Alas de mariposa
España (1991) *
Duración: 104 min.
Música: Bingen Mendizábal
Fotografía: Aitor Mantxola, Enric Daví
Guion: Juanma Bajo Ulloa, Eduardo Bajo Ulloa
Dirección: Juanma Bajo Ulloa
Intérpretes: Silvia Munt (Carmen), Tito Valverde (Gabriel), Susana García Díez (Ami), Laura Vaquero (Amy niña), Txema Blasco (Abuelo), Alberto Martín Aranaga (Gorka), Rafael Martín (Lucio), Olivia Sánchez (Olivia), Carmen Ruiz (Teacher).
Cuando Ami nació nadie esperaba una niña, tal vez por no decepcionar a su abuelo, el padre de Carmen en cuya familia sólo hubo mujeres.
Sólo a su padre, Gabriel parece no importarle y de hecho se siente orgulloso al ver lo imaginativa que es y lo bien que se le dan las manualidades para lo que aprovecha lo que su padre rescata de la basura. También se le da bien el dibujo, aunque no acierta a pintar las mariposas y lo logra recortando un pañuelo de su madre, lo que le cuesta una seria regañina.
Gabriel se siente cada día mas cansado e insatisfecho con su trabajo, pero no puede abandonarlo, y menos tras quedar Carmen nuevamente embarazada, renaciendo en ella la obsesión por un varón que tuvo su padre.
Desea un varón, y espera que en el futuro sea un apoyo para su padre, y ya, desde antes de nacer, Alejandro va ocupando un lugar de preferencia, sintiéndose Ami desatendida.
El abuelo muere sin conocer al varón que trae los celos a Ami y la fijación de Carmen por él, lo que le lleva a temer que Ami le haga algo.
Y esta, relegada absolutamente en el corazón de su madre, que no la hace caso alguno decide acabar con la vida del pequeño.
Pasan los años y el hogar está más triste que nunca. Carmen, medio loca apenas hace nada en la casa con la excusa de dolores de cabeza continuos, mientras que Gabriel sigue trabajando como basurero y Ami, que logró pintar una mariposa justamente el día en que nació su hermano, ahora se dedica a crear horribles insectos de alambre mientras sueña con marcharse de casa, para lo cual roba la leche cada día y la comida para así poder ahorrar algo.
Un pequeño punto de luz se abre en su vida con la aparición de Gorka, un compañero de su padre joven y bromista, aunque ese punto se apaga una noche en que Ami al ir a llevar la cena a su padre al trabajo es recibida por Gorka, que la acompaña durante la espera, mostrándose entonces como un hombre violento que acaba violándola para posteriormente golpear fuertemente a Gabriel en la cabeza para evitar la venganza de este.
A raíz de este hecho Gabriel queda totalmente inválido y casi como un vegetal. En ese momento Ami decide marcharse. Y es entonces cuando su madre, después de muchos años recurre a ella con un amor que ella tenía olvidado.
Carmen, que nunca olvidó a su hijo podrá revivir ahora el amor que sintió por este en el niño que va a tener Ami.