Jumanji
Jumanji (1995) * USA
Duración: 100 Min.
Música: James Horner
Fotografía: Thomas Ackerman
Guion: Jonathan Henleigh, Greg Taylor, Jim Strain
Dirección: Joe Johnston
Intérpretes: Robin Williams (Alan Parrish), Bonnie Hunt (Sarah Whittle), Kirsten Dunst (Judy Shepherd), Bradley Pierce (Peter Shepherd), David Alan Grier (Carl Bentley), Jonathan Hyde (Sam Parrish), Bebe Neuwirth (Nora Shepherd), Adam Hann-Byrd (Alan Parrish joven), Laura Bell Bundy (Sarah Whittle joven), Malcolm Stewart (Jim Shepherd), Annabel Kershaw (Martha Shepherd), Patricia Clarkson (Carol-Anne Parrish).
Brantford, New Hampshire. 1969. Alan, el tímido hijo de los Parrish, dueño de una fábrica de calzado, encuentra, tras ser atraído por ruido de tambores, en unas obras, un cofre enterrado 100 años antes, y que oculta un juego de mesa.
Esa noche discute con su padre porque se niega a ir al colegio de la familia, amenazándolo con marcharse de casa. Y desaparece como engullido por el juego mientras comenzaba a jugar con su amiga Sarah.
1995. Tras la muerte de sus padres, Judy y Peter, van a vivir, con su tía Nora, a la antigua mansión Parrish de la que se cuenta que el antiguo dueño mató a su hijo Alan.
Un día oyen ruido de tambores y encuentran el juego, y al ponerse a jugar aparecen sucesivamente mosquitos gigantescos, monos revoltosos y un enorme león. Y con él aparece también Alan, vestido con harapos y con una enorme barba, y que regresa a su casa debido a que sacaron un 8, viéndose forzado a jugar con los niños para lograr que la casa vuelva a ser como antes, antes de que regrese su tía, aunque para continuar el juego deben guardar su turno y no pueden seguir sin la cuarta jugadora, Sarah, que se niega a revivir aquellos recuerdos que le han traumatizados toda su vida y de los que ya había llegado a pensar que no eran reales.
Alan se entera de que sus padres gastaron su patrimonio buscándolo hasta perder la fábrica, lo que repercutió en la economía global de la ciudad, estando ya muertos. Viendo también cómo un trabajador de su padre Carl Bentley, que ideó unas zapatillas deportivas supermodernas perdió su trabajo por culpa de Alan convirtiéndose en policía.
Una vez convencida Sarah, continúan el juego, llenándose la casa de unas enormes plantas carnívoras, una de las cuales está a punto de engullir a Peter. Hay tras ello una estampida de animales salvajes, tras lo cual aparece un cazador cuya ambición es cazar a Alan que debe huir de él constantemente sufriendo tras ello un monzón que provoca inundaciones, luego arenas movedizas y arañas gigantes.
Tratando de solucionarlo todo, Peter hace trampas, empezando tras ello a convertirse en mono, debiendo luchar contra reloj contra todas las plagas que van asolando la ciudad, y contra el cazador al que deben quitarle el juego que previamente él les había arrebatado. Y para rematar la situación a Judy le clava sus púas una planta venenosa.
Y cuando el cazador está a punto de acabar con Alan este deja caer los dados y consigue acabar el juego, tras lo que el tiempo retrocede hasta el día en que, siendo niños Sarah y Alan comenzaron su partida.
Se dan cuenta entonces de todo lo que pueden hacer por su propio futuro y por el de la ciudad.
Alan se reconcilia con su padre esa misma noche, y 26 años después, y tras conseguir el invento de Bentley fuera una revolución para la ciudad, Alan y Sarah, ahora casados, reciben la visita de Judy y de Peter, que llegan con sus padres, habiéndole ofrecido Alan al padre un trabajo, con el que conseguirán evitar su muerte.