Frozen: el reino del hielo
Frozen (2013) * USA
También conocida como:
- "Frozen: una aventura congelada" (Hispanoamérica)
Duración: 102 Min.
Música: Christophe Beck
Guion: Jennifer Lee (Historia: Jennifer Lee, Chris Buck y Shane Morris / Basado en un cuento de Hans Christian Andersen)
Dirección: Jennifer Lee y Chris Buck
Un grupo de hombres se adentra en el río completamente congelado y comienzan a serrar y cortar el hielo formando bloques que luego cargan en un carro, observados por un niño, Kristoff, que juega a hacer lo que los adultos junto con su pequeño reno Sven, aunque sin conseguir nada.
No muy lejos de allí, en el reino de Arendelle la princesa Elsa es despertada por su hermana pequeña, Anna, que, aburrida quiere alguien que juegue con ella, consiguiendo finalmente despertarla cuando le propone hacer un muñeco de nieve.
Ya levantadas, Anna le pide que haga la magia, viendo cómo al mover su hermana las manos consigue hacer que nieve donde están, volviéndose el suelo de hielo con solo dar una patada, construyendo entre ambas un muñeco de nieve al que llaman Olaf.
Tras ello Anna comienza a patinar sobre el hielo y los toboganes formados en la nieve, hasta que, al ver que va a caerse, y tratando de evitarlo extiende sus brazos haciendo que su magia funcione y golpeando a la niña que cae inconsciente.
Elsa, asustada, llama a sus padres, que ven cómo todo se va helando en la habitación, estando helada la propia Anna, lo que les hace temer por su vida, cogiéndola entonces su padre el rey, que afirma que sabe dónde debe ir para curarla.
Corren con la niña en brazos a caballo, viendo el pequeño Kristoff cómo los caballos cuando avanzan crean hielo a su paso hasta llegar a un lugar en medio del campo donde pide ayuda, viendo cómo las rocas que hay allí comienzan a rodar hasta rodearlos, viendo cómo de pronto se transforman en unos extraños seres, los trolls que descubren que su visitante es el rey, por lo que llaman a Pabbie, el rey duende de los trolls, al que el rey le cuenta que su hija Elsa nació con poderes.
Al ver a Anna les tranquiliza, ya que el daño del hielo está en la cabeza, y la cabeza tiene cura, lo que no habría sucedido si le hubiera afectado al corazón
Tras ello procede a eliminar de la mente de Anna sus recuerdos referidos a la magia de su hermana, aunque no el resto de los recuerdos.
Les advierte tras ello que los poderes de Elsa son también un peligro, prometiendo el rey que aprenderá a controlarlos limitando su acceso a otras personas, ocultando sus poderes a todos, incluida Anna, haciendo que Elsa permanezca oculta en el castillo, sellando puertas y ventanas, y no permitiendo a Anna ver a su hermana
Anna vuelve a pedirle a su hermana que salga a jugar con ella, sin ningún resultado, ni siquiera cuando le pide que haga con ella un muñeco de nieve, transcurriendo su vida de forma aburrida mientras mira pasar las horas.
Pero Elsa no quiere salir. Su poder es cada vez mayor y todo lo que toca se convierte en hielo, debiendo usar guantes para evitarlo.
Pasan así los años y la princesa y su hermana crecen, convirtiéndose en adolescentes, debiendo dejarlas solas sus padres durante dos semanas debido a que deben salir de viaje.
Tras despedirse de sus hijas una terrible tormenta hace que naufrague el barco en que van los reyes, que debido a ello fallecen.
Ana, más sola y triste que nunca trata de hablar con Elsa, la única persona que le queda, aunque ella rechaza el contacto sabiendo que no puede estar con ella sin ponerla en peligro, siendo su habitación un lugar helado.
Tres años más tarde, y llegada la mayoría de edad, Elsa debe ser coronada como nueva reina de Arendelle, estando todo el pueblo expectante, ante la reapertura del palacio tras muchos años totalmente cerrado, esperando también Anna muy excitada la ocasión, ya que por fin se abrirán las ventanas, cerradas durante años, y habrá música y diversión, teniendo ocasión para conocer a alguien.
