Al rojo vivo
White Heat (1949) * USA
También conocida como:
-
"Alma negra" (Hispanoamérica)
Género: Cine negro
Duración: 114 min.
Música: Max Steiner
Fotografía: Sidney Hickox
Guion: Ivan Goff, Ben Roberts (Historia: Virginia Kellogg)
Dirección: Raoul Walsh
Intérpretes: James Cagney (Arthur Jarrett / "Cody"), Edmond O'Brien (Hank Fallon / "Vic Pardo"), Virginia Mayo (Verna), Margaret Wycherly ("Ma" Jarrett), Steve Cochran ("Big Ed" Somers), John Archer (Philip Evans), Wally Cassell (Giovanni Valletti / "Cotton"), Fred Clark (Daniel Winston / "Comerciante"), G. Pat Collins (Herbert Curtin / "Lector"), Paul Guilfoyle (Roy Parker), Ian MacDonald (Bo Creel), Robert Osterloh (Tommy Ryley), Ford Rainey (Zuckie Hommel).
Cerca de la frontera de California un coche avanza a toda velocidad, llevando a Cody Jarrett y a varios de sus compinches.
En paralelo, un tren avanza también rápidamente, y en el mismo otros dos secuaces, "Big Ed" y Taylor retienen a punta de pistola a dos de los trabajadores del tren a los que han pedido que detengan el tren cuando se lo digan.
Esperan a la salida de un túnel para el ataque.
Uno de los bandidos que iban en el coche cambian las agujas de la vía, mientras que Cody espera a la salida del túnel.
Dentro, los hombres de Cody deben tirar del freno de emergencia, pues uno de los hombres a los que tenían retenido los ataca, por lo que deben acabar con él-
Con el tren ya ralentizado, y a la salida del túnel, Jarrett salta sobre el mismo y se dirige hacia la cabina, donde pide al conductor, a punta de pistola, que detenga el tren, poniendo a los mandos del mismo a Zuckie, uno de sus hombres.
Aprovechando el parón, varios de los hombres se acercan al vagón postal, pidiendo a los guardias que lo custodian que abran, aunque ante su negativo dinamitan la puerta.
Como Zuckie dijo su nombre antes, el maquinista le dice, "no lo conseguirás, Cody", diciéndole este que tiene demasiada buena memoria para los nombres y acaba con él, haciendo lo mismo con su ayudante, que al caer sobre la palanca del evacuador de vapor lo abre, haciendo que una ráfaga de vapor queme la cara de Zuckie.
Realizado el atraco, huyen en el coche.
Una semana más tarde, los bandidos escuchan en la radio cómo la policía piensa que los autores del asalto al tren correo que tuvo lugar a la salida del túnel de Sierra Alta, y que escaparon con 300.000 dólares, dejando 4 muertos, huyeron hacia Arizona, donde tuvo lugar un nuevo atraco a un banco, dejando dos muertos a los que asesinaron con la misma sangre fría que mostraron aquellos.
Algunos de los hombres están enfadados, pues tienen un montón de dinero y están allí escondidos, preguntando cuándo saldrán, a lo que Cody le responde que lo pensará.
También se queja Verna, su esposa, pues, como no encienden fuego para no delatar su presencia, están congelados, preguntándose ella quién iba a ver un poco de humo a 100 millas de cualquier lugar.
Informan a Cody de que Zuckie está empeorando y que necesita un médico, diciendo Cody que cuando llegue el momento se ocupará de él.
Cuando Verna le ofrece café a Big Ed, Cody dice que su mujer no es sirvienta de nadie, y que se lo ponga él mismo, asegurando que si Big Ed hubiera tenido una oportunidad ya le habría hecho un agujero en la espalda. Que le llaman así por sus grandes ideas, y que algún día tendrá una de verdad grande, sobre él, y, dice, será la última.
De pronto siente un dolor agudo y cae al suelo, llevándoselo su madre hasta el dormitorio mientras Verna le dice a Big Ed que es la segunda vez que le pasa ese mes, diciendo este que Cody está loco como su padre.
