El moderno Sherlock Holmes
Sherlock Jr. (1924) * USA
Duración: 45 Min.
Fotografía: Byron Houck, Elgin Lessley
Guion: Clyde Bruckman, Jean C. Havez, Joseph A. Mitchell
Dirección: Buster Keaton
Intérpretes: Buster Keaton (Proyeccionista / Sherlock, Jr.), Kathryn McGuire (La joven), Joe Keaton (Padre de la joven), Ward Crane (El Jeque local / Villano), Erwin Connelly (Mayordomo), Ford West (Gerente del cine / Gillette).
Hay un viejo proverbio que dice: "No intentes hacer dos cosas a la vez esperando que salgan ambas bien".
Un joven, el protagonista de la historia, lo intentó.
El joven trabajaba como proyeccionista en el cine de un pequeño pueblo, mientras estudiaba para ser detective.
Eso le suponía que el gerente del cine le regañara, pues a veces despistaba sus tareas de limpieza por estudiar.
Deseoso de conquistar a su novia, va a comprarle unos bombones, aunque la caja que le gusta cuesta 3 dólares, y él solo tiene dos.
El llamado Jeque local, pasa frente a la misma tienda y ve también la caja, pero él tampoco tiene dinero.
Pero de pronto el proyeccionista encuentra entre los restos de la basura un dólar, con el que podrá comprar la caja, aunque entonces aparece una muchacha que dice que perdió un dólar y él se lo entrega pese a que con él podría comprar el regalo.
Llega luego otra mujer que también dice haber perdido un billete, entregándole él uno de los suyos, tras lo que aparece otro tipo malencarado, al que él le entrega el único dólar que le quedaba, aunque el tipo lo rechaza y se lo devuelve y sigue buscando hasta encontrar en la basura una cartera llena de dólares, sintiéndose idiota el joven por no haber buscado.
Finalmente opta por comprar la caja de un dólar y va a ver a su novia, cambiando el precio en la caja para que parezca que cuesta más.
Va a su casa y se la entrega justo en el momento en que aparece el Jeque local, que le roba al padre de la chica su reloj.
El proyeccionista le entrega a la chica, junto con la pequeña caja de bombones, un anillo, entregándole además su lupa de detective, para que pueda verlo más grande, tras ver su cara de decepción por el tamaño de la joya.
Entretanto, el Jeque va a una tienda de préstamos con el reloj y compra la caja de bombones de tres dólares, que poco después le entrega a la chica.
Celoso, el proyeccionista trata de hacer que el Jeque pise una piel de plátano y caiga, pero no solo no lo hace caer, sino que acaba cayendo él.
De pronto el padre de la muchacha llega quejándose de que le robaron el reloj.
El joven lee el libro de cómo ser detective, viendo el Jeque, por encima de su hombro, que la primera regla es registrar a todo el mundo, por lo que mete la papeleta de la casa de empeños en el bolsillo del joven.
Él trata de presumir y dice que se encargará del caso, empezando, en efecto, por registrar a todo el mundo, hasta que le registran a él, encontrando la papeleta de la casa de empeños, por la que obtuvo 4 dólares, la misma cantidad que él escribió en la caja que le regaló a la chica para simular que se había gastado más, por lo que el padre de la chica lo echa de casa y le pide que no vuelva más.
Se despide de la chica, que llora decepcionada y que le devuelve su anillo.
Vuelve a leer su libro, viendo que la siguiente regla es seguir de cerca a su sospechoso, por lo que, cuando el Jeque sale de la casa lo persigue.
Pero su enemigo lo descubre al llegar a la estación y lo encierra en un vagón del tren
Él consigue escapar saliendo por el techo y agarrándose de la tubería del depósito de agua, que se abre provocando que esta caiga sin control sobre él, arrastrándolo.
Tras fracasar en el amor y como detective, regresa a su trabajo como proyeccionista.
Pero la chica no se quedó conforme con el desenlace del asunto y decidió seguir investigando, para lo que va a la casa de empeños, pidiéndole al dependiente que le describa a la persona que lo hizo, señalando al Jeque, que justo pasaba por allí.
Mientras proyecta el serial "Corazones y perlas", en que hay un robo de un collar de perlas, se queda dormido en la cabina y comienza a soñar, viendo cómo en la pantalla el ladrón se transforma en el Jeque y la chica en su novia.
Él baja al patio de butacas y entra también en la película, de donde lo expulsa el Jeque, que trata de cortejar a la chica.