Por el contrario Elsa teme ese momento, pues no desea dar ningún paso en falso.
Llegan dignatarios de todo el mundo para la ocasión, tropezando de hecho Anna con uno de ellos que llega a caballo, el príncipe Hans, de las Islas del Sur, un joven muy apuesto por el que Anna se siente atraída de inmediato, pareciendo también el príncipe enamorado, tanto que se despista y acaba cayendo al agua.
Llega también entre ellos el Duque de Weselton que desea aprovechar la ocasión.
Finalmente se celebra la coronación con gran solemnidad, debiendo tomar durante la misma la nueva reina el orbe y el cetro real, que se apresura a dejar enseguida antes de que congelen.
Tras la coronación, comienza el baile, pidiéndole el Duque a la nueva reina que baile con él, lo que esta rehúsa, diciendo que ella no baila, haciendo que sea Anna quien baile con él, lo que le emociona pese a la avanzada edad del Duque, asegurando posteriormente ante su hermana que le gustaría que siempre fueran así las cosas en palacio, ante lo que esta le responde que no puede ser.
Poco después Anna vuelve a tropezarse con Hans, con el que baila feliz, paseando luego con él, mutuamente atraídos.
Anna se siente tan cómoda con él que le confía lo triste que fue su infancia desde que su hermana la apartó de ella siendo niñas, sin saber la razón por la que lo hizo.
Se sienten tan unidos que Hans se atreve a pedirle a Anna que se case con él pese a conocerse desde esa misma mañana, corriendo juntos hacia el castillo con la intención de pedirle a la reina su bendición para casarse.
Pero Elsa le dice que no podrá casarse, pues acaba de conocerlo, no dando su bendición, dando por terminada la fiesta en ese momento.
Anna, enfadada, le dice que no puede seguir viviendo así, diciéndole que si no quiere seguir así debe irse, surgiendo pinchos de hielo al mover su mano para asombro de los invitados afirmando el Duque que se trata de brujería.
Tratando de evitar que ocurran más desgracias, Elsa sale corriendo, aclamándola el pueblo al verla creyendo que va a verlos a ellos, y mientras se aleja Anna trata de coger su mano quitándole un guante, tocando en su huida una fuente haciendo que se congele el agua, viendo cómo con cada gesto que hace va convirtiéndose todo en hielo ante el asombro y el miedo de todos los ciudadanos del reino que empiezan a pensar que su reina es una bruja.
Elsa se aleja de la ciudad convirtiendo en hielo cuanto toca, viendo cuando llega hasta el río cómo según va posando el pie en el agua esta se va convirtiendo en hielo, por lo que puede atravesarlo corriendo, alejándose hacia la montaña, mientras comienza a nevar sobre todo el reino, afirmando todos que la reina lanzó una maldición, debiendo defenderla su hermana que afirma que todo fue culpa suya por presionarla, por lo que decide ir a buscarla, asegurando que la traerá de vuelta, dejando a cargo del país entretanto al príncipe Hans.
Elsa huye hacia las montañas del Norte donde pueda dar rienda suelta a sus poderes y donde por primera vez en muchos años se siente libre, creando gracias a sus poderes una escalera de hielo gracias a la que puede llegar a lo alto de la montaña donde crea un magnífico palacio de hielo.
Dispuesta a encontrarla, tal como prometió, Anna se adentra en las montañas con su caballo, avanzando con gran dificultad debido a la nieve, hasta que el caballo, asustado por esta tira a Anna y se escapa, debiendo continuar por ello Anna a pie, llegando a caer en un río helado, teniendo entonces la suerte de ver humo a lo lejos, acercándose hasta aquel lugar, la tienda de Oaken el Trotamundos, donde puede comprar unas botas y un vestido para cambiar el suyo congelado.
