Te cuento la película

Fort Apache
Fort Apache

Fort Apache (1948) * USA

          También conocida como:
                    - "Sangre de héroes" (Hispanoamérica)

Género: Wenstern

Duración: 127 min.

Música: Richard Hageman

Fotografía: Archie Stout

Guion: Frank S. Nugent (Historia: James Warner Bellah)

Dirección: John Ford

Intérpretes: John Wayne (Kirby York), Henry Fonda (Owen Thursday), Shirley Temple (Philadelphia / Phil), John Agar (Michael Shannon O'Rourke), Ward Bond (Michael O'Rourke), Pedro Armendáriz (Beaufort), George O'Brien (Sam Collingwood), Victor McLaglen (Festus Mulcahy), Irene Rich (Mary O'Rourke), Anna Lee (Emily Collingwood), Miguel Inclán (Cochise), Grant Withers (Silas Meacham).

Una diligencia avanza por el desierto de Arizona hacia Hassayampa, llevando en su interior al teniente coronel Owen Thursday y a su hija Philadelphia, yendo el primero quejándose por la tardanza y se queja de que desde el Ministerio de la Guerra le destinaran a ese agujero, Fort Apache, tras degradarle después de la guerra civil.

Pero su hija, Phil, le dice que al menos estarán juntos. Que para ella fueron peor los años que estuvo en Europa, aunque él se queja de que lo manden allí pese a lo que fue.

Llegan finalmente a su destino, una posada, donde le informan que Fort Apache está a 35 millas.

La hostelera se fija en la elegancia del sombrero de Phil, que le dice es de Boston, colocándoselo ella a la mujer, encantada de poder lucirlo.

Cuando va al baño para refrescarse, se encuentra a un joven que está lavándose y con el torso desnudo, sonriendo ella al verlo, aunque él se siente turbado, y cuando sale para disculparse se cuadra ante su padre, al que se presenta como teniente Michael O'Rourke y le dice que va camino de Fort Apache.

Poco después llega una diligencia de la que bajan cuatro militares, que se cuadran ante el teniente, que se alegra de verlos. Son Johnny Reb, Timmy, el tío Festus y el tío Dan.

El sargento Mulcahy - el tío Festus - se ofrece como escolta para llevarlo. Luego lo abrazan, e incluso lo ponen sobre sus rodillas y lo azotan como si fuera un niño, riendo Phil al verlos, indicando el sargento que es su ahijado.

El coronel se siente frustrado al ver que no fueron a buscarle a él, sino a O'Rourke, no entendiendo que vayan a buscar a un teniente novato y que dejen que el comandante en jefe se las apañe como pueda, ofreciéndole el teniente su diligencia.

Les dice que partirán en media hora, y presenta al teniente a su hija Philadelphia y se sientan uno al lado del otro mirándose de soslayo.

Y lo mira también a través de un espejo cuando cabalga tras ellos.

En Fort Apache, entretanto, los militares bailan al son de una orquesta, alegremente cuando llega, ya de noche el nuevo comandante, ante el que se cuadran.

Se acerca a saludarlo el capitán Collingwood, aunque él no le estrecha la mano.

Pero su mujer, Emily, se dirige a Phil y recuerda que era la mejor amiga de su madre.

Thursday pregunta por el capitán York al que le recuerda que es teniente coronel y no general ya, diciéndole el capitán que no recibió su telegrama. Los cables a Fort Grant llevan varios días cortados y hay 110 millas hasta allí que dificultan su reparación.

Le dicen que el baile es porque es el aniversario del General George Washington, pidiendo el capitán York un baile a Philadelphia.

El teniente O'Rourke, por su parte llega a casa de sus padres, que lo abrazan con cariño tras cuatro años sin verse y su padre, que es sargento Mayor sale para celebrarlo tomando una copa con sus amigos y familiares.

Al día siguiente Philadelphia despierta con el izado de bandera y sale al balcón para ver el gran movimiento que hay ya, viendo que llega poco después O'Rourke, saliendo ella a su encuentro, aunque se siente decepcionada cuando él le dice que solo fue para dejar su tarjeta y no esperaba verla.

Ella lo invita a sentarse a su lado, aunque no hablan.

Llega York que indica al teniente que le asignaron a su batallón.

