La niebla y la doncella
España (2016) *
Duración: 104 Min.
Música: Lucio Godoy y Adrián Foulkes
Fotografía: Álvaro Gutiérrez
Guion: Andrés M. Koppel (Novela: Lorenzo Silva)
Dirección: Andrés M. Koppel
Intérpretes: Quim Gutiérrez (Rubén Bevilacqua), Verónica Echegui (Ruth Anglada), Aura Garrido (Virginia Chamorro), Roberto Álamo (Teniente Nava), Marian Álvarez (Carmen), Sanny van Heteren (Margarethe), Cristóbal Pinto (Siso), Paola Bontempi (Julia), Beneharo Hernández (Machaquito), Alba Tonini (Desireé).
El conductor de un BMW rojo coloca a su copiloto en un lugar desértico de la isla de la Gomera por la noche, tras lo que continúa su camino.
Apostados en la carretera, en lo alto de la montaña, una pareja de guardias civiles, Ruth Anglada y su compañero Siso, cabo, ven cómo avanza a toda velocidad y lo siguen.
Anglada, que conduce, no logra alcanzarlo pese a ir también muy deprisa, perdiéndolo definitivamente cuando entran en una zona de niebla muy espesa, lo que obliga al cabo a ordenar a Anglada que pare, pues va demasiado deprisa y pueden tener un accidente.
Poco después, llega una llamada a la casa cuartel de San Sebastián de la Gomera en que el denunciante afirma haber visto cómo una persona abandonaba un BMW rojo al final de la carretera del cementerio de Chipude, con actitud sospechosa.
Poco después, llega hasta el lugar la pareja de la guardia civil, observando que la cerradura está forzada y le hicieron el puente al coche, donde ven restos de sangre.
Enseguida les informan que es el coche de Gómez Padilla, consejero del Cabildo.
Visitan por ello a la mañana siguiente, junto con el Teniente Nava, a Padilla, que dice haber estado en una cena del partido, a la que fue con el coche de su mujer, quedándose a dormir en el coche porque iba bebido.
Cuando se separan, Ruth observa que Nava se va en el coche de Carmen, su novia.
Los guardias rastrean el bosque cercano hasta que uno de ellos encuentra el cadáver de un hombre con el cuello rajado.
Visitan luego a la madre del fallecido, que rompe a llorar cuando le cuentan la noticia.
Poco después detienen a Padilla.
Tres años más tarde
En la Comandancia de Tenerife se quejan de que, tras años en vía muerta, y con el único culpable absuelto, les ordenen volver a investigar, enviando incluso a unos compañeros de la UCO, pidiendo también la colaboración de Anglada, a la que tienen ahora allí y a la pondrán bajo las órdenes del sargento Bevilaqua y la cabo Virginia Chamorro, antigua compañera de Anglada en la academia.
En el aeropuerto de Madrid Bevilaqua y Chamorro estudian el caso mientras esperan el avión, que unas horas después aterriza en Tenerife, donde les espera Anglada, a la que el sargento le pregunta si de verdad quiere trabajar con ellos, pues siempre es más fácil trabajar con voluntarios reales.
Por el camino hablan del caso. La hipótesis que siguen barajando es si el asesino de Iván, pudo ser Padilla, el padre de la chica, tras ver el video en que la muchacha, entonces menor de edad, hacía el amor con él, pese a lo cual Padilla fue ascendido, siendo ahora vicepresidente del Cabildo.
Nada más llegar en ferri hasta la Gomera van a ver al vicepresidente del Cabildo, que se muestra agresivo y poco colaborador, ya que sabe que no pueden juzgarle dos veces por el mismo crimen, y podría acusarles de acoso, a lo que Bevilaqua le responde que han ido para encontrar al autor del crimen, lo que, en todo caso serviría para demostrar su inocencia, a lo que alega el vicepresidente que esta quedó ya demostrada, a lo que le responden que le declararon no culpable, pero no inocente.
