Te cuento la película

Llévame a casa
Llévame a casa

Nareul chajajwo (2019) * Corea del Sur

Duración: 108 min.

Música: Lee Ji-soo

Fotografía: Lee Mo-gae

Guion y Dirección: Kim Seung-woo

Intérpretes: Lee Yeung-ae (Shu Jung-yeon), Yoo Jae-myung (Sargento Hong Kyeong-jang), Park Hae-joon (Kim Myung-guk), Lee Won-keun (Seung-hyun), Seo Hyun-woo (Agente Kim), Baek Joo-hee (In-sook), Jong Ho (Platija), Kim Jong-soo (Choi), Lee Si-woo (Min-su), Kim Tae-yool (Ji-ho)

Jung-yeon camina por el rompeolas, junto al mar.

Trabaja en el hospital, recogiéndola a la salida su marido, Myung-guk, que lleva un cartel en su coche en que anuncia que buscan a su hijo desaparecido, Kim Yoon-su.

Ve que incluso ha dormido en el coche, contándole que estuvo en Goseong buscándolo, sugiriéndole su mujer que vuelva al trabajo y continuar con la búsqueda los fines de semana.

Él piensa que podrían mudarse a Goseong y cultivar su tierra, aunque no lo hizo nunca.

Van a casa de Seung-hyun, que fue un niño desaparecido también para hablar con la madre de otro niño desaparecido, Jin-wook, de edad similar a la de su hijo.

La madre les cuenta que había cumplido 12 años unos día antes y lo encontraron ingresado en una clínica mental.

Cuenta que la policía lo mandó directamente a urgencias y que lo buscaron una sola vez, y de hecho, en el hospital trataron de ocultarlo.

Volvió 4 años después, porque nadie se preocupó por él.

Jung-yeon recuerda con sentido de culpa que deseaba que su hijo se fuera una semana entera para poder descansar y sintió como si lo abandonase y por eso dice, se odia.

Su marido le recuerda que entonces estaba agotada.

Se pregunta si volverán a vivir como antes cuando regrese, respondiéndole su marido que sí mientras la abraza.

Myung-guk acude a menudo a la asociación para niños desaparecidos donde trabaja Seung-hyun, al que le muestra un dossier con todos sus movimientos en busca de Yoon-su, y ke pide a Seung-hyun que se encargue del caso de su hijo.

Aprovecha para preguntarle además si el puesto de profesor de que le habló sigue libre.

Acude a la entrevista de trabajo, aunque mientras espera recibe un mensaje en que le dicen que vieron a su hijo vendiendo pan en una parada de Sanjung.

Por ello, mientras pasa la entrevista sigue mirando el móvil y en él una fotografía de un muchacho al que no se ve bien.

Va por ello a buscarlo, observando por el camino que tiene un mensaje en que le dicen que la panadería va a cerrar ya y que se dé prisa.

La distracción del teléfono hace que gire su coche sin fijarse en la carretera, siendo su coche envestido por un camión al girar sin mirar.

Min-su es un niño maltratado y objeto de bromas, tratándolo bien solo Choi, un tipo que tiene un hijo de su misma edad.

Los noticiarios se hacen eco del fallecimiento del profesor, informando que llevaba 6 años intentando encontrar a su hijo y fue objeto de una broma de unos chavales, que le enviaron un mensaje de texto.

Dos policías, el sargento Hong y el agente Kim ven la noticia y observan que entrevistan a los chicos, que se excusan diciendo que estaban muy aburridos.

Al ver la fotografía del niño, Kim dice que el niño se parece a Min-su, el niño corto que trabaja en el camping de Mansun, en el área de pesca.

Salen luego a patrullar, yendo al área de pesca, donde ven que el chico ni les escucha, comentando un adulto un poco retrasado y que le gasta bromas pesadas al niño, Platija, que el niño se quedó sordo después de que el señor Kang le diera una paliza.

Se fijan y ven que tiene incluso una quemadura en la espalda, como el desaparecido.

Preguntan cómo llegó allí y les dicen que es nieto de la señora King que se lo dejó antes de partir porque nadie de su familia podía hacerse cargo de ella, aunque no pueden preguntarle porque murió años atrás.

