Gente corriente
Ordinary People (1980) * USA
También conocida como:
-
"Gente como uno" (Hispanoamérica)
Duración: 123 min.
Música: Marvin Hamlisch
Fotografía: John Bailey
Guion: Alvin Sargent (Novela: Judith Guest)
Dirección: Robert Redford
Intérpretes: Donald Sutherland (Calvin Jarrett), Mary Tyler Moore (Beth Jarrett), Timothy Hutton (Conrad Jarrett), Judd Hirsch (Dr. Tyrone C. Berger), Elizabeth McGovern (Jeannine Pratt), M. Emmet Walsh (Entrenador Salan), Dinah Manoff (Karen Aldrich), Fredric Lehne (Lazenby).
Conrad Jarrett participa en el coro de Lake Forest, al norte de Chicago, donde vive.
Sus padres, Calvin y Beth van al teatro, aunque Calvin llega a dormirse.
Cuando llegan a casa ve luz en el cuarto de Conrad, que simula estudiar, preguntándole si llamará al médico, pues ya pasó un mes y debería seguir el plan, diciendo el muchacho que el plan es que lo llamaría si lo necesitaba.
Al día siguiente Beth le prepara tostadas francesas, sus favoritas, para desayunar, pero Conrad le dice que no tiene hambre, por lo que, sin insistir, ella las tira a la basura.
Su padre parece contento de que vaya a clase con sus amigos e incluso anima a su hijo a que invite a estos a su casa.
En clase, Conrad parece distraído y luego come solo en las gradas de las pistas deportivas.
Decide llamar finalmente al Doctor Berger, comentándole que se lo recomendó el doctor Crawford, del hospital de Hillsboro.
Conrad además entrena en el equipo de natación.
En su casa hablan de cosas triviales mientras cenan y luego, mientras duerme tiene pesadillas de un accidente de barco.
Acude a la consulta de Berger y le cuenta que estuvo cuatro meses en el hospital tras un intento de suicido, habiendo salido mes y medio antes.
Le cuenta que utilizó en su intento una cuchilla de doble hoja.
Dice no tener problemas ni con su familia ni con sus amigos, pero va porque quiere tener más autocontrol y que la gente se preocupe de él, sobre todo su padre.
El doctor sabe que su hermano murió en un accidente de barco, pero no parece querer hablar de ello.
El doctor dice que su especialidad no es el autocontrol, pero le propone que le visite dos días por semana, para lo que tendrá que faltar a sus entrenamientos de natación.
Por la noche les cuenta a sus padres que fue a ver al doctor aunque no se lo dijo previamente.
El monitor le dice que ve que llega tarde y bosteza y cree que no le divierte nadar y le pregunta si toma pastillas, diciendo que no, aunque sí le hicieron un electroshock.
Al salir de natación uno de sus amigos habla con una compañera, dirigiéndose a él la amiga de esta que lo conoce porque canta en el coro con ella, presentándose como Jeanine Pratt.
En Halloween, Beth propone a su marido ir a pasar las Navidades a Londres, aunque el padre dice que no le parece oportuno, diciéndole Beth que a él también le conviene, aunque él no cree que Conrad deba interrumpir su terapia, pues puede cambiar de opinión, aunque ella insiste en ir, pensando que deben empezar a volver a la normalidad.
Conrad sorprende a su madre en la habitación de su hermano, que mantienen como cuando vivía, observándolo todo, y mirando sus fotografías.
El matrimonio sale para acudir al cumpleaños de su amigo Clark, donde se reúnen con sus amistades.
Calvin habla con una de sus amigas, Annie, madre de uno de los amigos de Conrad, y le pregunta por este, contándole él que va a un médico, y por eso tiene poca vida social, interrumpiendo Beth la conversación, y regañando luego a su marido de regreso a casa por beber demasiado y por haber roto su intimidad, pese a que él le dice que la gente cree que es un signo de lujo el tener un terapeuta.
En su siguiente visita al psiquiatra, Conrad le pregunta si necesita pastillas, diciéndole que no, contándole que donde más a gusto se sentía era en el hospital porque nadie ocultaba nada.
El doctor le pregunta si allí podía hablar con alguien, diciendo que sí.
