Te cuento la película

La vida padre

España (2022) *

Duración: 92 min.

Música: Vicente Ortiz Gimeno

Fotografía: Ángel Iguacel

Guion: Joaquín Oristrell (Historia: Olatz Arroyo, Joaquín Mazón)

Dirección: Joaquín Mazónn

Intérpretes: Karra Elejalde (Juan Inchausti), Enric Auquer (Mikel Inchausti), Megan Montaner (Nagore Mondragón), Lander Otaola (Ander), Maribel Salas (Rosa), Gorka Aguinagalde (Ignacio Lizarraga), Manuel Burque (Inspector), Yanet Sierra (Altagracia / "Irina").

Mikel habla por videoconferencia con una amiga y le habla del suceso que le marcó de su vida, que ocurrió un sábado. El 18 de agosto de 1990. La noche, en que, dice, sin querer, mató a su padre, Juan Inchausti, el mejor chef de Bilbao.

Era la Semana Grande y su restaurante, el Ataria estaba lleno. Había varios jugadores del Athletic y Clemente, el entrenador, artistas, políticos y toreros.

Tenía el servicio más importante de su carrera y estaba en lo más alto, y se presentó, de incógnito, el rey de España, lo que emocionó a Rosa, su madre, aunque a su padre no le impresionaba. A él le gustaba dar de comer, mientras que a su madre le gustaba ganar dinero.

Algunos de sus trabajadores eran abertzales y no querían servir al rey, pero su padre defendía que en su "Portal" se daba de comer a todo el mundo.

Su hermano Ander y Mikel estaban también allí esa noche porque eran hinchas del Athletic.

Horas antes habían ido con sus bicicletas a la charca para pescar ranas y luego decidieron colocarlas en los platos de la sopa.

La primera le tocó a Clemente, la segunda a una presentadora de la ETB y la tercera al rey, desatándose tras aquello el caos, con ranas saltando por todas las mesas.

El rey se lo tomó a broma, pero su equipo de seguridad no, y al día siguiente la noticia de su detención estaba en todas partes y, aunque salió en libertad provisional, fue acusado de ataque y ofensas a la corona, lo que le podía llegar a suponer hasta cuatro años de cárcel y una multa de dos millones de pesetas.

Ander, su hermano mayor decidió protegerle y evitar que le acusaran a él y le hizo jurar que nunca contaría lo de las ranas.

Pero después de aquello su padre no volvió a ser el mismo y, después de unos meses, se encerró en la cocina y se preparó su última cena, tras decidir traspasar el local, dejando una nota que decía: "Por fin voy a dejar de fumar" que colgó en el tablón y después de eso se tiró a la ría, con su hijo llamándole y pidiéndole que no le dejara.

Mikel dice que sabe que va a terminar igual que él.

30 años después, Juan camina por las calles del renovado Bilbao, parándose en un escaparate frente a una televisión que informa que, siguiendo la tradición de su padre, Mikel Inchausti empezó a trabajar en el restaurante londinense Soho Club de cocina asiática y es el chef que corre más rápido hacia la tercera estrella Michelín gracias a su cocina de fusión.

Mikel sigue yendo al mismo mercado al que iban sus padres a comprar el pescado y le dice al pescadero que le va a preparar una sopa de miso a De Niro.

De pronto, mientras está allí, su padre choca con él, al perseguirle varios hombres disfrazados de estatuas, de Unamuno, del Gigante Gentil, y de duende, a los que robó el dinero.

Mikel recibe una llamada de la Zarzuela indicando que los Reyes tienen previsto ir a Bilbao y desean una reserva para dos personas.

Escucha el mensaje mientras conduce, tras una ambulancia, cuyas puertas se abren, y de la que sale nuevamente el hombre que se chocó antes con él en el mercado, y que grita que, aunque le torturen no contará sus recetas, viendo cómo lo vuelven a meter en la ambulancia.

Aún desconcertado, Mikel acude al hospital para felicitar a Ander, que acaba de ser padre, llegando también su madre con su nuevo marido, Ignacio Lizarraga.

En el hospital, Juan se queja, pues cree que le han secuestrado.

Mikel, coincide en el hospital con una doctora que lo reconoce, pues estuvo en su restaurante y que le pareció un timo porque es muy caro y pretencioso y el jefe de sala - su hermano - un impresentable. Pese a que se gastó dos días de su sueldo y se quedó con hambre.