Ve que O'Rourke fue a dejar su tarjeta, diciendo ella que puede quedársela, explicándole el capitán que no puede hacerlo, pues el protocolo indica que, al incorporarse, un oficial debe visitar al jefe superior y dejar su tarjeta, y también a cada mujer de la casa.

Ella se siente decepcionada al comprender que se trataba de una visita reglamentaria.

Por su parte, Thursday pide al padre de Michael que llame a todos los oficiales a los que lee su nombramiento y toma el mando del fuerte, relevando al capitán York que regresará a su escuadrón, al igual que el capitán Collingwood, que cesará como ayudante, pasando a ocupar su puesto el teniente Gates.

Les dice que él no pidió ese destino, pero ya que lo tiene, piensa convertir su regimiento en el mejor de la frontera, pues el servicio prologando en un destacamento puede llevar al descuido y les hace notar que solo uno de ellos se presentó esa mañana correctamente uniformado, el joven O'Rourke, que, recién salido de West Point todavía no olvidó el reglamento y espera que todos lo recuerden y hará que se cumpla pese a que allí hay pocas posibilidades de ascenso o de brillar como en otros destinos cuyas campañas contra las grandes naciones indias airea la prensa.

York le hace ver que los Apaches no son, como él dice, unos cobardes, diciendo Thursday que no puede compararlos con los Sioux, diciendo York que no. Que una vez los Sioux atacaron territorio apache y tuvieron que retirarse, aunque él insiste en que ahora han debido decaer a juzgar por los pocos que vio durante su viaje, asegurando York que, si pudo verlos, no eran apaches.

Habla luego con Collingwood a solas y le dice que no es algo personal, ante lo que el capitán le dice que sobran las explicaciones, recordando que él recibió honores y él acabó en Fort Apache, aunque, finalmente también él ha acabado allí, aunque él asegura que no acabará allí, pues sabrá hacer algo para lograrlo, aunque Collingwood le dice que allí no se ganan honores.

Fuera, Collingwood pregunta al sargento si saben algo de su traslado, pero no hay nada.

Thursday pregunta al sargento primero O'Rourke si el teniente es pariente suyo, diciéndole que es su hijo, ante lo que le pregunta cómo pudo ir a West Point diciéndole que él fue comandante durante la guerra, de la brigada irlandesa, y por eso pudo ir por nombramiento presidencial, y cuando el coronel le dice que se concedía solo a los hijos de condecorados con la medalla de honor, le dice el sargento que así es.

Philadelphia se pone uno de sus mejores vestidos, pero la casa está vacía y sin nada y ni siquiera tienen agua, por lo que va a ver a la señora Collingwood, que le pide que la llame tía Emily, admirando lo bien que lo tiene todo, ya que su vivienda es un desastre, pues no llegaron sus cosas, diciéndole que cuando les falta algo recurren a la señora O'Rourke, madre de Michael, que le dice que se ocupará de todo.

Así, mientras la madre se ocupa de Phil, el teniente lo hace de los reclutas recién incorporados, que son un desastre, decidiendo los sargentos liberarlo y ocuparse ellos mientras su padre le entrega su padre un bonito y brioso caballo.

Thursday queda muy sorprendido al regresar a su casa y verlo todo cambiado, preguntándole a su hija si hizo ella todo eso, debiendo decirle que le ayudaron y le prestaron algunas cosas cada una de las mujeres y además tienen a una chica mexicana para que les sirva, Guadalupe, diciéndole que está orgulloso de ella.

Telegrafían desde Fort Grant anunciando una alerta general, por lo que deberá ir a su despacho y sin cenar.

Ella sale hacia casa de los Collingwood, donde celebran una cena de bienvenida para el teniente, estando también York invitado, que le pregunta si nació en Philadelphia, contando ella que en Pomfret, pero la llamaron como a su madre y a su abuela, pero que ninguna de ellas era de allí.

Le preguntan si monta a caballo, diciendo que sí, por lo que el capitán le dice que pondrá a un joven oficial a ayudarla.

Emily le cuenta que su marido solicitó el traslado a West Point, aunque él es poco optimista, pues dice que sabe lo que opinan de él.

