Indiana Jones y el Dial del Destino
Indiana Jones and the Dial of Destiny (2023) * USA
Duración: 154 Min.
Música: John Williams
Fotografía: Phedon Papamichael
Guion: David Koepp, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, James Mangold
Dirección: James Mangold
Intérpretes: Harrison Ford (Henry Jones / "Indiana" "Indy"), Phoebe Waller-Bridge (Helena Shaw / "Wombat"), Mads Mikkelsen (Jürgen Voller / "Dr. Schmidt"), Ethann Isidore (Teddy Kumar), Antonio Banderas (Renaldo), Toby Jones (Basil Shaw), John Rhys-Davies (Sallah), Boyd Holbrook (Klaber), Karen Allen (Marion Ravenwood), Shaunette Renée Wilson (Agente Mason).
1944. Los nazis capturan a un americano que se hacía pasar por oficial en un castillo de los Alpes franceses, y cuando descubren su cabeza es el joven Indiana Jones.
Lo interrogan y le preguntan por qué fue allí, diciendo él, mirando alrededor que tienen muchas cosas bonitas que no son suyas, el botín de guerra, y les recuerda que Berlín está en ruinas y que ya han perdido la guerra.
Mientras se lo llevan para interrogarlo llega Jürgen Voller, un astrofísico alemán que informa al coronel al mando de que lo encontraron, mostrando una caja que, dice, contiene la lanza de Longinos, el trofeo que espera el Führer, por lo que ordena llevarlo al tren que va a Berlín, ordenando que busquen a los cómplices del espía por el bosque.
Preparan a Indiana para su ahorcamiento, diciéndoles a sus verdugos que sus jefes les han abandonado y que todo es porque los alemanes siguieron, como si fueran ratones, al flautista Adolf.
Le cuelgan, aunque durante su cháchara Indiana consiguió soltar sus manos, viendo mientras trata de salvarse, cómo un obús impacta justo delante de él, sobre una alfombra que cede, cayendo hacia los pisos inferiores, explotando al llegar abajo, muriendo todos menos él, que resiste hasta que la gárgola de que colgaba se rompe, utilizando la soga para huir como si fuera Tarzán.
En la estación, se preparan para partir hacia Berlín, llevando a un hombre que detuvieron en el bosque y que dicen estaba con el americano, pues llevaba su bolsa.
Entretanto Indiana se hace con un auto alemán, aunque entran tras él varios oficiales, que lo creen su chófer, por lo que debe llevarlos, avanzando en paralelo al tren, hasta que, de pronto un giro inesperado y empieza a ser perseguido por los motoristas que les escoltaban, consiguiendo librarse de los primeros, para luego, lanzarse en marcha sobre la otra moto, y logrando liberarse también de ellos hasta llegar al tren.
En este interrogan al hombre que detuvieron en el bosque y que asegura ser ornitólogo, aunque lleva la bolsa con el látigo y el sombrero del americano, confesando que se llama Basil Show y que es profesor en Oxford y arqueólogo e indica, tras ver que tienen el cuaderno de Indiana, con la lanza dibujada, que les dijeron que encontrarían en la fortaleza la lanza de Longinos y la buscaban, pero no por su poder, pues no lo tiene. Ellos solo pretendían preservar la historia.
Entretanto, Indiana llega al vagón lleno con las antigüedades saqueadas, siendo tomado por un oficial alemán los que la custodian al ver su uniforme.
El interrogatorio de Shaw se ve interrumpido por la llegada de Voller, que informa al coronel que la lanza es falsa, pues la hoja es de una aleación y no tiene más de 50 años.
Justo en ese momento Indiana llega a la misma conclusión tras llevársela, burlando a los guardias, pero observa que el resto de antigüedades no son falsos.
Al enterarse de la falsedad de la lanza, el coronel asegura que están muertos, aunque Voller les dice que tienen otro tesoro con auténtico poder, la Anticitera, con un poder que no es sobrenatural, sino matemático y que, quien lo controle, será Dios.
Indiana debe huir, mientras un soldado informa que hay un saboteador a bordo y que se llevó la lanza de Hitler, saliendo todos a buscarlo, olvidándose de Shaw, llegando poco después Indiana hasta allí, y, tras dar un puñetazo a Voller, libera a Shaw, que quita al alemán la Anticitera.