Hong le dice a su subordinado que es absurdo y le pide que no hable más del asunto.

De hecho reciben dinero del señor Kang como soborno, y Kim acaba cogiendo el dinero que le da el sargento.

Jung-yeon empieza a pensar en acabar con su vida, aprovechando que por su trabajo tiene en el hospital tiene acceso a la ketamina.

Pero cuando va a hacerlo aparecen sus cuñados, que la invitan a cenar, aunque en realidad es idea de la mujer del hermano de su marido, pues cree que ahora que carece de familia deben pedirle dinero para que su sobrino pueda vivir mejor.

Jung-yeon sale un momento fuera del restaurante, momento en que recibe una llamada que coge su cuñado.

En ella, el agente Kim le dice que cree haber visto a su hijo, un niño que ha comprobado que tenía la quemadura que dicen tiene, y una marca de nacimiento tras la oreja y que está en la isla de Naebu, cerca de Musan y trabaja en el puesto privado de pesca de Mansun, recomendándole que busque al niño y se lo lleve sin hacer ruido.

Jung-yeon vuelve a ver a Seung-hyun, que le devuelve el dossier de su marido y le habla de su experiencia.

Le cuenta que fue muy feliz con sus nuevos padres y que pensó en vengarse de los verdaderos por haberlo abandonado, diciéndoles que había sido muy feliz sin ellos.

Por ello, al terminar la universidad decidió ir a buscarlos y en las vacaciones fue a Corea y visitó varios orfanatos hasta que recibió una llamada de una tía, que al verlo le preguntó por qué tardó tanto, pues sus padres lo buscaron por todas partes.

Estaba confuso. No entendía que lo abandonaran y le dijeran ahora que llegaba tarde.

Le contaron que su madre se había suicidado y su padre entró en shock y murió de cáncer, y estuvieron buscándolo siempre. Le dice que Yoon-su los buscará.

Min-su trabaja para el señor Kang, pero también para otras personas.

Jung-yeon recibe la llamada de un hombre que le pide 50.000 dólares del dinero que cobró del seguro. Le pide un adelanto y luego el resto cuando lo encuentre.

Al ver que su interlocutor le da datos muy precisos de su hijo decide acceder a pagarle al investigador el adelanto y le hace firmar un contrato.

Le da una nota, diciendo que busque a Min-su en el área de pesca de Naebu.

En realidad el hombre es un testaferro de su cuñado que se aprovecha de la información que le dio el policía.

Con la información obtenida viaja hasta el área de Pesca de Mansun.

Ese día, como otros, el niño está, junto con otro más pequeño, Ji-ho trabajando como mozos de carga de las piezas de caza del sargento y otros cazadores, aunque acaba cayendo bajo el peso del cervatillo, estando enfermo y con fiebre.

Jung-yeon pregunta por Min-su a una mujer, la amante del sargento Hong, que llama a este, diciéndole que hay una madre de Seúl buscando a su hijo y repartiendo carteles, aunque él está seguro de que nadie diga que lo ha visto.

Pero por si acaso, el señor Kang pide que digan a todos que cierren la boca.

Jung-yeon cena luego en el local de los Kang con el sargento, que dice que vio la noticia de la muerte de su marido, pero niega haber visto al niño, diciéndoles la mujer que se quedará a dormir esa noche allí en el motel.

Platija, el retrasado, visita por la noche a Min-su, al que tienen esposado y oculto para abusar de él como suele hacer a menudo.

La mujer sale por la noche pese a la lluvia y al ver las zapatillas de un chico frente a una casa decide entrar.

Ve una puerta cerrada por fuera y al abrirla a Ji-ho tirado en el suelo y atado, pero escucha un ruido y debe salir, viendo a través de una ventana colgado un cartel con el rostro de Platija, viendo que es buscado por violación y asesinato.

Entra en una habitación, la que suele ser del niño y ve cosas de este, aunque es sorprendida por Platija, que le pregunta por qué entró en esa casa.