En su cuarto, su madre la atiende amorosamente y le dice que es por las montañas, que no le sientan bien porque hace frío todo el tiempo, y le dice que deben salir de allí.
Él comenta que es como si tuviera fuego dentro de su cabeza.
La madre le impide salir para que no lo vean así, pues si le ven débil, conspirarán en su contra, abrazándola él por sus cuidados.
Sale finalmente cuando ya está bien, mostrando su duro carácter.
Se anuncia un bloqueo de carreteras debido a una tormenta, diciendo Cody que es lo que estaban esperando, pues una tormenta mantendrá a todos ocupados.
Preparan sus equipajes, entre ellos una maleta cargada de dinero.
Zuckie, que permanece con la cara vendada, le pide a Cotton que se asegure de que salga de allí y que le lleve a un médico, y habla luego con Cody, que le dice que no pueden arriesgarse a que le vean con ellos en el coche, pero que enviarán a un médico.
Salen los demás con sus equipajes, diciéndole la madre a Cody cuando salen que si encuentran a Zuckie es muy hablador y podrá delatarlos, pidiéndole Cody a Cotton que él, que es su mejor amigo, le facilite que deje de sufrir, entregándole una pistola.
Él tranquiliza a su madre diciéndole que están a 300 millas del crimen y si encuentran el cadáver no podrán asociarlo ni a ellos ni al túnel.
Entretanto, y dentro, Cotton realiza varios disparos al aire y le dice a su amigo Zuckie que tratara de volver, y le deja un paquete de cigarrillos.
Indica Cody a sus compinches que conduzcan por caminos de tierra, mirando Verna desde el coche, y antes de partir, a Big Ed de forma insinuante tras lo que parten en dos coches, cada uno por un camino distinto.
Evans, policía del Departamento del Tesoro de Los Angeles, y a cargo de la investigación del atraco acude al depósito de cadáveres del Condado de Tahoe, donde tienen el cadáver de un hombre al que unos cazadores encontraron congelado en las montañas, informándole el policía que le mandó llamar que vieron además un agujero de bala en el techo de la cabaña, comentando el forense que, pese a las quemaduras de tercer grado, las cejas y la línea del cabello no se quemaron, por lo que concluyeron que se trataba de agua hirviendo o de vapor, pensando por ello en una locomotora.
Ordenan tomar sus huellas y una mascarilla de su cara, viendo que en su ropa no lleva más que el paquete de cigarrillos.
Uno de sus subordinados del Departamento del Tesoro, cuenta que, pese a sus pesquisas durante un mes, no apareció ni un solo dólar del atraco del túnel.
Les informan que tras sacar una espectrografía del polvo del túnel comparada con la de la ropa del muerto concluyeron que eran idénticas, pero desde Washington les informan que no tienen antecedentes de las huellas del hombre muerto, pero que las huellas del paquete de cigarrillos les sirvieron para identificar a Giovanni Valenti, "Cotton", miembro de la banda de Jarrett.
Este se hospeda en uno de los moteles Milbanke de Los Angeles, al que llega enfadado, mientras Verna se prueba un abrigo de visón, pues le informaron que Zuckie está en un depósito de cadáveres y lo sitúan en su banda, por lo que piensa que alguien habló.
Pregunta por su madre, y Verna le cuenta que como le gustan las fresas, salió para conseguir algunas para su "nene", enfadándose por su tono y tirándola sobre el sofá.
Su salida no pasa inadvertida. La descubre uno de los hombres de Evans, al que llama al descubrirla, colocando un trapo que lo identifique en el parachoques trasero, pues están convencidos de que donde está mamá, está Cody.
Con esa pista deciden turnarse en la persecución tres coches para evitar sospechas.
