El caso Sloane
Miss Sloane (2016) USA / Francia
También conocida como:
- "Sola contra el poder" (Hispanoamérica)
Duración: 132 Min.
Música: Max Richter
Fotografía: Sebastian Blenkov
Guion: Jonathan Perera
Dirección: John Madden
Intérpretes: Jessica Chastain (Elizabeth Sloane), Mark Strong (Rodolfo Schmidt), Gugu Mbatha-Raw (Esme Manucharian), Alison Pill (Jane Molloy), Michael Stuhlbarg (Pat Connors), Sam Waterston (George Dupont), John Lithgow (Senador Ron M. Sperling), David Wilson Barnes (Daniel Posner), Jake Lacy (Forde), Raoul Bhaneja (R.M. Dutton), Chuck Shamata (Bill Sanford), Meghann Fahy (Clara Thomson).
Elizabeth Sloane dice que hacer lobby requiere precisión y anticiparse a los movimientos del adversario y diseñar el contraataque y el que gana va siempre un paso por delante de la oposición y juega su baza justo después de que ellos jueguen la suya.
Su abogado, Daniel Posner le dice que eso mejor no lo diga en la sala, aunque ella continúa y añade que consiste en sorprenderlos y no dejar que ellos te sorprendan.
Sloane se despierta vestida y se quita la ropa y se desmaquilla mientras recuerda a su abogado preguntándole en qué consiste su trabajo.
Se ducha, se viste y vuelve a pintarse mientras dice: "por consejo de mi abogado rehúso responder a su pregunta amparándome en la 5ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos", que es lo que su abogado le dice, debe responder a cada pregunta, no debiendo cambiar esa respuesta, pues si corrige algo o niega una declaración maliciosa renunciará a la 5ª enmienda y deberá responder a todo, asegurando ella que será una pared de granito.
18 de abril. Capitolio. Washington D.C.
Elizabeth comparece, entre una enorme expectación de la prensa ante la Sala 4ª de Audiencias del Senado que preside el Senador Sperling.
Este le pregunta en qué consistía su trabajo en Cole, Kravitz & Waterman, y que si en octubre aceptó como cliente a la República de Indonesia para luchar contra la imposición de aranceles suplementarios a la importación del aceite de palma, negándose ella a contestar a ninguna pregunta amparándose en la 5ª Enmienda.
3 meses y una semana antes
Jane, secretaria de Elizabeth se muestra feliz tras terminar de pagar su crédito universitario, aunque dice que hará un posgrado.
Elizabeth le pide que le hable del impuesto Nutella. Si consiguen el voto de 4 senadores más podrán hacer que retiren la propuesta, por lo que pide a los indonesios que inviten al Jacobs, que presentó la propuesta a visitar una de sus plantaciones financiando su viaje a través de una ONG con fines didácticos para que sea legal.
Poco después es reclamada por George Dupont, el jefe de su oficina para presentarle a Bill Sanford, presidente del lobby de las armas que parece preocupado porque su organización no está llegando al electorado femenino y desean por ello contratarla y cambiar el argumentario de madres que pierden a sus hijos con las armas a madres que protegen a sus hijos con las armas o que se defienden de su marido violento, es decir, armas como elemento del empoderamiento femenino.
Buscan por ello una organización sin vínculos con ellos y sin una postura abiertamente a favor de las armas y deberán conseguir que las mujeres se sumen a su causa.
Ella rompe a reír tras escucharlo, diciendo que solo a un grupo de hombres viejos se les ha podido ocurrir algo tan burdo, diciendo que es mejor que la idea quede abortada antes de nacer, y que hará falta un argumento mejor que apelar a la seguridad.
Sanford indica que necesitan mejorar la cuota de voto femenino, señalando ella que necesita ver esas cifras y a partir de ahí decidirá.
Dupont se siente indignado por la actitud de ella y le dice que lleva mucho tiempo tratando de atraer al lobby de las armas y la actitud de ella no ha servido para atraerlos.