Huyen hacia los vagones delanteros, perseguidos por decenas de soldados, llegando hasta una ametralladora que dispara contra los aviones aliados, que acaban con el que la manejaba, pero no con el arma, que sigue disparando indiscriminadamente, ahora contra los propios nazis.
Weber, el coronel nazi los intercepta y se pelea con Indiana, que consigue lanzar su pistola hacia Shaw, que acaba con el militar evitando que mate a Jones.
Pero llega entonces Voller, también armado, que les exige la Anticitera, viéndose obligado a entregársela. Aunque un obstáculo lo hace caer del tren.
Poco después Indiana y Basil se lanzan al agua desde un puente, justo antes de que los aliados consigan a hacerlo descarrilar.
Basil se lamenta de tener que regresar con las manos vacías, mostrándole Indiana que no es así, pues sigue manteniendo la Anticitera en su poder.
25 años después, en 1969, Indiana, ya casi un anciano se despierta en su piso debido a la música muy alta de su vecino, un joven, al que recuerda que acordaron que no molestaría en días laborables, diciendo el joven que no lo es, pues es el día de la luna, pues los astronautas del Apolo XI consiguieron regresar tras su exitosa misión.
Él lee, mientras desayuna, el acuerdo de separación con Marion antes de salir hacia el Hunter College, donde es profesor.
Habla a sus alumnos de Siracusa, aunque solo una alumna sabe que allí vivió Arquímedes, e incluso conoce la Anticitera, conocida como el Dial de Arquímedes.
Terminada la clase, ve que el resto de profesores le preparó una fiesta sorpresa para celebrar su jubilación, entregándole un reloj como muestra de gratitud.
Cuando sale, regala el reloj a un mendigo, sin saber que le sigue la alumna que antes estaba en clase, seguida a su vez por otra mujer.
Esta se dirige a él en el bar donde toma una copa, diciéndole que es Helena Shaw, a la que llama Wombat, diciendo él que está celebrando su jubilación.
Entretanto, en un hotel cercano, llevan comida para el señor Schmidt, que no es otro que Voller, informando al camarero que está sirviendo al hombre que envió a los astronautas a los que homenajean, a la luna, pues fue quien fabricó los cohetes.
Schmidt pregunta al camarero si sirvió a su país, diciendo, que en efecto luchó en la guerra, preguntándole el alemán si disfruta ahora de su victoria, viendo de qué trabaja, asegurando que no ganaron la guerra, que Hitler la perdió.
Los guardaespaldas le informan entonces que localizaron a Shaw.
Helena le cuenta que acaba de licenciarse en Arqueología y está con el doctorado que está haciendo sobre el Dial de Arquímedes aprovechando que su padre tenía diarios y muchas notas sobre el tema y que lo siguió obsesionando y le contó que lo encontraron y lo perdieron en un río de los Alpes franceses.
Él le aclara que solo encontraron una de las dos mitades, pues en su momento Arquímedes lo desmontó en dos partes y se lo ocultó a los romanos durante el ataque de estos a Siracusa.
Ella, que ya estudió el recorrido del tren nazi en el 44, le propone ir a buscarlo, pues para ella sería un triunfo, y para él también, preguntándole por qué quiere buscar lo que volvió loco a su padre.
La mujer que siguió a Helena, la agente Mason informa a los guardaespaldas de dónde está la muchacha, y de que está con Henry Jones, yendo los hombres a buscarlo.
Entretanto, Indiana lleva a Helena al archivo de la facultad
Allí busca algo y le cuenta que Basil, su padre, se obsesionó con una teoría de los alemanes, que pensaban que los movimientos de la Luna y los planetas no eran perfectos y había irregularidades que podrían explicar las fluctuaciones en las temperaturas y en las mareas e incluso en las tormentas, por lo que creó un aparato para predecirlas, encontrando al hacerlo, y por casualidad, un método para predecir perturbaciones mayores como grietas temporales, mostrándole que tiene allí el Dial.
Entretanto los agentes de Voller llegan al Hunter College, donde son sorprendidos por una secretaria, a la que disparan, haciendo lo mismo luego con otro profesor.
