Te cuento la película

Asedio

España / México / USA (2022) *

Duración: 95 min.

Música: Sergio Acosta

Fotografía: Rafael Reparaz

Guion: Marta Medina (Idea original: Miguel Ángel Vivas, José Rodrigo)

Dirección: Miguel Ángel Vivas

Intérpretes: Natalia de Molina (Dani), Bella Agossou (Nasha), Francisco Reyes (Trajano), Fran Cantos (Coria), Chani Martín (Cervantes), Oscar Eribo (Little), Jorge Kent (Rivero), Efraín Rodríguez (Lolo), Lucas Nabor (Marcos), Federico Pérez Rey (Santos), Luis Hacha (Miranda), Fernando Valdivielso (Reyes), Issa Ndiaye (Lucky).

Antes de llamarse Benín, el reino de Dahomey era conocido por su ejército de amazonas, que eran las encargadas de defender a su pueblo de las amenazas extranjeras, entonando antes de la batalla un cántico dirigido a sus enemigos.

Un muchacho inmigrante le pregunta a su madre, mientras observan el cielo, si este se parece al cielo de Savalou, diciéndole ella que sí, salvo por los sonidos.

Le pide luego que vuelva a contarle cómo llegaron allí.

Su madre cuenta que cruzaron el mar en una balsa, pero eran demasiados y tenían miedo de moverse para no volcarla.

De pronto oyeron un motor, y un bebé comenzó a llorar, pidiéndole el hombre que los llevaba a la madre, que lo hiciese callar o que lo tirase al mar.

Había dos bebés en la balsa y él no lloró y gracias a eso salvó su vida.

Los antidisturbios llaman a la puerta de un anciano, que se arregla frente al espejo, y que les abre poco antes de que derriben su puerta.

Examinan el piso para comprobar que no hay nadie más y le piden al anciano su documentación, tras lo que le indican que debe recoger sus cosas y salir, pidiendo él que le ayuden para bajar sus maletas, y respondiendo que sí cuando le preguntan si ya sabe dónde irá.

Dejan a una joven agente a su cuidado, y mientras comunican por radio que haga salir al inquilino ve que este ya no está, observando que en esos segundos que apartó la vista, el anciano se lanzó por la terraza.

Dani, la joven agente baila luego en la discoteca alocadamente, pareciendo sentirse bien en ese ruidoso ambiente, aunque de pronto deja de bailar y se marcha.

Va luego a casa de su madre, ya con las facultades mentales trastocadas, y está a punto de llorar al verla cantar emocionada "Un ramito de violetas".

Su siguiente servicio es para el desalojo de toda una planta de un conflictivo barrio, donde son recibidos de forma hostil, indicándoles que va también la unidad de apoyo Camel 27.

Al entrar, los vecinos les lanzan objetos, tanto desde la calle como desde los pisos, por lo que avanzan con dificultad, mientras les caen incluso electrodomésticos.

Primero deben apartar a los niños, teniendo un pequeño encontronazo Dani con uno de ellos, que piensa que oculta algo, aunque ve que es algo sin importancia.

Empiezan el desalojo, habiendo desavenencias incluso entre los compañeros por el trato que dan a los desalojados.

Recibe el aviso de un compañero porque está con una inmigrante que no habla español, yendo Dani como intérprete, mostrándose la mujer muy hostil, golpeando a los agentes, por lo que deben inmovilizarla, asegurando el compañero que se la lleva que esa no se le tirará por la ventana.

Está además en el piso un menor, con el que antes tuvo el encontronazo, e hijo de la mujer que se llevaron, que consigue huir y se cuela por un agujero de la pared.

Tratando de localizar al muchacho, Dani sube al piso superior y entra en un piso que está abierto y en el que no hay nadie.

Allí ve otro agujero en la pared y mira dentro de un armario por si estuviera el chico, cayendo, al dar un portazo un fajo de billetes.

Sus compañeros la apremian, pues deben bajar a los menores y sale, pero vuelve diciendo que perdió la escucha, y entra de nuevo en el piso, y, al apartar el armario ve que hay decenas de fajos atados con cinta americana en la parte trasera, arrancando ella los billetes que oculta bajo el uniforme a modo de cinturón.

Pero oye que llega y gente y se oculta en el hueco que hay tras la pared, viendo que llega el dueño del piso, Ramiro, con varios de los compañeros de la unidad de apoyo.

Uno de los policías le pregunta a Ramiro, dónde se metió la gente, pues la mitad de los pisos estaban vacíos.

Les dice que ya pagó todo lo del mes pasado, preguntando qué quieren ahora, diciéndole uno de los policías, Coria, que las cuentas no salen y le acusa de haber robado a los amigos.