Es precisamente esa doctora la encargada de atender a Juan, al que ingresaron tras haber sido agredido por las estatuas humanas, descubriendo allí su estado mental, por lo que recurrieron a la doctora Mondragón como psiquiatra.

Sabiendo que lo ingresaron allí, Mikel se cuela en el box donde está su padre, que se sorprende al verlo por tercera vez en tan poco tiempo.

Mikel le pregunta dónde ha estado, pues todos le daban por muerto y cuando le dice que es Mikel Inchausti, le dice que tiene un crío que se llama como él, y cuando le dice que es él, le dice que es imposible, que su hijo tiene 7 años.

Nagore lo ve salir de allí y Juan le cuenta que Mikel decía que era su hijo pese que es mayor que él, y, cuando le pregunta en qué año están, Juan le dice que en 1990, sometiéndolo tras ello a una resonancia, indicando tras ello que piensa que se trata del Síndrome de Korsakoff.

Mikel acude a trabajar al nuevo Ataria, donde Ander le avisa porque hay un comensal que piensa que es inspector de la Guía Michelín.

Sale a hablar con él y le pregunta si es la primera vez que va al Ataria, diciendo el inspector que era el restaurante favorito de su padre antes de que lo cerraran, pues el cocinero era un genio y tenía una crema de erizo que no ha vuelto a probar, diciendo Mikel que no ha probado la suya, pero que vaya otro día, asegurando el inspector que esa crema sí merece una estrella Michelín y le pide mesa para el viernes 24, el día que reservaron también los reyes.

Vuelve al hospital y pregunta a Nagore por su padre, preguntando ella por qué no le dijo antes que era su padre, diciendo que la última vez que le vio tenía 7 años y no sabía qué hacer, diciéndole la doctora que tendrá que hacerse cargo de él, pues tiene Síndrome de Korsakoff, con una laguna mental de más de 30 años, mezclándose en su cabeza las épocas, habiéndose quedado plantado en 1990 y en su mundo paralelo él no existe, ignorando ella si se puede llegar a curar.

Mikel se hace cargo de él y se lo lleva para tratar de ayudarle a recuperar la memoria.

Pero aparece de pronto un coche de la Ertzaintza y le dice a su hijo que acelere, pues no quiere volver al trullo, y cuando los abordan, dice que Mikel le secuestró, lo subió al coche y lo inmovilizó y lo llevó a un sitio para acostarse con él, aunque creen a Mikel que les dice que es su padre, pues el policía dice que son iguales.

Al llegar al restaurante, recuerda el momento en que allí mismo se hicieron la foto que le muestra Mikel, que lo lleva dentro y le explica que él hizo el interiorismo.

Cuando lo ve Ander, también lo llama aita, aunque tampoco lo reconoce.

Mikel debe explicarle lo ocurrido y le dice que lo necesita para el 24, para la crema de erizo, diciendo Ander que no necesitan al hombre que los abandonó 30 años antes.

Sale uno de los cocineros, diciendo que hay un loco en la cocina dando órdenes, viéndolo en efecto dando órdenes, aplaudiendo tras la cena esa noche los comensales al chef.

Se lo lleva luego a su casa, sorprendiéndole su asistente virtual, Irina, saluda a Mikel y las luces se van encendiendo solas, preguntándole dónde está su mujer y por qué se esconde, diciéndole él que Irina le lleva su agenda, controla la casa, la salud y la música y le ayuda a levantar la moral cuando está deprimido.

Le pide que se duche mientras escucha un mensaje de Zarzuela diciéndole que unos días antes irán unos técnicos a revisar la seguridad de las instalaciones.

Recogiendo la ropa de su padre encuentra una carta del depósito municipal de vehículos.

Luego, cuando sale de la ducha lo observa y ve que tiene tatuados los nombres de varias personas, preguntándoles de quiénes se trata, diciendo que de gente que quiere, viendo que tiene su nombre y el de Ander entre otros como Glenda, Jürgen…

Recibe una videollamada de Nagore, que nota sus ojos llorosos tras el final de "La lengua de las mariposas", diciéndole que quiere estudiar el caso de su padre, aunque necesitaría que le financie el tratamiento.

En la cama Juan sueña con las ranas y vuelve a su cabeza lo ocurrido 30 años atrás, cuando decidió suicidarse lanzándose a la ría. Pero no murió. Fue recogido por la red de un pesquero.

