Doctor Zhivago
Doctor Zhivago (1965) * USA / Gran Bretaña / Italia
Duración: 197 min.
Música: Maurice Jarre
Fotografía: Freddie Young, Nicolas Roeg
Guion: Robert Bolt (Novela: Boris Pasternak)
Dirección: David Lean
Intérpretes: Omar Sharif (Dr. Yuri Zhivago), Julie Christie (Lara Antipov), Geraldine Chaplin (Tonya Gromeko), Rod Steiger (Victor Ipolitovich Komarovsky), Alec Guinness (Yevgraf Zhivago), Tom Courtenay (Pasha Antipov / "Strelnikov"), Siobhán McKenna (Anna Gromeko), Ralph Richardson (Alexander Gromeko), Rita Tushingham (Tonya Komarova), Jeffrey Rockland (Sasha), Tarek Sharif (Yuri 8 años), Bernard Kay (Kuril), Klaus Kinski (Kostoyed Amoursky), Gerard Tichy (Liberius), Noel Willman (Razin), Geoffrey Keen (Boris Kurt), Adrienne Corri (Amelia), Lucy Westmore (Katya).
El general Yevgraf Andréyevich Zhivago pregunta en una presa hidroeléctrica por las chicas que trabajan allí, respondiéndole el ingeniero encargado de la misma que son buenas trabajadoras pese a que fueron de reformatorio en reformatorio, quejándose de lo degradante que es emplear a seres humanos para remover la tierra, algo que sería más fácil y rápido con excavadoras, que serían además más rápidas, pidiéndole el general paciencia, pues sus tiempos fueron peores.
El ingeniero le pregunta por su interés por la muchacha, diciéndole el general que cree que puede ser hija de su hermano Yuri Andréyevich Zhivago y por tanto de Lara, tras lo que le muestra la última edición de los poemas a Lara, escritos por su hermano, asegurándole el ingeniero que admira esa obra, ante lo que el general dice que todos parecen admirarlo ahora, ante lo que ingeniero se defiende diciendo que no podían admirarlo cuando no les permitían leerlo.
Llega la muchacha que esperaban, presentándose el general a la misma, a la que le cuenta que está buscando a su sobrina que piensa puede ser ella ya que fue encontrada en Mongolia y tiene el apellido Komarov, aunque ella dice no acordarse de sus padres.
Le muestra el libro "Lara. Antología de poemas" de Yuri Zhivago y le dice que está tratando de encontrar a la hija de su hermanastro, mostrándole las fotos de este y de Lara, preguntándole si alguien llamaba Lara a su madre, no recordando ella que fuera así, asegurándole que no es su sobrina y que su padre no era poeta no recordando tampoco los nombres de Strelnikov ni de Gromeko.
Yevgraf le cuenta que Yuri perdió a su madre a la misma edad que tenía ella cuando su madre la perdió a ella y en el mismo lugar del mundo, y, tras acudir a su entierro se hizo cargo de él la señora Gromeko, amiga de su madre que le entregó la balalaika de esta e informando al niño que lo llevarían a Moscú con ellos y con su hija Tonya, que desde ese momento pasará a ser su hermana.
Los Gromeko, Alexander y Anna no sabían qué sería de Yuri, pues, aunque tenía ya reputación como gran poeta, esto no le permitiría vivir, por lo que estudia también medicina.
Cuando su profesor, Boris Kurt le pregunta a qué se dedicará, él responde que a la medicina general, recomendándole el profesor que se dedique a la investigación, aunque insiste en que lo que a él le gusta es la medicina general.
Al llegar tarde para coger un tranvía corre tras este y consigue cogerlo en marcha, sentándose tras la joven Lara que va también en el tranvía, pues es también estudiante, y cuando ella se baja él continúa el viaje.
Lara va al encuentro de Pável Antípov, "Pasha", su novio, al que la policía le requisó la propaganda que estaba repartiendo a las puertas de una fábrica, consiguiendo ella al llegar que lo dejen libre al decir que es su hermano, recomendándole los policías que se lo lleve a su casa antes de que se meta en un lío.
