La comunidad
España (2000) *
Duración: 125 Min.
Música: Roque Baños
Fotografía: Kiko de la Rica
Guion: Jorge Guerricaechevarría y Álex de la Iglesia
Dirección: Álex de la Iglesia
Intérpretes: Carmen Maura (Julia García), Emilio Gutiérrez Caba (Emilio Garrido), Eduardo Antuña (Charly), Terele Pávez (Ramona), Roberto Perdomo (Oswaldo), Paca Gabaldón (Hortensia), Jesús Bonilla (Ricardo), Sancho Gracia (Castro), Kiti Manver (Dolores), María Asquerino (Encarna), Marta Fernández Muro (Paquita), Ane Gabarain (Karina), Manuel Tejada (Julián Chueca), Enrique Villén (Domínguez), Eduardo Gómez (García).
Julia García trabajadora de una agencia inmobiliaria acude un día a enseñar un piso situado en un edificio antiguo en el centro de Madrid, y queda tan impresionada por lo lujoso del mismo, al que no le falta la cama de agua, la sauna, ni el jacuzzi que decide aprovechar que tiene las llaves del mismo para preparar una suculenta cena, haciendo que Ricardo, su marido acuda vestido de smoking para pasar una noche de lujo y lujuria con él.
Pero Ricardo no parece apreciar el lujo como ella. Él vive amargado desde que le despidieron de la mutua en que trabajaba cuatro años atrás.
Julia trata de animarlo, recordándole que llevan 6 meses sin acostarse, pero él no se concentra, diciendo que se escucha la televisión del vecino, terminando por enfriar su ánimos un montón de cucarachas y aguas que caen desde una grieta abierta en el techo, por lo que finalmente se quedarán dormidos en el sofá, despertándolos a la mañana siguiente el timbre de la puerta, debiendo Ricardo ocultarse en el balcón para no ser visto, empapándose bajo la lluvia mientras su mujer debe mostrar el piso a una pareja, que, al ver el estado de la habitación deciden llamar a los bomberos.
Estos derribarán la puerta del vecino de arriba ante la expectación de todos sus vecinos que parecían odiar al dueño del piso.
Descubrirán que el piso está lleno de basura, estando el dueño muerto frente al televisor y medio devorado por los gatos.
Julia, a la que todos toman por la nueva dueña del piso de abajo descubre a otro vecino buscando algo.
Mientras bajan el cadáver, Julia se hace con una cartera que se le cae al muerto, descubriendo lo que parece un crucigrama hecho a mano, comprendiendo por la noche al ver una anuncio de "Don Limpio", que lo que hay dibujado no es un crucigrama, sino un plano de las baldosas de la casa del muerto, en la que se cuela por la noche pese al precinto, consiguiendo gracias al plano encontrar enterradas bajo las baldosas varias bolsas llenas de dinero.
Tras cargar con las bolsas baja hasta "su casa", aunque antes de llegar a la misma sale Ramona, una de las vecinas que, creyendo que Julia va a bajar la basura la acompaña hasta la calle, hasta que comprueba que las echa en el contenedor.
Las recogerá poco después, ya sin la vigilancia de Ramona y justo antes de que se las lleven los del camión de la basura.
Avisado por ella llega Ricardo, que aparece con un ojo morado y con la ropa destrozada, por el dueño de la discoteca, que además de golpearlo lo despidió, por lo que no está de humor para atender a su mujer, a la que le echa en cara que le esté recordando constantemente que lo echan de todos los trabajos y que es ella quien ahora tiene un sueldo fijo y quien lleva la casa, marchándose a su casa sin querer montarse fantasías en su cabeza de gente rica, no dándole a Julia la oportunidad de contarle lo que ha sucedido.
Julia recibe la visita de uno de sus vecinos, Oswaldo, un cubano que la invita a una fiesta que va a celebrar esa noche en su piso, por ser el aniversario del día que llegó a Madrid, y Julia, que se siente de inmediato atraída por él acepta.
Durante la fiesta, a la que acuden todos los vecinos, le presentan finalmente a Emilio Garrido, recién llegado de Eurodisney, donde estaba cuando murió el vecino de arriba.