Ella le señala que hay un cartel que ella no llevó, diciéndole el sargento Hong, que llegó con Platija que se lo dejaría algún pescador, y cuando señala que hay ropa de un chico de la edad de su hijo, dice Choi que es de su hijo, que va allí los fines de semana, aunque ella no cree que un niño que va de visita vista con harapos y les dice que también vio unas zapatillas fuera que ha visto que tienen encerrado a Ji-ho.

Hong le dice que ha entrado en una propiedad privada y le pide que se marche.

Regresa al motel, desde cuya ventana ve que Choi la vigila.

Al día siguiente vuelve al área de pesca para despedirse, pidiéndole a Ji-ho que le dé un abrazo, pidiéndole mientras lo hace que se porte bien y cuide de su madre, aunque el niño le dice que esa mujer no es su madre.

Llega entonces el sargento Hong, que dice que sabe que les denunció, aunque asegura que ya lo tiene todo solucionado.

Cuando se marcha, está a punto, como su marido, de ser arrollada por un camión.

Hong, al darse cuenta de que el problema lo generó Kim le dice que generó un buen lio, pero que la madre de Yoon-su comprobó por sí misma que no era Min-su.

Ji-ho le cuenta al oído a Min-su, que su madre fue el día anterior.

Pero ella no se ha resignado y regresa por la noche.

El sargento Hong recibe una llamada esa noche en que le informan de que vieron a los niños por el muelle, comprobando este que, en efecto, no están en su habitación, por lo que se organiza una partida de inmediato para ir a buscarlos.

Jung-yeon se topa con la partida y los sigue, pudiendo escuchar cómo llaman a Min-su, al que le dicen que es hora de volver a casa, estando, en efecto los niños muy cerca, por lo que también escuchan sus amenazas.

Los atrapan finalmente, viendo la madre por fin la cara del muchacho y al llamarlo hace que se sobresalte el sargento, consiguiendo el niño huir de nuevo, perseguido por todos, adentrándose por el rompeolas hasta el mar, donde los demás no se atreven a entrar por miedo al oleaje, y le piden que salga para evitar una desgracia.

También Jung-yeon trata de ir hacia él, aunque el sargento la retiene, mientras ella grita el nombre de Yoon-su y le dice que es mamá, y le pide perdón por haber tardado tanto.

Finalmente se suelta y avanza hacia él y le muestra su mano y le dice que irán a ver a su padre. Solo entonces el niño dice mamá, pero una fuerte ola lo hace desaparecer.

Jung-yeon sueña que encuentra en su habitación en su habitación empapado. Le dice que tiene frío y le pide que lo encuentre.

Cuando despierta ve que la esperan fuera el sargento y todos sus amigos, a los que pregunta dónde está su hijo, pensando todos que ha perdido la cabeza, respondiéndole que Min-su ha muerto, diciendo ella que aquello era un sueño y les pregunta de nuevo.

Acusa luego al sargento de haber tenido a su hijo esposado al suelo y le pregunta por qué lo tenían así, acabando este por golpearla, enfadado, diciéndole que fue ella quien lo mató, pues él se echó a correr al verla.

Le dice que quienes viven allí son gente honrada que viven al margen de la ley, pero que no puede acusarles de cosas tan viles.

La amante del sargento le dice que ellos acogieron a un subnormal abandonado como si fuera de su propia familia y que su hijo está muerto por culpa de ella.

Hong habla con sus amigos. No quiere que la situación se les vaya de las manos, pues podrían acusarlos por secuestro y si los denuncia perderá su puesto de sargento y acabarán todos entre rejas, pues todos hicieron trabajar al crío.

Platija propone tirarla al océano, ya que va a morir de todos modos.

Jung-yeon entretanto entra en la casa y se lleva a Ji-ho, y mientras se aleja Choi la golpea por detrás con una pala.

Dice que así no tendrán que cerrar sus negocios, pues un expresidiario como él no encontraría otro trabajo y quiere que su hijo vaya a la universidad, por lo que solo les queda encerrarla.

El sargento lo golpea a él. le dice que él no es quién para tomar decisiones. Que deben seguir sus órdenes y mantener la boca cerrada.

