Bajo terapia
España (2022) *
Duración: 93 min.
Música: Paula Olaz
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Guion: Gerardo Herrero (Obra: Matías del Federico)
Dirección: Gerardo Herrero
Intérpretes: Malena Alterio (Marta), Alexandra Jiménez (Laura), Fele Martínez (Daniel), Antonio Pagudo (Esteban / "Teby"), Eva Ugarte (Carla), Juan Carlos Vellido (Roberto).
Tres parejas llegan a unas oficinas y ven que les indican con carteles dónde será la terapia de grupo a la que acuden.
Primero Marta y Roberto, que llegan juntos, luego Laura, y acto seguido, su marido, Daniel, que la saluda con un beso aunque ella se muestra muy fría, y finalmente Esteban (Teby), y Carla que parecen más habladores y que comentan que es un sitio nuevo, pero que le parece muy bonito.
A todos les extraña que no esté Antonia, la psicóloga y que les cambiara el día.
Esteban, que no para de bromear, lo que Daniel no lleva bien, descubre que hay una nota de la psicóloga en que les indica que van a hacer terapia de pareja, para lo que deben abrir, en orden numérico, unos sobres que les dejó allí y tocar una corneta entre sobre y sobre.
En el primer sobre, Antonia les indica que se presenten y digan a qué se dedican, indicando que les hizo ir un viernes para estar más relajados y sin horarios.
Daniel afirma que hay gato encerrado, diciendo Laura que Daniel siempre ve cosas raras, volviendo él a decir que a él no le gusta hablar de sus cosas con desconocidos.
Habla entonces la mujer de la primera pareja que dice que a Roberto le parece lo mismo.
Ante la actitud de Daniel, Laura les cuenta a todos lo que hizo en su cumpleaños. Que ella se pasó tres meses con su hermano, organizando una fiesta sorpresa y él pensó que se la organizó porque se moría, recordando él que es que su hermano nunca le hacía regalos y le pregunta a Esteban qué pensaría él, diciendo este, que su hermano murió dos meses antes, debiendo pedirle disculpas, hasta que Carla les aclara que es mentira pues Esteban es hijo único, indicando Daniel que tienen un gilipollas en el grupo.
Esteban dice que tiene 41 años y es personal shopper y reparte tarjetas a todos, y su mujer, Carla, tiene 36 años y es arquitecta.
Laura cuenta que es abogada y Daniel contable y se conocieron en el instituto.
Habla luego Roberto, que dice que tiene 48 años y es comercial y su mujer, Marta, tiene 43 y es profesora en una guardería aunque lleva un año de baja.
Abren el segundo sobre. En él, la terapeuta indica que deben comentar sus problemas y escuchar la opinión de las otras parejas.
Se enfoca en Daniel y Laura y les pide que cuenten con detalle una discusión que mantuvieron por un problema de su hijo mayor y que es lo que les convenció para comenzar su terapia, debiendo cooperar comentando el problema.
Cuenta Daniel que su hijo Aitor cogió su coche sin permiso y, aparentemente, un coche se saltó el semáforo y se lo llevó por delante. Tuvieron algunos arañazos, pero al final todo quedó en un susto, aunque el conductor del otro coche sigue en el hospital.
Laura dice que nadie sabe quién se saltó el semáforo y Aitor, además, es menor y se enfadaron porque Aitor dijo que su padre le dio permiso, lo que él niega, diciendo que siempre le culpan a él de las cosas malas que hace Aitor, y que no es tan grave, pues él también conducía a escondidas de sus padres, contando Roberto que él también lo hacía, aunque Laura dice que ella no quiere que sus hijos lo hagan, y que, como Daniel estaba viendo el fútbol, está convencida de que su hijo se lo pidió, pero que Daniel, ni se enteró porque cuando ve fútbol se queda en trance.
Roberto pregunta si le castigaron, diciendo que no sale los fines de semana, señalando los demás que eso no es un castigo tonto, aunque, dicen, el chico está asustado.
Pero Laura dice que el problema es que no lo están educando como deberían porque su padre no asume sus responsabilidades, aduciendo Daniel que ella está ausente, diciendo Laura que eso es una estupidez machista.
