Lo que piensan las mujeres
That Uncertain Feeling (1941) * USA
También conocida como:
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"¿Qué sabes tú de amor?" (Hispanoamérica)
Duración: 84 min.
Música: Werner R. Heymann
Fotografía: George Barnes
Guion: Donald Ogden Stewart, Walter Reisch (Obra.: Victorien Sardou, Emile DeNajac)
Dirección: Ernst Lubitsch
Intérpretes: Merle Oberon (Jill Baker), Melvyn Douglas (Larry Baker), Burgess Meredith (Alexander Sebastian), Alan Mowbray (Doctor Vengard), Olive Blakeney (Margie Stallings), Harry Davenport (Jones), Sig Ruman (Señor Kafka), Eve Arden (Sally Aikens).
Aquejada de insomnio y de ataques de hipo, Jill Baker acude, por consejo de sus amigas, a un psicoanalista que le hará ver que, pese a parecer feliz tras seis años de matrimonio, esconde cierta frustración debido a la falta de atención de su marido Larry, un próspero agente de seguros, que solo se afeita si tienen invitados y que duerme fácilmente mientras ella padece insomnio, irritándole además el cariñoso gesto de él, el "kick", cuando le da con un dedo.
Un día coincide en la sala de espera del doctor Vengard con Alexander Sebastian, un pianista que la irrita por su desagradable carácter, ya que desprecia todo, pero con el que acaba entablando conversación sobre arte, yendo a visitar con él una galería donde se exhiben cuadros abstractos, uno de los cuales lo representa a él.
Y se siente tan a gusto que lo invita a cenar una noche en que tienen invitados a unos comerciantes húngaros a los que Larry pretende hacer unos seguros, no contando con que Sebastian sabe hablar húngaro, lo que hace que todos los invitados acaben hablando en ese idioma, debiendo soportar además el que Sebastian "acceda" a tocar una sonata, provocando que se marchen todos menos Jill.
Y un día, al regresar a su casa encuentra a Jill tocando el piano y afirmando que, desde que toca y se dedica a visitar museos duerme de un tirón y no tiene ataques de hipo.
Y cuando un día trata de dar una sorpresa a su mujer y es él el sorprendido al comprobar que ella lo confunde con Sebastian, por lo que, decide cambiar su estrategia.
Primero trata de ver si él está enamorado, lo que este le confirma pese a negarse a pelear con él para no dañar sus manos, recibiendo un puñetazo.
Tras ello Larry decide dejarles vía libre yéndose a vivir a un hotel, no sin antes explicarle a Sebastian el truco para hacer sonreír a su mujer: el "keek".
Se reunirán ante el abogado para acordar los términos del divorcio, optando Larry por cederle a ella todos sus bienes. Deberán probar la existencia de adulterio y Larry propone hacerse pasar él por adúltero, diciéndole a Jill que buscará a una mujer que no la haga quedar mal, aunque Jill reacciona negándose a aparecer como engañada.
Y cuando él ya canta victoria regresa ella dispuesta a reconocer su adulterio, aunque finalmente optan por alegar violencia, para lo cual Larry debe darle una bofetada delante de Sally Aikens, la secretaria, si bien Larry deberá emborracharse para hacerlo.
La visita de su amiga Margie muestra que la vida no es tan admirable como Jill trata de hacerles ver, pues estar todo el día oyendo tocar es irritante tanto para ella como para los sirvientes, que, menos uno sordo, se despiden. Y además se muestra celosa cuando Margie le cuenta que vio a Larry en un club con otra mujer, volviéndole el hipo por lo que decide visitar a Larry con la excusa de llevarle unas fotos, pensando al ver un bolso, y por la actitud de él, que tiene una mujer escondida en la habitación.
Y cuando le pide que la invite a cenar. Él dice que será difícil convencer a "Sally", la dueña del bolso y simula discutir con ella en el dormitorio sin enterarse de que entretanto llegó Sally Egans, la propietaria del bolso, y secretaria a buscarlo.
Y al despedirse y darle la mano él no puede evitar besarla.
Cuando Sebastian regresa a su casa esa noche se pone a tocar el piano, momento en que Larry sale de su habitación en pijama y le pide que no toque tan fuerte.
El ególatra Sebastian recogerá entonces sus numerosos retratos y se irá.