Ella se lo lleva, en efecto, viendo cómo tras reanudar el camino él saca más propaganda y la sigue repartiendo afirmando que hay que hacerlo por la revolución, preguntándole Lara si es un bolchevique, respondiendo él que no, que no les gusta a los bolcheviques, ni estos le gustan a él pues no distinguen el bien del mal.
Él pregunta por qué dijo que era su hermano, en vez de decir que era su prometido.
La acompaña luego hasta su casa, donde su madre tiene un taller de costura, viendo que está visitándola Victor Ipolitovich Komarovsky, excusando Lara su presencia diciendo que está allí por negocios, pues aconseja a su madre, aunque la gente murmura sobre ellos.
Se despide tras ello de Pasha, al que le indica que tiene que estudiar, pues tendrá pronto exámenes y no desea perder su beca.
Al llegar a su casa Lara ve a Komarovsky sentado leyendo el periódico tranquilamente mientras en el taller de costura su madre atiende a una baronesa que la interroga sobre la presencia de Komarovsky, debiendo la mujer excusarlo diciendo que es solo su asesor y que lo hace por amistad hacia la familia.
Antes de marcharse, Komarovsky ve que tiene propaganda de la manifestación que tendrá lugar unos días más tarde y le pide que no vaya, pues la manifestación no será tan pacífica como se dice.
Le pregunta tras ello por su edad, diciéndole ella que tiene 17 años, viendo como el hombre le pone un pañuelo por la cabeza que ella se quita con desagrado.
Cuando Zhivago llega a casa, Anna le entrega una carta llegada de París, diciéndole que en un mes regresa Tonya de París.
Una noche Komarovsky se pasa por casa de Lara para recoger a esta y a su madre para llevarlas a un lujoso restaurante, lo que supondrá la puesta de largo de la muchacha y su primera oportunidad de alternar con la buena sociedad, aunque la madre alega que tiene fiebre, por lo que irán solos Komarovsky y Lara, que bailan, y cenan de forma exquisita, deteniéndose el baile durante unos momentos mientras fuera la multitud entona a pleno pulmón la Internacional, aunque la clase alta prosigue luego con su fiesta y con sus bailes.
Tras la cena regresan a su casa viendo cómo los cosacos se preparan para reprimir la manifestación, besando Komarovsky a la joven antes de dejarla en su casa.
Desde el balcón de su casa, Yuri y Anna Gromeko observan la gran manifestación popular en que la gente pide pan, justicia, igualdad, hermandad y libertad.
La manifestación avanza mientras los cosacos esperan a caballo, y, pese a ser una protesta pacífica, los cosacos comienzan a avanzar hacia los manifestantes cargando contra ellos, siendo testigo Zhivago de la brutalidad con la que cargan dejando numerosos muertos y heridos, incluidas mujeres y niños, por lo que el doctor sale corriendo y trata de atender a alguno de los heridos, aunque se ve obligado a retirarse cuando amenazan con arrestarlo si continúa, pidiéndole Alexander que no lo haga, pues Tonya regresa al día siguiente y quiere que él vaya a recibirla.
Al día siguiente llega en efecto Tonya en tren, siendo recibida con gran alegría por Yuri y sus padres, que la encuentran radiante, llevando varios carritos cargados con baúles, mostrándole a Yuri un periódico francés en el que hay un artículo sobre los jóvenes poetas rusos, entre los que lo destacan su nombre.
Lara se dispone a ir a la iglesia cuando llaman a su puerta, descubriendo que se trata de Pasha, que tiene el rostro marcado por el sable de uno de los cosacos.
Lara lo cura poniéndole iodo, pues él no quiere ir al hospital, y le pide a Lara que esconda un revólver que lleva, asegurando que no habrá más manifestaciones pacíficas, pues cargaron contra esta pese a que había mujeres y niños.
Lara va tras ello a ver al sacerdote ortodoxo al que le confiesa su adulterio.
Pero volverá a ver a Victor, con el que se encuentra en una habitación alquilada a la que ella acude con un elegante vestido rojo.