Pero la mujer sospecha enseguida del coche que le persigue, por lo que va
La mujer comienza a mirar por el retrovisor, pero ve que el coche sigue recto cuando ella gira, y lo mismo pasa con el segundo, aunque ella va cambiando constantemente de dirección y acaban perdiéndola cuando una autocaravana se les cruza, por lo que deben buscar con poca esperanza, hasta que encuentran el coche, ya parado, decidiendo llamar a más policías, mientras en la casa Cody y Verna hacen las maletas entre las quejas de esta, tras escuchar el presentimiento de "Ma", pues Cody asegura que nunca se equivoca, decidiendo además cambiar de coche.
Pero Evans, que se quedó vigilando mientras envió a buscar ayuda, da el alto a Cody al observar que va a marcharse, y lo retiene a punta de pistola, aunque Jarrett coge su arma del salpicadero y dispara al policía, huyendo tras ello con Verna y con su madre que salieron con las maletas, ordenando Evans, pese a sus heridas a sus hombres, cuando llegan, que los persigan.
Cody decide, al pasar frente al San-Val, un autocine, entrar para despistar a sus perseguidores
Les cuenta tras ello a su madre y a Verna que va a entregarse, diciéndole su madre que le meterán a la cámara de gas pues tiene cuatro muertos a sus espaldas, aunque él le aclara que no se entregará a los federales, pues conoce a un tipo, Morton, que robó las nóminas de un hotel en Springfield el mismo día que ellos atracaron el tren y dirá que él fue el ladrón del hotel en Illinois y como mucho le caerán dos años. Les cuenta que lo preparó antes del asalto del túnel.
Su madre lo alaba por su inteligencia mientras Verna se pregunta qué hará durante esos dos años, aunque le asegura que le estará esperando cuando salga.
Pide a su madre que diga que hace meses que no le ve y a Verna que llore como si estuviera triste.
Él se trasladará hasta Illinois en avión privado.
Las dos mujeres son llamadas a declarar, diciendo la señora Jarrett que salió a comprar comida para consolar a Verna, que en ese momento finge llorar desconsoladamente, y que luego fueron al cine, y, cuando Evans, con un brazo en cabestrillo le pregunta por Cody, Ma le dice que Cody lleva meses fuera de California, y, cuando Evans asegura que fue él quien le disparó, ella le pregunta si hay algún testigo que pueda corroborar su versión, a sabiendas que sin estos no pueden acusarlo y deben dejarlas marchar.
El Springfield Herald News informa que Cody Jarrett se entregó tras confesar el atraco en el hotel Palace.
En el Departamento del Tesoro, Evans, recibe la visita de Hank Fallon, un policía que estuvo infiltrado como preso en San Quintín junto a un convicto y al que, después de su gran trabajo le esperan un par de semanas de vacaciones pescando, aunque Evans le dice que no podrá ser, quejándose Fallon de que pasa más tiempo en prisión que fuera, habiendo conseguido gracias a su trabajo, ocho sentencias en cinco años.
Evans le habla del caso de Jarrett, no entendiendo Fallon que pueda ser condenado por un delito menor cuando debería acabar en la cámara de gas, asegurando que se está riendo de ellos, lo que, Evans, le dice, espera que crea de verdad, pues están trabajando con la policía de Springfield para lograrlo.
Le pide tras ello a Hank que sea compañero de celda de Jarrett en la penitenciaría de Illinois para saber dónde acabó el dinero y quién planeó todo.
Saben que se trata de alguien que compra billetes falsos a 30 o 40 centavos por dólar y los vende en el mercado negro europeo.
Para poder preparar su trabajo, examina las fichas de los presos de Illinois, decidiendo el traslado de dos presos que podrían reconocerlo, habiendo un tercero Creel, que saldrá en unos días, por lo que no se preocupan por él.
Repasan tras ello su historial. Su detención, en un garito en una redada normal, pero uno de los chicos lo descubrió oculto. Intentó escapar, pero lograron reducirlo.
En su ficha señalan que nació en Detroit y acabó en el reformatorio por vandalismo, y fue arrestado unos años más tarde como sospechoso de robo a mano armada.
Le dice que le hará llegar la información en días de visita por medio de una mujer que se hará pasar por su esposa.
