Fallen Leaves
Kuolleet Lehdet (2023) * Finlandia /
Alemania
También conocida como:
-
"Hojas de otoño" (Hispanoamérica)
Duración: 81 min.
Fotografía: Timo Salminen
Guion y Dirección: Aki Kaurismäki
Intérpretes: Alma Pöysti (Ansa Grönholm), Jussi Vatanen (Holappa), Janne Hyytiäinen (Hannes Huotari), Nuppu Koivu (Liisa), Martti Suosalo (Raunio), Alina Tomnikov (Tonja).
Ansa Grönholm trabaja como reponedora en un supermercado de Helsinki, haciéndose cargo también de la retirada de los productos caducados.
Cuando regresa a casa cena algún producto caducado que lleva del supermercado, aunque en alguna ocasión debe tirarlo, por estar en mal estado.
Escucha en la radio las noticias de la invasión de Ucrania, aunque después de un rato trata de evitar la depresión cambiando de emisora para escuchar música.
Holappa trabaja, con un traje de protección, limpiando piezas contaminadas mediante una máquina de chorro de arena.
Cuando se detiene para descansar, se fuma un cigarrillo en una zona en que pone prohibido fumar porque están cerca las bombonas de gas, uniéndose a él un compañero, Hannes, que le dice que el tabaco le matará, diciendo él que antes le matará la silicosis.
Holappa vive en una caseta de obra prefabricada, junto con varios compañeros más, yendo a buscarlo allí Hanne, que le propone ir al karaoke, ya que es viernes, aunque él dice que los tipos duros no cantan y además dice que le agrada la soledad.
Pese a todo acaba convenciéndolo y acuden al local, donde Holappa dice que no canta porque no tiene buena voz, pero su amigo, Hannes, le dice que él si cantará, pues tiene una voz de barítono, saliendo en efecto a cantar la canción finesa "Bajo el serbal otoñal".
Cuando termina, Liisa, una mujer que estaba cerca de ellos, junto con Ansa, le dice que canta muy bien, acercándose él para decirle que no le ha costado, pues la estaba mirando a ella, aunque Liisa le dice que conserva bien la voz para alguien de su edad, diciendo él que espera ganar algo más de profundidad cuando cumpla 50 años, aunque ella le dice que ya los tiene, pidiéndole que le enseñe su carnet.
Mientras ellos hablan, Ansa y Holappa se miran, aunque no entablan conversación.
Un día, cuando sale a tirar los productos caducados, llega un chico que le pregunta si puede llevarse algo, entregándole ella algunos paquetes, viéndolo el encargado de seguridad de la tienda, por lo que, a la salida la retiene su jefe, que le pide que muestre el contenido de su bolso, viendo que lleva unas hamburguesas y le dicen que debería agradecer que no avisen a la policía, diciendo su amiga Liisa que es absurdo, pues están caducadas y ya no se puede vender.
Pese a todo la despiden sin preaviso, recordando ella que su contrato no incluye preaviso, haciendo que se enfade, el encargado, sacando en ese momento su amiga de su bolso un yogur, caducado también, diciendo la otra compañera que se le pasó a ella que es la encargada de la sección de lácteos, diciéndole a esta el encargado que, como ha confesado podrá seguir trabajando, diciendo ella que no le interesa, pues se consigue el mismo salario en la cola del comedor social.
Ansa, le dice al encargado de seguridad que va a llegar muy lejos, aunque él le responde que solo acata órdenes.
Se marchan las tres, despidiéndose Ansa cariñosamente de su amiga, solidaria con ella.
A Holappa le llaman la atención por llegar a trabajar varios minutos tarde, y, antes de comenzar el trabajo saca una botella de alcohol que tiene escondida.
En su casa sigue escuchando las noticias sobre Rusia, pero acaba apagando la radio. Quita luego toda la luz de la casa para no gastar tanto.
Va luego hasta un locutorio para consultar ofertas de trabajo en Internet, y, aunque cuesta el uso 10 euros por 30 minutos, solo tiene 8, admitiéndoselo.
Entra en la web de la oficina de empleo, viendo que se necesita una ayudante de cocina para el pub California, por lo que acude al mismo, y le entrega sus papeles al encargado para que le hagan el contrato, diciéndole él que se los quede, que le pagarán en efectivo los lunes y le pregunta si puede empezar ya, pues hay mucha tarea acumulada, viendo que está todo lleno de vasos sucios.
Ve cómo Raunio, el jefe recibe una llamada y pide a los que llegan, que entren por la puerta trasera.
Ella va a la sala para recoger más vasos y cuando regresa ve a su jefe pagando a dos tipos por algo que le entregan.