Ajeno a ellos, por el silenciador, Jones explica a Helena que su padre le envió tantas cartas sobre el asunto que dejó de leerlas, tras lo que le pregunta si no recuerda la última vez que estuvo en su casa, diciendo que entonces se llevó eso de allí, porque su padre estaba convencido de que era real y peligroso y temía que alguien localizara el Grafikos, una tablilla con instrucciones para hallar el resto del Dial.
Ella le dice al ver que lo guardaba allí que sabía que no lo destruiría, preguntándole cómo sabía que él le pidió que lo destruyera, llegando a la conclusión de que sí recuerda aquella noche, aunque tenía solo 12 años, por lo que le pregunta qué trama.
Pero en ese momento llegan Klaber y otros agentes de Voller, aprovechando Helena el momento de confusión para hacerse con la pieza y huir, dejándolos encerrados en la biblioteca, incluido Indiana, que hace caer las estanterías sobre ellos, pudiendo salir, viendo, al hacerlo a sus compañeros asesinados.
Helena huye por la azotea, perseguida por Klaber y sus hombres, mientras por las calles tiene lugar el desfile de los astronautas.
Jones llama a la policía, aunque es sorprendido por los alemanes, que se lo llevan, no pudiendo hacer lo mismo con Helena, que ven que logró huir.
En el furgón donde se lo llevan, Indiana les cuenta que Helena es su ahijada y hacia 18 años que no la vía y le preguntan si quedaron para darle el Dial, diciendo él que es solo un trasto viejo.
El furgón debe detenerse debido al desfile, y una manifestación paralela, por lo que deben bajar y seguir andando, poniéndose Jones a gritar mientras cruzan la manifestación como si fuese un manifestante más en contra de la guerra, consiguiendo liberarse de sus captores, corriendo a avisar a un policía a caballo que no le escucha, por lo que decide huir en el caballo del policía, mientras Klaber lo persigue en una moto, y otro de los alemanes en un auto del desfile, que perturban con su presencia, colándose con el caballo en el metro, siguiéndolo Klaber con su moto, por lo que huye por el túnel, logrando esquivar un metro en el último momento, y otro que le perseguía, al subir al andén, colándose en ese mismo metro justo antes de que se cierren las puertas.
Schmidt / Voller concede una entrevista antes de viajar para ver al presidente, a unos periodistas, a los que dice que ya conquistaron el espacio y busca otra frontera.
Recibe una llamada entonces de la agente Mason que le cuenta el fracaso de sus matones, aunque le advierte, como representante del gobierno americano, que coopere y vaya a ver al presidente.
Le llevan los expedientes de Jones y al ver su fotografía Schmidt pide que reserven un vuelo hacia Marruecos.
En televisión informan de los asesinatos de la universidad e indican que se busca a Jones como investigado, del que cuentan que perdió a su hijo hace poco.
A este lo recoge un taxista su amigo, el egipcio, Sallah, que lo lleva a su casa.
Este le cuenta que a Helena la arrestaron el año anterior en Tánger por subastar artículos de contrabando, y que pagó su fianza Aziz Rahim, hijo de un mafioso marroquí, el Gran Rahim, dueño del hotel Atlantique de Tánger, que celebra esa semana una subasta de piezas robadas.
Indiana le dice que necesita que le lleve al aeropuerto, pese a que si huye la policía le considerará culpable, diciendo él que lo hacen de todos modos.
Sallah lo lleva, en efecto al aeropuerto, tras buscar sus cosas, incluido su sobrero, y le dice que podría acompañarle, pues añora el desierto y el mar y las aventuras, aunque él dice que no es una aventura, y que esos días ya pasaron.
Sube al avión y revisa algunos documentos mientras recuerda a Basil, encerrado en su cuarto y dispuesto a destruir el Dial, con el que Arquímedes podía predecir grietas temporales, diciéndole entonces Jones que no puede demostrarlo, y si no puede demostrarlo no es ciencia, pidiéndole el artefacto, que Basil le ruega que lo destruya.
Una vez en Tánger, se dirige al Atlantique, donde enseguida descubre que está Helena subastando el Dial.