Le cuenta también que Jarrett tiene problemas mentales, como su padre, que acabó en un manicomio. Que de niño fingía jaquecas para tener la atención de su madre y luego se hicieron reales y le están destrozando, por lo que deben trabajar rápido para evitar que pueda ocurrirle algo y perder el caso, advirtiéndole de que se trata de un tipo difícil al que solo le importa su madre, ni siquiera su esposa y tiene una adoración psicopática por ella y sin ella sería como su padre.
Tras su confesión, Cody es declarado culpable y condenado a entre uno y tres años.
Se choca a la salida con el siguiente en ser juzgado, Victor Pardo, en realidad Fallon.
En prisión, uno de los colaboradores de Cody, Herbert, tiene la habilidad de saber leer los labios debido a su sordera, y por él se entera de las conversaciones de otros presos, viendo cómo uno de ellos, Parker, cuenta que, teniendo ahora a Big Ed dando órdenes habrá muchas sorpresas, pues tiene planes que harán que la banda de Jarrett parezca una pandilla de escolares, siendo ahora el número uno.
Los oye luego reírse, y, aunque su amigo le dice que no pudo leer los labios, Cody imagina que se ríen por algo de su mujer, por lo que, enfadado decide ir hacia ellos, deteniéndolo Pardo / Fallon, que le advierte que si hace algo acabará en el agujero, diciéndole Cody que le ha estado observando y no ha hecho nada para que le ponga la mano encima, y eso es lo que le molesta, pero que no lo conoce y lo que no conoce no le da confianza.
Un día llaman a varios reclusos a la enfermería para una vacuna, estando entre los encargados de suministrarla Bo Creel, que no llegó a salir porque tuvo una neumonía, provocando Fallon, al verlo, una pelea que le supondrá varios meses incomunicado, pero logra librarse de ser reconocido.
Cody le pide a Herbert que lea lo que dice Pardo en sus visitas pese a que les parece un buen tipo y ya saben todo de él por su ficha, aunque Cody no se fía solo de la ficha.
Durante su ausencia llega un sobre para él, que sus compañeros de celda abren, viendo que se trata de un retrato de "su esposa", Margaret.
Cumplido el mes, regresa a la celda, donde sus compañeros colocaron la foto de la mujer, aunque él no reacciona, pese a las risas de ellos, hasta que lee el remite del sobre y comprende de qué se trata, ante lo que reacciona preguntando qué se ha hecho, pues cuando entró en prisión era rubia y ahora aparece morena.
Gracias a Herbert otro tipo les dice que Parker contó que sus chicos volvieron a robar 57.000, y él dice que a él le darán su parte, que su madre se ocupa de ello.
En efecto, la madre se lo deja claro a todos, no poniendo ninguno problemas, ni siquiera Big Ed, lo que extraña a la madre, diciendo él que es lo justo y que no olvidarán a Cody después de lo que hizo por ellos.
Verna sin embargo sí se enfada y le pregunta a Big Ed qué le pasa, diciéndole que está cansada de esperar a que cumpla sus promesas y le dice que tiene miedo porque Cody es grande fuera y dentro de prisión y por eso le cedió tanto, aunque él le explica que así pensará que sus amigos cuidan de él y se descuidará y que saldrá pronto, pero muerto, pues en prisión se está codeando con un tipo que hace exactamente lo que él le dice, y la besa, pareciendo ella satisfecha con su solución, pero la madre los ve por la ventana.
Los presos realizan trabajos en el taller de la prisión, recogiendo virutas de metal, observando Fallon cómo Parker vigila a Cody y mueve su cubo hasta colocarlo bajo un cable utilizado para transportar cosas pesadas y mueve hasta colocar encima de Cody el cable, dejando caer un peso que colgaba del mismo.
Fallon que se percató del movimiento de Parker, corre hacia Cody y lo empuja, consiguiendo salvarle la vida, aunque ni siquiera le da las gracias, pues piensa que si lo hizo es porque busca algo.
Parker, por su parte dice que se le escapó la manivela.