Llegan a la puerta un grupo de reclutas que cantan para ellos "Oh, Genevieve", enviados por el oficial médico. Y mientras brindan luego con el doctor

Mientras dentro brindan luego con el doctor, fuera, Michael y Philadelphia charlan.

Al día siguiente enseñan a los reclutas a montar sin silla, siendo un desastre, no haciendo más que caerse, o que se les escapan los caballos.

Michael sale a cabalgar con Philadelphia, que le pide que no la llame señorita Thursday, sino Phil, yendo hacia Blue Mesa, viendo humo en dirección a Fort Grant.

En Fort Apache reciben un telegrama cuyo final se corta en que Meacham les informa que el clan de Diablo salió de la reserva, en dirección su... no viendo dónde puede ser sur, sureste o suroeste, siendo imposible cubrir toda la zona, pensando que se dirigen a la frontera para unirse a Cochise, habiendo tres pasos principales hacia México, dos de los cuales están en su zona.

Thursday se enfada cuando se entera de que O'Rourke no está en el fuerte porque salió a cabalgar con su hija, haciendo ya tres horas que se fueron.

Michael y Phil se topan con los restos de una caravana destruida por los indios.

Ordena el coronel enviar a una patrulla, aunque no es preciso, pues llegan en ese momento, informando al superior de que el carro de los soldados que fueron a arreglar el telégrafo fue quemado y mataron a los dos soldados atados a las ruedas y quemados.

El teniente informa que el grupo atacante era numeroso. De al menos 25 o 30 apaches mescaleros, pues encontró la cinta ensangrentada de uno de ellos, y sabe que los apaches se llevan a sus muertos.

Concluyen que es la banda del Diablo y vio que sus huellas iban hacia el sur.

Le indica luego que llevarse a su hija de paseo sin pedirle permiso demuestra un comportamiento más de un indio salvaje que de un oficial, y le indica que no volverá a salir de paseo con su hija y evitará su compañía.

Le pide que le indique dónde estaba la avería del telégrafo para enviar a una patrulla para recoger los cadáveres y reparar los cables.

York sugiere enviar un pelotón, pero Thursday pide que vaya una patrulla de solo cuatro hombres, y ordena que la encabece el teniente O'Rourke.

El padre pide a los hombres que quiere que lo acompañen y les hace presentarse como voluntarios.

Pero no va a dejarlos solos. Ordena que formen un pelotón que comandará él mismo junto con el capitán York, para seguir a la patrulla a cierta distancia, aunque se queja de lo mal uniformados que van los hombres.

O'Rourke y sus acompañantes se ocupan de los cadáveres de los hombres, mientras que otro debe arreglar la línea, aunque los disparos les obligan a retirarse, perseguidos por un numeroso grupo de apaches.

Consiguen como expertos tiradores abatir a algunos de ellos, escuchándose de pronto, a lo lejos la trompeta del pelotón que acude en su ayuda, y que sorprende a los indios.

Llegan luego hasta la reserva que parece abandonada, estando solo Meacham, el enviado del gobierno, y que lleva la cantina, y que les confirma que Diablo con otros 30 indios salió de la reserva.

Él les aprovisiona, pero York lo acusa de venderles también Winchester de repetición.

Meacham asegura que no fueron sus indios los autores de las muertes de los soldados y dice que debieron ser otros, aunque le dicen que los cogieron y que pronto los llevarán allí de nuevo, preguntando Meacham si los dejará con un escuadrón para vigilarlos.

York recuerda que 5 años atrás hicieron un tratado con Cochise, que fue a la reserva con los chiricahuas y otros apaches y vivieron en paz dos años, hasta que llegó Meacham y empezó a venderles whisky en vez de carne y baratijas en vez de mantas, y hubo atropellos a las mujeres y hombres que se convirtieron en animales borrachos y por eso Cochise se marchó con su gente a México.

Meacham dice que incumplieron la ley y exige que se cumpla dejando un escuadrón.

Van a su almacén, donde ve que hay cajas donde pone que están llenas de biblias, aunque al abrirlas ven que se trata de un mal whisky, que es inflamable.

Ven además que tiene Winchesters que también ordena destruir, aunque los sargentos, en vez de destruir el whisky se lo beben, arrestándolos el sargento O'Rourke por ello.