Insisten en preguntarle qué estaba haciendo la noche del crimen, a lo que él vuelve a responder que estaba durmiendo la mona en un descampado.
Le dicen que tienen que entrevistar a su hija, pues en su momento no les permitieron hacerlo debido a que era menor, y si declara que su relación con el muerto hubiera sido consentida podría ayudarle, aunque el vicepresidente les dice que tenía solo 14 años y se niega a concederla la declaración.
Van luego hasta la casa cuartel, donde todos reciben contentos a Anglada tras su paso por la academia, de la que ha vuelto convertida en cabo.
El teniente no parece tan contento y le pregunta molesto a Bevilaqua qué se les pasó por alto tres años antes.
Chamorro trata de calmarlo, diciéndole que el caso estaba bien construido, pues había un video y la sangre de Iván en el coche de Padilla y la relación de esta con Iván le daba a su padre un motivo para matarlo.
Empiezan la revisión del caso preguntando por la llamada, que se hizo desde el teléfono robado a una turista por alguien que hablaba susurrando y con acento de allí.
No hubo tampoco ninguna declaración de alguna amiga de la chica que dijera que el muerto no abusaba de la niña, pues todos se negaron a hablar.
Chamorro pregunta si no abrieron otras líneas de investigación, como la droga, pero el teniente insiste en que cree que el culpable es Padilla, pero en Madrid creen que ellos no supieron resolverlo, aclarándole Bevilaqua que si están allí, es porque el cuñado de Margarethe von Ambsberg, madre de la víctima, es Eurodiputado y ha presionado para que no se cierre el caso y sus superiores quieren que la madre vea que siguen investigando y les han enviado para cerrar el caso.
A la salida, Ruth se fija en Carmen, la mujer de Nava, ahora embarazada y a tres semanas de dar a luz a su segundo hijo.
Bevilaqua y Ruth vuelven a revisar el bosque cercano, asegurando el sargento que está convencido de que Padilla ni sabía quién era Iván, ni lo que hacía con su hija.
Indica que el corte en el cuello se lo hicieron desde atrás y con un corte preciso de izquierda a derecha, algo que hizo alguien con sangre fría y no ve así a Padilla ni cree que Iván dejara acercarse tanto al padre de la chica con la que se acostaba.
Chamorro y Bevilaqua van a hablar con la madre del chico, pidiéndole a Anglada que se quede en el coche.
Le muestran el video de su hijo con Desireé y le preguntan si había más mujeres, señalando su madre que no, y que cree que Iván no fue el primer hombre de la chica, no viendo tan grave que se acostara con ella, pues piensa que perder el virgo a los 14 años es muy normal.
Le preguntan por qué no denunció la desaparición de su hijo hasta 3 días después de que ocurriera, y le dice que hacía su vida y pensaba que estaría con su amigo Udo, pidiéndole que les dé un listado de amigos.
Mientras Bevilaqua examina la habitación del muchacho, Margarethe le cuenta a Chamorro que su amigo Udo organizaba excursiones alrededor de la isla.
Bevilaqua examina también un cobertizo donde hay cosas de Iván, y entre ellos una moto que pone en marcha, viendo que funciona, apareciendo de inmediato Margarethe, que la apaga, preguntándole si había notado si su hijo manejaba más dinero del normal, diciéndole que ella le ayudó a pagar la moto.
Entretanto, en el coche, Anglada revisa una carpeta de Bevilaqua, y ve una pregunta: ¿Por qué se grabó la película con el móvil de ella?
Al escuchar la moto se acerca a la casa, dándole las gracias la madre de Iván por haber regresado, regañándole Bevilaqua cuando se marchan por haber ignorado sus órdenes.
Se plantean de dónde sacó los 24.000 Euros de la moto, mientras Anglada estudia el listado que les dio la madre y dice que entre estos hay varios camellos y que se encargará de interrogar a Machaquito, un informante.
Piensan que el asesino conocía el video y lo usó para implicar a Padilla, por ello quieren saber quiénes conocían el video y si lo enseñó él o ella.