Llega justo entonces otro cliente, Kristoff, que no se explica cómo llegó esa ventisca en julio, disponiéndose a comprar un pico, una cuerda y zanahorias para su reno, Sven, y que se queja de lo ocurrido, ya que él vivía de vender hielo, habiendo observado que la nieve proviene de la Montaña del Norte
Kristoff se da cuenta de que no tiene suficiente dinero para comprar las cosas que pidió, ya que, la repentina nevada hace que los escasos productos de invierno que tiene los venda a un precio muy superior al normal, por lo que llama ladrón a Oaken, por lo que este echa a Kristoff de su tienda.
Kristoff decide guarecerse del frío en un cobertizo cercano junto con Sven, apareciendo al momento Anna para pedirle que la lleve a la Montaña del Norte, asegurándole que ella sabe cómo revertir el problema del temporal, entregándole a cambio las cosas que quería haber comprado y para las que no tenía dinero, exigiéndole salir hacia su destino ya.
Juntos inician su viaje hacia la Montaña del Norte en el trineo de Kristoff, al que le rebela su discusión con Elsa debido a su compromiso con Hans, lo que provocó ese repentino invierno, no entendiendo tampoco Kristoff un compromiso tan repentino.
Y de pronto escuchan que se acerca hacia ellos una manada de lobos que los persiguen, tratando Kristoff de ahuyentarlos, aunque de pronto llegan hasta un precipicio, por lo que no podrán seguir huyendo de ellos, decidiendo Kristoff soltar el trineo para que Sven pueda saltar hasta el otro lado con Anna subida encima de él, saltando el propio Kristoff tras ellos, aunque queda agarrado a la pared del otro lado a punto de caer, siendo salvado por Anna mientras el trineo cae al abismo, quejándose Kristoff de su suerte, ya que acababa de pagar su trineo.
Kristoff decide abandonar a Anna, aunque Sven le hace ver que si no la acompaña y le ocurre algo tendrá remordimientos toda su vida, por lo que finalmente decide acompañarla y ayudarla a encontrar a su hermana, siguiendo caminando por la nieve y entre los bosques, observando que es todo muy hermoso.
Pero de pronto escuchan un ruido y se asustan, comprobando que quien lo produjo es un muñeco de nieve al que le ponen una nariz de zanahoria, y que se presenta como Olaf, preguntándole Anna si lo creó Elsa, respondiendo ella que sí, recordando entonces que es el muñeco de nieve de su infancia con el que jugaban ella y Elsa.
Le piden a Kristoff que les ayude a encontrarla pues necesitan recuperar el verano, respondiendo Kristoff que también él sueña a veces con el verano, sin saber lo que esto realmente significa, pues ha oído hablar de él y cree que le gustará.
Entretanto, en Arendelle, Hans reparte mantas a los ciudadanos y les ofrece sopa y vino para escándalo del Duque, que se queja de ese derroche, viendo que en ese momento llega el caballo de Anna solo, comprendiendo que Anna está en apuros, por lo que pide voluntarios para salir a rescatarla, haciendo el Duque que dos de sus hombres se unan a la comitiva para acabar con Elsa.
Anna y sus acompañantes llegan por fin al pie de la montaña, que comprueban es muy difícil de escalar, descubriendo entonces Olaf la escalera de hielo que creó Elsa y que lleva hasta un maravilloso palacio de hielo.
Cuando llegan hasta la puerta Anna entra y les pide a Krisroff y a Olaf que esperen fuera, aunque el primero se siente fascinado por el palacio, ya que el hielo es su vida.
Anna encuentra a Elsa feliz y muy hermosa y le dice que no hace falta que se disculpe, aunque debe irse, pues ella ha encontrado su mundo, que es ese, debiendo quedarse fuera del país para no hacer daño a nadie, aunque Anna le asegura que no quiere perderla haciéndole ver que se acuerda de cuando jugaban juntas de niñas y crearon a Olaf.
Pero tratando de protegerla, Elsa le pide que se marche, diciéndole Anna que por vez primera en años ha podido comprenderla y ahora que está junto a ella le pide que regrese a su hogar, contándole tras ello que ha desencadenado un invierno eterno en todas partes y debe revertir la situación, respondiendo Elsa que no sabe cómo hacerlo, quejándose de su maldición, para luego enfadarse con su hermana a la que vuelve a hacer daño, corriendo Kristoff a ayudarla al escucharla, viendo ella cómo todo se vuelve oscuro, creando Elsa un muñeco de nieve gigante que los echa afuera.