Thursday se interesa por la posibilidad de lograr un trato con Cochise, diciéndole York que le conoce y sabe que nunca le ha mentido y si les garantiza un trato decente volverá.

El comandante ve que Cochise es muy conocido en el este, saliendo en todos los periódicos de la región, comentando Collingwood que logró ridiculizar a todos los escuadrones del sureste y lleva varias campañas haciéndoles retroceder.

York dice que no hay tropas suficientes para hacerle regresar a la reserva, pero si envían a un hombre en quien confíe podrá convencerle, ofreciéndose a ir él, diciendo que irá desarmado y en son de paz e irán solo él y el sargento Beaufort - el soldado Beaufort rectifica O`Rourke ya que, aunque fue comandante en el ejército del sur, le degradaron - pero habla español y Cochise también, y su apache es muy limitado.

Thursday piensa, mirando el diario que puede ser el hombre que hizo retroceder a Cochise.

Parten de inmediato, contento Beaufort de librarse de recoger estiércol junto con el resto de suboficiales que se emborracharon y cabalgan hacia la frontera, por el desierto y cruzan el río.

Phil acude a casa de los O'Rourke e indica al teniente que no le ve últimamente y esperaba su visita ya que dejó su tarjeta, confesando él que el coronel le prohibió que le hablara, diciendo ella que si un joven no tiene valor para hablar con una chica ese joven no es tan valiente como se dice.

Pero el padre del teniente le hace ver que su padre es el superior de Michael y debe obedecer sus órdenes, por lo que le pide que se vaya, aunque la madre hace que se vuelvan a sentar y pide a Michael que hable.

Este le dice que de haber sabido que ella quería que le hablase lo habría hecho, pero no podía suponer que ella sentía lo mismo que él, preguntando ella qué siente, pidiéndole él que salgan.

Pero llega en ese momento Guadalupe, que le advierte que va su padre a buscarla y va muy enfadado, llegando en efecto Thursday que le dice a su hija que se vaya con él, diciendo ella que no puede hacerlo porque le invitaron a cenar.

Michael trata de hablar con él, pero no quiere escucharle y ordena que salga, diciendo su padre que están en su casa y allí es él quien decide quién entra y quién sale y que ir a una casa sin ser invitado va en contra del reglamento y de la etiqueta.

Michael pide a su padre que se calle y le dice al coronel que ama a su hija y le pide en su presencia que se case con él, apresurándose ella a dar el sí.

El padre le pide que recapacite, pues no le conviene casarse con él, diciéndole al sargento primero si es consciente de la barrera que les separa de los de su clase, diciendo Philadelphia que Michael es oficial y además, para ella es indiferente, diciendo su padre que en el ejército no lo es, diciendo Michael que el ejército no es el mundo entero, aunque su padre le dice que no, pero que sí es su mundo, pues entregó su vida al ejército, aunque, si es necesario, solicitará el retiro, diciéndole el coronel que no es necesario, pues su hija es aún menor de edad y no puede casarse sin su permiso, aunque ella recuerda que será mayor en dos años e insiste en que no es una niña y quiere a Michael, diciendo su padre que volverá inmediatamente al este y tendrán dos años para olvidarse.

York y Beaufort, con una bandera blanca siguen su camino hasta verse rodeados por los apaches, entre los cuales avanzan hasta llegar a Cochise al que saludan.

En Fort Apache se preparan para el baile de suboficiales, presentado por el doctor que les da las gracias en nombre de los oficiales e indica a Thursday que, según la tradición, él debe sacar a bailar a la mujer del sargento mayor, la señora O'Rourke, sacando el sargento mayor a la hija del coronel, eligiendo luego los demás sus parejas.

Contrasta la seriedad del coronel con la alegría de su hija y del sargento mayor.

Pero en plena fiesta llegan York y Beaufort, informando el primero que Cochise cruzó el río con su gente en son de paz.

El coronel escucha con agrado la noticia de que regresaron a suelo estadounidense.

Luego, el capitán dice que irá a sacudirse el polvo y regresará para el baile, aunque el coronel le dice que no tendrá tiempo, pues el regimiento saldrá al amanecer.