Allí beben juntos, preguntándole él si su madre sabe lo que están haciendo, llamándola hipócrita, ante lo que ella decide marcharse, diciéndole él que sabe que volverá, pidiéndole de hecho que se quede y convirtiéndose en amantes.
Enterada de la traición, la madre de Lara intenta suicidarse tomándose una botella de iodo, enviando Victor a su cochero a buscar al doctor Boris Kurt.
Este, que asistía a un concierto de piano con su esposa, decide aburrido salir a fumar, topándose con Yuri y con Tonya, diciéndole el primero que está un poco nervioso ante el examen de licenciatura.
Kurt le pregunta tras ello a Tonya qué le parece casarse con un médico de medicina general, respondiendo ella que le encantaría, pero que no se le ha declarado ningún médico de medicina general.
Mientras hablan llega el cochero con el encargo de Komarovsky y Kurt le propone a Yuri que lo acompañe a una clase práctica de medicina general.
Logran salvarla y Kurt le pregunta qué deben decir sobre ello, ya que tiene que llevarla al hospital, haciéndole ver Komarovsky lo delicado de la situación, que le llevó a buscarlo a él en vez de a otro médico de la zona.
Mientras ellos hablan Yuri recorre el taller de confección, viendo a Lara dormida junto a su cama, y siendo testigo involuntario de cómo Victor entra en su habitación y ella lo abraza y lo besa mientras él trata de calmarla.
Cuando Komarovsky se da cuenta va a hablar con Kurt y le pregunta por el muchacho, recordando al escuchar su nombre que conoció a su padre, contándole mientras regresan Yuri a Kurt que Victor fue quien s encargó del testamento de su padre.
Unos días después Lara decidida a no seguir haciendo a su madre acude con Komarovsky en un bar donde se reunirán con Pasha.
Antes de la llegada de este Lara le dice a Komarovsky que su madre desea que la perdone por sus sospechas, aunque Victor le dice que puede contarle la verdad.
Pasha le muestra su intención de casarse con Lara, aunque dice estar entregado a la revolución, que es lo más importante para él.
Komarovsky le pregunta de qué piensan vivir, respondiendo él que le han ofrecido una plaza de maestro en Gradov, en los Urales, preguntándole si será suficiente para mantenerse, asegurando Pasha que sí.
Komarovsky muestra sus reticencias pues cree que son demasiado jóvenes, preguntando Pasha si se mejora con la edad, a lo que Komarovsky le responde que esta vuelve a las personas más tolerantes, respondiendo Pasha que tiene 26 años y ha vivido sin padres y se las arregló para trabajar y estudiar en la universidad y que desea casarse con Lara al año siguiente pese a que esta tiene solo 17 años.
Cuando regresan a su casa Komarovsky le dice que quiere salvarle de un error, pues hay dos clases de hombres, los que luchan por altos y honrados ideales, pero que hacen infelices a las mujeres, y los otros, que las hacen vivir.
Le dice que entiende que lo prefiera por ser más joven pero que casarse con él sería un desastre, pues hay dos clases de mujeres y ella es de las primeras, a lo que ella responde dándole una bofetada, diciéndole él que ella es una golfa, lo que ella niega, tratando de marcharse, aunque él la retiene y la viola, diciéndole poco después al marcharse que no debe engañarse pensando que ha sido forzada, pues eso sería un cumplido para los dos.
Enfadada por lo ocurrido, Lara coge el arma que le dio Pasha y va a su casa, diciéndole su sirviente que Komarovsky está en la fiesta de Navidad de los Sventytsky.
Mientras se dirige a esta se topa con Pasha, que le dice que habían quedado esa noche, respondiéndole ella que le había dejado una carta, insistiendo en preguntarle ella adónde va y qué decía la carta, y si es que quiere romper, negándose ella a hablar y marchándose, aunque él la sigue viéndola entrar en la elegante casa de los Sventytsky, donde la gente charla y baila animadamente.
En la fiesta están también Yuri y Tonya, a los que Komarovsky saluda antes de dirigirse a jugar a las cartas con su grupo de amigos.
