El portero
España (2000) *
Duración: 91 min.
Música: Carles Cases
Fotografía: Carlos Suárez
Guion: Manuel Hidalgo y Gonzalo Suárez (C.: Manuel Hidalgo)
Dirección: Gonzalo Suárez
Intérpretes: Carmelo Gómez (Forteza), Maribel Verdú (Manuela), Antonio Resines (Sargento Andrade), Roberto Álvarez (Don Constantino), Eduard Fernández (Nardo), Elvira Mínguez (Úrsula), Abel Vitón (Doctor), Andoni Gracia (Emilio), Julio Vélez (López), Adrian Ramirez (Tito), Mario Martín (Lisardo), Felipe Vélez (Concojo), Carolina Bona (Felisa), Álex O'Dogherty (Orozco).
1948. Una furgoneta que circula por carreteras asturianas es detenida por una pareja de la guardia civil a cuyo mando está el sargento Andrade, que descubre que su conductor es nada menos que Ramiro Forteza, antiguo portero del Real Madrid conocido como "El rey del penalti" por su habilidad atajándolos, por lo que lo deja pasar, sin darse cuenta de que en la parte de trasera lleva un guerrillero herido en una reyerta con la guardia civil de esa misma tarde, no atreviéndose el otro guardia, que sí lo vio a decir nada al verse encañonado por este, Nardo, que se ocultará en casa de su hermana Manuela.
Forteza se gana la vida yendo de pueblo en pueblo, cargado con una portería y un balón reglamentario y cobrando 6 pesetas por tres tiros, pagando 10 pesetas a quien le marca.
Tras instalar su tienda de campaña el cura le ofrece anunciar su espectáculo en misa si él le ayuda en la sacristía, encontrándose tras aceptar con que el trabajo no es en la sacristía, sino en el cementerio, donde debe ayudar al cura a cavar una tumba. La del enterrador.
Forteza atrae la atención de los niños, y en especial de Tito, un niño negro, hijo de Manuela.
Y por la tarde el cura será el primero en disparar, aunque el espectáculo es interrumpido por Andrade que le pide que no siga, pues tiene planes para él y no desea que se lesione.
Durante una recepción en el cuartelillo le proponen participar en un reto: un enfrentamiento entre la gente del pueblo y la guardia civil. Cada uno de ellos lanzará cinco penaltis y ganará quien más goles meta, llevándose Forteza el 25% de la recaudación.
A petición de Manuela, Forteza va a ver a Tito, al que le enseña los trucos del oficio, siendo invitado a una merienda en el campo, aunque en realidad lo que van a hacer es utilizarlo para sacar a Nardo, su hermano, del pueblo.
Pero a cambio, Manuela se sincera explicándole que fue violada por los moros del ejército franquista, y que solo espera que le den los papeles para irse a Francia.
Será Forteza quien acuda a pedir los papeles al médico, estando a punto de sorprenderlo mientras le hace un cunnilingus a Úrsula, la mujer del sargento.
Tras el baile, él se va con Manuela y la besa. Ella le cuenta que se irá a Santander con los contrabandistas de ganado, aunque Forteza se ofrece para llevarla en su camioneta.
Recibe entonces el "recado" de un guardia que le pide que les deje ganar.
Al día siguiente se realiza el enfrentamiento, logrando llegar hasta el cuarto penalti sin que ninguno marcara, aunque para entonces se ha lesionado y no está en buenas condiciones.
Cuando el del pueblo falla su siguiente penalti aparecen de pronto los maquis, que con sus armas apuntan a los guardias, que, a su vez los apuntan a ellos.
Marca el guardia civil y el siguiente en tirar será Nardo, que también marca, pidiendo entonces el árbitro, Don Constantino que acabe en empate por lesión del portero, aunque ninguno de los contendientes lo admite.
Para el disparo de López y Nardo da en el poste, pero antes de que López lance su siguiente disparo Tito se pone en la portería junto a Forteza, y lo hará también Manuela, seguidos por todos los del pueblo incluyendo a Úrsula.
Aprovechando la confusión huyen los guerrilleros, y cuando los guardias salen tras ellos, Forteza, Manuela y Tito aprovechan para huir en la camioneta sin saber que en la parte trasera de la misma viaja la cocinera deseosa de salir también del pueblo.