Roberto dice que si él hubiera hecho algo así su padre le hubiera dado una paliza, y, aunque Laura le dice que eso es horrible, Roberto le dice que esa es la única manera que tienen de aprender, y, como Laura le dice que ellos tienen otra manera de educar a sus hijos, Roberto se burla de cómo les funciona su método.
Cuentan que ellos tienen un hijo de 8 años también, preguntándole Laura si le pegan cuando se porta mal, diciendo ellos que no hace falta porque se porta muy bien, pero que si tuviera que hacerlo lo haría.
Carla les pregunta si normalmente Aitor se porta bien, diciendo Laura que está rebelde y su padre le ríe las gracias, diciendo él que su madre se lo toma todo como un drama y que lo del instituto no fue nada grave, contando tras ello otro suceso, cuando dibujó en la pizarra una zorra con la cara de la profesora de inglés, que dice que se relaciona con hombres por dinero. Y cuenta que el pelota de la clase se chivó, haciendo notar Laura que su marido se enfada con el otro chico, en vez de con su hijo.
Le pusieron entonces un parte y le echaron tres días del instituto, destacando él que el chico pidió perdón, pero cuando subieron en el coche, él le rio la gracia, y por ello su hijo piensa que esas cosas a su padre le hacen gracia.
Como Daniel da a entender que en parte la culpa es de la profesora, Marta le pregunta si cree que una mujer puede ser catalogada como zorra por su forma de vestir y le pregunta qué pensaría si Laura decidiera arreglarse un poco más y se pone una falda más corta o tacones para verse más guapa y alguien la llama zorra por eso.
Daniel insiste en que prefiere que su hijo tenga algunos problemas, a que sea un chivato, diciéndole Laura que su hijo no puede hacer lo que le dé la gana y que él no debe reírle las gracias, pues se comporta como si fuera su amigo, no como su padre, pues tienen que educarlo, señalando Roberto que, teniendo en cuenta que el chico tiene 16 años, no se están dando mucha prisa.
Cuentan que tienen otro hijo, Luis, de 9 años, preguntando Teby que tal conduce.
Laura le cuenta a Marta que es más tranquilo y le cuesta hacer amigos, apuntando Roberto que como a su hijo Robertito, que está siempre pegado a la madre.
Daniel dice que está preocupado por Luis porque es demasiado bueno y cuando uno es demasiado bueno acaba teniendo problemas, pues la gente es cruel si ve a alguien débil y lo humillan porque saben que no se defenderá, contando Laura que, de hecho, en el cole hay un niño que le pega, y está harta de hablar con la directora del colegio, proponiendo Carla que hablen con los padres del maltratador, diciendo Daniel que lo hará, pidiéndole Laura que sea pronto.
Marta le pregunta a Laura por qué no va ella a hablar con los padres
Roberto cuenta que ellos tuvieron el mismo problema con su hijo, pues un niño le pegaba y él fue a la casa del niño que lo hacía, pues dice, esos temas corresponden a los padres, aunque el padre del otro niño le dijo que eso eran cosa de niños, y, como no quería problemas, se fue a su casa, pero al día siguiente volvió a recoger a su hijo al colegio y salió de nuevo llorando y volvió a casa del niño, con Robertito, y cuando salió el padre del niño, sin mediar palabra le rompió el tabique y se acabó el problema.
Laura le dice que no son animales, preguntando él si prefieren que vuelva llorando, diciendo Laura que no se lía a puñetazos cada vez que su hijo tenga un problema con algún niño y le pregunta a Marta si a ella le parece bien, diciendo esta que hubiera preferido no llegar a ese punto, diciendo Roberto que dio resultado.
Daniel dice que no es tan mala idea. Que hablará con el padre del chico, y, si no funciona, le pegará, diciendo Laura que no lo hará porque no arreglan así las cosas.
Daniel dice que a su mujer no le parece bien nada de lo que hace, que quiere que haga las cosas como las hace ella, no como le gustaría hacerlas él, diciendo ella que lo único que dice es que no le gusta la violencia, apoyándola Carla.
Daniel se empieza a sentir incómodo con Teby, que no para de llamarlo "figura", terciando Marta, que pregunta por qué no van los dos a hablar con los padres.