Encarna y Paquita le cuentan que al muerto le tocó una quiniela, y que desde entonces no volvió a salir de su piso.
El cubano la conquista y bailan juntos, tras lo cual, medio borrachos suben a la casa ocupada por Julia, que ve por la mirilla cómo varios vecinos golpean a Domínguez, al haberles contado ella a Hortensia y a Dolores, que él también entró estuvo en el piso.
Finalmente va a la cama con el cubano, no dándose cuenta de que mientras lo hacen se han colado en la casa el resto de los vecinos, descubriendo al levantarse tras escuchar ruido a todos los vecinos en su salón revolviéndolo todo y buscando el dinero.
Los echa amenazando con llamar a la policía, descubriendo entonces que también Oswaldo está revolviéndolo todo, y echándolo también a él, comprendiendo que fue él quien les abrió la puerta y que actúa movido por el mismo interés que ellos.
Trata entonces de marcharse de la casa, apareciendo entonces Domínguez que dice que abajo los están esperando y que los matarán a los dos, como mataron al ingeniero que vivía anteriormente en la casa que ocupa ella por no aceptar las normas de la comunidad negándose a participar en los turnos de vigilancia establecidos para evitar que su vecino pudiera escapar con los 500 millones - que Julia le aclara que son solo 300 - que le tocaron en las quinielas, y que todos estaban esperando la muerte del viejo para hacerse con su dinero y repartirlo.
Pronto comprobará Julia que los temores de Domínguez no eran infundados, ya que mientras tratan de huir en el ascensor que se había parado entre dos pisos se rompe el cable de este, quedando Domínguez atrapado entre el techo del ascensor y el suelo, ya que tenía medio cuerpo fuera, acabando su cuerpo cortado por la mitad.
Asustada, Julia se oculta en casa de Hortensia, a la que conseguirá mantener reducida con un cuchillo, y la cual le cuenta que habían acordado repartírselo todo a partes iguales y que no querían hacer daño a nadie.
Tratando de salir de la comunidad se valdrá de Hortensia como rehén, sin hacerles caso pese a que le dicen que lo repartirán con ella.
Sale entonces Castro armado con su escopeta dispuesto a acabar con ella, salvándola la llegada de la policía, que acude a investigar la muerte de Domínguez, tratando ella de aprovechar la coyuntura para escabullirse, aunque Garrido les dice a los policías que ella fue la última que lo vio con vida, por lo que deberá ser interrogada.
Tras ello tratará de salir con los agentes, y aprovechando la presencia de los agentes para salir de la comunidad con la maleta del dinero, aunque entonces un vecino le dice que dejó la puerta abierta y la hacen subir de nuevo, quedando así nuevamente encerrada en su piso junto con Garrido, que la golpea brutalmente, lamentando que todo ocurriera durante las únicas vacaciones que se permitió en 20 años, diciéndole que el mérito de la quiniela fue suyo, porque le dijo el resultado que le dio el dinero.
Le dice que no está dispuesto a perder algo por lo que ha luchado durante tantos años, y que todos los vecinos sueñan con poder solucionar sus problemas con ese dinero, ante lo que Julia le dice que sabe que ese dinero no es para la comunidad, sino que se quedará él con todo, pues piensa que si ha sido capaz de matar, primero al ingeniero y después a Domínguez, no es por 30 millones, sino por 300.
Garrido, armado con una enorme llave inglesa se dispone a acabar con ella en el baño, aunque, cuando ya parece que no va a poder salvarse del ataque, Julia tira de la alfombrilla y hace que Garrido caiga y se golpee en la cabeza, siendo él quien muera.
Consigue arrastrarlo hasta la cama, simulando cuando llega un compañero de la inmobiliaria para suplirla que es su amante, y consiguiendo quitárselo de ese modo de encima, tras lo cual se acuesta a descansar junto a él, dándose cuenta entonces de que no está muerto y que despierta.
Llaman entonces al timbre, y cuando llega frente a la puerta le habla Oswaldo, que trata de convencerla de que se siente muy atraído por ella y de que él la puede ayudar a huir juntos, pero cuando abre la mirilla y mira se da cuenta de que junto a él se encuentran los demás vecinos armados, esperando que salga para acabar con ella.