Mientras habla con Nagore ve a su padre corriendo aterrorizado y que se tira a la piscina mientras se queja de las ranas, debiendo él ayudarlo a salir, y cuando lo llama aita, viene a su cabeza la imagen de su hijo pidiéndole que regrese. Y de pronto lo llama hijo y se abrazan.

Él aprovecha el momento para preguntarle por su crema de erizo, tomándolo entonces su padre por el catalán que le roba las recetas, no recordando ya el momento anterior, proponiéndole irse de putas.

Lo lleva a la discoteca, donde ve cómo su padre se relaciona con otros jóvenes mientras él se aburre en la barra, hasta que ve a Ander, no entendiendo que esté allí teniendo a Menchu y a la recién nacida en el hospital, diciendo que lo está celebrando.

A Ander también le extraña que esté allí Mikel, pues no tiene amigos, diciéndole que está con una chica, lo que tampoco cree.

Va a buscar a su padre, pero le dice que todavía no se acostó con ninguna chica, encontrando en el baño a Ander tomando coca y le da una colleja pidiéndole que le ponga una.

Al ver a su padre sale corriendo para preguntarle a su hermano si lo ha llevado solo por una receta antigua, diciendo Mikel que se lo debe, pues le destrozó la vida, diciéndole Ander que él se la destrozó a ellos y que nunca les hizo caso, pues siempre estaba en la cocina.

Y de pronto ve a su padre bailando, habiendo un corrillo a su alrededor jaleándolo, por lo que no puede evitar reír, animándose a bailar él también, para sorpresa de Ander.

Se despiertan abrazados en la cama de Mikel. Juan se levanta y comienza a cocinar.

Cuando llega Altagracia, la asistenta, Juan cree es Irina, la asistenta virtual.

Lo lleva hasta el antiguo mercado, ahora reformado, al que iba cada día a hacer la compra y le insiste en que no le dará su receta, llamándolo Ferrán.

El pescadero lo reconoce, justo antes de que aparezcan Rosa y Ander.

La mujer le pregunta dónde ha estado todos esos años, pues le dieron por muerto y se quedó sola con dos hijos, advirtiéndole que se ha vuelto a casar con Ignacio Lizarraga, algo que él no puede creer, pue dice, es un gilipollas, diciendo ella que gracias a ese gilipollas salieron adelante, llegando justo en ese momento el propio Ignacio.

Él dice que le querían matar todos, franceses, ingleses, catalanes y hasta el rey y le dice que se fue solo dos días, pero que ya está allí.

Deciden llevarlo al hospital para que le trate Nagore, tomando Juan a los doctores por una comuna de hippies. Y cuando se quitan la bata piensa que quieren hacer una orgía.

Nagore les cuenta que en su enfermedad, cualquier cosa que no le encaja las transforma en otra probablemente debido a un traumatismo craneoencefálico.

Y de pronto le ven corriendo en calzoncillos como si jugara al escondite.

Rosa y Ander no quieren verle así, aunque Mikel quiere saber dónde estuvo esos 20 años y acaba discutiendo con su hermano al que acusa de ser un vago y de vivir a su costa, diciéndole Ander que él puede tenerlo todo y no tiene más que una vida vacía.

Y de pronto sale Juan y le pide a Ander que no trate así a su hermano y le dice a Rosa que está muy guapa y que tienen que ir a por la niña, y la besa.

Pero cuando se ve en un espejo no se reconoce y dice que es de nuevo ese tipo que le sigue y sale corriendo asustado.

Acompaña a su padre al depósito para tratar de recuperar su caravana, aunque le ponen pegas por no tener ningún papel que acredite que es suya, tratando de solucionarlo Mikel con dinero, lo que indigna a la funcionaria y mientras discute con ella su padre roba las llaves y sale a toda velocidad con la caravana rompiendo la barrera tras recogerle a él, yendo directos hacia la ría mientras les persigue la policía.

Mikel grita asustado "aita" y viene a la cabeza de este la voz de cuando se lo dijo de niño.

Son detenidos, aunque logran salir cuando llega Nagore y les explica que tiene amnesia retrógrada, pudiendo examinar el pasaporte de Juan, en el que ve sellos de todo el mundo.

En la caravana ven fotos de Juan por todo el mundo, teniendo fotos con Arzak, Alain Ducasse, Ferrán Adriá, Seiji Yamamoto, Berasategui y de otros chefs a los que Mikel admira y ven también su libro de recetas, incluida la de la crema de erizo y, emocionado, besa a Nagore aunque luego le pide perdón, pues, dice, fue un pronto, besándose luego con pasión.