Impidiendo la entrada a extraños, hay un joven, Teddy, al que un piloto entrena como si pilotara un avión.
La puja sube hasta 50.000 cuando llega Indiana, subiendo enseguida a 85, ofreciendo Indiana 90 diciendo que se acabó la subasta, diciéndole Helena que eso le viene grande y que los policías no harán nada, pues lo sobornó, pero a él lo buscan por asesinato.
Él dice que ella sabe que no mató a nadie, y los que lo hicieron, buscaban eso.
Llegan en ese momento Schmidt y sus hombres y dice que la pieza es suya, preguntándolo Jones, al verlo, si sigue siendo nazi, diciendo él que es el profesor Schmidt, de la universidad de Alabama.
Siguen pujando hasta 150, pero Schmidt dice que esa reliquia le pertenece, diciendo Jones que no es suya, pues la robó, recordando Schmidt que luego él se la robó, diciendo Helena que ella se la robó a Jones, y eso se llama capitalismo.
Schmidt le dice a Jones que debió quedarse en Nueva York, y este le dice que él debió quedarse fuera de Polonia.
Llegado el final de la subasta, todos tratan de hacerse con el Dial, que coge un tipo armado, al que se lo quita uno de los hombres de Schmidt, acabando en manos de Jones, que se maneja con el látigo, aunque todos los demás tienen pistolas y le disparan, teniendo que tirarse al suelo para esquivarlos.
Entonces se hace Helena con el Dial y se lo entrega a Teddy, al que detienen, haciéndose finalmente Voller con él, que se marcha en su coche.
Jones y Shaw bajan, pero fuera les espera un ejército de policías, que se retiran cuando aparece Aziz Rahim, aun en pijama y que lleva una cimitarra, que dice que le dio su padre para que vuelva a casa con la cabeza de ella.
Helena le cuenta a Jones que le debe su fianza y la promesa de un futuro próspero, reconociendo que también vendió su anillo de compromiso.
Huyen juntos tras ello por las estrechas callejuelas de la ciudad, perseguidos por las balas mientras ella le dice a Indiana que por su culpa está muerta, diciéndole este que no fue él quien se prometió con un mafioso.
Se ocultan de sus perseguidores en un mercado, donde aparece Teddy con un tuk-tuk, que Jones conduce con habilidad tratando de escapar de sus perseguidores mientras trata de dar alcance a Voller antes de su llegada al aeropuerto.
Bajan por unas largas escaleras hasta chocar, subiendo Helena y Teddy en otro tuk-tuk, aunque Indiana consigue arrancar el suyo y seguir con su persecución, consiguiendo incluso adelantar a Helena y luego subirse con ellos, contándole Teddy que además de las deudas con Rahim tiene deudas de juego.
Consiguen alcanzar al coche de Voller y Helena se lanza sobre él, aunque la llegada de Rahim le impide recuperar el Dial, debiendo huir ahora de Rahim, cuyo coche queda atascado en una callejuela demasiado estrecha.
Los soldados retienen a Schmidt y sus hombres por orden de la agente Mason, que le dice que suspendieron todo debido a los asesinatos cometidos por sus hombres, y, tras plantar al presidente y provocar incidentes en Marruecos.
Él le indica que ahora tienen la mitad del Dial, diciéndoles Mason que solo le permitieron buscarlo para complacerle, pero que no les importa nada, diciendo él que les importará cuando descubran de lo que es capaz.
Ella les informa que aterrizarán en España, diciendo él que no desea regresar a Alabama. Que quiere que les consigan una nave que vaya por el Mediterráneo, aunque al ver que no están dispuestos a seguir con su misión, los hombres de Voller se hacen con el mando del avión y acaban con Mason, a la que, antes de que muera él le dice que se llama Jürgen Voller y no Schmidt.
En tierra, Indiana está enfadado, pues les robaron la mitad del Dial y además tienen los cuadernos de su padre, diciendo ella que tiene una copia en su cabeza, y eran 7 tomos. Se quedó con las más importantes, como la ubicación del Grafikos, que dice que su padre conocía, pese a que Indiana dice que nadie lo sabía.
Cuenta que el Grafikos contiene un código en Polibio, diciendo Indiana que entonces lo necesitará a él para descifrarlo, diciendo ella lo domina, pues su padre se lo enseñó.