Tonya se fija en Lara, diciéndole a Yuri mientras baila que ha visto a una muchacha extraordinaria que ha llamado su atención.
Poco después la dueña de la casa decide anunciar ante todos que el Dr. Zhivago, el número tres de su promoción se ha prometido en matrimonio con Tonya, escuchándose de pronto y mientras habla, un disparo.
Todo queda en silencio mientras observan a la muchacha con el arma en la mano mientras Victor sangra por un brazo, pese a lo cual insiste en pedir que dejen marchar a la muchacha sin denunciarla a la policía, llegando entonces Pasha que tras abrirse paso entre la gente se la lleva, ante la expectación de todos.
Será Yuri quien cure la herida de Victor, que entretanto le cuenta que fue socio y amigo de su padre, estando en contacto también con su hermano Yevgraf aunque no está de acuerdo con el bolchevismo, diciéndole Yuri que le gustaría conocer a Yevgraf, pues se han escrito y le dijo admiraba su poesía.
Komarovsky le dice que su padre quería mucho a su madre pese a lo que se dijese, pidiéndole tras ello que mantenga su discreción profesional, diciendo él que lo hará, aunque por su tono Victor comprende que es un puritano, diciéndole que si está interesado en la muchacha se la cede como regalo de boda.
Pasha, junto a Lara, lee la carta que esta le escribió, llegando a levantarle la mano enfadado por su infidelidad, aunque no llega a pegarle y poco después la abraza.
Estalla la I Guerra Mundial que Yevgraf afirma que en términos bolcheviques era una guerra entre las clases altas aliadas y alemanas y no importaba quién ganase.
A él, el partido bolchevique del que era miembro le ordenaron que se alistara para tratar de lograr la derrota de su ejército, pensando que de ella surgiría la revolución cuando las botas recién estrenadas de los campesinos se gastasen. Entonces les escucharían, pudiendo así, llegado el momento reclutar tres batallones.
Yuri, ya casado con Tonya debe atender a cientos de heridos del frente oriental, muchos de los cuales se consideran afortunados por no tener que seguir combatiendo.
En el segundo invierno, ya las botas estaban gastadas aunque aun resistían y el racionamiento era escaso, luchando muchos de ellos sin armas.
En tales condiciones los soldados tenían oficiales de los que desconfiaban y otros como él y como Pasha, también alistado como voluntario, en los que confiaban por su entusiasmo, aunque Pasha cae en una de las batallas y es dado por muerto.
En febrero de 1917 muchos soldados comenzaron a desertar y a volver a su casa en lo que fue el principio de la revolución.
Lara, alistada como enfermera voluntaria de la Cruz Roja viaja con un grupo de numerosos desertores que se topan con un relevo del ejército que se dirige al frente entre los que va Zhivago como médico.
Los desertores comienzan a infiltrarse entre los relevistas a los que animan a desertar y regresar como ellos a sus casas.
Un oficial trata de arengar a los soldados haciéndoles ver que no pueden rendirse a los alemanes que se van acercando, y deben defender su patria, acabando con él uno de los desertores que le indica que no es la patria de ellos, sino la de él, acabando tras ello con el resto de oficiales.
Soldados y desertores unidos continúan su camino mientras Zhivago trata de ayudar a los heridos, solicitando la ayuda de Lara como enfermera, aunque ella le explica que no es enfermera graduada, sino que se alistó como voluntaria para tratar de encontrar a su marido, que está en el frente, aunque no ha conseguido encontrarlo.
Al día siguiente y mientras continúan su viaje ella le dice que nota que la mira como si la conociera, respondiéndole él que la vio cuatro años antes, la víspera de Navidad, alabando él el valor de Pasha al entrar y recogerla, asegurándole que Komarovsky se merecía lo ocurrido, diciendo ella que daría cualquier cosa por no haberle conocido.
Mientras descansan, un camión pasa entre ellos lanzando panfletos en los que informan de que el zar está en la cárcel y Lenin en Moscú., habiendo estallado la guerra civil, para alegría de todos.