Anglada le lleva al teniente el listado de los amigos de Iván y le explica que van a enfocar el asunto pensando que no fue Padilla y que el asesino usó el video para incriminarlo y quieren investigar el asunto de la droga por el dinero que manejaba.
Se queja Ruth de lo rápido que ha avisado a Carmen, su mujer de su llegada y la puso en la puerta a vigilarla, señalando él que tenían hora para la eco, diciéndole ella que le puede decir a su mujer que no ha vuelto para acostarse con su marido.
Al día siguiente, Ruth y Virginia van a hablar con Udo, al que encuentran con sus clases de buceo.
Entretanto, Bevilaqua habla con un familiar de Margarethe, que le cuenta que Margarethe les pidió dinero para comprar la casa de la Gomera y le asegura que no tenía dinero para comprarse una moto tan cara.
Cuando se reúne con sus compañeras, estas le cuentan que Iván estuvo trabajando con Udo el día que le asesinaron y le pagaba 100 Euros por día más las salidas, algo sin duda insuficiente para comprarse una moto.
Udo ignoraba incluso la relación de Iván con la chica, pues no se llevaban muy bien, aunque lo aguantaba porque él era amante de Margarethe.
Virginia decide hablar con las amigas de Desireé, sin tener que pedir permiso, para lo que se cuela en el instituto, acercándose a un grupo de chicas, que observan a los chicos que juegan al fútbol y a las que les pide un pitillo para entablar conversación.
Entretanto Ruth y Bevilaqua visitan a Machaquito, que les cuenta que el alemán compraba material de mala calidad a precios muy altos, pero que no tenía mucha pasta, y no pasaba droga.
Le preguntan si los que le pasaban la droga están en la lista de la madre de Iván, reconociendo a dos de ellos, Zoilo y Cristo.
Virginia logró enterarse gracias a las chicas, de que estas sabían que Desireé se acostaba con Iván, pero no vieron el video, y cuando lo mataron ya lo habían dejado.
Llaman tras ello a los camellos y los interrogan.
Cristo les cuenta que a veces les llevaba algo de droga desde Tenerife a sus amigos y cada uno se pagaba su parte, sin que él sacase ningún beneficio de ello, no sabiendo de dónde sacaba el dinero Iván para pagarla, suponiendo, que de su madre, asegurando no haber sabido nada de Desireé hasta después de su muerte.
De camino a otro interrogatorio, Bevilaqua le pregunta por qué se hizo guardia civil, contando Anglada que su padre es brigada y no se llevan muy bien y por fastidiarlo pidió Afganistán, pero le dieron Orense, habiendo estado en antidroga en la Costa da Morte, donde coincidió con Nava, con el que volvió a coincidir en Canarias.
Observan entonces que hay una moto que les va siguiendo, por lo que paran, y el motorista los adelanta, siendo entonces ellos los que le siguen, introduciéndose en una zona de niebla y acaban arrollándolo, pese a lo cual el motorista, aunque herido, huye, siguiéndolo los agentes por el bosque, cayendo Bevilaqua al hacerlo, siendo Ruth quien lo alcanza y le hace quitarse el casco, viendo que se trata de un joven, Yerai, al que preguntan por qué los seguía, respondiendo el joven que si se lo dice pierde dinero, aunque le presionan y acaba confesando que lo envió su tía, Rosa Chinea, hermana de Zoilo, con el que supuestamente debe estar Chamorro en ese momento.
En efecto esta ha ido a una nave de un polígono, la de "Transportes Hermanos Chinea" sin encontrar allí a nadie, por lo que regresa más tarde, esta vez con Bevilaqua, Anglada y Nava, descubriendo Anglada en los bajos de una furgoneta varios fardos de droga.
Bevilaqua llama al teléfono de Rosa desde el de Yerai, pero lo encuentra cerrado, contando el chico que solo tenía que contar lo que hacían, a cambio de 500 Euros, llegando la madre del chico a recogerlo, diciéndoles que si Iván tenía negocios era con la madre de Zoilo, no con este, pues siempre la rondaba a ella.