Queda de hecho con Karen, una amiga del psiquiátrico en un bar.
Ella dice que tiene poco tiempo porque tiene una reunión con el grupo de teatro del instituto, pues van a representar una obra de Broadway y ella es la secretaria.
Él le cuenta que ha vuelto al instituto y a las clases de natación.
Le pregunta si no echa nada de menos del hospital, diciendo ella que no, y le pregunta si va a algún médico, contándole él que sí, y diciendo ella que fue durante un tiempo, pero no le sirvió de nada.
Ella observa que le creció el pelo, diciendo él que fue una tontería lo que hizo y reconoce que hay días en que echa de menos el hospital, pues lo pasaban muy bien, diciendo ella que de todos modos era un hospital y que ese es el mundo real.
Tras ello ella dice que debe irse, repitiendo lo del grupo de teatro, y le dice q Conrad que haga que esas sean las mejores Navidades de su vida y un gran año.
Por un momento su madre siente pena al verle solo en el jardín y sale con él, observando que le está creciendo el pelo y está mejor, aunque enseguida comienza a sentirse incómoda cuando él recuerda a Buck, y se marcha.
Mientras escucha a su madre reír al teléfono, recuerda cómo lo hacía con Buck.
Le cuenta al psiquiatra que no conecta con su madre
Recuerda que cuando murió Buck, su padre le rodeó con el brazo, pero no sabía cómo se sentía, fijándose en que su padre estaba muy tenso por la forma de apoyarse. No estaba triste como en las películas.
Un compañero le dice al padre que le nota lejano en el trabajo y le aconseja liberarse del peso de su hijo, pues ya sufrió mucho por él y hará su vida y se irá pronto.
Calvin recuerda las peleas entre los dos hermanos y también el intento de suicidio de Conrad, que no se le quita de la cabeza.
Habla con su entrenador para decirle que va a dejar la natación, diciéndole este que no entiende por qué se empeña en destruir su vida, asegurando que si se va no volverá a aceptarlo en su equipo.
Uno de sus compañeros tampoco entiende por qué lo dejó, diciendo él que nadar le aburre, contestándole él mal ante la insistencia de su amigo.
Cuando le cuenta el abandono al psiquiatra, le dice que no se lo contó a su padre, pues da demasiadas vueltas a todo y se preocupa.
Berger le hace ver que no es buena la contención y que necesita mostrar sus sentimientos, aunque le advierte que no siempre sentir las cosas le produce placer.
Durante una visita de los abuelos, la abuela les hace una foto a Calvin y Beth con Conrad y el abuelo, pidiendo luego que posen luego los tres sin el abuelo, luego del matrimonio, y finalmente dice Calvin que hará uno de Conrad y Beth juntos, aunque ella dice que mejor hará una, de los tres hombres juntos, mostrando que no desea esa foto.
Beth le dice luego a su madre que a Conrad le gusta provocar y piensa que quizá deban meterle interno, pues no sabe cómo tratarle.
Vuelve al coro y tiene delante a Jeannine, con la que se hace el encontradizo, diciéndole ella que es un tenor estupendo, acompañándola hasta el autobús hablando de música.
Cuando llega a casa vuelve a llamar a Karen, aunque le dicen que no está.
Busca su dirección de Jeanine en el listín telefónico y la llama para decirle que pueden salir de vez en cuando.
Cuando llega la Navidad va con su padre a comprar el árbol, aunque cuando llegan a casa ve a su madre enfadada tras haberse enterado por Carol, una amiga de que dejó la natación, y que se iba por las tardes a la biblioteca, diciendo su madre que lo hizo por ella para hacerle daño.
Acaban discutiendo y le dice que se vaya a Europa, pues lo único que le importa es que alguien se enterara antes y que no fue a verle nunca al hospital, porque estaba muy ocupada visitando España y Portugal, aunque su padre le dice que fue pero no la dejaron entrar porque tenía gripe, diciendo él que si hubiera sido Buck el hospitalizado no habría tenido gripe, asegurando ella que Buck no hubiera tenido que ir nunca al hospital.
Beth echa en cara a su marido que vaya siempre tras él y le pida perdón por todo, diciendo Calvin que trata de entenderlo.