Pero Zhivago no podrá regresar junto a su mujer, encargándosele por parte del gobierno provisional que se haga cargo de un improvisado hospital creado en una casa de campo, abarrotada de lisiados, debiendo hacerse cargo, junto con Lara de una tarea que él señala que es inasumible.
En sus cartas a Tonya le informa de que las cosas han mejorado después de algún tiempo, indicando que Lara parece tener el extraño don de poder curar incluso cuando hace las cosas mal, preguntando por sus suegros, al ignorar que Anna murió.
Evacuado el hospital, podrán regresar a sus casas, diciéndole a Lara que en un par de semanas podrá estar de nuevo con su hija Katya, pese a lo cual se siente triste.
Zhivago se siente preocupado por Lara y su futuro en Gradov sin nadie que cuide de ella, aunque, le asegura que si hubiera alguien que lo hiciera se moriría de celos, diciéndole ella que han estado juntos 6 meses y no han hecho nada que le obligue a mentir a Tonya y prefiere seguir así.
Llegado el momento de la despedida definitiva, se despiden todos de Zhivago, que los ve partir con lágrimas en los ojos.
Finalmente este regresa también a un Moscú tomado por las tropas bolcheviques, reencontrándose con Tonya y encontrándose con que la casa de los Gromeko ha sido tomada por el nuevo gobierno que la ha subdividido y en la que ahora viven 13 familias, debiendo ellos en un pequeño espacio, instándole a que se presente de inmediato en su puesto de trabajo, diciéndole que le entregarán su cartilla de racionamiento cuando comience a trabajar.
Vuelve a ver a su hijo Sasha después de muchos años, y el cual no lo conoce y no quiere estar con él.
Se reincorpora a su trabajo, aunque es crítico con las nuevas autoridades que desean silenciar que hay tifus y hambre, por lo que a veces recibe amenazas.
La falta de medios hace que no puedan siquiera encender la estufa en el crudo invierno moscovita más que algunos ratos, pues carecen de leña, saliendo Zhivago por la noche a robar madera de una cerca, siendo en esa penosa circunstancia descubierto por Yevgraf, su hermano, que es la primera vez que lo ve.
Yevgraf, ahora un alto mando policial reconoce que la situación es patética, pero que no pueden permitir que la gente empiece a robar madera, pues si todos los que la necesitan lo hiciesen se acabaría destruyendo la ciudad.
Lo persigue hasta su casa, donde Yuri se encuentra al llegar que están saqueando la parte en que viven porque están redistribuyendo mejor el espacio, asegurando Yuri que acepta la redistribución, pero no que le roben las cosas, reaccionando violentamente cuando ve que se llevan la balalaika de su madre, momento en que se le cae la madera robada, haciendo Yevgraf entonces su entrada y haciendo que salgan todos los vecinos que habían invadido su apartamento.
Yuri está contento de poder conocer a su hermano y le dice que su labor es muy importante para tratar de extirpar el virus de la injusticia, aunque rechaza unirse al partido, pues hay cosas que no comparte, no siendo consciente de que sus críticas podrían suponer que acabaran con él, aunque le advierte que sus poemas no gustan al nuevo poder y le sugiere que se vayan a vivir fuera de Moscú, señalando Tonya que poseen una finca en Varykino, ofreciéndose Yevgraf a conseguirles salvoconductos y avales, no oponiéndose Yuri.
Hacinados en la estación, muchos moscovitas esperan al tren, consiguiendo Zhivago subir con Tonya, Alexander, su padre y Sasha a un tren de carga en el que junto con ellos llevan a 6 supuestos voluntarios, a los que llevan realmente condenados a realizar trabajos forzados debido a que son anarquistas.
El tren avanza a través de la nevada Rusia, debiendo desinfectar de cuando en cuando los apestados vagones, pasando algunos ratos pese a todo de diversión bailando y cantando.