Escuchan en los buscas que reclaman a Dani.

Le preguntan dónde está el dinero mientras lo golpean, diciendo Ramiro que quiere hablar con Trajano.

De pronto informan que se marchan sus compañeros quedando solo el grupo Camel.

Sube finalmente Trajano al que Ramiro le dice que el que vayan allí no es bueno para nadie, pues su gente está mal.

Trajano le insiste también y pregunta dónde está el dinero, diciendo que el dueño lo buscará, pues él es un donnadie, contándole Trajano que el ayuntamiento vendió todos los pisos y ese desalojo es el primero de muchos, así que se les acabó el chollo.

Finalmente confiesa que el dinero está en el armario, pero no encuentran nada, por lo que se enfadan con él más.

Ella decide grabarlo todo desde su hueco cuando comienzan a torturarlo.

Trajano le hace un corte en la muñeca para que se desangre y hacerlo pasar por un suicidio tras echarlo de casa, mientras le insisten en que les dé el dinero, aunque el hombre no dice nada.

Cuando cae al suelo ve a la chica y se dan cuenta de que les estaba grabando.

Dani debe huir, cayéndose y perdiendo el móvil que coge el chaval al que iba buscando cuando entró en el apartamento de Ramiro, que sale corriendo con él.

Sus compañeros la alcanzan y la llevan de vuelta al piso de Ramiro, donde le exigen que les entregue el teléfono.

Sus compañeros siguen buscándola, haciendo Trajano que diga que regresará con ellos cuando encuentre la escucha.

Le insisten en que les dé el móvil, diciendo ella que no lo tiene y no sabe dónde está y les dice que no pueden hacerle nada, pues saben que está con ellos.

Trajano le pide la mano y le hace un profundo corte, indicándole que ahora su sangre y la de Ramiro están mezcladas.

Se venda torpemente la mano y luego la registran para buscar el móvil, descubriendo el dinero escondido.

Ella suelta una risa nerviosa, y todos ríen con ella, aprovechando ella el momento de aparente relajación para arrebatar el arma a Trajano, amenazándolos con ella, golpeando luego a Trajano antes de salir corriendo escaleras abajo.

Ve a sus compañeros tratando de contener a algunos vecinos que desean regresar.

Debe ocultarse también de ellos, mientras escucha cómo ordenan que la detengan y que encuentren al niño negro que se llevó el móvil.

Se oculta en el sótano del edificio, donde se sorprende al ver que se ocultaron allí de la policía un numeroso grupo de personas.

La atacan varios de ellos y la tiran al suelo, debiendo sacar su arma para salir.

Allí pregunta por el chaval, y le dicen que hable con Lucky que es quien controla todo.

Sube en el ascensor hasta el último piso, donde pregunta por Lucky, aunque le dicen que sin una orden deberá marcharse, diciendo ella que quiere ayudar a un chico, aunque ve que nadie confía en ella allí.

Lucky le pregunta por qué lo busca y por qué sigue el furgón abajo y ven que tiene la radio apagada, amenazando Lucky con avisar con él a sus compañeros.

Llega Nasha, la madre del niño que le robó el móvil, a la que antes echó de su casa, y que está muy enfadada

Para ayudarle le pide que le cuente la verdad. Contando ella que les acompañó al desalojo una unidad de refuerzo y entraron en un piso que no estaba en la lista.

Lucky le pregunta dónde está el dinero que se guardaba Ramiro. Sabe que todos allí trabajan con él y siempre se queda con un mordisco y ahora, como van a desalojarlos se les acabó el chollo y sus compañeros lo quieren todo y por eso fueron.

Ella dice que buscan al niño porque creen que sabe algo.

Lucky ordena que entreguen a Nasha a la policía para que les ayude a encontrar al niño. Para evitar que la entreguen dice que ella sabe dónde está el dinero.

Envían a la mujer a buscar a su hijo, aprovechando para entrar en su piso y recoger sus papeles y algunas otras cosas, siendo sorprendida allí por Rivero, uno de los policías que busca al hijo de Nasha, a la que le pregunta si vio a un niño, pero ella se resiste y golpea al policía, hasta conseguir escapar.

Entretanto bajan también ellos por las escaleras de incendios hasta el piso de Ramiro y le preguntan dónde está el dinero, pidiendo ella que antes le digan dónde está el niño.

La presionan y les dice que está en el armario, aunque, enseguida ven que no es cierto, escuchándose de pronto un disparo efectuado por uno de sus acompañantes con el arma de trajano, apareciendo uno de los hombres de este, Cervantes, herido de muerte.