Vuelve a la pantalla, donde cada momento cambia la imagen, por lo que, tan pronto está ante una puerta, como pasa a un jardín, o está a punto de ser atropellado por un coche, o al borde de un acantilado por el que está a punto de caer o en la selva entre leones, o en el desierto tratando de esquivar los cactus, o en una roca en medio del mar.
Se lanza al mar, pero la imagen cambia y acaba con la cabeza clavada en la nieve.
Entretanto, el padre de la muchacha descubre que le han robado un collar de perlas, que, disimuladamente el villano, que es el Jeque entrega al mayordomo mientras escucha, preocupado como el padre de la muchacha llama al mejor detective del mundo, Sherlock Jr.
El mayordomo muestra a su compinche que lo tiene todo controlado y que tiene varios trucos para acabar con él, como una bola de billar que en realidad es una bomba, habiendo colocado también en una de las sillas de la sala en que esta la caja fuerte, una palanca que hace que caiga sobre esta y quien en ella se siente, una enorme hacha medieval que adorna la casa.
Cuando llega Sherlock Jr., el propio proyeccionista, elegantemente vestido, dispuesto a desentrañar el misterio está a punto de sentarse en la silla con la trampa mortal, aunque finalmente no lo hace, por lo que, para asegurarse de acabar con él, el mayordomo le pone veneno en la bebida.
Pero Sherlock Jr. cede gentilmente su copa al villano, debiendo el mayordomo quitársela simulando haber visto algo en el vaso, para evitar que se la beba.
El Jeque le entrega el palo de billar a Sherlock Jr., que al utilizarlo empuja al mayordomo, que está a punto de sentarse en la silla asesina.
Colocan la bola explosiva entre las demás bolas del billar mientras Sherlock Jr. parece distraído poniendo tiza a su palo, aunque está frente al espejo y puede verlos.
El Jeque y su secuaz tratan de evitar ser víctimas de la explosión yendo a la habitación contigua, aunque Sherlock Jr. da y da a las bolas, no tocando nunca la número 13, consiguiendo meter todas menos esa, fallando incluso cuando trata de darle desde cerca, pues la blanca salta o se desvía cuando le va a dar.
Tras tanto fallo hace que entre el Jeque para que sigua él, que tira a la negra, y, aunque finalmente da a la bola y la cuela, no explota.
Cuando Sherlock Jr. se va, tratan de averiguar por qué no explotó, viendo que ya no está la bola original en la caja en que la guardaron, comprendiendo que, de algún modo la descubrió.
Además el Jeque está a punto de caer bajo el hacha, bebiendo además el mayordomo, nervioso, y para calmarse la copa con el veneno que debe escupir para no morir.
Entretanto Sherlock Jr., al salir juguetea en efecto con la bola bomba que está a punto de caérsele y provocar un accidente.
Al día siguiente Gillette, el ayudante de Sherlock Jr, en realidad el jefe del proyeccionista en el cine, ayuda a este a ir impecable, cuando sale de su casa, que se abre como si de una caja fuerte se tratara.
Comienza a perseguir al Jeque hasta un edificio, donde, al darse este cuenta de su llegada, lo despista dejando su sombrero junto a una escalera para que crea que escapó por una trampilla del techo, mientras él se esconde en un armario.
Cuando Sherlock Jr. sube, el Jeque le cierra la trampilla y se va en el coche.
Al ver que se le va a escapar Sherlock Jr. se coge a una barrera del tren, cayendo sobre el coche del Jeque que no se da cuenta de que va detrás.
No sabe que detrás va también Gillette, al que Sherlock Jr. golpea tras descubrirlo al no reconocerlo por ir disfrazado, viendo que le lleva su pistola y otros utensilios.
Entretanto el Jeque llega al lugar donde va a vender las perlas a otros tres tipos
Sherlock Jr. coloca en una de las ventanas un estuche circular que le llevaba Gillette.
Descubierto por los maleantes, le quitan la pistola y el reloj, aunque con habilidad él hace lo mismo con uno de los ladrones, que debe devolverle el reloj para recuperar el suyo.
Le muestran luego que tienen en una jaula, como si fuera un pájaro, a un hombre, que le dicen, era también detective, y que, cuando muera, él ocupará su lugar.
Entretanto, el mayordomo se lleva a la chica por la fuerza, contándole el Jeque al detective, que lo está esperando, tras lo que le muestra el collar de los conflictos, que Sherlock Jr. le arrebata con habilidad, tras lo que se lanza por la ventana en que había colocado el estuche que le llevó Gillette.