Avisan a Jarrett de que tiene la visita de su madre, a la que nota nerviosa, contándole que Big Ed y Verna escaparon juntos y dice que fue culpa suya, porque, aunque lo vio venir, no creyó que llegarían tan lejos.
Sorprende a la madre que su hijo no parezca tan enfadado como su madre pensaba, diciendo que no le gusta, pero que se ocupará de ellos cuando salgan, diciéndole la madre que entonces gobernará el mundo.
Jarrett piensa que Big Ed estará preocupado, pues sabe que cuando salga irá por él, diciéndole le madre, que, en efecto, sabe que cuando él salga, su vida no valdrá nada, y si se ha atrevido a tanto, es porque debe sentirse muy seguro y ha hecho su jugada como si estuviera seguro de que no va a salir de prisión.
Él se da cuenta de que lo sucedido en el taller no fue un accidente, y le dice la madre que volverán a intentarlo, asegurando Cody que saldrá de allí y se ocupará de él, aunque su madre le dice que no debe dejarlo vivir tanto tiempo, que ella se ocupará de él, pues nadie puede hacerle eso a él y vivir para contarlo, asegurándole que, si no puede con él, sabrá que se ha hecho vieja, no escuchando a Cody cuando le dice que él lo hará.
Cuando regresa al taller, se dirige a Parker y le dice que no va a hacerle nada… aún, pero que no dejará que duerma por la noche y que sude sangre.
Pero recordando a su madre y su empeño, empieza a sentirse mal y vuelve su dolor de cabeza y se retuerce de dolor, ayudándole Pardo / Fallon, que le oculta para que nadie pueda verle de rodillas, y le anima diciéndole que siempre quiso asociarse con él, pues le admira. Y le ayuda a levantarse, haciéndole Jarrett un gesto de agradecimiento.
Y esa noche, como no puede dormir, le confiesa a Pardo que está preocupado por su madre, pues se está metiendo en líos, ofreciéndose este a ayudarlo.
Le cuenta que pensó que esa condena le serviría como unas vacaciones y le descargarían de otra peor, pero se ha complicado y debe actuar, pues necesita arreglar algunas cosas fuera, pensando en una evasión, y, aunque no se lo ha contado todavía a nadie, pensaba contar con Ryley, que tiene un arma, diciéndole Pardo que no la necesita, que él también piensa en escapar y le recuerda que es muy hábil con la electricidad, pues hasta el alcaide recurre a él para arreglar su radio, y ha pensado en el modo de manipular los generadores que controlan todo, los focos, la puerta, etc. y lo preparará todo con su mujer, que irá al día siguiente y hablarán de que lleve un coche.
Jarrett le dice que si funciona, le compensará.
Al día siguiente habla en efecto, con su supuesta mujer, debiendo taparse los labios para que no lo vea Herbert, que está al lado, haciendo que la mujer se invente una historia, como si él le estuviese hablando de divorcio mientras él le pide que diga a Evans que se irán el jueves por la noche y que necesitan un coche con un oscilador.
Evans y sus hombres preparan, en efecto, el dispositivo para poder captar la señal del oscilador por parte de varios coches policiales que estén dentro del radio de recepción de la señal, pudiendo captar la señal a 20 millas.
En el comedor Pardo le indica a Jarrett que será esa noche.
Pero mientras comen, Jarrett ve a un hombre de su banda que acaba de ingresar y le pregunta por su madre, informándole este de que murió, por lo que no puede reprimir su sentimiento y estalla gritando y corre, golpeando a varios guardias, mientras grita que tiene que salir de allí, siendo retenido por varios guardias que lo llevan en volandas.
Ryley es quien debe darle de comer mientras lo retienen con una camisa de fuerza en la celda de aislamiento pidiéndole este que la próxima vez que vaya le lleve el revólver, diciendo este que lo hará si le deja huir con él, diciéndole que lo hará.