Mientras cenan, Bevilaqua, Chamorro y Nava hablan del asunto y se plantean que quizá Padilla gracias a su posición podía ayudar a los Chinea a blanquear el dinero de la droga, aunque tras esta deben estar la mafia rusa o libanesa.
Llega Anglada poco después y les dice que los Chinea cogieron el ferri a Tenerife, desde donde cogieron un vuelo a Manchester.
Chamorro se pregunta por qué abandonaron la droga, y Anglada les dice que para que la encontraran, pues es más fácil tratar con la guardia civil que con la mafia.
Anglada observa que Bevilaqua tiene una herida en la espalda debido a su caída en el bosque, curándole Chamorro, que le dice que desea ir a Madrid para hablar de lo de Chinea con la Europol, quejándose de que desde que llegaron no ha conseguido responder a ninguna de las preguntas que tenían entonces.
Bevilaqua y Anglada acuden, junto con otros amigos y familiares a una comida en casa de Nava, escuchando Anglada al sargento hablando con Gabriela, su exmujer, de la que le cuenta más tarde que lleva separado 4 años.
Durante la comida, tratan de convencer a la hija de Siso, que es sobrina de Nava de que estudie, insistiendo esta en ser guardia civil, diciéndole Bevilaqua que puede hacer ambas cosas ser guardia civil y estudiar, pues él estudió psicología.
Tras la comida Ruth lo invita a una copa, diciéndole ella que es una pena que sea tan decente, diciendo él que lo que es una pena es que sea su sargento, aunque cuando se retiran ella lo sigue hasta la habitación y se acuestan.
Luego, mientras lo afeita ella le dice que no entiende que se hiciera guardia civil, pues es listo y tiene una carrera, no entendiendo tampoco que fuera a Afganistán, por lo que concluye que le va la marcha y le gusta estar junto a la tropa.
Él dice que es sargento porque se le da bien cumplir órdenes y también hacer que otros las cumplan y porque cree que lo importante pasa en la calle.
Luego mientras ella duerme, Bevilaqua reflexiona y piensa que lo que todos veían como casi una violación era un acto de amor que Desirée gravó, pero que incluso ocultó a sus amigas para proteger esa relación, por lo que vuelven a ver a Margarethe, que les deja un álbum y ven muchas fotos suyas, observando Bevilaqua una en la que aparece un cuadro que Margarethe le dice que le regaló su hijo, y que observa no está ya en la pared, diciéndole que le mintió cuando dijo que le prestó el dinero a su hijo para la moto, pues era él quien la mantenía a ella y no al revés, pues de hecho ha tenido que vender el cuadro para poder seguir allí.
Le pregunta de dónde sacaba el dinero y si alguna vez le habló de Rosa Chinea, diciendo ella que nunca le dio ningún nombre.
Ella llora y dice que Iván murió por su culpa, pues no le obligó a dejar lo que hacía, contándoles que la mantenía gracias al dinero que sacaba acostándose con mujeres.
Van tras ello al puerto y suben al barco de Udo, donde hay una pareja acostándose, y que era donde Iván tenía sus encuentros sexuales, contándoles Udo que él no sabía con quién se acostaba, pues él subía al barco solo cuando estaban ya en él y luego volvían a puerto y él se marchaba antes que ellos.
Le dice que iba a salir la noche que le mataron, pero hacía meses que no hacía negocios allí y quería saber si tenía libre el barco, pero lo tenía ya contratado.
Le piden el registro de embarque y ven que el día de la muerte el barco salió a la 1'46 y regresó a las 3'12, por lo que vuelven a ver a Padilla, que es quien tenía el barco contratado esa noche, diciéndole que han podido comprobar su inocencia, pero que tienen que hablar con su hija, algo que Padilla dice no ocurrirá.
Bevilaqua le dice que saben que él no fue el asesino porque estaba de crucero, comprendiendo él que ahora no puede negarse porque lo descubrirían.