George le recuerda que es una abanderada del comercio libre, diciendo ella que no cree que una regulación del uso de las armas sea perjudicial, recordándole Dupont que representa a Indonesia, a lo que ella alega que trata de evitar que el país pierda una de sus mayores fuentes de ingresos y dice que trabaja en causas en las que cree para poder conciliar el sueño, si bien Dupont le dice que si pudiera hacerlo no tomaría pastillas y que si ella y su grupo de niñatos siguen allí es porque son capaces de hacer el ruido suficiente como para atraer a clientes como Bill Sanford, y por ello, si no acepta su causa no habrá lugar para ella en ese despacho.
Su médico la llama luego a su casa preocupado por lo poco saludable de sus hábitos, aunque ella indica que duerme mucho y no debe preocuparse.
Pero tras hablar con él, en vez de ir a dormir acude a un acto de recaudación de fondos, debiendo relacionarse con mucha gente y tomar pastillas para poder seguir.
Cuando se marcha es abordada por un hombre que ella piensa es un reportero del Post, que le dice que la vio escabullirse de varias conversaciones durante la reunión para ir al baño. Que lo hizo al menos tres veces en menos de media hora.
El hombre le dice que se rumorea que el lobby de las armas intentó reclutarla y se negó, diciendo ella que se niega a contestar rumores.
El hombre le pregunta luego por su opinión sobre los oponentes al lobby de las armas, señalando ella que perderán, porque su presupuesto no llega ni a lo que se gasta el lobby de las armas en limpiabotas y le pregunta qué opina del bufete que lleva esa campaña, Peterson Wyatt, una agencia modesta, que ella indica es insignificante, tras lo que le pregunta por su presidente Schmidt, respondiendo que no lo conoce, pero cree que es un blandengue empeñado en hacer primar la forma sobre el fondo.
Solo entonces el hombre le dice que es Rodolfo Schmidt, presidente de Peterson Wyatt y que en la campaña Brady la quieren a ella para liderar la lucha para aprobar la ley, y cuando acabe, todas las grandes agencias de Washington se la rifarán, escribiendo en una hoja lo que le pagarán por sus servicios, señalando ella que no sabe si sentirse insultada o halagada.
Poco tiempo después, Sloane instruye a sus subordinados sobre cómo continuar con su campaña del aceite de palma, para luego anunciar su cese inmediato en la agencia para incorporarse a la campaña Brady como asesora jefe, habiendo conseguido un puesto con la misma retribución de allí para todos ellos, si desean acompañarla.
Pat Connors, su jefe inmediato estalla enfadado, pues, le dice, ha estado hablando con Sanford para convencerlo de que es la persona idónea para dirigir su campaña, y cuando están a punto de conseguirlo ella se marcha, pese a que es imposible que gane.
La mayoría de sus colaboradores se unen a ella, pero no lo hace Jane, con la que contaba, pese a que Elizabeth le dice que no podrá sobrevivir sin ella, aunque ha demostrado más ambición en los últimos 60 segundos que en los dos últimos años.
Durante su comparecencia Sperling le dice que acumuló mucho poder durante años y muchos senadores la temían, y le pregunta si ha tenido alguna adicción a alguna sustancia, pues según su historial clínico padece insomnio crónico y trabaja más de 16 horas diarias. Le recetaron varios ciclos de benzodiazepinas, aunque, según uno de sus testigos obtuvo sin receta psicoestimulantes para mantenerse despierta más tiempo.
Ella sigue sin contestar, aunque de pronto habla para decir que no tiene ninguna adicción y que las preguntas por ese tema no son relevantes para ese caso y podría citar un listado de senadores electos que votaron leyes en estado de ebriedad.
Es entonces su abogado el que estalla, diciéndole que la estratega más lista del capitolio ha picado en una estrategia burda, lo que le supondrá al menos 5 años que es la pena por perjurio y si ahora se niega a contestar irá a la cárcel por desacato al parlamento.
2 meses y una semana antes
Sanford se reúne con los antiguos jefes de Elizabeth y con Jane y le dicen que ahora que Elizabeth es su enemiga, ellos son los que tienen una mejor posición para neutralizarla, pues saben cómo funciona.
Sanford asegura que ya tumbaron leyes parecidas y lo volverán a hacer a pesar del ruido.