Pasan al tercer sobre en el que dice que hace tres años que Esteban y Carla son novios y Esteban cree que deberían vivir juntos, pero Carla no está convencida.
Daniel dice, irónicamente, que no puede creer que Carla no quiera pasar cada minuto de su vida con Teby y les dice que sigan viviendo en sus casas y serán felices.
Esteban cuenta que un año atrás le propuso vivir juntos, pero ella no se decide porque vive en una duda permanente, menos en la cama, pero solo discuten cuando sale el tema de la convivencia.
Esteban pregunta por qué no es el momento, diciendo ella que su trabajo no es normal.
Cuenta Esteban que cerró una agencia de viajes porque le iba mal, pero que ahora le va bien con su trabajo y con sus clientas a las que les lleva cosas del supermercado, o de la pescadería, o cosas como alquilar un local para un cumpleaños, etc.
Esteban cree que el problema son los padres de Carla, que tienen siempre mala cara, diciéndole Daniel a Laura que le presente a los suyos y seguro que se llevan bien.
Carla le dice que su trabajo no es muy seguro, diciendo él que no quiere volver a una agencia y quiere estar de buen humor y no como sus padres.
Ella les cuenta que tuvo una mala experiencia con su ex y no quiere hablar de eso.
Cuenta que conoció a Esteban antes de separarse, concluyendo Roberto que fueron amantes antes de cortar con su antiguo novio, asegurando Esteban que ella no rompió por él, diciendo que solo pasó una vez y luego pasó mucho tiempo antes de juntarse.
Daniel insiste en preguntarle por su ex pese a que ella no quiere hablar de ello, recordando Daniel que él tampoco quería hablar de sus hijos y exprimieron el tema.
Cambian de sobre. En él cuentan que Marta fue con una gran depresión que la llevó a intentar suicidarse, diciendo Roberto que ese tema no pueden tratarlo allí.
Trata de hablar Marta, pero Roberto dice que a ella no le va bien hablar del tema y no la deja hablar, contando él que se enteró de que Marta estaba yendo a terapia cuando la psicóloga le dijo que sería bueno que también fuera su marido.
Él se sintió mal de que no se lo contara y además no cree en la psicología y piensa que es una pérdida de tiempo y que los problemas de pareja se solucionan en la pareja.
Pero Laura apunta que si no le contó nada es señal de que algo está fallando en la pareja, diciendo él que el problema es que pasa mucho tiempo durante la semana fuera por trabajo.
Le preguntan a ella por qué comenzó a ir a terapia, diciendo que se lo recomendó una amiga tras su intento de suicidio, diciendo Marta que fue solo una mala época.
Laura insiste en preguntarle a Marta por qué está deprimida, decidiendo ella ir al baño, pidiéndoles Roberto que no insistan, pues su mujer está muy mal desde que murió su madre, pues estaban muy unidas, y, como no tiene amigas, está siempre con el niño.
Les dice que tiene prohibido beber alcohol con las pastillas, por lo que le preguntan si tiene problemas con el alcohol, diciendo Roberto que no, pero que después de un viaje de trabajo se enteró de que la habían despedido por haberse presentado borracha en la guardería, pero que está mejor desde que está en casa.
Cuando sale del baño, las chicas la arropan y la invitan a un café, aprovechando ella que van a la cocina para beber alcohol de una botella que hay allí.
En el sobre 5 les propone una actividad grupal, contando cómo se conocieron, contando cosas bonitas y de sus planes de futuro.
Esteban cuenta que conoció a Carla cuando todavía tenía la agencia. Quería hacer un viaje al Caribe con su pareja y terminó en Mongolia, lo que muestra, según él, lo indecisa que es, diciendo ella que cada vez que iba a la agencia le proponía viajes distintos.
Ella cuenta que ya no estaba bien entonces con su novio y volvieron del viaje peor de como se fueron, y cuando fue a contarle el viaje, se puso a llorar.
Daniel le dice que se aprovechó de que ella estaba en un momento difícil.
Cuenta que se encontraron tiempo más tarde en una tienda de ropa donde él estaba comprando para una clienta y empezaron a salir.
Laura cuenta que conoció a Daniel en el instituto. Que había un amigo de Daniel que estaba obsesionado con ella y le pidió que le echara una mano.