Llama a Virginia y le pide que vaya de Madrid a Tenerife para hablar allí con la chica.
Ruth le pregunta si Virginia le ha contado por qué está enfadada con ella, a lo que le responde que no. Le dice que fue debido a que se metió en su cama en la academia porque le gustaba mucho, pero que no fue correspondida por ella, que la echó a patadas.
Le dice que ella prefiere no viajar a Tenerife, adonde va solo Bevilaqua, que se reencuentra allí con Virgina, que le cuenta que ahora, que cortó con su pareja está mejor
Van al lugar donde está Desireé, haciendo prácticas en una cocina.
Esta les cuenta que conoció a Iván en una discoteca y que nunca la llevó al barco, porque le dijo que aquello era trabajo y con ella era distinto.
Le preguntan si había quedado con él el día que lo mataron y por qué lo hizo si ya lo habían dejado, diciendo que querían despedirse porque él se iba a marchar de la isla.
Cuenta que lo vio en la moto con otra mujer, pero que llevaba casco y no la conoció.
Le pregunta por qué grabaron el video y le dice que quería que se acordara de ella y tuviera un recuerdo, aunque nunca llegó a mandárselo, pues no quería que se quedara en su teléfono con todas las otras con las que se acostaba.
Le cuentan a Anglada que Padilla ha permitido que lleven a su hija a la Gomera para ver si reconoce a alguien del teléfono de Iván, pidiéndole Bevilaqua que envíen a alguien a recogerlos al día siguiente al ferri.
Durante la conversación, Ruth le dice que también ella está acojonada y que lo echa mucho de menos, aunque luego le pide perdón y le dice que se le fue la cabeza.
Realiza tras ello una llamada a Nava que coge Carmen, pidiéndole Ruth que avise a su marido de que al día siguiente llega Bevilaqua con la hija de Padilla y van a necesitar un equipo de protección.
Sale luego en su coche, asustada, entrando en una zona de niebla.
Al día siguiente Bevilaqua recibe una llamada en la que le cuentan que han matado a Anglada, por lo que regresa a La Gomera con Chamorro en un helicóptero, siendo trasladados una vez en la isla hasta la playa, donde ven el coche destrozado de Ruth, explicándoles Nava que otro coche golpeó el de Ruth y le rompió las piernas, y cuando trató de huir arrastrándose, el otro coche pasó por encima de ella.
Se preguntan por la razón del asesinato, si fue porque alguien no quisiera que la identificara la hija de Padilla o en venganza por el descubrimiento de las drogas, o si averiguó algo mientras estaban en Tenerife ellos.
La guardia civil se moviliza. Vuelven a ver al sobrino de Chinea, a los camellos, a Udo y a Machaquito, hablando Chamorro también con los amigos de Iván sobre la chica de la moto, de la que dicen que era muy guapa y alguien muy especial para Iván, pues la dejó conducir la moto, algo que no le permitía a nadie.
Chamorro observa que hay uno de los chicos que no habla y lo entrevista luego a solas, contándole este, que Iván le dejaba la moto porque gracias a ella podía marcharse de la isla, pues ella le iba a dar el dinero para ello, pues era la chica del "Rey del mambo", el hombre que llevaba el negocio de la droga en la isla.
Bevilaqua va a ver a Ruth al anatómico y al tocarla observa un polvo extraño en sus guantes, por lo que le dice a Chamorro que sabe quién la mató, yendo hasta la casa de Margarethe, donde observan que su coche tiene marcas de colisión.
Encuentran a la alemana vestida y esperándolos, y cuando el sargento le pregunta por qué lo hizo, ella le muestra un video en el que Iván sale en la cama con Ruth, pese a lo cual no entiende que la matara, diciendo Margarethe que fue Ruth quien le comunicó la muerte de Iván pese a que fue ella quien lo mató.
Bevilaqua le dice que el móvil solo prueba que se acostaban, pero ella insiste en que fue ella, sin contarle quién envió el video, por lo que se plantean que quizá fue el "Rey del mambo", que así les entrega a la asesina de Iván para que dejen de buscarlo a él.