Holappa sale con su amigo a tomar cerveza, pero Hannes le ve triste y le pregunta qué le pasa, diciendo él que está deprimido porque bebe demasiado, preguntándole entonces este que por qué bebe entonces, diciendo que lo hace porque está deprimido, un razonamiento circular según Hannes.
Cuando regresa a su casa Ansa, ve a Holappa dormido en la parada del autobús por la borrachera y a unos chavales que tratan de robarle aprovechándose de su estado.
Ella le pregunta si está todo bien, pero como llega su tranvía y debe marcharse, preguntándole antes a él si está todo bien, aunque él no le responde.
Un día, cuando llega al trabajo ve que están los policías, que se llevan a su jefe esposado, diciéndole este que se tome una semana libre, o dos.
Los que miraban comentan que vendían droga en el local.
Llega en ese momento también Holappa que dice que iba a tomarse una cerveza, pero que parece que no abrirán, diciéndole ella que no, y que al día siguiente tampoco.
Solo en ese momento se miran y se reconoce y la invita a tomar un café con él si tiene tiempo, diciendo ella que tiene tiempo, pero no dinero, pues en teoría iba a cobrar ese día, ya que trabajaba allí, invitándola él.
Mientras toman el café le dice que si no ha cobrado no habrá podido llenar la nevera, indicándole que se pida algo de comer.
Mientras ella va a pedir algo a la barra, ve por el espejo cómo Holappa hecha un poco de alcohol en su café.
Tras este, Ansa le pregunta qué hacen ahora, proponiéndole él ir al cine, viendo la película de zombis, "Los muertos no mueren".
A la salida, él le pregunta si le gustaría quedar otro día, diciendo ella que le encantaría, dándole un papel con su número, y, cuando le pregunta cómo se llama, ella le responde que se lo dirá el próximo día.
Le pregunta si quiere que la acompañe, aunque ella le dice que vive cerca, despidiéndose de él con un beso.
Pero al sacar el tabaco, saca sin querer el papel con el número de teléfono y lo pierde.
Cuando lo busca más tarde ya en su cuarto no consigue encontrarlo.
Ansa escucha de nuevo las noticas que vuelve a cambiar mientras espera una llamada que no termina de llegar.
Holappa sale y va a entrar a un bar, aunque finalmente decide no hacerlo, yendo hasta el cine donde estuvo con Ansa, ya que esta le comentó que vivía cerca, hasta que cierran la sala, fumando mientras espera, aunque no la ve.
Poco después pasa ella por allí, pero él se marchó ya, viendo el montón de colillas de los cigarrillos que se fumó él mientras la esperaba.
Por un fallo de la manguera del compresor, Holappa acaba herido, recordándole Hannes al jefe que su amigo llevaba mucho tiempo pidiendo que cambiaran la manguera, y se encuentran con que ahora tendrá al menos una semana de baja y necesitan un sustituto.
Los sanitarios que acudieron a atender el accidente obligan a Holappa a hacerse la prueba de alcoholemia, y tras ver el resultado deciden hacerle un análisis de sangre.
Entonces el jefe lo llama borracho y le dice que queda despedido y que abandone su litera antes del día siguiente por la noche.
Recoge sus cosas que le deja a Hannes para que se las guarde, preguntándole este qué hará, diciendo que trabajará como albañil.
Se van luego a tomar algo. En el bar le recuerda a su amigo a las mujeres que conocieron en el karaoke, recordando Hannes que le llamaron vejestorio, diciéndole Holappa que quedó con la más bajita, y que casi se casan, preguntándole Hannes por qué no lo hizo, pues, aunque callada, la chica era guapa, diciéndole que perdió su número, ante lo que su amigo le dice que la busque en el listín, aunque le dice que tampoco puede hacerlo porque no sabe su nombre ni su dirección.
Le pregunta a Hannes si la otra dijo dónde trabajaba, recordando que dijo que en un supermercado.
Entretanto Ansa consigue trabajo en una fábrica de piezas de hierro como limpiadora.
Holappa, por su parte, consigue trabajo en la construcción, pero sigue bebiendo.
Vuelve al cine a esperar, y esa noche sí llega Ansa, que le dice que no la llamó, diciendo él que lo perdió su número, pero que la buscó por todas partes, diciendo ella que creyó que estaría con otra que le gustase más, diciéndole él que lleva gastados tres pares de zapatos buscándola, invitándolo ella a cenar a su casa al día siguiente a las ocho.
Él le pide la dirección, que esta vez se guarda bien en la cartera, diciéndole ella que procure que no le roben, y él le tiende la mano antes de despedirse.
Ansa va al supermercado y compra una pequeña botella de vino espumoso, un plato, cuchillo y tenedor.