Esteban cuenta entonces que su tío Fermín contaba que el que traiciona a un amigo por una chica es un homosexual reprimido que quiere liarse con su amigo.
Se hicieron novios, estudiaron carreras diferentes y están juntos desde los 15 años.
Roberto cuenta que ellos se conocían de toda la vida, pues vivían en la misma calle, y, aunque a él Marta le gustaba desde siempre, no empezaron a salir hasta 9 años antes.
Dice que intentó salir con ella desde los 14 años, aunque siempre le decía que no hasta que la cogió en un mal momento, cuando se enteró de que su novio la engañaba, y al mes de empezar a salir, comenzaron a vivir juntos.
Laura dice que empezaron a vivir juntos en plena etapa de enamoramiento, aunque luego este se pasa, recordando que al principio Daniel tenía muchos detalles.
Marta recuerda que escribía poesías y Roberto las leía, hasta que le empezó a parecer una pérdida de tiempo, como, según él, cualquier cosa que no sea productiva.
Laura le dice que se parece un poco a Daniel, pues son machistas y posesivos, que prefieren que su mujer esté en casa, pues Daniel también prefería que no trabajara y cree que a Roberto no le sentó mal que la despidieran, preguntándole a Marta si le gusta estar todo el día en casa o si le gustaría volver a trabajar, diciendo ella que supone que cuando su hijo sea mayor volverá a hacerlo.
Las otras mujeres la animan a escribir y poder conocer a otra gente, diciéndoles Roberto que él se ocupa de su mujer, diciendo Laura que es el comentario de un hombre controlador, diciéndole Roberto que de su mujer se ocupa él y que ella debe tratar de evitar que sus hijos atropellen a alguien.
En el siguiente sobre hay una consigna para Esteban, al que anima a contarle a Carla su problema, obligándose a reconocer ante todos que es ludópata, aunque lleva un año sin jugar, diciéndole que no se lo contó por miedo a perderla.
Se jugó el dinero de los clientes de la agencia y luego lo ahorrado y pidió prestado, pero, asegura que ya lo devolvió todo y no tiene deudas.
Cuenta que le pidió a Antonia una sesión individual, pues es muy difícil salir.
Marta le apoya, pues su madre también tenía problemas con el juego y la llevaron a un grupo de autoayuda, contando Roberto que no sirvió de nada, pues siguió jugando, diciéndole Marta que él no tenía ninguna paciencia con su madre, diciendo Roberto que su madre lo sacaba de quicio.
Esteban cuenta que lo que le salvó a él fue aceptar que tenía un problema.
De pronto, mientras discuten, Marta bebe un trago de whisky y Laura le dice que pobrecilla Marta, porque cree que aguantarlo a él debe ser un infierno.
Esteban sigue contando que va todos los martes a las 8 a un grupo de autoayuda, aunque Carla pensaba que iba a jugar al fútbol con sus amigos, por lo que se queda en shock y pide que no la presione cuando le pregunta si la entiende.
Pero esta vez Daniel lo felicita por haber contado su problema, felicitándolo también Marta por su actitud.
Esteban dice que espera que eso no le sirva a Carla de pretexto para seguir negándose a vivir juntos, diciendo Daniel que en realidad lo de Carla es una excusa, pues está convencido de que si no quiere irse a vivir con él es porque oculta algo. Probablemente que está con otro y está haciendo con Esteban lo que antes hizo con su otro novio.
Pero Esteban dice que él confía en Carla y sabe que nunca le sería infiel, diciendo Daniel que no ha dado ninguna respuesta creíble a la razón por la que dejó a su ex, diciendo entonces Carla ante tanta presión que lo dejó porque le pegaba. Era muy celoso y se ponía violento, preguntando Esteban por qué no se lo dijo antes.
Laura le dice que debió denunciarlo, pues una persona violenta nunca deja de serlo.
Pasan al siguiente sobre, después de haber vuelto Marta a beber.
En él, la psicóloga les dice que llegó la hora de hablar de sexo, aunque Roberto asegura que no participará, diciendo Daniel que él tampoco, volviendo Marta a beber.