Bevilaqua pide que le pasen los teléfonos a los que llamó Anglada y los que la llamaron a ella antes de morir.
Regresa tras ello al cuartelillo, de donde salen todos los que detuvieron ese día, reteniendo a Machaquito, al que le pregunta qué le dijo Anglada, pues está seguro de que lo avisó de que lo iban a detener y de lo que tenía que contar, respondiendo Machaquito que no tenía que contar nada, solo marcar un nombre de la lista que dio la madre de Iván, el de Chinea, señalando él otro para que fuera creíble.
Chamorro le entrega la lista de llamadas de Anglada. Lo llamó a él y a otro teléfono que marcó en rojo, el de la casa cuartel, deduciendo tras ello quién es el Rey del mambo, Nava, que dejó la Costa da Morte y se fue a la Gomera.
El teniente sube en ese momento al ferri con su mujer y su hija, y cuando estas van al baño y el barco parte, aparece Bevilaqua, que se sienta en una mesa con él.
Le dice que ha estudiado su expediente y ha visto que consiguió sus méritos liderando la unidad antidroga en la Coruña llevando a cabo más de 50 acciones, aunque le asombra que ninguna de ellas se refiriera a los grandes capos, tras lo que le acusa de haberlos tenido engañados desde que llegaron, entreteniéndolos a través de Anglada, de la que era amante, con lo de Chinea, la droga y Machaquito.
Piensa que Iván se enteró de ello y consiguió chantajearles.
Nava le dice que fue Anglada quien mató a Iván, pero Bevilaqua le dice que fue a él a quien Iván amenazó y era él quien llevaba el coche con el cadáver de este.
Nava insiste en que lo mató ella y no entiende que teniendo los dos crímenes resueltos siga dándole vueltas al tema.
Entretanto Siso y Chamorro retienen a Carmen y Lola, diciéndole Chamorro a Carmen que ella como encubridora irá también a la cárcel y debe pensar en Lola y en el bebé que esperan.
Nava insiste en que lo mató Ruth porque se le fue la cabeza por algo que hizo el muchacho y no le gustó, no porque se lo mandara él.
Bevilaqua le echa en cara que después de matar a Iván por él, entregara a Ruth a su madre para que la matara, aunque Nava le dice que no tiene nada y que no puede detenerlo, aunque, al verlo tan tranquilo sale corriendo a buscar a Carmen, que ve que está con Chamorro y le pregunta si les ha dicho algo, pues no tienen nada contra ellos, diciendo ella que se pueden llevar a Lola.
Carmen confiesa tras ello que encontró en su casa el móvil con el video y comprendió que Anglada estaba implicada en la muerte de Iván y que su marido lo sabía y la encubría y por ello fue ella quien envió el video a Margarethe, pero no pensaba que la mataría.
Bevilaqua no la cree, pues no huiría en barco con su marido al que supuestamente tanto miedo tiene a denunciar, a lo que Carmen le responde que no huían, que iba a casa de sus padres para tener a su hijo.
Confiesa luego que sabía que Ruth no iba a salir nunca de sus vidas, desde el día de la fiesta en su casa, pues Ruth no dejó de mirar en ningún momento a su marido, sin importarle nada.
Él le dice que no podía soportar que el padre de sus hijos tuviera como amor de su vida a otra y por ello envió el video a Margarethe.
Terminado el interrogatorio Bevilaqua y Chamorro hablan, temiendo que al final Carmen se libre de todo, pero le consuela que pague Nava, el Rey del mambo, al que detienen.
Bevilaqua hace su maleta para marcharse viendo que llegaron los padres de Ruth, por lo que se dirige al Brigada para decirle que cuando su hija estuvo bajo su mando siempre cumplió con su deber, diciéndole el padre que no le importa, y que si él hubiera hecho bien su trabajo su hija estaría viva.
Antes de marcharse habla con su hijo por teléfono sobre sus deberes y él le cuenta que atrapó al asesino.