Ellos le dicen que Sloane no es predecible, pues su objetivo es sorprender e idea planes para ciertas personas y estas no se dan cuenta hasta que están metidas de lleno y ellos saben a por qué senadores irá, pues algunos de ellos son vulnerables.
Cuando llega a su habitación Elizabeth se sorprende al ver a un hombre en su cama, preguntándole qué pasa con Mark, su gigoló habitual, contándole el hombre, que dice llamarse Forde, que Mark lo dejó, y le regaña por fumar, algo poco profesional.
Elizabeth y sus compañeros acuden a su nueva oficina donde reciben la noticia de que finalmente Jacobs retiró su propuesta sobre el impuesto a Nutella
Allí conocen a Esme Manucharian, experta en control de armas
En su reunión se preguntan por qué si el 80% de los parlamentarios está a favor de la ley de control de armas acaban votando en contra, pues no pueden recibir dinero de los lobbys, aunque señalan que estos pueden influir en sus campañas y les permiten conservar su escaño, pero sobre todo, porque, como señala Schmidt, las encuestan están sobrevaloradas y solo vota una pequeña parte de la población y entre ellos un grupo de adeptos que van a votar solo cuando surge el tema de las armas, señalando Sloane que deben crear su propia base de adeptos decididos a votar contra estas.
Por ello, su primer frente será movilizar a las bases para conseguir donaciones, tratando ella de influir en los senadores y habrá un tercer frente, el de enterarse de qué grupos son influyentes en los territorios que les interesa.
A la salida coincide con Manucharian, que le dice no conduce por conciencia ecológica, diciéndole Liz que es el único examen que suspendió y el examinador le dijo que era imprudente y que no ponía ni cuidado ni atención.
Esme le dice que la ve muy implicada y le pregunta si conoce a alguna víctima de violencia armada, diciéndole Elizabeth, que la invita a cenar en un chino.
Una vez en este, Liz le dice que estudió su perfil y ve que está muy concienciada y que observó que en su currículum no figura el nombre del centro donde estudió secundaria, deduciendo que fue uno en que hubo una masacre, pensando Liz que contarlo podría suponer la diferencia entre ganar y perder, aunque Esme le dice que quiere ser solo una más del equipo.
En su estudio, el grupo determina que necesitan el voto de al menos 60 senadores para ganar y el lobby tiene 34 y aquellos 44, quedando 22 con los que jugar, y necesitan 16 de los 22, mientras que sus rivales solo necesitan 7.
Empiezan a trabajar de inmediato, viendo en Cole, Kravitz & Waterman, que hubo un caso de violencia en Wisconsin que provocó un aumento del rechazo a las armas, y aunque dichos casos suelen olvidarse tras varias semanas, la presión de sus rivales ha hecho que se siga hablando del asunto pasado un mes, lo que hace vulnerables a los dos senadores.
Para tratar de aprovechar la situación viajan hasta Milwaukee para participar en un acto al que acude uno de los senadores, al que Clara tratará de arrancar un pronunciamiento en tal sentido, viendo cómo, pese a estar ya casi comprometido, se saltan su turno de preguntas, viendo que ha sido seguida por Connors y sus colaboradores que actuaron para evitar que preguntara, concediéndole su turno de preguntas a otra persona que iba a hacer una pregunta inofensiva sobre la iniciativa por el aire puro, en realidad un actor al que hicieron pasar en Internet por doctor, consiguiendo incluso poner en Internet más de media docena de artículos suyos, realmente plagiados, para evitar que le controlaran, el cual consigue obligar al senador a responder que dará su apoyo al proyecto de ley contra la violencia por armas de fuego.
Tras comprobar que Esme es la mejor preparada del grupo comienza a proponerle que acuda a diversos debates, consiguiendo que se haga un nombre en la prensa.
Cuando Sloane vuelve al hotel, ve de nuevo a Forde, pese a que especificó en la agencia que quería a Mark, repitiéndole Forde que Mark ya no está.