Calvin sube a verlo y Conrad le pide perdón y dice que no pensaba lo que dijo y le dice que le pida a su madre que lo perdone, y cuando su padre le dice que se lo diga él, le dice que no puede, porque no cambia su forma de mirarle siempre, pues está convencido de que le odia.
Cuando habla con Berger, le cuenta la discusión, aunque le dice que su madre tiene sus razones para estar enfadada con él por todas las barbaridades que él hizo, preguntando el doctor qué barbaridades ha hecho últimamente, y que no le hable del suicidio, diciendo él que eso no se lo perdonará nunca, y recuerda que le manchó sus toallas y la alfombra y tuvo que reponer las baldosas del baño por las manchas de sangre y está convencido de que ella nunca le va a perdonar, aunque entonces reflexiona y se pregunta quién es el que no quiere perdonar.
Le pide que reconozca sus limitaciones, como que no le quiera como a él le gustaría o que no se atreva a demostrar lo que siente y le sugiere que se perdone a sí mismo.
Su padre sale a correr preocupado por lo que le dijo su hijo de que su madre le odia y acaba cayéndose.
El propio padre va a hablar con el psiquiatra aunque le confiesa que no cree en la psiquiatría como panacea, aunque reconoce que su hijo está mejor, habiendo ido para quiere aclarar algunas cosas.
Dice que él sabía que había cosas que iban mal antes de que intentara suicidarse, pero le veía inteligente y pensaba que sabría solucionar sus problemas y por eso se siente responsable, diciendo que fue una suerte que estuviera en casa.
Dice también que antes del accidente de Buck se sentía afortunado, pero ya no, y que ve cómo su mujer y su hijo se van alejando de él, mientras los ve sin hacer nada, nadando entre dos aguas sin saber qué hacer, aunque sabe que tiene que hacer algo.
Que ve a su mujer incapaz de perdonarlo y no sabe por qué, pensando que son muy parecidos. De hecho, ellos dos fueron los únicos que no lloraron en el entierro.
Dice que Beth no le muestra nunca afecto, y sin embargo sí lo mostraba con Buck, no teniendo ningún problema con otras personas, pues todos la adoran.
Finalmente le dice al psiquiatra que ya sabe para qué ha ido. Para hablar de sí mismo.
Tras su charla, y al llegar a casa le dice a Beth que le gustaría hablar con ella del entierro de Buck, no entendiendo ella la razón de querer hablar de ello.
Calvin le recuerda que cuando se vestía para el funeral le pidió que se cambiara la camisa y los zapatos, y él se preguntaba qué importaba lo que se pusiera en aquel momento, mientras ella pensaba en qué debía llevar.
Ella finalmente lo abraza con ternura tras su desahogo.
Beth sale de compras para los regalos de Navidad a un centro comercial y luego se sienta con Calvin en un restaurante.
El marido le dice que deberían ir los tres a ver a Berger porque este dijo que sería buena idea, y hablar abiertamente, aunque ella dice que ese hombre no sabe nada de ella ni de su familia y no quiere cambiar ni que haya más cambios en su vida y prefiere conservar lo que les queda, pues sabe que no es perfecta, pero es así y esa es su familia, y si tienen problemas deben resolverlos en la intimidad de su familia, no siendo necesario ir a ver a un especialista cada vez que algo va mal.
Le dice que quiere tener unas nuevas navidades y que lo que necesitan estar solos ellos dos, proponiéndole ir en Año Nuevo a Houston a casa de su hermano y Audrey y jugar al golf y descansar y Conrad se quedaría con los abuelos, pues necesitan estar solos.
Conrad sale de nuevo con Jeannine para ir jugando a los bolos, aunque ella asegura que es cómica y en efecto lo demuestra.
Van a tomar luego una hamburguesa.
Ella le pregunta si cree que las personas deben ser castigadas por lo que hacen mal, diciéndole él que no cree en Dios.
Ella dice que ha hecho muchas cosas malas, diciendo Conrad que él también
Se fija en sus muñecas y le pregunta si le dolió, diciendo él que no se acuerda, reconociendo luego que no ha hablado de ello más que con los médicos, y que ella es la primera persona que se lo pregunta.