Ella pide que llamen a una ambulancia y pide a Cervantes su teléfono para llamar, viendo que tiene en la pantalla una foto de sus hijas, diciéndole a Dani que lo hizo todo por ellas y que no pueden saber lo que hizo, por lo que saca su navaja y se la clava a Dani.

Gravemente herida, sale de nuevo a la escalera de incendios mientras llega un compañero alertado por los disparos y descubre a su compañero muerto, dando por sentado que fue ella quien lo mató.

Debido a las heridas acaba cayendo agotada, viendo allí a Nasha que llama a un piso.

Cuando ve que va a entrar en él, consigue levantarse pese a su debilidad y corre, colándose con ella.

En el piso ve que hay varias personas, entre ellas el chico que le robó el móvil, al que le pide que se lo devuelva, recordando él que ella también les robó su casa, consiguiendo finalmente que se lo entregue, aunque entonces se escucha a Trajano ordenar que salga todo el mundo fuera, pidiendo que encuentren al niño negro.

Asustado, Omar, el dueño del piso decide salir, lanzándose Dani hacia él para impedírselo, ayudándola Nasha, que lo golpea hasta dejarlo sin sentido.

Al ver cómo sangra, Nasha decide tratar de curar su herida, viendo al subirle el uniforme que guarda el dinero, que amortiguó algo la herida, que, pese a todo es profunda.

Con la ayuda de Little, el niño, le grapa la herida tras echarle alcohol, pese a saber que la policía les busca.

La policía comienza a llamar a la puerta y se disponen a entrar, huyendo ella con Nasha y Little, dándole a Omar antes de marcharse algunos fajos de billetes.

Fuera la gente está cada vez más descontrolada, pese a lo cual Trajano ordena que no pidan refuerzos.

Suben hasta la azotea y bajan por otra escalera, aunque al llegar abajo una verja les impide el paso, ayudando Nasha a Dani a treparla, aunque entonces Little dice que no pueden marcharse sin sus papeles, decidiendo regresar a buscarlos a su piso pese a las advertencias de Dani que le dice que no puede volver.

Mientras escucha a los policías desbordados, Dani se acerca a uno de los furgones con el que intenta huir, aunque finalmente decide regresar marcha atrás y derriba la verja.

Coge las bombas de humo y se adentra en el edificio con el fusil y avanza, topándose con la gente, que, tras desbordar a sus compañeros, vuelve al edificio.

Uno de sus compañeros la retiene y avisa, aunque ella consigue zafarse gracias a los manifestantes y sube al ascensor.

En el piso de Nasha ve a esta peleándose con Rivero, al que dispara, consiguiendo ayudar a la emigrante a escapar.

Entran en su piso, donde el niño recogió ya sus papeles y dice que lo siente, mientras los policías llegan a la puerta.

Trajano le pide que abra el último canal para hablar ellos dos solos.

Le reprocha que no mirara para otro lado, habiendo ahora un compañero muerto, aunque, le dice, ellos están todavía a tiempo.

Ella pregunta qué quiere, preguntándole Trajano qué quiere ella, que le dice que solo quiere irse a su casa, diciéndole que pueden hacer desaparecer sus huellas y que eso será un desalojo que salió mal y le recuerda que se llevó un dinero que no era suyo.

Le dice que ella tampoco hizo nada porque quería también robar ese dinero, diciéndole ella que no robó a esa gente, diciéndole Trajano que ella robó también y no es mejor que ellos.

Le recuerda que hay un compañero muerto y que sus hijas necesitan el dinero, y que debe pensar qué pasara si el video ve la luz. No solo a él, sino a ella misma y a su familia.

Ella dice que es imposible borrar todo eso, diciendo él que a nadie le interesa la verdad, que la policía vale más que cualquier persona y que piense en su madre y en cómo acabará si todo sale a la luz.

Le dice que no trabaja para el ciudadano, que trabajan para los de arriba, no para los de abajo y a nadie le conviene que eso salga a la luz, asegurándole que él estará protegido, pero ella no.

Pregunta qué pasará con la mujer y el niño, preguntando él si vieron el video, pues si lo hicieron no pueden dejar testigos.

Ella se niega a salir y pide a Nasha y a Little que huyan por el hueco de la pared, aunque Nasha le dice se vaya él y le recuerda que eran dos bebés en la balsa y él no lloró, como si supiera lo que tenía que hacer para llegar allí y ahora sabe también lo que debe hacer.

Dani le entrega el dinero y el teléfono, al muchacho, quedándose Nasha con ella.

Comienza a cantar una canción de guerra de su tribu mientras esperan la entrada de los policías.

Cogen alcohol y clavos y preparan cócteles molotov, con los que esperan la entrada de los policías corruptos.

Mientras esperan la entrada, Dani le pregunta a la mujer cómo se llama.

Calificación: 3