaron 5 años en sacarlo de allí y durante ese tiempo no vio el sol.
Avanzan por el subsuelo, debiendo ocultarse cuando pasa algún tren, aunque están muy expuestos.
De hecho, una ayudante avisa a Snow de que sobrevivieron y fueron captados por una cámara de seguridad, comprendiendo el presidente que la arena está ahora bajo tierra.
El grupo avanza por el agua y deciden parar a descansar, turnándose para las guardias.
Durante la suya, Katniss habla con Peeta, que quiere contrastar sus recuerdos para saber si son reales, dice que en el Capitolio le inyectaron veneno de rastrovíspula y recuerda que a ella le picaron una vez, diciendo ella que es cierto.
Le cuenta que le enseñaron imágenes de su vida, pero algunas estaban manipuladas, aunque ahora puede ordenarlas, pues las de ellos tienen otro brillo.
Unos ruidos les alertan y deciden salir, tratando Pollux de buscar un camino seguro, por el que le siguen, siendo de pronto atacados por mutos de lagarto, que acaban con Jackson, siendo combatidos por los demás, aunque las criaturas acaban con Castor.
Katniss se queda la última y acaba con muchos de ellos, pero debe ayudarla Peeta, al que luego le devuelve el favor, luchando también valientemente Gale y Finnick, que se queda atrás y es arrastrado y rodeado por decenas de mutos, ante lo que Katniss decide aliviar su muerte repitiendo tres veces Jaula de noche.
Los supervivientes, Katniss, Peeta, Gale, Cressida, Messalla y Pollux, pero arriba les esperan explosiones en cadena que consiguen evitar, aunque Messalla acaba siendo víctima de una vaina, convirtiéndose en ceniza.
Peeta se queda atrás diciendo que es un muto. Katniss entonces lo besa y le dice que confíe en ella, tras lo que siguen su huida hasta llegar a una tienda de moda que afirma conocer Cressida, y que pertenece a Tigris, a la que piden ayuda, reconociéndola Katniss, pues era estilista en los Juegos, diciendo ella que hasta que Snow decidió que ya no era lo suficientemente guapa.
Tigris les oculta en su sótano, donde Katniss reconoce que lo inventó todo, pues no había ninguna misión especial de Coin y que todos los que han muerto lo hicieron por su mentira, asegurándole Cressida que todos lo sabían, incluida Jackson, que asumió la mentira porque confiaba en Boggs.
Ella dice que ha fracasado y que ha matado a Finnick y a los demás, y le pide perdón a Pollux por la muerte de Castor.
Pero Peeta le dice que han logrado por vez primera ser dueños de sus vidas, y si mata a Snow, todas esas muertes no habrán sido en vano.
Pide tras ello que le esposen, pues no se fía de sí mismo y a veces tiene la impresión de estar sonámbulo, obedeciéndole Katniss.
Por la noche Gale y Peeta que no pueden dormir. Gale le dice que debería haberse presentado voluntario por él en los primeros Juegos, diciendo Peeta que no podía, porque ella no se lo hubiera perdonado, pues necesitaba que cuidara de su familia.
Gale dice que a él nunca lo besó como a él en el Vasallaje de los 25, diciendo Peeta que era parte del show, Gale le dice que la conquistó de verdad y sacrificó todo por ella.
Concluyen, sin saber que ella les escuchaba, que, si sobreviven, algo que es muy probable que no suceda, será ella la que elija al qué necesita para sobrevivir.
Escuchan fuego de mortero de los agentes de la paz, aunque al amanecer escuchan fuego ligero de los suyos, que se acercan, por lo que, concluyen, llegó el momento.
Escuchan cómo Snow decreta la evacuación obligatoria de todos los que estén a menos de un kilómetro, a los que ellos cobijarán y protegerán, señalando que el enemigo no conoce sus comodidades y sofisticación y los desprecian por ello y no van a liberarlos, sino a acabar con su estilo de vida.
Dado que los evacuados se dirigen al Capitolio, entienden que debieron desactivar las vainas, por lo que será el momento de camuflarse entre los refugiados.
Dejan a Peeta para no ponerlo en peligro, pero le entregan una jaula de noche, pues no desea volver a ser capturado. Katniss lo abraza, esperando verlo en un mundo diferente.
Ella y Gale se unen a los refugiados en su avance hacia la residencia presidencial y avanzan sin problemas hasta que, poco antes de llegar, comienzan a registrar a los que van llegando, aunque se libran del reconocimiento porque justo en el momento en que van a registrar a Katniss explota un tanque tiroteado por los rebeldes.
En medio del caos por el ataque, Gale es retenido y le pide a Katniss que le mate, pero ella es incapaz de dispararle.
Por los altavoces piden que lleven a los niños hacia adelante, pues ellos serán los primeros en entrar cuando se abran las puertas.
Desde un aerodeslizador del Capitolio comienzan a soltar paracaídas similares a los utilizados durante los Juegos del Hambre, con algo que no ven qué es, y que al bajar explotan, acabando con los niños.
Enseguida algunos corren a socorrerlos, y entre ellos Prim. Katniss ve cómo, mientras grita su nombre explota otra bomba que acaba con su hermana, siendo alcanzada ella por la honda expansiva, y perdiendo el conocimiento.