York le dice que Cochise hablará con el coronel, con él y con Meacham. Que irán con un destacamento y sin armas, pero, y sin escucharlo, Thursday ordena que cesen el baile y avisen a los sargentos de que saldrán al amanecer.

York le dice que si va todo el regimiento Cochise pensará que le engañaron, diciéndole el coronel que así es, que le han engañado, recordando York que le dio su palabra a Cochise y no quedará como un mentiroso.

El coronel le dice que dio su palabra a un asesino inculto que violó un tratado y que no hay palabra de honor entre un oficial y Cochise, aunque York dice que sí.

Thursday le recuerda que debe obedecer sus órdenes.

Hay un último baile antes de que se suspenda la fiesta, bailando juntos ese baile Michael y Philadelphia, aunque fuera, donde se besan.

De madrugada se prepara el regimiento para partir al encuentro de los apaches y, justo mientras parten, llega una carta concediendo el traslado al capitán Collingwood que entregan a Emily, pidiéndole la señora O'Rourke que vaya a buscarle y que regrese, aunque ella dice que Sam nunca fue un cobarde, y pide al mensajero que guarde la carta hasta que regrese.

Beaufort, que salió antes dice que están cerca y que hay unos 300 indios.

Thursday le explica a York que desplegará las tropas enviando dos compañías al norte y una al este, que confluirán sobre el campamento, diciéndole York que los indios no están ni al norte ni al este, pues ellos observaron los torbellinos de polvo que indican que están en el sur, señalando hacia un punto por el que aparece un cuantioso número de apaches a caballo que se ponen frente a ellos.

York le hace ver que son cuatro veces superiores a ellos, estando al frente Cochise y Alkesay, por lo que propone parlamentar, pidiéndole el coronel que aunque a él no le impresionan tanto, que diga que van a hablar, tal como prometió.

York y Beaufort preceden a los oficiales con Meacham y Thursday a la cabeza.

York presenta al coronel a Cochise y Alkesay, jefe de los apaches de la Sierra Blanca, a Satanta, de los mescaleros y a su chamán, Jerónimo.

Cochise indica que los apaches son una gran raza y no nacieron para vivir esclavizados, pues su nación luchó con ellos y no logró derrotarlos, pero entiende que una nación no debe estar siempre en guerra, pues los jóvenes mueren y las mujeres entonan canciones tristes y los viejos pasan hambre en el invierno, y fue por ello por lo que se fue con su gente de los cerros y aceptó ir a la reserva. Pero entonces llegó Meacham, un hombre malvado que miente y que sembró la enfermedad y el vicio en su nación y que es peor que la guerra, pues mata a hombres, mujeres, niños y viejos.

Que esperaban que el blanco los protegería, pero les dio una muerte lenta y por ello no regresarán mientras esté Meacham u otro como él, por lo que le indica que solo si lo quitan hablarán de paz, pero que si se queda, habrá guerra, asegurando que morirán 10 hombres blancos por cada apache que él mate.

Thursday dice que no permite que les amenace y que no quiere que tengan miramientos con él, ni ceremonias, pues, asegura, son cerdos recalcitrantes, frente a la opinión tanto de York como de Beaufort al que pide que le digan que no tienen honor y que el gobierno al que representa le ordena regresar a la reserva, y que si no lo han hecho al amanecer

les atacarán.

Se retiran tras ello, a la espera del amanecer, y entonces ordena marchar contra ellos, aunque, mientras avanzan, y a pesar de los prismáticos el coronel no consigue ver a nadie, aunque York le asegura que están entre las rocas, que dice, es lo que él haría.

Thursday se fija en las nubes de polvo lejanas, diciéndole York que es una artimaña. Que probablemente se trata de mujeres y niños arrastrando ramas, aunque Thursday no cree tan inteligentes a los indios y ordena que monten y vayan de a cuatro, asegurando York que eso es un suicidio, pues asegura que están allí, ante lo que el coronel le releva asegurando que en su regimiento no hay sitio para los cobardes, lanzando el capitán su guante, diciendo el coronel que no le gustan los duelos, y que ya pensará si le contesta con las armas o con un consejo de guerra, ordenándole que se quede con los carros y que le ayude O'Rourke.

El padre del teniente que también piensa que es un suicidio, le da las gracias a York por su hijo, y, aunque este se resiste a obedecer, también Mulcahy le pide que lo haga.

