Te cuento la película

Abril

Aprile (1998) * Italia / Francia

Duración: 78 min.

Música: Ludovico Einaudi

Fotografía: Giuseppe Lanci

Guion y Dirección: Nanni Moretti

Intérpretes: Nanni Moretti (Nanni Moretti), Silvio Orlando (Silvio Orlando), Silvia Nono (Silvia Nono), Pietro Moretti (Pietro), Agata Apicella Moretti (Madre), Nuria Nono-Schönberg (Suegra), Silvia Bonuci (Silvia).

Un noticiario de RETE 4, cadena de Mediaset da la noticia de la victoria de Silvio Berlusconi en las elecciones de 1994, e indican que ganó una gran batalla ya que lo hizo contra buena parte de la prensa y contra algunos amigos que le aconsejaban que no se lanzara a hacerlo, comentando Nanni Moretti con su madre que no es lógico que, tras la derrota no hayan comparecido los miembros de PDS para hablar con dignidad.

Dice que la noche del 28 de marzo de 1994, cuando ganó la derecha, por primera vez en su vida se hizo un enorme canuto.

Un amigo francés se muestra sorprendido de que ganara las elecciones el dueño de tres cadenas televisivas, algo que dice en Francia no podría hacerse por las leyes antimonopolio y le pregunta cómo vive una democracia la llegada al gobierno de un partido fascista, y le anima a hacer un documental sobre Italia con sentido cívico, para que el país reflexione sobre su situación.

Como reacción, unos días más tarde, el 25 de abril, en el aniversario de la liberación de la ocupación nazi, hubo una gran manifestación en Milán y decidió filmarla, pero como no paró de llover, solo consiguió planos de paraguas.

Año y medio después

El gobierno de la derecha ha caído y él está comenzando a preparar una película musical, una historia de época, situada en los 50.

Habla con uno de los actores, Silvio Orlando, que recuerda que ya tuvo ese proyecto 9 años antes, y que conserva el vestuario e incluso dio clases de baile y renunció a una película de Luchetti para hacerla, asegurándole que retomará las lecciones de baile.

Silvia, su mujer, está embarazada y esperan que el hijo nazca a mediados de abril.

El primer día de rodaje

Los actores están preparados para que comience finalmente el rodaje del musical.

Pero a la hora de comer, no ha rodado ni una sola toma y comenta que no sabe si será capaz de rodar un musical, y pide a Angelo su asistente que diga a todos que la aplaza de nuevo.

Silvio se siente de nuevo mal, pues renunció a una gira de teatro de 7 meses y trata de hablar con Nanni, pero sus ayudantes se lo impiden.

Primavera de 1996. Nuevas elecciones.

Ya no piensa en el musical, sino en hacer un documental sobre las nuevas elecciones y sobre Italia, pues en el extranjero quieren saber qué está ocurriendo en Italia.

Se hace con todos los periódicos y revistas, pues dedicará un capítulo a la prensa.

Recorta y pega y ve que todos los diarios son iguales y se intercambian a los mismos periodistas, que escriben sobre diversas cosas para diferentes medios.

Recortando y pegando cubre todo el suelo de una habitación, como una inmensa sábana.

Estoy preparado. Estoy caso preparado.

Silvia pinta la habitación para su hijo para el que comienzan a buscar nombres.

Reúnen también a las dos futuras abuelas, mostrando Silvia mucho interés por las cosas que lleva su madre, y muy poco por el de las de la madre de Nanni.

Van al cine, buscando una película que piensen que pueda ser buena para su hijo, sintiéndose luego mal por haber elegido una película mala que puede afectar en el carácter de su hijo, al que deciden llamar Pietro.

Políticamente se siente mal al ver el debate electoral y que D'Alema no sabe reaccionar contra Berlusconi y sale con ganas de pelea para olvidarlo.

Va a ver a Luchetti que está rodando un anuncio. Se excusa diciendo que muchos grandes directores lo hacen, diciéndole Moretti que si se concentrara más podría hacer más películas, recordándole Luchetti que ha rodado más que él, notando Luchetti que ha ido a pelear.

Habla con los de su equipo sobre el documental, pero no se concentra y dice que no quiere provocar ni convencer al votante de derecha, ni adular al de izquierdas.

Van rodando los mítines los últimos días de la campaña.

Le piden que vaya a un acto y haga un breve discurso, aunque luego, mientras se arregla se pregunta a sí mismo por qué dijo que sí y se prepara pidiendo no solo que voten a la izquierda, sino que voten contra la derecha que tienen en Italia.

Recuerda que en 1988 escribió una carta al PCI contra los socialistas, pero no pudo mandarla porque en las autonomías eran aliados.

En la primavera de 1993 escribió otra carta cuando descubrió que el PCI había estado implicado en el mecanismo de la corrupción y pide que dejen el PSD a los jóvenes que no conocieron el estalinismo y su viejo modo de hacer política.

A principios de los 70 hubo otra carta a la izquierda extraparlamentaria y se quejaba de que la vieja izquierda tenía como modelo a Stalin y la nueva a Mao, modelos que no tiene por qué seguir su país.

Tenía, de hecho, un montón de cartas no enviadas que piensa que le volverán loco y acabará en el Hyde Park en Londres en la esquina donde cualquier loco se pone a hablar y que soltará su discurso y enviará las cartas que no envió.

Llega en efecto al Hyde Park con su escalera, como los demás parlanchines que hablan de cosas diversas de política, religión o cualquier otra cosa y suelta su discurso diciendo que para los italianos el modelo de izquierdas debe ser el de la Emilia Romaña, que tiene las mejores guarderías del mundo, los mejores servicios sociales, los mejores hospitales y saca sus cartas y las lee y se las pasa a los que se paran a escucharle.