Forde le cuenta que debe ir al día siguiente con otra cliente, aunque en ese caso solo como acompañante, aunque Elizabeth le indica que ella usa sus servicios como sustituto de la vida a la que renunció por su profesión aunque que no se arrepiente de no tener hogar y familia.
Clara se siente engañada por el acto de Milwaukee, pues dice que había borrado hasta el último vestigio de su presencia online, pero, le dice Liz, sin reemplazarla, dejando un vacío que ellos investigaron, diciendo ella que sí la reemplazó y puso que había regresado después de pasar 2 años en Médicos sin Fronteras y le dice que no entiende que no le dijera nada y que comprobó además que pagó ella de su bolsillo al actor.
Manucharian y Sloane se reparten los viajes por el país, yendo la segunda a hablar con diferentes grupos feministas y a fiestas donde consigue contactos con gente importante de la que conoce temas banales que le permiten parecer que les conoce y les recuerda.
Pide además a Schmidt que actúe con los donantes de los diferentes lobbys, pero no para pedirles más dinero, sino para sugerirles que dejen de darlo a quienes no se comprometan con el voto a favor de la ley, consiguiendo subir de 44 a 48 senadores.
Su antiguo jefe, Pat Connors le propone hacer un cara a cara con él, en vez de delegar en Esme, accediendo ella a concederle una entrevista de trabajo en la televisión nacional.
Un día Sloane se reúne en un parque con todos sus colaboradores para evitar pinchazos, y dice que van a ir a por un senador al que en teoría no podrán captar, un republicano de Florida, algo que Rodolfo piensa es tirar el dinero de sus donantes, ya que es algo descabellado, aunque ella le pide confianza.
Connors contraataca, reuniéndose con Frank Badgley, pese a que este se comprometió ya a apoyar la nueva ley, controlando además la coalición Blue Dog, que comprende 6 senadores, diciéndole Connors que debe contarles que va a cambiar de postura, pues de lo contrario Sanford apoyará a un nuevo candidato, que se presentará contra su hijo, que saben, quiere ser candidato por Michigan.
Rodolfo habla con Elizabeth. Está al tanto de su viaje a Pittsburg, donde se reunió con la Presidenta de las mujeres de las Fuerzas Policiales de la Costa Atlántica, con la que desayunó, diciéndole Rodolfo que no les pasó el gasto, alegando ella que fue privado.
Rodolfo le cuenta que mientras ella estaba fuera, Frank Badgley, presidente de la coalición Blue Dog dio un giro de 180 grados, diciéndole ella que le tienen en video prometiendo su voto y deben recordárselo.
En la reunión de la mañana Elizabeth indica que no irán ya a por el Senador de Florida, mostrándoles unas fotografías en que se ve a una de las del equipo, Cynthia Green, reunida con Connors, por lo que Rodolfo ordena bloquear el puesto de la colaboradora y pide a seguridad que la saquen del edificio, defendiéndose ella diciendo que le ofrecieron convertirse en socio del bufete, una ingenuidad según Sloane.
Schmidt hace salir a todos del edificio para registrar por si hubiera micrófonos.
Elizabeth, por su parte acude a un polígono y llama a una puerta, a la que poco después llama Rodolfo, que la ha seguido y que observa se trata de un lugar lleno de ordenadores y servidores, diciéndole Elizabeth que se trata de su equipo de apoyo extraoficial, Big Sam y Little Sam, aunque el robusto es el segundo y el delgado el primero.
Tiempo después, en la comisión del senado Sperling le pregunta a Rodolfo si mantuvo alguna conversación con Sloane sobre el uso de métodos de vigilancia ilegales.
Recuerda su reunión en el polígono, donde le explicaron que su organización tenía 6 miembros, y antes eran de la NSA, señalando Liz que deben tratar de mostrarle a Badgley que tienen sus trapos sucios para hacerle rectificar.
Los "Sam", le explican que tienen videos de vigilancia, acceso al teléfono móvil y cuentas de Internet, geolocalización y audioseguimiento a corta distancia en cualquier momento y lugar, gracias a una cucaracha en cuyas antenas pegan electrodos y perforándole el tórax pueden controlar su movimiento a distancia.