Indiana arregla el agujero del motor del tuk-tuk con un chicle y van a la estación para viajar a Casablanca y de allí al Egeo, pues está convencido de que Arquímedes lo escondió allí, diciendo ella que el Egeo es enorme y no tiene las coordenadas, diciendo él que ella no tiene un barco y él conoce a un buzo en Grecia que tiene un barco con el que podrán llegar antes que ellos.
Desde Casablanca vuelan a Atenas, y allí busca a Renaldo, del que Indiana dice es el mejor hombre rana de España, pese a que tiene una pata de palo.
Helena le cuenta que su padre dio con un pescador que hubo un barco romano con muchos soldados que se partió en el mar, en un lugar donde al que no llegan los pescadores y concluye que tenían el Grafikos, porque buscaban la otra parte del Dial.
Indiana le pregunta si vio fechas en los cuadernos de su padre y le muestra las que le escribió a él, como el 20/08/1969, dentro de tres días, y la misma fecha, pero del año 1939, dos semanas antes de que Hitler invadiera Polonia.
Ella le pregunta si ahora cree que el Dial tiene poderes mágicos, diciendo él que ha visto cosas que no puede explicar, aunque no cree en la magia.
Le pregunta qué haría si pudiera viajar al pasado, si presenciar la guerra de Troya o ir a ver a Cleopatra, respondiéndole él que impediría que su hijo se alistara, pues lo hizo para enfadarlo, y le diría que iba a morir y que su madre no encontraría alivio para su pena y que su padre sería incapaz de consolarla y que su muerte acabaría con su matrimonio, observando Helena que aún lleva la alianza.
Llegan al lugar donde esperan encontrar el Grafikos, vistiéndose de buzos, indicando Renny que solo disponen de tres minutos en el fondo.
Se lanzan cuatro buzos y comienzan a buscar, debiendo bajar a mucha profundidad mientras arriba vigilan las cuerdas que los sujetan, encontrando los restos del barco romano, y en él los restos de cadáveres, teniendo uno de ellos sujeta una caja que le arrancan, empezando a ser atacados por decenas de anguilas, que espantan a Jones debido a su parecido con las serpientes.
Antes de subir ven cómo se acerca un barco al suyo, viendo desde debajo cómo sus ocupantes pasan al suyo, esperándolos arriba a punta de arma, y arrancándoles la caja.
Voller le dice a Jones que ahora va por libre y que él le dio el Dial y ahora el Grafikos, tras lo que abren el cofre donde se guardaba, viendo que el código, es, en efecto Polibio, que Schmidt desconoce, por lo que se lo entrega a Jones, que dice que no lo leerá, viendo cómo dispara al capitán del barco, que pese a todo le dice que no diga nada antes de morir.
Helena dice que les ayudará ella, pues el sacrificio no es lo suyo y le pide 100.000 dólares por descifrarlo y ayudarles a encontrar la otra mitad, y, aunque Indy le dice que no va a pagarle, Voller pone en sus manos un montón de diamantes.
Lee el código, y concluyen que la otra parte del Dial está con Arquímedes en su tumba, que piensan que debe estar en Alejandría.
Mientras hablan, Indiana ve que, pese a haberles ayudado, ella tiente un cartucho de dinamita, que él le ayuda a encender.
Lo lanzan y escapan con el Grafikos en el barco de los asaltantes, a toda velocidad, diciendo ella que les dijo todo, pero que no se lo puso tan fácil, pues la tumba no está en Alejandría.
Viendo que la el Grafikos pesa mucho, Indy echa alcohol sobre la madera y le prende fuego, viendo que deja al descubierto una placa de oro macizo del Nilo, pensando Helena de inmediato en venderlo.
Con esa pista concluyen que la tumba está en la Cueva de Dionisio, en Sicilia, observando Voller con los prismáticos que se dirigen hacia el Oeste, no hacia el este.
En Sicilia esperan a la noche para que las cuevas se vacíen, quejándose Teddy de que ahora hacen lo que manda Indiana, diciéndole ella que hacen todo por interés, como antes, aunque el niño dice que él no les dejará vender nada.