Le pregunta por qué lo hizo, diciendo que es como si hubiera caído en un pozo que era cada vez más profundo del que era imposible salir y te apresa y eres tú el pozo y estás atrapado sin escapatoria, diciendo que le da miedo al recordarlo, porque lo que sentía era algo extraño y nuevo.
Les interrumpe la llegada del grupo de compañeros del instituto, que van borrachos y montando bronca, quitándole el gorro a uno de los camareros y colocándoselo a Jeannine antes de que los expulsen del local, riendo ella mucho y cortando de raíz el clima creado.
La lleva luego a casa con cierta tensión por la reacción de ella, que le pregunta al llegar a casa si quiere hablar, diciendo él que ya le llamará.
Beth y Calvin viajan en efecto hasta Houston y juegan al golf con el hermano de Beth y con Audrey, animándolos él a ir a vivir allí.
Conrad acude a ver competir a sus antiguos compañeros.
Salen desanimados, pues lo hicieron muy mal con respecto a sus rivales.
Cuando Stillman le pregunta si se enrolló con la Pratt se enfada y lo golpea, diciéndole este a gritos, mientras lo sujetan los demás, que está loco y debería estar en el manicomio.
Joe sube con él al coche y le pregunta si desea hablar y le pide que no le haga caso a Stillman y que no debe responder a su provocación, pues es estúpido, para decirle luego que no entiende por qué trata de llevarlo él solo, diciéndole que él también echa de menos a Buck, y recuerda que los tres estaban muy unidos, diciéndole Conrad que no puede evitar que le haga daño verle y estar cerca de él.
De regreso a casa de su abuela decide volver a llamar a Karen, aunque su padre le dice que Karen murió, lo cual le supone un gran shock.
Rompe a llorar y corre al baño, y con el ruido del agua en el lavabo, y mientras recuerda al meter sus manos en ella como cuando intentó suicidarse, viene a su mente el accidente en que murió su hermano.
En su barca en medio de la tormenta se rompió el mástil y volcó la barca, pidiéndole su hermano que no lo soltara, asegurándole que no lo haría, aunque finalmente no resistió y se soltó, hasta morir, mientras él gritaba tratando de encontrarlo.
Sale corriendo de la casa y llama desde un teléfono público a Berger, que acepta verle en su despacho al notar su agitación pese a la hora.
Lo encuentra llorando, diciéndole Conrad que ha pasado algo horrible.
Le cuenta que vuelve constantemente a su cabeza y no consigue olvidarlo y tiene que pagar de algún modo por lo que le hizo a su hermano, pues alguien debe tener la culpa, y aunque Berger le dice que nadie tiene la culpa, pues fue un accidente.
Pero él llora pidiéndole perdón a Bucky y le dice que fue sin querer, tomando Berger el papel de este, diciéndole que lo sabe y que no tuvo la culpa, diciendo él que sí la tuvo, pues le pidió que arriase las velas y no pudo porque el cabo se atascó y él seguía haciendo el imbécil hasta que fue demasiado tarde y eso le hizo responsable a él, lo que Bucky / Berger, le dice, no es justo, pues se soltó, diciendo Berger que se cansó.
Berger, ya en su papel le dice que sabe que duele estar furioso con su hermano, diciendo Conrad que sí, porque no tuvo cuidado al pensar que no era peligroso.
Dice luego que fueron imprudentes los dos y se sigue preguntando por qué se soltó, diciéndole Berger que quizá, simplemente él fue más fuerte y le dice que debe dejar de castigarse, diciendo Conrad que no es tan fácil, pues le quería.
Berger le pregunta qué originó todo eso, contándole que la noticia del suicido de Karen, pese a que estaba muy bien, diciéndole Berger que no lo estaba.
Conrad le dice que, de haberlo sabido, podría haber hecho algo, diciéndole Berger que solo la vio una vez y no puede sentirse responsable también de eso, diciendo él que no, pero que le ha afectado mucho.