Hoy no estoy muy en forma

Sigue con su documental a pocos días de las elecciones.

Están bajo la casa de Corrado Stajano, un periodista y escritor que fue senador por la izquierda los últimos dos años y que rechazó la candidatura para estas elecciones y que se va de Roma y está preparando la mudanza.

Le entrevista mientras prepara la mudanza, como una alegoría y le dice que su caso viene a demostrar que incluso en la izquierda triunfa la estrategia.

Lleva a su mujer al hospital y él va llamando a todos sus familiares y amigos muy nervioso, y deben retenerle para que no cuelgue un cartel reclamando la epidural para todas las mujeres.

No para de llamar, nervioso, y cuenta que no sale el bebé y que propusieron hacerle la cesárea, indicando que pedirá que le dejen entrar, aunque espera que le digan que no.

Pero no le sale bien, pues sí le dejan entrar.

Poco después llama de nuevo para decir que tanto Silvia como el bebé están bien y que él está muy satisfecho porque no se ha desmayado.

Corretea luego feliz por la orilla del río.

Recibe a su equipo en el hospital y habla con ellos, mientras llegan familiares y amigos a visitas a Silvia y a Pietro.

Es un despertar

El día de las elecciones hace sol, indicando un experto que el tiempo influye también en los votantes.

Van a grabar a la sede del PDS

Mientras le esperan para las entrevistas él está en el hospital grabando a Silvia y a Pietro, estando feliz porque ya le subió la leche.

Se siente feliz al ver que El Olivo saca tres puntos a la derecha.

La gente sale a festejarlo en sus coches y él en su moto es también feliz, por el resultado y por su hijo que pesó 4 kilos y 200 gramos.

Unos días después están desesperados de escuchar llorar al niño, pues les dijo la pediatra que le dejaran llorar si no le tocaba la toma, y ambos tuvieron la misma pesadilla de que el niño se caía en cámara lenta y no podían hacer nada, por lo que, finalmente no pueden soportarlo y entran en la habitación en vez de dejarlo llorar como les dijeron.

Tienes que manifestarte

Le explican cómo debe comportarse y que actúe con tranquilidad con el niño, pues, aunque parezca que no se dan cuenta, sí lo notan, y debe manifestarse siendo una figura afectiva y protectora y enseñarle a comportarse y ser sociable.

Pero le es imposible mantener la calma cuando lo ve llorando, tratando de calmarlo diciéndole que le comprará una moto en cuanto cumpla 14 años.

Ahora todo es el niño y lo graba mientras lo bañan, o pone música y canta mientras le coge en brazos.

¿Cómo me daba de mamar?

Va al parque Nemorense, el de su infancia y piensa en sus tomas de leche, no entendiendo cómo podía su madre ir a dar clase al colegio y a la vez darle de mamar, pues no había permiso de maternidad entonces.

Si mamaba como Pietro, 6 o 7 veces al día, cómo podía compatibilizarlo con el trabajo.

La madre le dice que él comía cinco veces al día, tal como indicaba el pediatra, y, a veces, cuando volvía del colegio lo encontraba llorando por el hambre.

Nosotros, pueblo de Padania

Ve que quieren declarar la independencia de la región de Padania y él quiere ir a filmar.

Salen en barca al encuentro de Bossi, en dirección contraria a este y le graban, como también graban al día siguiente en Venecia la concentración de los independentistas, que salen también en barco a acompañan al líder.

Pero él no está durante la grabación, da las órdenes desde una barca con un walkie-talkie.

Cortes, recortes y portadas

Nanni lleva mucho tiempo guardando fotos y recortes solo porque le cabrean, muchas de L'Espresso sexualizadas, aunque ellos afirman que venden un 15% más gracias a ellas y tiene la casa llena de recortes, tanto el suelo como las paredes, haciendo todo ese trabajo mientras cuida del niño.

Acude con su equipo en la primavera del 97 a Brindisi y graban en la playa donde tres días antes murieron 89 albaneses que querían llegar a Italia, cuando una nave de la marina italiana perforó el casco de su barca y se hundió.

Pese a ello, esperan la llegada de otro barco albanés y se siente decepcionado de que no fuera ningún dirigente de izquierdas, lo que demuestra su ausencia, política y humana.

Entrevista a algunos albaneses y graba la llegada de otro enorme barco cargado de inmigrantes que tratan de lograr una vida mejor viajando hasta Italia.

Unos meses después de su viaje a Puglia no ha rodado nada más y el material rodado para su documental no está aún montado. No lo ha utilizado y está desconcertado.

Por su cumpleaños reúne a los amigos en su casa y juegan a un juego de mesa, diciéndole Renato, su amigo, que lleva mucho tiempo sin rodar, y le muestra, en un metro lo poco que le queda para aprovechar la vida.

Decide que debe filmar lo que le guste, no las cosas feas y tira los recortes que acumuló durante tantos años solo porque le daban rabia y los lanza al aire desde su moto.

Dice también que buscará los lugares felices de su niñez, como el parque, la piscina donde aprendió a nadar o su escuela de primaria, pero no le inspiran nada poético.

Finalmente logra el coraje y se pone la capa de invierno que nunca se había atrevido a vestir y circula en la moto con ella al aire y corre luego con un megáfono gritando: motor.

Graba finalmente el musical del pastelero en la Italia de los 50.

Calificación: 2