Platija, el idiota recibe la orden de dejar el chiringuito cerrado ese día.

El señor Kang le pide a Hong que olvide al muchacho, que la marea lo acabará llevando hasta la orilla, aunque al sargento le preocupa que descubran que lo esposaban.

Kang dice que deben mantener el secreto y cerrar bocas, oídos y ojos.

Encierran atada a Jung-yeon, yendo Platija a verla, diciéndole que Min-su salió a ella, pues tiene las pestañas largas y una piel suave y tierna.

Ella le pregunta cómo era la vida de su hijo allí.

Le cuenta que el señor Kang y los demás lo molían a palos hasta que echaba pus y sangre por los oídos.

Pero le cuenta también que dibujaba muy bien y hacía garabatos en el contenedor de almacenamiento, y si es buena con él le perdonará la vida y le enseñará sus garabatos.

Platija se encuentra entre la ropa de la mujer una bolsita con la inyección de ketamina, que él toma por droga.

Ella le pide que la desate y le asegura que valdrá la pena. Asegurándole el retrasado que le hará lo mismo que a Min-su.

Cuando la desata, ella coge la aguja con la ketamina y se la clava en el cuello, empezando de inmediato a sentirse mal, hasta caer al agua muerto.

Va luego hasta el almacén y ve sus dibujos y garabatos.

La amante del sargento le dice a este que le cogió cariño a Min-su y se siente miserable, aunque él le dice que deben pasar página, y cuando se disponen a hacer el amor los sorprende Jung-yeon, que los golpea con una herramienta, aunque Hong consigue dominarla y la golpea a ella mientras le pregunta por qué se mete dónde no le llaman, hasta que ella consigue de nuevo la herramienta y se la clava en el estómago, aunque él se repone y coge su pistola, diciendo que la mandará con su hijo, aunque ella le clava un cristal en el pie y consigue hacerse con su arma, con la que le apunta, mientras el pequeño Ji-ho le pide ayuda.

Huye con él, cuando aparece el señor Choi.

Ella le apunta, pero se ve sorprendida por el señor Kang y tienen un forcejeo durante el que se le dispara la pistola, dándole a Choi, recibiendo luego el señor Kang un disparo en la cara.

Choi vuelve a lanzarse sobre ella, que le dispara de nuevo y acaba con él.

Hong sale a buscarla armado con su rifle y le dispara mientras la sigue.

Ella se aleja con Ji-ho, perdiéndolos de vista el sargento debido a la niebla.

Se adentran en el agua esperando conseguir una barca para huir.

Hong los ve y les dispara, aunque el disparo sale al revés y lo recibe en su cara.

Tratan de huir en una barca, pero son alcanzados por Hong, que la agarra a ella y trata de atarla para que muera ahogada, aunque Ji-ho lo golpea con un remo, dando tiempo a la mujer a desatarse mientras Hong trata de coger al niño y coge las esposas al sargento, esposándolo a él, que al tratar de liberarse pierde la llave en el agua.

Consigue finalmente alejarse con el niño en la barca, escuchando los gritos de rabia del sargento, que comienza a hundirse mientras grita que solo él se preocupó de ese niño.

Al día siguiente llegan las ambulancias al lugar, durmiendo Ji-ho en su regazo.

Pese a todo Jung-yeon camina por el rompeolas - la imagen del comienzo - y saca otro frasco de ketamina, disponiéndose a inyectársela para acabar con su vida, cuando ve a lo lejos, y cubierto de barro, el cuerpo del pequeño, al que se acerca.

Lo abraza y se pregunta qué va a hacer, mientras llora desesperada.

Observa que aún lleva las esposas puestas, tras lo que mira la uña de su pie y ve que no está rota como la de su hijo, comprendiendo que no era él, y lo abraza llorando.

Dos años más tarde.

Recibe una llamada de Yi-ho, que la llama mamá. Le cuenta que sigue buscando a Yoon-su.

Va de hecho a un orfanato. Los encargados van a buscar a un niño y al verlo ella sonríe.

Calificación: 3