Los bandidos salen a buscarlo, pero no lo encuentran, solo ven a una anciana, no pudiendo darse cuenta de que en el estuche guardaba el disfraz que se colocó al saltar.
Cuando finalmente uno de ellos se da cuenta del engaño lo persiguen, acabando en un callejón sin salida, aunque entonces aparece Gillette, vestido como un vendedor ambulante, que lleva una pequeña maleta abierta con corbatas colgada del cuello, indicándole a su jefe que salte sobre esta, y cuando lo hace, y, como si de un agujero negro se tratara, desaparece.
Ven que tras él solo hay una pared de madera, no explicándose los perseguidores cómo consiguió desaparecer, descubriendo que en esa pared hay una puerta giratoria oculta, y cuando la giran y entran para perseguirlos no ven que estaba colgado de la parte trasera de esta, y, al volver al callejón cierra la puerta dejándolos encerrados.
Como de todos modos le persiguen, llega para salvarlo Gillette en una motocicleta, haciéndolo subir sobre su cesta delantera, avanzando la motocicleta sin que Sherlock Jr. se dé cuenta de que Gillette se cayó en un charco, atravesando sin conductor numerosas calles, y cruzándose con muchos coches en el camino, a los que esquiva de forma casi milagrosa.
Unos obreros que abren una zanja le lanzan encima tierra, llegando tras ello a una zona donde un grupo de jóvenes celebra la despedida de soltero de uno de ellos, realizando el juego de tirar de la cuerda, llevándose a los dos grupos contendientes y tirando con ello además las mesas de la celebración, sin parar en ningún momento, logrando salvar un puente roto gracias a unos camiones sobre cuyo techo sigue su camino evitando caer al río, sirviéndole la caída del puente para poder salvar que estaba cortado.
Llega a un punto donde el camino está cortado debido a que hay un tronco, que tratan de quitar colocando un explosivo debajo, y aunque tratan de detenerlo, llega justo en el momento en que gracias a la explosión se abre el camino, pudiendo seguir.
Le dice a su ayudante que jamás creyó que lo conseguiría, llegando a la vía justo cuando el tren va a atravesarla, aunque consigue pasarla justo a tiempo y solo entonces se da cuenta de que no conduce nadie la motocicleta y se asusta, acabando por chocarse contra el edificio en que el mayordomo retiene a la chica, justo cuando empezaba a amenazarla lascivamente, golpeándolo al salir volando, haciéndolo caer sin sentido.
Llegan en ese momento el Jeque y sus sicarios, huyendo Sherlock Jr. y la chica por la ventana, huyendo en el coche en que llegaron los ladrones.
Estos suben en el coche del mayordomo y les persiguen, estando a punto de alcanzarlos y de dispararle, cuando de pronto Sherlock Jr. saca de su bolsillo la bola de billar con la bomba camuflada, que lanza a sus perseguidores, consiguiendo acabar con ellos.
Pero van tan deprisa, que de pronto ven que van a llegar al río.
Sherlock Jr. frena de golpe, activándose los frenos de las cuatro ruedas, que se quedan en la orilla mientras el resto del coche acaba en el río, flotando como un barco.
Con la capota del vehículo improvisa una vela con la que consigue que el coche vaya hasta la orilla, entregándole entretanto a ella el collar, recibiendo el abrazo de la chica, agradecida, sintiéndose él como un héroe, hasta que de pronto el coche empieza a hundirse
Pero antes de llegar a la orilla, el coche se hunde y él chapotea tratando de salir sin ahogarse y de salvar a la chica.
Mientras manotea tratando de nadar, está moviéndose en realidad en el taburete de la sala de proyección y se despierta al caerse, desilusionado al ver que en no consiguió a la chica.
Pero llega en ese momento la chica, que le dice que su padre la envió para decirle que cometieron un terrible error, pues descubrieron quién era el verdadero ladrón.
Sin saber cómo reaccionar se fija en lo que ve en la pantalla.
En esta, el protagonista coge a la chica, la gira y luego besa sus manos, haciendo él lo mismo con la chica, y al ver cómo el protagonista le coloca el anillo, él encuentra el que ella le devolvió y se lo coloca también, tras lo que le da un beso fugaz.
Ve luego una elipsis en la historia que aparece en pantalla. En ella aparece la pareja un tiempo después cargada de hijos y el muchacho, al verlo, se rasca pensativo la cabeza.