Fuera, un psiquiatra evaluó a Jarrett diciendo que es violento y homicida, aunque tenga periodos en que parece normal, por lo que sugiere que lo ingresen en el manicomio para lo que irán varios psiquiatras de la institución esa noche.
Evans recibe una llamada del alcaide con la noticia y le pide que den preferencia a la orden de indulto de Pardo, que le llegará al día siguiente.
Deben desmontar todo el operativo y regresar.
En prisión, los psiquiatras le dicen a Cody que le van a llevar a otro lugar donde podrán curar sus dolores de cabeza, llegando en ese momento Ryley, pidiendo él que antes le den algo de comer, permitiendo incluso que le quiten la camisa de fuerza para que pueda comer sin ayuda, momento que aprovecha Ryley para pasarle el arma con la que sorprende a todos, pudiendo huir con Ryley y con el psiquiatra.
Hace que este llame para que lleven a Herbert, a Pardo y a Parker.
Sorprende al policía que los lleva y mete a todos en la celda donde estaba él, excepto a los dos psiquiatras del manicomio, a los que pide que lleven la camisa de fuerza.
Pardo trata de decirle que no lo lograrán, pero no quiere escucharlo, mientras que Parker está asustado, diciéndole Cody que es su amigo y quiere que esté con él.
Hace que le pongan la camisa a Herbert, como si fuera él, yendo delante los psiquiatras y ellos escondidos, indicando Cody que si no lo consiguen lleva 6 balas, una para cada uno, aunque no tienen problemas para que les abran la puerta.
Camino del aeropuerto, Evans recibe una llamada en que le informan de la fuga y dan la vuelta, confiando en Hank.
Paran en casa de unos ancianos y Cody se pone el traje de uno de los psiquiatras, arrancando tras ello el teléfono por el que Pardo pensaba llamar.
Antes de subir al otro coche, Parker, se queja, en el maletero del anterior, del calor, diciendo Jarrett que le dará algo de aire, disparando varias veces contra el maletero.
En San Bernardino, Verna y Big Ed escuchan las últimas noticias sobre ellos, según las cuales asaltaron una gasolinera en Gallup, Nuevo México, lo que les hace presumir que se dirigen a California.
Big Ed coloca una campanilla en la puerta para no verse sorprendido, aunque Verna quiere irse de allí, pues asegura que Jarrett no es humano, y que, aunque le disparen seguirá avanzando, algo que Ed no cree que suceda, aunque ella vio que sus chicos también lo creen, pues se fueron a San Bernardino, diciendo Big Ed que saben que es algo personal entre Cody y él y que llega un momento en que un hombre debe dejar de correr y dar la cara o tendrá que vivir toda su vida escapando.
Pero Verna le dice que se irá adonde Cody no le pueda encontrar, diciéndole Big Ed que el mundo no es lo bastante grande, y más cuando se entere de lo que le hizo a su madre, recordando Verna que lo hizo por él, porque le iba a disparar, asegurando Ed que a Cody no le gustará saber que le dispararon por la espalda.
Por la noche se siente inquieta y se levanta dispuesta a huir a escondidas, aunque se topa con la campanilla que puso Ed en la puerta, por lo que decide escapar por la ventana, yendo a buscar el coche al granero, donde es sorprendida por Cody, que le recuerda que le dijo que volvería y que espera que le diga que se alegra de verle, aunque espera que se lo diga en voz baja para que no la escuchen.
Ella le dice, que, en efecto, se alegra de verle y que rezaba para que volviera, pues no podía soportarlo más y estaba huyendo de Big Ed, pues no le quedó más remedio que irse con él, que le dijo que si no lo hacía la mataría a ella y luego a él, aunque esperaba que regresara, pues le quiere, aunque él le recuerda que dejó que muriera su madre sin hacer nada por ayudarla y se quedó viendo cómo Big Ed la mataba.
Ella le miente diciendo que intentó avisarla, pero él la descubrió y le pegó y que luego la mató por la espalda.
Le explica luego que la casa está llena de trampas, y que ella le explicará cómo entrar.