El monstruo, Marshmallow, se enfada cuando Ana le lanza una bola de nieve y los persigue hasta un precipicio, que Kristoff tratará de bajar ayudándose de una cuerda, aunque Marshmallow los retiene y les pide que no vuelvan, cortando Anna la cuerda, teniendo la suerte de que abajo hay mucha nieve que actúa como un colchón.
Pero entonces Kristoff observa que el pelo de Anna ha comenzado a volverse blanco, decidiendo ir a ver a sus amigos para que le ayuden a curarla.
Elsa por su parte trata de hacerse la dura pensando que no ha de sentir remordimientos.
Kristoff le explica a Anna que de niño estaba solo con Sven hasta que sus amigos, a los que van a visitar lo adoptaron, temiendo que Anna se asuste al ver a su familia, viendo Anna cuando llega que no hay nadie y observando que Kristoff habla con las rocas, por lo que piensa que está loco y piensa en marcharse hasta que observa que las piedras comienzan a rodar hasta transformarse en trolls y mostrándose muy felices al ver a Kristoff de vuelta, pensando al ver a Anna que finalmente encontró novia.
Le explican a Anna que aunque el muchacho tiene algunos defectos ella puede ayudarle a mejorar, organizando de inmediato un simulacro de boda, debiendo explicarles ella que ya está comprometida.
Llega tras ello el gran Pabbie al que Kristoff consulta sobre la enfermedad de Anna, recordando que la ayudó cuando era niña, aunque ahora no puede ayudarla, ya que en esta ocasión el hielo ha afectado al corazón de la niña, por lo que acabará convirtiéndose en hielo sólido y solo un acto de amor verdadero puede descongelar un corazón helado, decidiendo Kristoff salvarla llevándola junto a Hans.
Este, por su parte llega con sus hombres hasta el castillo, siendo atacados por Marshmallow, aprovechando los hombres del Duque la lucha entre Hans y el monstruo de hielo para localizar a la reina, tratando de acabar con ella con sus ballestas, llegando a acorralarla.
Hans trata de evitar que acaben con ella, pero el monstruo le impide acercarse hasta que consigue cortarle una pierna consiguiendo que se precipite.
Uno de los guardias dispara su flecha y la reina, sirviéndose de su magia consigue crear una placa de hielo que detiene sus flechas estando a punto de acabar con él, pidiéndole Hans cuando llega junto a ella que no se convierta en el monstruo que todos temen que sea y que no debe acabar con sus enemigos.
Pero mientras está allí colgado el hombre la apunta de nuevo con su ballesta, consiguiendo Hans desviar la flecha que acaba impactando contra la gigantesca lámpara que cae sobre ella haciéndole perder el sentido.
Cuando despierta, Elsa ve que está encerrada en una celda y atada con grilletes, entrando poco después Hans que le pide que detenga el invierno, respondiendo ella que no puede hacerlo.
Entretanto Kristoff corre con Sven tratando de llegar al castillo antes de que Anna muera, dejando, al llegar a las puertas de este, a Anna en manos de sus sirvientes, no pudiendo entrar dentro ni él ni Sven.
Anna informa a Hans de su enfermedad diciéndoles que solo un acto de amor verdadero podrá deshacer su corazón congelado y salvarla, por lo que le pide que la bese, inclinándose en efecto el príncipe hacia ella, aunque no llega a juntar sus labios con los de ella diciéndole que tendrá que encontrar a alguien que la quiera de verdad.
Le explica tras ello a la desconcertada Anna que no la ama. Que siendo el más joven de 13 hermanos carecía de opciones para llegar a ser rey en su país, pero que en Arendelle le bastará con acabar con Elsa, llevando con ello de nuevo el verano al país.