Pasan junto a Mink, población totalmente destruida y donde todavía quedan ecos de la guerra entre blancos y rojos, ayudando a una mujer con su bebé a subir al tren para huir de allí, aunque una vez arriba ven que el niño está muerto, reconociendo la mujer que ni siquiera era hijo suyo, señalando que no fueron los blancos, sino los hombres de Strelnikov que los acusaron de haber vendido caballos a los blancos.
El tren se para cerca de los Urales, viendo cómo en dirección contraria, y a toda velocidad pasa otro tren en el que viaja Strelnikov, que no es otro que Pasha Antipov.
Continúan su camino dejando atrás las regiones nevadas, llegando a la región de los Urales, donde vuelven a parar.
Aprovechando la parada, Zhivago baja del tren y, atraído por el ruido de una cascada se interna en el bosque cercano, topándose de pronto con el tren de Setrelnikov, donde es descubierto por varios hombres de este que lo detienen, llevándolo poco después ante el propio Strelnikov, que le dice que han intentado acabar con él en varias ocasiones y por eso le detuvieron sus hombres al comprobar que llevaba un cuchillo, diciendo él que lo único que desea es ir hasta Duriati con su familia, diciéndole Strelnikov que Yuriatin está dominado por los blancos, contándole entonces que realmente van a Varykino.
Cuando le dice su nombre le pregunta si es el poeta, y le dice que antes admiraba su poesía, pero que ahora la considera muy personal y sentimental en un momento en que ya no existe la vida privada en Rusia.
Tras ello, Strelnikov le dice que se ha dado cuenta de que le ha reconocido y se pregunta cuándo, contándole él que lo vio 6 años antes durante la víspera de Navidad y que sirvió con su esposa en el frente de Ucrania, diciéndole él que no la ha visto desde que empezó la guerra y que ella está en Yuriatin.
Le echa en cara que quemaran Mink, diciendo Strelnikov que los traicionaron, asegurándole Yuri que no es así, respondiendo Pasha que cuando un pueblo los traiciona se incendia y esa es la norma, diciéndole Zhivago que la norma es suya.
Le pregunta qué hará en Varykino, y le dice que vivir, tras lo cual es puesto en libertad, regresando al tren que estaba esperándolo para salir y que ha sido desviado, yendo directamente a Varykino.
Frente al paisaje helado que atravesaron la primavera de Varikyno con sus flores le parece especialmente hermosa.
El encargado de la estación, antiguo sirviente de Gromeko, al ver su antiguo jefe se ofrece a llevarlos hasta su mansión, que está aislada a varios kilómetros, viendo por el camino una inmensa humareda a lo lejos que su acompañante les explica es Yuriatin, que Strelnikov ha hecho arder.
Y cuando finalmente llegan a la mansión observan que esta ha sido requisada en nombre del pueblo, no pudiendo entrar en la misma para no ser acusados de contrarrevolucionarios y fusilados, por lo que deciden instalarse en la pequeña casita del servicio que está al lado que no fue requisada y donde cultivarán su propio huerto, esperando poco después un nuevo hijo.
El antiguo sirviente les lleva un periódico por el que se enteran del fusilamiento del zar y de toda su familia, diciéndoles también que Strelnikov se fue a Manchuria.
Llegado el invierno, la casa y toda la zona quedan totalmente cubiertas de nieve, pareciendo Yuri apesadumbrado, y aunque trata de escribir, no lo consigue, animándolo su suegro y Tonya a viajar a Yuriatin, donde hay una biblioteca, aunque como hay piquetes por todas partes no se anima.
Llegada la primavera, todo se llena de nuevo de flores y Zhivago se anima a ir hasta Yuriatin, trabajando Lara en la biblioteca a la que él acude y que se sorprende al verlo, preguntándole qué hace allí y contándole él que están en Varikyno.
Más tarde, y mientras pasean, hablan, contándole ella que fue hasta allí en busca de su marido, contándole Yuri que estuvo con él, acompañando luego a Lara a su casa donde acaban acostándose, preguntándose Lara tras ello qué van a hacer, ya que él está con Tonya y con su hijo.
A partir de ese momento viajará hasta Yuriatin a menudo, conociendo a Katya, su hija, que acaba teniendo gran confianza en él.