Dentro, Big Ed coloca almohadas en su cama para simular que está durmiendo y espera con su revólver en la mano.
Cody y Verna se cuelan por la ventana y Cody hace sonar la campanilla para poner sobre aviso a Big Ed, que espera armado tras la puerta, viendo que quien entra es Verna, que, en efecto creía que dormía, contándole que fue ella quien hizo sonar la campana porque intentó salir, pero no pudo y decidió regresar.
Él la besa, aunque observa que sigue nerviosa, pidiéndole ella una copa para quitárselo de encima mientras entra Cody que así lo sorprende.
Big Ed trata de huir, pero Cody dispara a la puerta por la que salió, acabando con él, que cae por la escalera.
De nuevo con su equipo, reunidos en una casa rural, hablan de su siguiente golpe, el robo de unas nóminas por valor de 50.000 dólares, que había previsto Big Ed, habiendo comprado un camión de gasolina por 12.000 dólares para bloquear la puerta de la fábrica durante su huida.
No tiene en cuenta a Pardo, que opina que tendrán la numeración de todos los billetes.
Pardo aprovecha para interrogar a Cody sobre "El Comerciante", su contable, diciendo que desea saber si es de fiar, asegurándole Cody que lo es, pues les paga con billetes limpios, preguntándole tras ello dónde se deshace de la mercancía, explicándole que envía barcos a Europa y es listo, recordándole que nadie vio billetes del asalto al túnel.
Al ver el camión, Cody, que no entendía ese gasto, tiene una idea, utilizarlo como caballo de Troya.
Hasta la casa donde se ocultan, y mientras preparan el camión, llega un hombre vestido de pescador que dice desea llamar a su oficina, y, aunque los hombres de la banda le dicen que no tienen teléfono, Cody lo invita a entrar, saludándolo una vez dentro y preguntándole si le gustó su idea del camión, diciendo que le encantó, desplegando un plano de una planta de productos químicos, aunque no le dirá dónde está exactamente, hasta que lleguen, contándole que el día del robo depositarán 426.000 dólares en la caja fuerte.
Además, él pondrá al conductor del camión, un expresidiario amigo suyo.
Sabiendo que hay algo extraño en ese tipo y extrañándole que Cody no acabara con él de inmediato, Fallon decide entrar en la casa y le pregunta al tipo si suele pescar por allí, diciendo el hombre que va cada año para pescar róbalos, sacando entonces Pardo su arma y apuntándolo diciendo que es un farsante, pues en esas aguas se pescan truchas, viendo cómo ríe Cody, que se lo presenta como el Comerciante, diciéndole a este que reparte con Pardo al 50%, como lo hacía antes con su madre, presentándose el hombre como Daniel Winston y le explican a él también el plan.
Por la noche Pardo sale dispuesto a contactar con su gente, aunque lo sorprende uno de los hombres y se pelean, apareciendo Cody que dice que dio orden de que nadie saliera, diciendo Pardo que él tiene una razón para salir. Que quería ir a Los Angeles sin que nadie se diera cuenta, preguntando Cody qué tiene en Los Angeles, diciendo él que a su mujer, que no sabe dónde está y hace mucho que no la ve y es humano.
Cody le dice que está solo como él, aunque Pardo le señala a Verna, diciendo Cody que solo tenía a su madre, y que en ese momento él estaba paseando por ahí y hablando con ella, pues su madre siempre trató de animarlo y solía decirle que llegaría a la cima del mundo, y cuando se desanimaba ella volvía a animarlo.
Entran a tomar una copa y Cody le dice que pueden recoger a su mujer tras el golpe del día siguiente y harán un viaje los cuatro, brindando por la cima del mundo.
Se ofrece luego a arreglar la radio de Verna, pues, dice estar nervioso y no poder dormir.
Pero lo que hace es modificarla y colocarla al día siguiente bajo el camión.
Parten luego, algunos en el camión y otros en el coche que conduce Verna, debiendo parar los primeros en una gasolinera porque sale humo del radiador, yendo Pardo al servicio, donde dejando escrito en el espejo un mensaje. "Atención policía, llamar a Evans del Tesoro. Señal de radio. Fallon.