Teddy va a comprarse un helado tras robar para ello a un niño rico, topándose mientras lo como con los hombres de Voller, que lo retienen, viendo Indiana cómo se lo llevan en una furgoneta colina arriba.
Él y Helena roban un pequeño Fiat que estaba adornando para una boda, llegando a la colina antes que sus enemigos y se internan en la cueva de la Oreja de Dionisio.
Buscan el lugar donde el eco es mayor, donde hay un frontón griego. Una antigua entrada, viendo que sobre ella hay una media luna como la del Grafikos y trepan, asustándose ambos al pasar por una zona llena de alacranes, para llegar a otra cámara con un olor terrible a metano y donde llegaron otros investigadores antes, que no pudieron salir, aunque Indiana recuerda que a Arquímedes le gustaba la teoría del desplazamiento de fluidos y lanza varias piedras logrando que se abra un boquete por el que caen ellos mismos.
Entretanto Teddy trata de escabullirse, pero le alcanzan de nuevo y le esposan, aunque consigue robar la llave, y luego, en un puente de madera hace caer al gigantón que le retiene, y, una vez en el agua ata las esposas de este a una verja de hierro, no dejando escapatoria al hombre, que morirá ahogado, y, aunque él no sabe nadar, sigue el consejo del capitán español que le dijo que se trataba solo de estirar y tirar.
Indiana y Helena llegan hasta una sala donde ven la tumba de Arquímedes, observando que tiene en la parte del estómago, la segunda parte del Dial.
Les sorprende ver una figura de un Fénix con hélices, y ven que el esqueleto lleva puesto un reloj de pulsera, pese a que el reloj no se inventó hasta 1.000 años más tarde, concluyendo que Arquímedes usó el Dial y que funcionó.
Llega entonces Voller, que apunta con su arma a Helena, diciéndole a Jones que ya perdió a su hijo y su esposa se separó y le pregunta si quiere perder también a su ahijada, viéndose obligado a entregarle la segunda pieza del Dial.
Mientras se dispone a ensamblarlas, Helena ve a Teddy escondido, y, mientras el mecanismo se pone en marcha, Teddy se lanza sobre uno de los hombres, sorprendiéndolos, aprovechando Helena para golpear a otro de los hombres, pasándole a Indiana, Teddy, el arma del hombre sobre el que se lanzó.
Se entabla un tiroteo, pidiéndole Indiana a Helena que saque de allí a Teddy, viendo esta cómo una bala alcanza al propio Indiana, que insiste en pedirles que se vayan, aunque ella no quiere, pidiéndole Teddy que la acompañe.
Voller lleva a Indiana con ellos, mientras Helena y Teddy salen por otra puerta, aunque una vez fuera ven que les pincharon las ruedas del coche, por lo que roban una moto.
Mientras se llevan a Indiana, hace girar el Dial, señalando que el primer hemisferio fija el destino y el segundo calcula la ubicación de la fisura en coordenadas alejandrinas, pidiendo que se las traduzcan a longitud y latitud y se lo transmita a los pilotos.
Indiana le pregunta a Voller a quién matará para ganar la guerra, si a Churchill o a Eisenhower, diciendo que llegarán a Sicilia el 20/08/1939 y desde allí irán a Múnich donde Hitler espera su informe sobre su cohete V-1, preguntándole qué clase de nazi mata a su Führer, diciendo Voller que el que cree en la victoria, pues presenció los errores de aquel y piensa corregirlos.
Vestidos ya con sus uniformes nazis, suben al avión que les llevará a Sicilia, llegando también al aeropuerto Teddy y Helena que le pregunta al chico si sabrá pilotar un Nord.
El avión grande se dispone a partir cuando Teddy se cuela en el pequeño y le hace el puente, corriendo Helena en su moto hasta el aparato de los alemanes, colocándose debajo y logrando agarrarse al tren de aterrizaje antes de que este se recoja.
Teddy los sigue con el otro aparato.
En el avión de Voller, Jones le dice a este antes de entrar en la brecha temporal, que Arquímedes desconocía la deriva continental y ahora tienen puntos de referencia que llevan 2.000 años moviéndose, aunque cuando Voller se da cuenta de que tiene razón y pide que den la vuelta, es demasiado tarde y se ven arrastrados por la fuerza de la brecha, mientras Helena sale de la parte baja, para ver cómo el avión entra en ella.