En su casa observa a Tonya, ya en avanzado estado de gestación, por lo que decide regresar a Yuriatin con la excusa de que necesitará morfina y desinfectante para cuando nazca su hijo, aunque lo que en realidad va a hacer es despedirse de Lara a la que va a decirle que no volverá nunca más, mientras llora.
Pero cuando va camino de su casa es rodeado por un grupo de hombres a caballo que le obligan a ir con ellos, comprobando que se trata de un grupo de partisanos rojos que le dice que necesitan un doctor, estando al tanto de que tiene una amante en Yuriatin, obligándole a ir con ellos al frente, advirtiéndole que fusilan a los desertores.
Así irá de batalla en batalla debiendo curar a los heridos que caen en las batallas de su grupo, muchas veces contra unos enemigos que no son más que unos niños, decidiendo el comandante al mando de su unidad acceder a su deseo y dejarle marchar con su mujer, al haber colaborado fielmente con ellos, aunque el comisario político se niega a ello, señalando que mientras haya unidades blancas en la zona debe quedarse, amenazando a todos con que serán juzgados políticamente, y no por su historial militar una vez la lucha termine.
Un día, y durante una de sus misiones se cruzan con un grupo de gente que huye, y a quienes no les importa el color, rojos o blancos de los soldados, hartos de guerra, y aprovechando el momento de confusión decide desertar y marcharse, primero a caballo y luego a pie a través de las inmensas llanuras nevadas, colándose en un tren que lo lleva hasta Yuriatin, donde al llegar pregunta por su familia, que le dicen huyó, no quedando nadie ya en Varikyno.
Va por ello a casa de Lara, encontrando la llave donde siempre, y junto a esta una carta en la que Lara se dirige a él, diciendo que le llegaron noticias de que lo vieron cerca de la ciudad, e imaginando que se dirigirá a Varikyno ha ido hacia allí con Katya.
Tras ver en un espejo su envejecido aspecto, Yuri se duerme, viendo al despertarse a Lara junto a él.
Lara le cuenta que su familia está bien en Moscú mientras fuera se escuchan disparos, sabiendo que fusilan a la gente sin piedad.
Le entrega una carta de Tonya que llegó tres meses antes, y que tardó tres meses en salir de Moscú, diciéndole que cuando él desapareció Tonya fue a buscarlo a Yuriatin, donde le dieron su dirección.
En la carta le explica que tienen una hija que se llama Anna y que Shasha es un hombre ya y que llora sin consuelo cada vez que hablan de él.
Le informa de que van a ser deportados de Rusia, y que una organización de París se hará cargo de ellos.
Lara le entrega la balalaika de su madre que Tonya que dejó allí antes de marcharse.
Un día llega Victor Komarovsky que les dice llega de Moscú camino de Vladivostok que dice ha ido a ayudarles, aunque ellos rechazan su ayuda.
Victor está al tanto de que Yuri es un desertor, pues no fue licenciado tras dos años con la quinta división de partisanos y sabe que su familia está en París, implicados en una organización de emigrados.
Komarovsky les explica que los bolcheviques le han nombrado ministro de Justicia de la costa oriental, una zona poco desarrollada donde pretenden crear un estado independiente para mantener una ventana abierta al mundo exterior, invitándolos a ir con él hasta la costa del Pacífico desde donde podrá ir adonde desee, recordándoles que Lara está también siendo vigilada por su relación con Strelnikov.
Pese a todo ellos lo rechazan, afirmando Komarovsy que sufrirán las consecuencias.
Pensando que sus días están contados, deciden vivirlos intensamente, yendo para ello a Varikyno, donde creen que tardarán más tiempo en encontrarlos.
Se cuelan en la vieja mansión sin importarle la prohibición, recordando al ver el escritorio que Anna le enseñó a escribir allí.
Y esa noche comienza a escribir de nuevo en ese escritorio a la luz de una vela, mientras no muy lejos de allí escucha el aullido de unos lobos a los que espanta.