Esteban, menos tímido, cuenta que se prepara para durar más, con la masturbación, logrando que Marta, ya achispada, ría con ganas e incluso se caiga, riendo mientras le dice a Esteban que se está imaginando a su tío Fermín masturbándose, diciéndole Roberto que se está emborrachando, enfadado.
Bromean luego sobre si importa más la calidad o el tiempo, con Daniel, aunque Roberto insiste en que no deben hablar de eso delante de sus mujeres, diciéndole Esteban que el mejor remedio contra la depresión es un buen polvo, aunque Roberto se enfada con sus confianzas y le dice que si vuelve a tocarle le da una paliza.
Esteban les pregunta a Daniel y Laura si en los 20 años que llevan casados no se han acostado con ninguna otra persona, pues a él su tío Fermín, dice, lo llevó a un burdel para que se estrenara, contando Daniel que él también fue, pero falló porque estaba muy borracho.
Esteban les sugiere utilizar estímulos nuevos, y, Carla les muestra el que utilizarán esa noche, mientras Marta aprovecha para volver a beber, viendo cómo les muestran un succionador de clítoris, haciendo que todos rían menos Roberto, que le pide a Marta que lo suelte, pues, le dice, está borracha, diciéndole Laura que se tranquilice, pues Marta se está riendo y no hace nada malo.
Pero Roberto le dice que si no se corta, se van, hablando ella en gallego, diciendo Roberto que cuando bebe habla con acentos, diciendo ella que no está borracha, solo "contentiña", preguntándole Carla si quiere llevarse el succionador y luego se lo pregunta a Laura, mostrándose Daniel también enfadado y dice que no lo debe llevar ni usar en su casa.
Esteban le pregunta a Roberto qué le gusta en el sexo, enfadándose aquel e insistiendo en que no hablan de eso y dice que se van.
Tratan de calmarse, diciendo Laura que a lo mejor se compra un succionador, diciéndole Esteban que él se lo consigue con un descuento, afirmando Daniel que en su casa no entra ni un succionador.
Esteban pide que cada uno diga su postura favorita en el sexo, a lo que se niegan tanto Roberto como Daniel, aunque Laura dice que a ella le gusta encima, pero de espaldas, porque así no le ve la cara a Daniel.
Esteban le dice que le gusta la tradicional, él encima de Carla, porque así, mientras, Carla le mete un dedo por detrás, haciendo que Marta ría con ganas mientras Esteban explica que en esa parte está el punto G.
Laura pregunta si debe ser el dedo o basta cualquier cosa, diciendo Marta que pruebe con la trompeta, bebiendo de nuevo.
Roberto ve que ya bebió demasiado y le pide que lo deje y que deje de hablar en gallego, preguntando ella si le gusta más el catalán, mientras sigue bebiendo, diciendo él que se van ya y dice que está harto de la corneta, de los sobres y de la terapia.
Tratan de convencerles, pues solo queda un sobre, y Carla le pregunta a Marta si se quiere quedar, diciendo ella que prefiere quedarse a leer el último sobre, accediendo Roberto a que lo lean.
Antes, van las tres mujeres al baño y los tres hombres se sirven una copa y brindan, aunque sin hablar.
En el último sobre la psicóloga indica que en las tres parejas los celos juegan un papel muy dañino.
Empiezan Daniel y Laura, que dice que Daniel podría tener "celotipia", es decir, celos enfermizos, preguntando él si revisar el teléfono de su mujer es enfermizo asegurando que todos lo hacen, diciendo Laura y Carla que ellas no, diciendo Roberto que no es normal, pero que no es para tanto.
Roberto dice que no lo ha hecho, aunque Marta lo pone en duda, y cuando él pregunta cuándo se lo ha mirado, ella dice que 1.000 veces.
Laura insiste en que Daniel le mira el móvil todos los días, tratando él de buscar el apoyo de Roberto, al que le cuenta que lo hizo porque vio señales, aunque Laura cuenta que solo hubo una vez en más de 20 años en que no contó la verdad, contando Daniel que una vez le dijo que había quedado con una amiga, y justo un rato después apareció esa amiga en su casa preguntando por su mujer.
Roberto le pregunta qué excusa le puso, diciendo ella que ninguna, porque él no le dijo nada, pero que unos días después ella misma le contó que tuvo una reunión de trabajo.