York y el teniente se llevan los carros hacia las rocas mientras el regimiento inicia su marcha con el toque del corneta anunciando la carga.

York sigue la operación con sus prismáticos, viendo cómo el primero en caer es el corneta, luego uno de los sargentos.

Luego los indios simulan su retirada, viendo impotentes York y O'Rourke cómo sus tropas se dirigen hacia las montañas donde él sabe que se ocultan los apaches apostados sobre las rocas, y que esperan a que lleguen los soldados, alcanzado en esa ocasión el primer disparo al coronel, que cae de su caballo

Atrapados en el desfiladero, los soldados son presa fácil de los indios, viendo Thursday, herido cómo sus hombres van cayendo sin opción de atacar desde sus caballos.

Los supervivientes se retiran y bajan de sus caballos para atrincherarse en un pequeño repecho, mientras que York ordena que vuelquen los carros para utilizarlos como trinchera y pide al teniente que vaya a Fort Grant e indique dónde están para que les ayuden, diciéndole, mientras se aleja, que se case con ella.

Thursday ve cómo los soldados pasan a su lado en retirada, sin que ninguno se detenga para recogerlo y sin lograr parar a ninguno de los caballos que pasan sin jinetes.

Es York quien acude a su rescate y le indica que se han atrincherado y en las rocas tienen agua y municiones, habiendo enviado a un mensajero a Fort Grant.

Lo ayuda a subir a su caballo, pidiéndole una vez en él al capitán su sable para retomar el mando, diciéndole el capitán que no hay casi tropas a la que mandar, pues aniquilaron a la unidad, pese a lo cual insiste y se lo entrega, consiguiendo llegar junto a los supervivientes, en mal estado.

Allí le pide disculpas a Collingwood, que le da agua de su cantimplora, y le ayuda a incorporarse, entregándole el sargento mayor su arma, pidiéndole también a este sus disculpas, que este indica, debe reservar para sus nietos.

Los indios, en gran número cargan ahora sobre los supervivientes, que en su pequeño reducto tratan de defenderse sin opción alguna.

York, con los hombres que les quedan, junto a los carromatos ve cómo los apaches se dirigen ahora hacia ellos, aunque les pide que no disparen, viendo cómo se acerca Cochise a ellos, quitándose York su cinturón con su sable para dirigirse hacia él, que clava su lanza frente a él antes de retirarse con sus hombres.

Unos años más tarde, frente al retrato y el sable del coronel, York, ahora comandante del puesto, habla con varios periodistas a los que indica que la campaña va a ser larga y puede que pase mucho tiempo antes de que puedan obtener algún titular, diciéndole estos que si capturara a Jerónimo les daría titulares y el regimiento se cubriría de gloria.

Indica uno de ellos frente al retrato de Thursday que debió ser un gran soldado, diciendo York que nadie murió con más coraje ni obtuvo mayor gloria para su regimiento.

Le preguntan si conoce el famoso cuadro de "La carga de Thursday", diciendo él que lo vio la última vez que estuvo en Washington, describiendo uno de los periodistas la pintura de los apaches con sus pinturas y banderas y Thursday al mando de sus hombres heroicamente, diciendo York, que, en efecto, así fue, comentando el periodista que se ha convertido en leyenda y es el héroe de los colegiales.

Otro de los periodistas tiene un recuerdo para los hombres que murieron con él, como el capitán Collingwood, indicando que siempre ocurre lo mismo, que se exalta a los Thursday y los demás quedan olvidados, asegurando York que se equivocan, que no quedan olvidados porque no han muerto y vivirán mientras exista el regimiento por una paga de 13 dólares al mes y un rancho de alubias y cebada, aunque puede que coman carne de caballo antes de que termine la campaña.

Cambiarán sus rostros y sus apellidos, pero son el regimiento, en ese momento y dentro de 50 años, que son los mejores que existen y dice, que Thursday lo consiguió.

Antes de despedir a los periodistas les presenta a su ayudante, el teniente O'Rourke, que está junto a su madre y a Philadelphia, y a su hijo pequeño.

El nuevo comandante del puesto parte con sus tropas hacia una nueva campaña.

Calificación: 4