En la comisión recuerda que le pareció muy ingenioso, pero lo prohibió porque era moralmente reprobable e inaceptable, pues no desea chantajear a un senador e indica que su despacho tiene valores a los que no desea renunciar, por lo que le pide que busque otra manera.
Unos días más tarde, Connors y los suyos ven cómo Badgley es seguido por un montón de activistas que le reprochan su cambio de postura y una gigantesca rata en un camión para llamar la atención de todos los electores, por lo que se ve obligado a dar unas declaraciones en las que señala que siempre apoyó esa ley de forma incondicional, habiendo tres senadores más de la coalición dispuestos a dar una rueda de prensa la semana próxima.
Acude al debate con Connors con Rodolfo y Clara, que le pregunta cómo sabía que Cynthia era el topo, diciéndole que no lo sabía, por lo que deduce que los espió a todos.
En el acto se dirige a ella Forde, elegantemente vestido que le dice que la conoce, y que él trabaja en finanzas y seguros, aunque ella dice debe confundirla con otra y apenas se detiene.
En el debate, Connors defiende las libertades individuales y el derecho a portar armas reflejado en la 2ª Enmienda, preguntando Liz qué opinarán de ella las madres que perdieron a un hijo o a una niña que tuvo que escuchar escondida en un armario cómo mataban a sus compañeros y le pide que se lo pregunte a ella misma, que está allí al lado, y es Esme, revelación que cae como una bomba entre sus compañeros.
Esme, sorprendida por la declaración, se marcha y llora en el camerino, confesándole Liz, que pensó en poder utilizarla desde el primer día e indica que su responsabilidad es utilizar todos los recursos que tiene y ella les dará gran espacio en la prensa, que espera su declaración, en la que indica que aunque sobrevivió a la masacre del instituto Bloomington de 1998 y no quiso utilizarlo, trata de dar voz a los afectados por el uso de las armas.
Una vez en la oficina Rodolfo le echa en cara que utilizara a Esme, diciéndole ella que busca el fin y que él debe poner los medios, diciéndole Rodolfo que el fin lo ha hundido al comparar la constitución con un horóscopo.
Ella le dice que van a ganar pues todo es un montaje para todas las Cynthia Green de su despacho, pues Sanford tenía razón al indicar que las mujeres son el punto débil del lobby de las armas y ha obtenido un gran resultado con sus excursiones y reuniones con asociaciones feministas y directoras generales y las convenció para donar a su comité de acción política, 15 millones de más de 3 millones de donantes.
Pero Rodolfo está molesto con lo que hizo con Esme y con que los manipulara a todos, recordándole que no es su adversario, y no entiende cómo puede ser tan retorcida.
No puede evitar sentirse dolida al ver que no aprecian sus logros.
En el hotel le espera Forde, que se siente mal de que fingiera no conocerle, recordándole ella que fuera de esa habitación no se conocen, no pudiendo ella ese día hacer el amor, por lo que lo despide, tras pagarle, sin acostarse.
En las oficinas de Rodolfo ven aumentar las adhesiones de senadores, llegando a 56.
Sanford está enfadado pues Sloane utilizó las armas que él le ofreció, contra él, por lo que quiere que caiga y acabar con su carrera para que sirva de ejemplo a cualquiera que en el futuro desee ir contra su lobby.
Schmidt le presenta a Liz al que será su abogado, David Posner, que deberá asesorarla, pese a que no cree en ella y le aconsejó no ficharla, pues piensa que es despreciable, aunque Liz le hace ver que sabe leer los labios y le ha visto hablar mal de ella.
Esme habla por teléfono con Liz sobre las estrategias a seguir para conseguir los cuatro votos que necesitan cuando de pronto un joven la encañona y le dice que en esta ocasión no se librará, aunque lo consigue cuando otro hombre lo descubre y lo mata.
En el bando de Sanford están contentos, ya que Manucharian se salvó gracias a la actuación de un civil con permiso de armas.
Liz viaja y se encuentra con Esme en un aeropuerto, y le muestra su malestar por lo ocurrido, reconociendo que la traicionó al no saber dónde estaba el límite y le pide que se tome el tiempo que necesite antes de volver y que si no quiere volver con ella, dejará la campaña.