Se pregunta por qué le pasan esas cosas a la gente, pues hacen una cosa mal y acaba fatal, preguntándole Berger qué hizo mal él, diciendo que siguió agarrado en el barco, diciéndole el doctor que tiene que vivir a pesar de aquello, diciendo Conrad que tiene miedo, diciéndole el doctor que los sentimientos dan miedo y pueden ser dolorosos, pero que si es incapaz de sufrir tampoco tener otros sentimientos.
Le dice que está allí y está vivo, y eso es bueno y lo sabe porque él es su amigo, tras lo que se abraza a él después de decirle que no sabría lo que habría hecho de no tenerlo.
Al día siguiente va hasta casa de Jeannine, aunque no llama por si no están despiertos, saliendo ella al verlo.
Le dice que le gustó mucho estar con ella la noche anterior, pero que luego tuvo un comportamiento que no le gustó, diciendo ella que la culpa fue suya al reírse, pero que lo hizo porque se sintió violenta, diciendo él que sus compañeros estaban divirtiéndose y se lo tomó como una intromisión.
Él le dice que le gustaría volver a intentarlo, diciendo ella que sí, tras lo que lo invita a entrar a desayunar con ella.
Por su parte, sus padres se divierten jugando al golf con Ward y Audrey, estando Beth encantada de lo bien que se le da y dice que deberían jugar más, e ir de vacaciones a Pinehurst, diciendo Calvin que ese será un buen sitio y que le gustará a Connie, enfadando a Beth, que le pregunta si lo hace a propósito, diciendo él que supuso que Conrad iría con ellos, diciendo ella que le sorprende que no lo haya llamado, asegurando que lo tiene dominado a 3.000 kilómetros de distancia, diciendo Calvin que Connie no es el problema y le dice que deben hablar de lo que realmente le molesta.
Ella le dice que le echa la culpa de todo, diciéndole él que ve las cosas en función de lo que le afecta a ella, pidiéndole que sea más generosa y que piense en él.
Le dice que lo único que quiere es que no le diga que le odia.
Dice que no puede abrazarle cada vez que le dice que ha aprobado un examen, diciéndole Calvin que lo único que quiere saber es que no lo odia.
Regresan del viaje sin hablar, recordando él en el avión los tiempos en que empezaron a salir y eran felices.
Ya en casa, Conrad les dice que se alegra de que hayan vuelto, y antes de irse a la cama se dirige a su madre y la abraza, sorprendiéndola, sin que sepa reaccionar.
Luego se despierta por la noche y ve que no está Calvin en la cama, encontrándolo sentado en el salón llorando a oscuras.
Él le dice que es maravillosa, pero también imprevisible, y demasiado prudente y decidida, pero no es fuerte y no sabe si es generosa, y le pregunta tras ello si de verdad le quiere, diciendo ella que siente por él lo mismo que ha sentido siempre.
Él le dice que todo habría ido muy bien si no hubiese surgido ningún problema, pero ella no sabe cómo afrontar los problemas y necesita que todo vaya bien, y a lo mejor es incapaz de amar a alguien, que quería tanto a Buck que cuando murió es como si enterrase su amor con él y no sabe entenderlo.
Y le dice que lloraba porque no sabe quién es ella ni a qué han estado jugando ni sabe si le sigue queriendo ni qué va a hacer sin su amor.
Ella, sin decir nada regresa a su habitación y saca sus maletas rompiendo a llorar.
Al día siguiente, cuando Conrad se despierta ve que sale un taxi y cuando baja ve a su padre en el jardín y le pregunta qué ha pasado, contándole que su madre se ha ido a Houston.
Conrad pregunta si es por su culpa, diciendo su padre gritando que no se torture, que esas cosas pasan y no siempre hay respuestas para ello.
Él dice que está bien que de cuando en cuando le grite como hacía con Bucky, diciendo su padre que Buck lo necesitaba, pero él no, pues era tan duro consigo mismo que nunca le preocupó, reconociendo que no le prestaba mucha atención.
Él le dice que tampoco daba muchas pistas y que tampoco hubiera podido hacer nada, aunque su padre se reprocha no haberse dado cuenta.
Conrad le dice que cuando era pequeño pensaba que él podía arreglarlo todo y les hacía sentir que con él todo iría bien y le admira por ello y le quiere, tras lo que se abrazan.