Les sigue Teddy, que no se dio cuenta hasta ese momento de que el piloto de su avión iba durmiendo en la parte trasera, y se ve también arrastrado, perdiendo ambos el control de sus aparatos, viendo, cuando logran estabilizarse, que es Sicilia, aunque ven que en el mar hay varios barcos, que observan que son trirremes romanos.
El avión es alcanzado por una de sus lanzas y Klaber comienza a disparar, diciéndoles Jones que abajo se piensan que son un monstruo.
Entretanto, Arquímedes ve el avión mientras le avisan de la llegada de los romanos.
Comprenden que están en Siracusa en el 214 a.C. en el asedio romano a la ciudad.
Los romanes toman a los aviones por dragones y lanzan sus armas sobre ellos, alcanzando a uno de sus hombres.
Voller ordena regresar antes de que se cierre el agujero temporal, aunque le advierten que el avión no aguantará, siendo además alcanzado uno de los pilotos.
Helena entra y abre la escotilla haciendo que caigan varios de los nazis, aunque uno de ellos se aferra a ella, que pende sobre el vacío, logrando salvarla Indiana al acabar con el hombre que la sujetaba de un disparo.
Indiana se coloca un paracaídas, pero les sorprende Voller y se lo pide, acabando Helena con él, tras lo que Indiana la coge en brazos y se lanza con ella, viendo desde su paracaídas cómo el avión acaba estrellándose.
Teddy pide al piloto del otro avión que baje para recoger a sus amigos.
Arquímedes llega en su caballo hasta el avión estrellado y ve a Voller, del que le llama la atención el reloj, que le coge, viendo su ayudante que tienen el Dial.
Indiana se muestra fascinado al poder ser testigo de la historia y le entrega a Helena un papel y le pide que invierta esos números para regresar a su casa, diciendo que él se queda, pues estudió eso toda su vida, aunque ella le dice que morirá si se queda.
Un romano se acerca a ellos y está a punto de acabar con ellos, aunque muere a manos de uno de los ayudantes de Arquímedes, que les pregunta si vienen de muy lejos, diciéndole Indiana, en griego, que vienen de dentro de 2.000 años y no esperaba conocer al gran Arquímedes, diciéndole este que estaba destinado a ir a conocerle.
Helena le dice que el Dial está trucado y solo podía llevarlos allí, diciendo Indiana que lo hizo para conseguir ayuda, habiendo conseguido ahuyentar a la flota romana.
Helena le insiste a Indiana en que la grieta se está cerrando y deben marcharse, aunque
Indiana le dice a Arquímedes que quiere quedarse con él, aunque Helena pide al sabio que no le permita hacerlo, pues su amigo debe regresar a su época, donde hay medicinas y podrá seguir con su labor, volviendo Indiana a pedirle que suba al avión, asegurándole a ella que estará bien.
Ella le da un puñetazo y lo deja sin sentido.
Despierta en su cama de Nueva York, con el Dial sobre su mesa y un trozo de lanza romana. Lleva el hombro vendado por la herida de la clavícula, estando con él Helena cuando despierta, diciéndole a ella que debió dejarlo allí, diciendo ella que no podía hacerlo, porque habría cambiado el curso de la historia y su sitio está allí, preguntando él con quién, ante lo que ella le sonríe.
Ve entonces cómo se abre la puerta y aparece Marion con Teddy, que llegan con la compra. Y le dice luego que alguien le dijo que había vuelto y le pregunta si fue así.
Llega también su amigo Sallah con sus hijos a los que cuenta algunas de sus aventuras.
Se van todos y los dejan solos y, cuando él dice que le duele todo, ella dice que sabe lo que es eso, preguntando él dónde no le duele, señalando ella el codo, que él besa, señalando luego su hombro, que él se acerca a besar también, para hacerlo finalmente en sus labios.
Mientras Sallah, sus hijos, Teddy y Helena van en la calle a buscar helados, en la terraza de Indiana cuelga el sombrero de este, y una mano lo arranca del tendedero.