Mikel canta en la bañera y sigue cantando desnudo cuando sale, sorprendiéndolo así su madre e Ignacio, que indican que tienen que encerrar a su padre, y más tras lo que hicieron con la caravana porque, además, si se ratifica su identidad, el restaurante será suyo y con su cabeza lo echaría a perder, por lo que deben incapacitarlo.

Cuando va a buscarlo ve que no está su padre ya en la habitación, viendo que está el sujetador de Altagracia, y los restos del corte de pelo de su padre.

En el Altaria reciben a las dos personas del protocolo de Zarzuela mientras en la cocina los ayudantes se quejan porque Juan los echó de la cocina diciendo que el restaurante es suyo y además lleva un cuchillo.

Mikel llega a la caravana de su padre donde encuentra a Altagracia con sus dos hijos, diciéndole que Juan le dijo que se iba a casar con ella y a reconocer a sus hijos.

Las de Zarzuela le dicen que la reina quiere el mismo menú que Julia Roberts, el menú Perricone, diciendo él que no cocina al dictado.

Le dice luego a su hermano que ya no dan de comer, que solo sirven lujo en platos y su padre ha vuelto para enseñarles el camino.

Llega entonces la policía para detener a Juan, que huye, saliendo Mikel tras él, viendo que ha hecho arder la caravana, diciéndole a su hijo que tenía que quemarla antes de que le robaran las recetas los catalanes, siendo detenido mientras observa el fuego.

Mikel se despierta con un mensaje de Nagore, que le echa en cara que no haya ido a ver a su padre al psiquiátrico.

Mikel, encerrado en su casa, es visitado por Nagore, que le dice que la única conexión que su padre tiene con el mundo real es él, pues pregunta por el "pijo", aunque él indica que lleva solo 5 días con él y han sido un infierno, aunque acaba pidiendo perdón, reconociendo que no sabe qué hacer.

Va de nuevo a la discoteca y pide a su hermano alguna droga fuerte para animarse.

Ander le pide que se calme, reconociendo que fue él quien ideó la gamberrada de las ranas, y que él le pedía que no lo hiciera, pero le acabó convenciendo de que fue él.

Mikel va a visitar a su padre en el psiquiátrico y lleva unos pastelillos para el personal, diciendo que no pueden dárselo a los internos, pues llevan alcohol.

Todos quedan encantados con los pasteles, aunque un rato después, todo el personal aparece drogado.

Él va a ver a su padre, que parece aburrido, pues piensa que es una comuna muy rara.

Observan al personal totalmente ido y pone en el salón, donde están los internos música tecno a todo volumen y el personal llega bailando, llevándose a su padre.

Esa noche, llegan pronto las encargadas de protocolo de la casa real, y también Rosa con Ignacio, deseosos de ver al rey, estando en la cocina Mikel con Nagore que se pregunta cómo sacó a su padre, pese a estar interno por orden del juez.

Y también Altagracia con sus hijos, uno de los cuales tiene una rana de juguete que salta en la cocina, haciendo que vayan a la cabeza de Juan los sucesos de antaño.

Juan prepara la crema de erizo y Mikel hace su presentación moderna.

El inspector prueba la crema que le encanta y le recuerda su infancia.

Mikel sale con su padre, siendo aclamados por los asistentes.

Cuando dicen que quieren verles los reyes, Juan vuelve a pensar en las ranas y a temer que les cierren el establecimiento.

Mikel trata de calmarlo y le dice que, aunque no le guste, tiene 60 años y es su padre.

Vuelven a la cabeza de Juan los recuerdos del niño llamándole cuando cayó a la ría, diciéndole Mikel que no dejará que se vaya otros 30 años.

Se ve cayendo a la ría, pero cogiendo ahora la mano de Mikel, que se transforma en la de un adulto que lo rescata, y ve ahora el Ataria como es ahora, y al mirar al espejo comprende que el tío que le persigue es él mismo y le dice a Mikel que se ha hecho muy grande.

Le pide luego papel y boli y le redacta la receta de la crema de erizo.

Entre fotos y artículos que recomiendan el restaurante, enmarcan uno en que se señala que el Ataria obtuvo su tercera estrella Michelín.

Escribe el libro "Las recetas que no nos robaron los catalanes", junto con su padre.

Calificación: 2