Esme, por su parte le dice que llegó incluso a pensar que todo lo había tramado ella y que no contó con que habría un segundo civil armado y le dice que seguirá luchando, pero lejos de ella, pues el límite está en dejar de respetar a las personas.
El civil que la salvó se convierte en un héroe y sus apoyos bajan de 56 a 51.
Dupont también está contento, pero saben que el efecto no durará, aunque lo aprovechan para atacar a Sloane proponiendo una comisión que estudie sus poco ortodoxos métodos de hacer lobby, debiendo encontrar a un senador abierto a esa idea, aunque Connors cree que les costará encontrar algo fehaciente, pues Sloane sabe cubrirse muy bien las espaldas, aunque Dupont le pide que la estudie a fondo.
Sloane acude con Posner a una entrevista, aunque enseguida ven que desean rebuscar en el asunto de Manucharian, saliendo de hecho un artículo en la prensa donde hablan de ella y de su imparable ascenso, aunque con datos incorrectos.
En el equipo todo parece paralizarse, pues los senadores no quieren hablar con ellos, y cuando Liz se queda sola hace llama a Jane, y cuando contesta, Liz le dice que pensaba que no se lo cogería, diciendo Jane que se ha equivocado, tras lo que le cuelga.
Cuando se queda sola, sufre un ataque de ansiedad y arroja todos los papeles al suelo, aunque luego debe buscar entre estos sus pastillas y llora sentada en el suelo.
Cole, Kravitz & Waterman rebuscan en el trabajo de Sloane, sin encontrar nada significativo, pidiéndole Connors a Jane que trate de encontrar algo al haber sido su mano derecha durante dos años, pidiendo ella que busquen en su último trabajo sobre el impuesto al aceite de palma, encontrando finalmente un documento con el que va a ver a Dupont para decirle que infringió el reglamento ético del senado.
Dupont se reúne con Sperling al que le dice que tendrá que gastar mucho dinero, para su reelección, recordándole Sperling que está comprometido con Heaton-Harris.
Dupont le pide que simule imparcialidad y decida investigar a Sloane ante la presión mediática, diciéndole que si no acepta, su bufete apretará a sus empresas para que no le financien, pero si lo hace no recibirá mordidas de Sanford, que podrían suponerle que le acusaran de aceptar sobornos, sino donaciones de una docena de entidades sin relación con las armas, suficientemente amplia como para volver a ganar las elecciones.
Rodolfo decide apartarla de la campaña al ver que Sperling va a por ella y debe prepararse con su abogado para su comparecencia.
28 de abril. Sala cuarta de Audiencias del Senado
En ella le señalan que Jacobs, impulsor del impuesto sobre el aceite de palma voló a Indonesia con su familia en primera clase y se alojó en un hotel de 5 estrellas, lo que estiman en un valor de más de 30.000 dólares y a su regreso retiró el proyecto de ley.
Ella alega que fue un viaje didáctico en que vio que su ley estrangularía una industria clave para Indonesia que dejaría en la indigencia a miles de agricultores, habiendo financiado el viaje una ONG sin ánimo de lucro tras ser aprobado por el comité de ética del Senado.
Le muestran el formulario enviado al senado, viendo que no lo rellenó la ONG, sino ella, que les pregunta si todo lo que tienen contra ella es un error administrativo.
Le hablan entonces del espionaje a Badgley con medios ilegales, señalando ella que se planteó utilizarlos, pero no llegó a hacerlo.
Entra entonces un testigo sorpresa, Robert Forde, al que le preguntan por su trabajo, indicando que es chico de compañía.
Su abogado protesta, pues no cree que al senado le importe la vida privada de su cliente, indicando el senador que incitar a la prostitución es un delito, por lo que continúa el interrogatorio, preguntándole por su relación con Elizabeth, señalando que estando en un acto público con una clienta intentó presentarse a ella, pero lo rechazó.
Le preguntan si prestó servicios para Elizabeth como clienta, respondiendo él que no, a lo que el Senador le indica que tiene declaraciones juradas del vigilante jurado del hotel Carver en las que afirmaba haber visto a Sloane en el vestíbulo el mismo día que ella tenía una reserva, pese a lo cual vuelve a declarar que no prestó sus servicios para ella.