Le dice luego al encargado de la gasolinera que debe limpiar el espejo del baño, que está muy sucio.
Cuando llegan al lugar del encuentro pactado con el Comerciante, este les indica el lugar del atraco, que está a tres horas.
Todos los miembros de la banda se ocultan en el depósito del camión, mientras que el Comerciante le presenta a Cody al conductor, que ve que es Bo Creel.
Finalmente el encargado de la gasolinera lee el mensaje y avisa a la policía, pidiendo Evans que consigan todos los coches con receptor y que dejen libres las emisoras.
Consiguen además captar la señal de radio, gracias a la cual determinan el lugar en que está el camión, observando que se dirigen hacia Long Beach, dejando en el complejo petrolífero pasar al camión, sin sospechar sus intenciones.
Una vez dentro, comienzan el atraco, consiguiendo Creel llegar al departamento de contabilidad, donde sorprende al vigilante y le golpea, dando paso a sus compañeros.
Mientras ellos tratan de abrir la caja llegan decenas de policías que van entrando en el complejo y tomando posiciones.
Dentro, de pronto, Creel repara en Fallon y le cuenta a Cody que es un policía federal.
Viéndose descubierto, Fallon empuña su arma y pide a los ladrones que no se muevan.
Cody ríe y dice que se tragó todo y lo trató como si fuera su hermano y le iba a dar el 50% del botín, mientras lo hace, entra uno de los hombres que se quedó fuera vigilando y sorprende a Fallon, dando cuenta además a Cody de que están rodeados de policías.
Tras comprobarlo, Cody decide llevarse a Fallon como escudo, seguro de que los policías no dispararán contra uno de los suyos, aunque Fallon lo harán igualmente.
Evans pide con un megáfono a Jarrett que se rindan y salgan con las manos en alto, aunque este les responde que tienen a Fallon y, si no quieren que acabe con él deben hacer lo que él les indique.
Entretanto los policías descubrieron también a Verna, que dice que ella logrará hacer salir a Jarrett si son buenos con ella.
Que dirá a Cody que le van a dejar escapar para que no lastime a su agente y a cambio de este, aunque ellos no aceptan el trato.
Le dicen a Jarrett que no tiene salida, ante lo que este responde con disparos, por lo que ordenan que lancen gases lacrimógenos, además de tirotear la dependencia.
Cody y sus hombres, agobiados por los gases deciden huir por la puerta trasera, aunque antes dispara a Fallon, que, pese a todo consigue escapar y llegar hasta Evans.
Pide de inmediato a este que envíe a un coche hasta el restaurante llamado Charlie cerca de Colton y que detengan a Daniel Winston, pues es el cerebro al que buscan.
Los primeros hombres de Jarrett en salir son abatidos de inmediato, por lo que él y los demás huyen en dirección contraria, entre las tuberías, desde donde disparan.
Alcanzado Bo Creel y a otro de sus hombres, solo quedan Jarrett y Ryley, que se dirigen hacia los tanques de gas, por lo que deben dar la voz de que no disparen si no tienen un blanco perfecto, pues volaría todo.
Buscan focos para iluminar la zona, mientras Cody decide subir a lo alto de uno de los depósitos de gas.
Ryley, sin embargo, consciente de que no tienen salida, decide entregarse, aunque cuando sale con los brazos en alto es Cody quien acaba con él.
Le indican que solo queda él y le piden que baje, a lo que se niega.
Hank, con un rifle con mira telescópica le dispara varias veces, viendo, que, pese a ello, Jarrett sigue en pie, para sorpresa de todos, que le escuchan reír, viendo cómo dispara contra el depósito varias veces, comenzando a salir fuego, ante lo que los policías se alejan mientras Jarrett, grita, "lo conseguí, Ma, la cima del mundo" tras lo que se genera una potentísima explosión, comentando Fallon que por fin llegó a la cima del mundo y estalló en sus narices.