Él, por su parte, compra un ramo de flores que le regala.
Cuando sirve el vino, él se bebe el suyo prácticamente de un trago.
Terminada la cena se sientan cada uno en un extremo del sofá, aunque a ambos les cuesta entablar una conversación.
Él le dice que el piso es bonito, pero la cama muy estrecha, diciendo ella que es suficiente para una persona sola.
Le cuenta que heredó el piso de su madrina y lo pintó ella misma.
Ella decide poner música y le dice a él que puede fumar si lo desea.
Cuando se levanta, él bebe de su petaca, dándose cuenta tras hacerlo de que ella lo ha visto, y, de hecho, le dice, que su padre murió por el alcohol y su hermano también, y luego su madre murió de pena, por lo que, aunque le gusta mucho, no aguantará a un borracho, diciendo él que nadie le da órdenes, tras lo que se marcha enfadado.
Ansa, por su parte tira las piezas de menaje que compró, a la basura.
Él va al bar y empieza a beber de nuevo.
Unos días después Holappa es despedido por beber en el trabajo.
Ansa va a un bar con su amiga, que le dice que la ve muy callada, y le pregunta si está preocupada por ese sinvergüenza, lamentando ella que ni siquiera llamara para disculparse pese a que pensó que podía ser alguien diferente, aunque su amiga le dice que todos están hechos con el mismo molde.
Holappa se queda dormido en el bar, debiendo despertarlo el barman para cerrar, yéndose él a dormir a un banco de la calle.
Un día, al salir del trabajo, Ansa ve que tienen una perra abandonada y que van a pedir que la sacrifiquen, pidiendo ella que le permitan quedarse con ella.
La lleva a su casa y la baña y luego se tumba en la cama junto a ella.
Holappa va a beber con Hannes a un local donde toca el grupo Maustetytöt, no pidiendo Holappa ese día alcohol, pues, le dice, ya no le apetece beber.
Duerme ahora en una pensión y se deshace de todas las botellas de alcohol que guardaba.
Finalmente vuelve a llamar a Ansa y le cuenta que está sobrio y que va a Alcohólicos Anónimos, preguntándole ella por qué cambió de idea, preguntándole él si puede ir a verla, diciéndole ella que vaya ya.
Acude a ver a un vecino de la pensión al que le pide que le preste su chaqueta, pues tiene una cita importante y no tiene nada presentable, diciéndole él que puede quedarse la suya, pues no la necesita ya.
Sale arreglado para ir a ver a Ansa, cuando, de pronto, sufre un accidente.
Arreglada, y tras haber preparado todo, ella espera hasta que ve que no termina de llegar, por lo que vuelve a la cama, decepcionada.
Continúa su duro trabajo en la fábrica, llevando carretillas cargadas de escoria.
Un día, mientras pasea con el perro se topa con Hannes que se extrañe de que le recuerde, diciendo ella que cantó de maravilla.
Hannes le dice que su amigo intentó localizarle, diciendo ella que no sabe nada de él, contándole que es lógico, pues lo atropelló un tranvía y está en coma en el hospital de las Diaconisas y le cuenta que se llama Holappa, pues solo sabe su apellido.
Hannes aprovecha el encuentro para decirle que le gustaría ver a su amiga para hablar de su edad, dándole ella el número de Liisa.
Cuando va al hospital, pregunta por Holappa, aunque cuando le piden su nombre de pila, dice que no lo sabe, preguntándole las enfermeras por su relación con él, diciendo ella que es su hermana, aunque luego le aclara que en la fe.
La dejan pasar a verlo diciéndole que está en coma, pero que puede intentar hablarle o leerle algo por si ayuda.
Le lee, en efecto cosas de una revista, aunque luego decide inventarse noticias más agradables, y resuelve crucigramas que le lee en voz alta.
Tras un tiempo de visitas al hospital, un día, al salir del trabajo, recibe una llamada del hospital informándole de que Holappa volvió en sí.
Va a recoger a la perra y luego va a verlo.
Cuando le besa en la frente él abre los ojos y le pregunta si está muerto.
Él le cuenta que la estuvo esperando y soñó que iban juntos a una agencia matrimonial.
Algún tiempo después, Ansa espera fuera del hospital con Liisa la salida de Holappa, contándole Liisa que ella ha quedado también con Hannes al día siguiente y le contó que se hizo un lifting y toma infusiones de ginseng para parecer más joven
Tonja, la enfermera le lleva a Holappa algo de ropa que le dice, era de su ex marido.
Ya con el alta, y, aunque con muletas, él camina junto a Ansa y con su perra, y cuando le pregunta él cómo se llama ella le dice que Chaplin.