Antes del atardecer
Before Sunset (2004) * USA / Francia
Género: Drama romántico
Duración: 80 min.
Fotografía: Lee Daniel
Guion: Richard Linklater, Ethan Hawke, Julie Delpy (Historia: Richard Linklater, Kim Krizan)
Dirección: Richard Linklater
Intérpretes: Ethan Hawke (Jesse), Julie Delpy (Céline), Vernon Dobtcheff (Librero).
Jesse presenta en una librería de París su libro "This Time" y contesta a las preguntas que le hacen los periodistas que cubren el evento sobre sus experiencias, y sobre si, lo plasmado en el libro parte de estas, y en especial la historia con la joven francesa con la que coincidió en el tren y con la que pasó una noche.
Le preguntan si volvieron a encontrarse al cabo de 6 meses como acordaron y él, para mantener el misterio les dice que no puede contarlo porque eso eliminaría la magia de la narración.
Mientras habla de su siguiente proyecto, repara en que ha entrado en la librería Céline.
Su representante le recuerda que tiene que coger un avión esa misma tarde.
Él sale a saludar a Céline y la invita a tomar un café antes de salir hacia el aeropuerto, y le dice que no puede creer que esté en París, recordando ella que vive allí.
Le dice que, al verla pensó que era una ilusión, contándole ella que entró porque vio su foto en la librería, que es a la que suele ir.
Le dice luego que leyó una reseña y luego leyó el libro dos veces y lo felicita, porque dice que está muy bien escrito.
Ella le pregunta si fue a Viena aquel diciembre, tal como habían quedado, muy preocupada, de que lo hiciera, pues ella no pudo ir, sintiéndose aliviada cuando él le dice que él tampoco fue.
Céline le explica que murió su abuela en Budapest y la enterraban ese mismo día, y le pregunta por qué no fue él, aunque entonces, y al ver su cara, comprende que él si fue.
Ella le asegura que deseaba estar allí, pero no pudo hacerlo.
Él dice que se quedó mal y sintió rabia por no haber intercambiado sus números de teléfono y que permaneció en Viena dos días y puso notas por todas partes en la estación con su número de teléfono por si iba ella y no se encontraban.
Reconoce que escribió un final en que ella se presentaba y se acostaban durante 10 días, pero que al final no se entendían.
Ella dice que en la novela idealizó un poco la relación y se queja porque en ella la describía como un poco neurótica, reconociendo que es perturbador verse a través de los ojos de otra persona.
Le indica luego que pensaba que se habría olvidado de ella.
Él le pregunta a qué se dedica ella, que le cuenta que trabaja para Cruz Verde una organización ecologista.
Que acabó Ciencias Políticas y trabajó para el gobierno, pero no le gustó y decidió hacer algo que contribuyese a mejorar la situación y cree que es muy afortunada al dedicarse a contribuir a mejorar las cosas.
Frente al optimismo de él sobre el mundo, ella cree que todo va mal.
Van a una cafetería.
Él le dice que ahora que maduró está más preparado pese a que sus problemas sean más profundos.
Le cuenta que ha visitado 10 ciudades en 12 días y está agotado.
Ella le cuenta que desde el 96 al 99 estudió en Nueva York, lo que le sorprende a él, que le cuenta que él también estuvo viviendo en Nueva York desde el 98.
Ella le cuenta que regresó tras terminar el máster cuando caducó su visado, y demás comenzó a asustarse, pues había mucha violencia y empezó a estar paranoica, aunque echa de menos el buen talante de las personas, pues los parisinos son más gruñones.
Le cuenta un viaje suyo a Varsovia, en su adolescencia, durante la época comunista y que allí, alejada de todos sus hábitos, se dedicó a pasear y escribir y se sentía en paz consigo mismo.
Hablan luego de algunos de sus cambios. Él le dice que la ve más delgada y ella observa una arruga en el entrecejo.
Él le dice que ahora es capaz de saborear mejor las cosas y hablan sobre el deseo y sobre si es el motor para seguir o sobre si te deja insatisfecho.
Él le cuenta que fue batería en un grupo y que varios años atrás estuvo en un monasterio trapense.
Ella le cuenta que tuvo un novio que quería ser budista.
Él le propone pasear para poder conocer algo más de París, a través de un parque.
Cuando recuerdan su anterior encuentro él le pregunta ella si ha resuelto sus problemas sexuales, ante lo que Céline dice que no hubo sexo, lo que asusta a Jesse, pues no se cree que no se acuerde de que se acostaron.
Ella dice que revisará su diario del 94, aunque luego dice que lo hubo, pero que ni siquiera recuerda dónde fue, pues ella piensa que fue en el cementerio, y no en el parque, asegurándole Jesse que recuerda mejor aquella noche que algunos años de su vida.
Ella lamenta no haber podido ir a Viena y dice que estaba confusa entre los dolores por la pérdida de su abuela mezclados con el problema de que no volvería a verlo.