Sale tras ello de la habitación anunciando ante todos que Anna ha muerto tras haber hecho sus votos matrimoniales, siendo su primera orden como nuevo rey del país condenar a Elsa a muerte por alta traición.
Esta, encerrada en su celda consigue convertir todo en hielo, consiguiendo gracias a sus poderes huir de nuevo.
Kristoff, muy triste se aleja del castillo, aunque Sven, sabiendo que él está verdaderamente enamorado de Anna trata de hacerlo regresar, a lo que él se niega, pues piensa que ella está ahora con su amor verdadero.
En su cuarto Anna, encerrada, ve cómo su cuarto comienza a congelarse, siendo descubierta por Olaf, que para evitar que se congele decide encender la chimenea, lo que está a punto de acabar con él, mientras le pregunta por qué no funcionó lo del beso, contándole ella que fue todo una traición, haciéndole ver Olaf que sí hay una persona que lo ama de verdad, Kristoff, que la llevó hasta el castillo anteponiendo su salud a sus sentimientos pese a tener que llevarla junto a otra persona.
Mientras se alejan, Kristoff mira hacia atrás, viendo cómo se acerca una potentísima tormenta de nieve a Arendelle, por lo que al ver que Anna tiene problemas decide regresar para ayudarla.
Olaf lo ve volver y dice que quizá se equivocó con Kristoff y que quizá no la ama tanto como para renunciar a ella, decidiendo intentarlo con él, consiguiendo escapar de palacio con la ayuda de Olaf mientras el palacio se va convirtiendo en hielo, tratando de encontrar a Kristoff entre la tormenta que les impide ver nada, mientras sus manos comienzan a ponerse blancas, estando ya su cabello de ese color.
Entretanto una parte del hielo se parte y Sven cae al agua, aunque con sus gestos le indica a Kristoff que siga adelante, hasta que logra escuchar su voz.
Hans consigue encontrar a Elsa que, dispuesta a huir de nuevo a la montaña, le pide al príncipe que cuide de su hermana, contándole que Anna está muerta por su culpa, cayendo desolada al escuchar la triste noticia, deteniéndose en ese momento la tormenta.
Anna puede ver entonces a Kristoff corriendo hacia ella, mientras sus manos comienzan a ponerse de color azul
Pero ve también a Elsa en el suelo llorando por el dolor y cómo Hans va a ejecutarla con su espada, corriendo Anna hacia ella e interponiéndose entre Hans y Elsa, convirtiéndose en ese momento en hielo y consiguiendo de ese modo parar el golpe de la espada de Hans, que se rompe al chocar con ella en pedazos, cayendo Hans.
Elsa llora desconsolada al ver a su hermana convertida en hielo y la abraza, observando todos cómo el hielo comienza a derretirse, volviendo Anna a recuperar su aspecto anterior, mientras Elsa le dice que la quiere y le agradece que se sacrificara por ella, descubriendo entonces que, tal como dijeron los trolls un acto de amor verdadero consigue curarla.
Elsa descubre así que el amor descongela, haciendo que todo vuelva a descongelarse y regrese el verano, mostrándose Olaf feliz de poder disfrutarlo aun cuando ello suponga que ese sea el último día de su vida, aunque Elsa lo evita haciendo que nieve solo sobre él.
Hans se levanta preguntándose qué ha sucedido, propinándole entonces Anna un puñetazo tan fuerte que lo lanza al agua antes de ser detenido y enviado a su reino para que responda por sus actos ante sus hermanos.
Por su parte Elsa decide romper todos los negocios que mantenían con el Duque para consternación de este.
Anna le muestra a Kristoff un trineo nuevo que le ha regalado la reina en agradecimiento por su ayuda y para compensar el que perdió, diciéndole además que ha sido nombrado proveedor oficial de hielo del reino de Arendelle tras lo que acaban besándose.
Todo cambia ahora en Arendelle, donde el palacio permanecerá abierto siempre para los vecinos, que pueden además disfrutar de la magia de su reina, que puede crear pistas de hielo a voluntad para que todos puedan divertirse patinando, estando las dos hermanas más unidas que nunca.