Él dice que por su correo vio que tuvo una reunión de trabajo con un cliente en un bar.
Laura se entera allí que sabía dónde estuvo porque la espió, diciendo Laura que solo le faltó seguirle como un enfermo y recuerda que en una sesión con Antonia confesó que a veces tenía ganas de seguirla, preguntándole Laura si la siguió aquel día, y, aunque él dice que no, ella dice que lo conoce y le ve nervioso.
Acaba confesando que no la siguió, pero que lo hizo un amigo por él.
Marta dice que eso que hizo está muy feo, diciendo Roberto que no es culpa suya, que reaccionó así porque vio algo raro y que él habría hecho lo mismo, pues debes confiar en la persona que tienes al lado.
Carla dice que debe confiar en la persona que tiene al lado, recordándoles que ella no confió en Esteban para contarle sus problemas con su ex, reconociendo Esteban que él también le ocultó lo de su adicción.
Ella no entiende que, si sabía que tenía una reunión, por qué envió a un amigo y reconoce que hizo mal.
Laura le dice que si quería saber si le era infiel debía haberle preguntado, para contarle, a continuación que, en efecto, le fue infiel y se acostó con su cliente.
Carla propone que hablen del asunto por si pueden sacar algo bueno, diciendo Laura que fue solo una vez y que luego dejó el caso y no lo volvió a ver.
Enfadado, Daniel le confiesa entonces, que también él le fue infiel, pues se acostó con su amiga Carolina varias veces, aunque Laura cree que lo hace por venganza y le recuerda que Carolina es su mejor amiga, aunque él le da detalles de sus infidelidades, la primera en una Nochevieja en que la llevó a su casa y otra vez en la sierra, cuando alquilaron la casa, lanzándole ella el contenido de su vaso a la cara muy enfadada.
Carla dice que se equivocaron los dos y deben escucharse, pero Roberto dice que se escuchen con Antonia, que ellos se van.
Laura pide que escuchen, pues lo que les ha pasado les puede servir a ellos, diciendo Carla que eso le ha pasado a ella y que no debe proyectarlo en los demás, recordando Laura que ella estuvo con un hombre que la maltrataba y no hizo nada, y que ella y Daniel se tendrían que haberse separado y no lo han hecho, pese a que ya no se quieren y pide a los demás que no cometan el mismo error y le dice a Marta que va también por ella, que debe contar lo que le pasa y no dejarse manipular, pues no se merece que Roberto la trate así, diciéndole este a Daniel que calle a Laura o lo hará él y comienza a insultarla y hace amago de lanzarse sobre ella, mientras Marta le confiesa a que Roberto la viola, debiendo Daniel y Esteban sujetar a Roberto, que pide a su mujer que se calle, aunque ella cuenta que le obliga a tener sexo cuando ella no quiere y que pasa siempre, desde que comenzaron a salir.
Roberto le dice que no conocen de nada a esa gente y le recuerda que él es su marido, diciéndole Laura que eso no le da derecho a abusar de ella, diciéndole a Laura que todo es culpa de ella.
Laura le dice que debe saber que lo puede denunciar y que ellas le pueden ayudar.
Daniel le dice a Roberto que debe tranquilizarse, pues si no será peor, tratando él de recordar su complicidad anterior, momento en que tanto él como Esteban le muestran sus placas policiales, ante lo que Roberto reacciona diciendo que eso es ilegal y que les va a denunciar.
Laura insiste ante Marta en que puede denunciarlo y la dejará en paz, viendo que ella se siente confusa y dice que no entiende qué está pasando, contándoles ellas que no son parejas realmente, que colaboran con Antonia y le preguntan si quiere denunciar.
Marta le dice a Roberto que no puede más, diciendo Roberto que no va a pasar nunca más y se lo jura y le dice que se han equivocado los dos y que él la perdona y que deben irse los dos con Robertito que estará solo en casa esperándolos.
Tras escucharlo, Marta decide finalmente denunciarlo.
Lo esposan, diciendo él, lloroso, que quiere volver con su mujer.
Daniel le dice que muchas veces ha pensado en dejar este trabajo, pero que siempre aparece alguien que hace que tenga ganas de volver, llevándose a Roberto esposado en un coche mientras las mujeres se llevan a Marta en otro.