Céline le cuenta que poco tiempo antes leyó uno de sus viejos diarios y se dio cuenta de que básicamente es igual que entonces.
Jesse dice que la gente no cambia demasiado a lo largo de la vida y que hay estudios que lo avalan. Que la gente feliz lo es con independencia de sus circunstancias vitales y los amargados también.
Jesse no cree que haya nada después de la muerte y por eso piensa que cada día es el último.
Se plantean de qué hablarían si supieran que ese era el último día de su vida.
Como ella compuso algunas canciones, Jesse le pide que le cante alguna de ellas, aunque Céline le dice que no lo hará sin su guitarra.
Van bordeando el Sena de regreso a la librería, donde le espera un chófer para llevarlo al aeropuerto.
Ella le dice que leyó en una entrevista que estaba casado y tenía un hijo, diciendo él que sí, Hank, que tiene 4 años.
Por su parte, Céline le cuenta que su novio es periodista gráfico y cubre conflictos bélicos.
Al pasar junto a un barco él le propone subir y dice que llamará a su chófer para que le recoja en la siguiente parada.
Le cuenta que escribió el libro para cimentar su recuerdo y como un reto para recordar todos los detalles.
Ella le cuenta que cada vez que rompe una relación se siente mal porque no quiere olvidar los pequeños detalles de ellos.
Él bromea diciendo que cree que escribió el libro para localizarla, pues no había otras probabilidades de volver a verse y lamenta que no fuera a Viena, pues sus vidas serían muy diferentes, aunque ella piensa que es posible que se hubieran acabado odiando.
Jesse le dice que nunca la olvidó y que pensó en ella incluso en el mismo día de la boda.
Le cuenta que se conoció con su novia en la facultad y rompieron varias veces y finalmente se quedó embarazada y se casaron, pero que ahora es como un monje, pues ha hecho el amor 10 veces en los últimos 4 años.
Llegan a la parada y se bajan, y, mientras se dirigen al coche, siguen hablando.
Jesse le dice que conoce a muchas parejas que acaban yendo al psiquiatra preocupados tras perder la pasión, pues no les gustaría que ocurriese.
Llega el momento de la despedida, y Jesse le pide que suba con él al coche y le acercarán a su casa antes de ir al aeropuerto.
Sube, en efecto y sigue diciéndole que reconoce que su libro removió su interior y le volvió a hacer pensar que le gustaría recuperar el romanticismo que sintió aquella noche pese a que cada vez que tiene una pareja de forma permanente se siente acorralada y ve que la realidad y el amor son algo contradictorio, pues todas sus parejas, tras romper, acabaron casándose y a ella no se lo pidió ninguno, y le hubiera gustado que lo hicieran, aunque les hubiera dicho que no.
Él dice que le ha hecho muy feliz volver a verla y reconoce que sí recordaba que hicieron el amor, aunque fingió no acordarse. Recuerda, de hecho, que lo hicieron dos veces.
Él dice que sigue disfrutando de su compañía y le cuenta que su vida también está hundida. Que lo único que le hace feliz es pasear con su hijo, pero que ya no ve futuro con su mujer, pues en su casa ya no hay risas, pero que no quiere perderse ni un minuto de su hijo.
Que su mujer y él fingen ser un buen matrimonio y asumen su responsabilidad, pero que, por suerte, tiene sus sueños, como que está en el andén de una estación, ella pasa en un tren constantemente, o que ella está acostada y embarazada a su lado.
Dice que perdió la esperanza cuando ella no apareció en Viena.
Ella dice que cuando leyó su entrevista, pensó que su vida era perfecta, pero ha visto que su vida ahora es peor que la de ella, que le dice, le desea lo mejor.
Llegan a la casa de ella y bajan del coche para despedirse.
Ella lo abraza y dice que quiere comprobar si continúa allí o se descompone en moléculas.
La compaña hasta la puerta de su apartamento y él le pide que le cante una de sus canciones, diciendo ella que lo harán rápido para que no pierda el avión.
Suben a su apartamento, ella con su gato Che en brazos.
Una vez en su apartamento ella le dice que le da vergüenza cantar, pero él insiste.
Dice que tiene tres canciones en inglés, pidiéndole que toque un vals
En la pieza, ella recuerda también aquella noche en que fue suyo y era lo que siempre soñó, aunque cree que para él fue solo una aventura y ahora vive feliz en su isla lluviosa y que quiere una noche más y que una noche con Jesse es mucho más que con cualquiera, y que, incluso estando en otros brazos su corazón es suyo hasta la muerte. La maravillosa aventura de una sola noche.
Él le pregunta si cambia el nombre del protagonista del vals a cada persona que canta.
Jesse pone "Just in Time", de Nina Simone y ella baila a su ritmo y le dice que cree que va a perder ese avión, diciendo él que lo sabe, mientras sonríe.