Cuando se despierta, ve que su madre le está curando las quemaduras en la mansión de Snow y le dice que se pondrá bien, mientras Haymitch le explica que la guerra acabó cuando el Capitolio lanzó las bombas frente al palacio y los rebeldes pudieron entrar sin más, pues los agentes de la paz también tenían sus hijos allí.
Ya recuperada, recorre la mansión, y va hasta el invernadero, donde se encuentra con Snow, al que tienen allí cautivo, que le dice que sabía que llegaría hasta allí.
Le da el pésame por su hermana, diciendo que su muerte fue innecesaria, pues estaban a punto de proclamar la rendición, cuando soltaron los paracaídas, acusándolo Katniss de haber sido él quien los soltó.
Él le dice que no le gusta derrochar y no había razón alguna para destruir un corral lleno de niños del Capitolio, reconociendo que fue un golpe maestro de Coin, pues logró que sus guardias se volvieran contra él y además lo emitieron en directo.
Le dice que ahora Coin tomará su puesto, pues mientras ellos se vigilaban mutuamente, fueron engañados por ella, negándose Katniss a creerlo, aunque Snow le recuerda que habían acordado no mentirse.
Recibe entonces la visita de Gale, que le dice que la presidente Coin pregunta por ella.
Al verlo, Katniss le reprocha que no fuera a verle y le pregunta si la explosión retardada fue obra de ellos, ya que recuerda que habló de ese tipo de bombas trampa, y si lo hicieron para que hubiera más gente, diciéndole Gale que no lo sabe y solo lamenta no haber podido cuidar de su familia, pidiéndole ella que se marche.
La llevan a una reunión presidida por Coin, estando entre los reunidos Peeta.
Coin les anuncia que se ha declarado presidenta en funciones de Panem, respondiéndole a Haymitch que convocarán elecciones cuando llegue el momento, que todavía es muy pronto por lo sensibilizado que está todo, habiéndoles reunido para una votación simbólica, pues pretenden ejecutar a Snow esa tarde y habrá cientos de sus funcionario que correrán su misma suerte.
Propone un plan alternativo para evitar la sed de venganza de la resistencia. La celebración de unos Juegos del Hambre simbólicos con los niños del Capitolio, y así habrá un mínimo de bajas.
Peeta, Annie y Beetee están en desacuerdo, pues esa forma de pensar es lo que provocó la rebelión.
Pero Katniss dice que quiere matar a Snow y vota que sí por Prim, haciendo lo mismo Haymitch, Johanna y varios consejeros más, por lo que se llevarán a cabo los Juegos.
Effie la viste elegantemente y sale al estadio, repleto de gente, con su arco y sus flechas hacia el lugar donde tiene a Snow atado, en la Avenida de los Tributos.
Katniss deberá ejecutar a Snow, contra el que alza su arco, aunque en el momento de disparar alza su arco y acaba con Coin, vengando así la muerte de su hermana.
La muchedumbre corre hacia Snow para acabar con él, mientras Plutarch sonríe.
Ella trata de suicidarse con una píldora de jaula de noche, pero Peeta se lo impide y es arrestada, recibiendo la visita de Haymitch, que, tras decirle que no decepciona, le lee una carta de Plutarch donde le dice que es como esperaba y no lo ha decepcionado, pero esa noche se decide el destino del país y no pueden verlo a su lado.
Le cuenta que esa noche los líderes de los 12 distritos convocarán elecciones libres, que con seguridad ganará Paylor, convertida en la voz de la razón y siente que la carga haya recaído sobre ella, pero si tuviera que hacerla pasar de nuevo por ello lo haría.
Le dice también que tras la guerra todos se prometerán no repetir sus errores, pero son seres con poca memoria y un gran don para la autodestrucción.
Por ello la sacarán del Capitolio y la harán desaparecer, y en algún momento Paylor la perdonará, deseándole tras ello que encuentre su paz.
Tras despedirse de Effie, regresa con Haymitch al Distrito 12.
Al llegar a su casa ve a Buttercup, su gato, y descarga su ira contra él por la muerte de Prim, aunque luego lo coge entre sus brazos y lo acaricia mientras llora desconsolada.
Vuelve a recorrer los verdes bosques de su niñez y a la caza, encontrando un día, al volver, a Peeta sembrando flores, prímulas que cogió en el bosque y lo abraza feliz.
Algún tiempo después reciben noticias de Annie Cresta desde el Capitolio, y les cuenta que la madre de Katniss ha formado a nuevos equipos médicos y Gale fue ascendido a capitán en el Distrito 2 y les desea haber encontrado algo de paz, acompañando una foto de ella con el hijo que tuvo con Finnick.
Ven en televisión a Paylor jurando su cargo, observando ellos a Plutarch con ella, comentando que es él quien ganó los Juegos.
Una noche, Katniss se despierta y va a la cama de Peeta, y le dice que le ama.
Unos años más tarde lo observa en el campo jugando con su hijo mientras ella mantiene a su hija, aun bebé en sus brazos.
Le dice al bebé que a veces tiene pesadillas y un día le explicará por qué empezaron y por qué nunca dejará de tenerlas, pero también le contará cómo las sobrelleva, haciendo un recuento mental de todas las muestras de bondad que ha visto, como si fuera un juego, que después de jugarlo tantos años se ha vuelto aburrido, aunque, le asegura, hay juegos mucho peores.