Llega entonces Garrido hasta ella y tras hacerse con el cuchillo que llevaba ella trata de matarla, viéndose obligada a acabar con él a golpes de lámpara, si bien los vecinos, cansados de esperar derriban la puerta, debiendo ella ocultarse en el balcón tras romper la cuerda de la persiana.
Con esta ata la maleta y la lanza hasta el piso superior, hasta el que ella trepa pese al enorme peligro que entraña, llegando finalmente hasta el balcón de la casa del vecino muerte, donde cae finalmente desmayada.
Ata la maleta con la cuerda de esta y la lanza hasta otro piso, al que trepará por esa puerta, quedándose colgando antes de empezar a trepar hasta otro balcón, el del muerto, cayendo allí desmayada.
No tardarán en darse cuenta los vecinos de que se encuentra allí, salvándose gracias a Charly, el hijo de Dolores, que es un poco retrasado, pero que, tras verla desnuda duchándose, se quedó prendado de ella, y que la ayuda a escapar por un agujero del techo, hacia la azotea.
El muchacho le explica que él era amigo del anciano muerto, al que había ayudado a planear la huida, que no llegó a producirse debido a que murió antes, prometiendo que la ayudará haciéndose el tonto como siempre.
Charly, obsesionado con Darth Vader, del que siempre va disfrazado, trata en efecto de distraer a los vecinos con su espada de plástico mientras Julia huye a través de los tejados cargada con la maleta.
Durante la persecución que se realiza por los tejados y azoteas del centro de Madrid, Oswaldo y Castro también se pelean entre sí, lo que le permite a Julia cobrar algo de ventaja, acabando Oswaldo tras la discusión colgado del mástil de la bandera del edificio del BBVA de la calle de Alcalá, desde el que acaba cayendo y muriendo, mientras Castro, aunque cojo, continúa la persecución, observado desde algo más atrás por el resto de los vecinos, entre los que se encuentra Ramona, que, en posesión de la escopeta de Castro dispara contra Julia, aunque falla el disparo, por lo que Castro la llama estúpida, ante lo que Ramona vuelve a disparar, aunque esta vez no contra Julia, sino contra el propio Castro, tras lo cual será ella la que continúe la persecución de Julia, que escala hasta lo alto del edificio, al que poco después llega Ramona, teniendo lugar una pelea entre las patas de los caballos de las cuadrigas de las esculturas de Higinio Basterra que coronan el edificio.
Finalmente Ramona la empuja, aunque Julia consigue agarrarse a la pata de uno de los caballos, de la que queda colgando, consiguiendo volver hasta el pedestal donde discute con Ramona que le dice que son igual de ambiciosas porque se nace así, pidiéndole que reconozca que es como ella, lo que Julia se niega a aceptar, y para demostrárselo le dice "tú nunca harías esto", mientras le lanza la maleta con el dinero, que Ramona coge y no suelta pese a que al hacerlo pierde el equilibrio cayendo hasta un patio de luces donde muere abrazada a la maleta, corriendo los vecinos hasta el lugar donde cayó, peleándose entre ellos por hacerse con la maleta, sin darse cuenta de que Charly huye con una maleta igual.
Al día siguiente aparece en el periódico la noticia de que un grupo de vecinos se mataron entre ellos por un dinero que no existía, apareciendo entre los anuncios del mismo periódico, uno de un caballero Jedi que busca princesa para relación seria, señalando que esperará a Julia cada día a las 6 de la tarde en el Oso y el Madroño.
Tras pasar varios días por la Puerta del Sol, sin éxito, finalmente Julia descubre que "El Oso y el Madroño" es un bar, donde encuentra finalmente a Charly, al que le pregunta por qué no le dijo que la maleta que se llevaba era falsa, asegurándole él, que, de haberlo hecho los demás lo habrían notado y no habría conseguido escapar, poniéndose tras ello a bailar juntos al ritmo de un organillo.
Vemos entonces de nuevo la maleta, ahora abierta en el patio en medio de la sangre de Ramona y llena con los billetes de Monopoly que Charly acumuló durante años.