Al día siguiente Lara lee emocionada los versos que escribió dedicados a ella, que asegura que ella no es esa, preguntándose tras ello si no habría sido maravilloso que se hubieran conocido antes y hubieran podido tener otra vida y tener hijos juntos.
Y después de vivir un tiempo felices llega de nuevo Komarovsy que les dice que en Yuriatin hay un tren donde tiene reservado un vagón para él y sus ayudantes, ofreciéndose a compartirlo con ellos, aunque Zhivago se niega.
Victor le explica después que Strelnikov ha muerto y que Lara, estuvo siempre vigilada, porque esperaban que este volvería a buscarla en algún momento y podrían darle caza, señalando Yuri que no lo conocían si pensaban así, a lo que Victor le responde que le conocían muy bien, pues lo detuvieron a solo 8 kilómetros de Yuriatin y que no negó su identidad, insistiendo en los interrogatorios en que lo llamaran por su verdadero nombre, robando el arma de uno de sus guardianes cuando iba a ser ejecutado y volándose la tapa de los sesos, por lo que ahora que Lara no les es útil la ejecutarán con su hija, por lo que le pide que acepte su protección.
Temiendo por la vida de ellas Yuri acepta la ayuda haciendo que Lara y Katya vayan con Victor al tren donde él afirma se reunirá más tarde, viendo cómo estas se alejan desde una de las ventanas, pero negándose a marcharse de Rusia.
Cuando llega la hora de la partida, ven que Yuri no aparece, preguntándole Lara a Victor si de verdad creyó que Yuri iría con él, afirmando que ella ha aceptado irse porque se siente madre, ya que lleva en su vientre a un hijo de Yuri.
Tonya Komarova le dice a Yevgraf que cree que nació en Mongolia, pensando Yevgraf que todo indica que es la hija de su hermano y de Lara: su nombre, el hecho de que sea rubia y de ojos claros, y que se perdiera a los 8 años igual que aquella, cuando comenzó la guerra civil en el este
Yevgraf recuerda que volvió a encontrar a su hermano en Moscú con una cartilla de racionamiento de cuarta clase y depauperado, admitiendo que él le comprara un traje nuevo y le consiguiera trabajo en su antiguo hospital.
Hacía 8 años entonces de su separación de Lara.
Yevgraf lo dejó en el tranvía que debía llevarlo al hospital el día de su reincorporación.
Su hermano debía saber ya que las paredes de su corazón eran como de papel
A bordo del tranvía ve de pronto caminando por la calle a Lara, por lo que baja del tranvía y mientras trata de llamarla y debido a la emoción sufre un ataque al corazón.
Yevgraf afirma que se sintió impresionado de su popularidad, ya que acudió a su entierro un enorme número de personas pese a que sus poesías estaban prohibidas, presentándose en el cementerio Lara, reconociendo él al escuchar su nombre a la mujer que había inspirado los poemas que él encontró entre sus manuscritos.
Ella le pidió ayuda, pues estaba en Moscú tratando de encontrar a su hija, y aunque la ayudó tanto como pudo, no consiguieron encontrarla, reconociendo que llegó a enamorarse un poco de ella hasta que un día ella desapareció y no volvió a saber de ella. Piensa que en plena época estalinista su nombre sería uno más entre los de los internados en campos de trabajo en listas que luego se traspapelarían.
Yevgraf insiste en preguntar a Tonya cómo se perdió, contando ella que corría con su padre por una calle entre bombardeos y explosiones y él la soltó de la mano, diciéndole Yevgraf que si Komarovsky hubiera sido realmente su padre no la habría soltado nunca.
Yevgraf se ofrece a ayudarla y le pide que piense en ello, diciendo ella que cuando era niña soñaba y deseaba tener padres, pero que ahora ya está acostumbrada.
Llega entonces un joven, David, un muchacho que también trabaja en la presa y con el que la muchacha se marcha, observando Yevgraf que la chica lleva una balalaika, preguntándole si sabe tocarla, diciendo su novio que es una artista pese a que nadie le enseñó, señalando Yevgraf que entonces es un don.