A la espera de que lean la resolución al día siguiente, ella se interesa por la campaña, señalando Rodolfo que en punto muerto, concluyendo ella que llegaron al punto que querían, y para reavivarse debería ocurrir un terremoto, aunque Rodolfo reconoce que estuvieron más cerca de lo que podrían haber soñado.
Al día siguiente regresa al Senado, yendo todos sus compañeros incluida Manucharian.
Cuando le preguntan si desea hacer una declaración antes de leer el acta, se queda en silencio, aunque cuando comienzan a leer el acta señala que sí desea decir algo.
Dice que se le ha tachado de parásito de la democracia y que solo ha liderado la campaña contra las armas en pro de su carrera, pero indica que a veces no se actúa por egoísmo sino por creer que lo hace por algo justo y cree que el proyecto Heaton-Harris lo es, aunque no fue eso lo que la motivo a trabajar en él, le pareció un reto fascinante y aceptó basándose en su deseo de ganar, pues sería su mayor victoria.
Reconoce que su conducta ha dejado mucho que desear en cuanto a principios éticos, habiendo sobrepasado límites, llevada por su obsesión, habiendo traicionado a las personas más cercanas y habiendo puesto vidas en peligro, mereciendo por ello mayor censura que por cualquier irregularidad administrativa y pide que cuando se vote el proyecto de ley se haga, no pensando en ella, sino en el equipo que está tras ella, que ha luchado limpiamente por lo que creían justo, y espera que los senadores no voten por lo que les ayude a mantenerse en el cargo, sino por lo que creen justo, aunque sabe que eso no ocurrirá, porque el sistema está corrupto y no recompensa a los políticos honrados que votan en conciencia, sino a las ratas dispuestas a traicionar a su país con tal de seguir chupando del bote.
Ella, indica, ya previó que si tenían el suficiente éxito en su campaña a favor de la ley Heaton-Harris podría producirse un ataque contra ella para dañar su credibilidad, diciendo lo que su abogado le advirtió que no debía decir, indicando que hacer lobby requiere previsión y anticiparse a los movimientos del adversario y diseñar el contraataque.
En ese momento en la sala, Jane le dice a Connors, que le gustaría hablar de su futuro, aunque él le dice que ese no es un buen momento, señalando ella que ese el momento.
Sloane indica que el que gana va siempre un paso por delante de la oposición y juega su baza justo después de que ellos jueguen la suya y consiste en lograr sorprenderlos y que no te sorprendan a ti.
Jane le da a Connors un documento y le dice que es su dimisión, pues lo suyo es más el campo académico, tras lo que se levanta para salir de la sala.
En ese momento Elizabeth indica que cuando se fue de Cole, Kravitz & Waterman dejó a uno de sus colaboradores en sus filas, sabiendo por ello que se urdió un plan para financiar una investigación trampa a petición del lobby de las armas.
Ordenó por ello espiar a George Dupont, viendo que se reunió con un parlamentario que mostró la suficiente corrupción moral como para unirse a la conspiración, Ronald Michael Sperling, grabando su reunión Big Sam y Little Sam con su cucaracha.
Sperling le advierte que no puede utilizar el estrado para lanzar acusaciones difamatorias y perversas, dando entonces Sloane una dirección IP de la que les pide descarguen un archivo llamado "Terremoto".
Abogados, reporteros y políticos se aprestan a teclear la dirección, donde se ven las imágenes y se escucha la conversación del político corrupto con Dupont, quedándose todos sorprendidos y en especial los afectados, mientras se levanta la sesión.
En el sobre que le dio Jane, Connors encuentra la nota escrita por Schmidt cuando reclutó a Sloane y donde figuraba como remuneración por sus servicios 0 dólares.
Sus compañeros de campaña aplauden eufóricos, pero Sloane solo mira compungida a Esme.
Institución Penitenciaria Federal Anderson, Maryland. 10 Meses Después
Posner acude a ver a Sloane, y le sorprende que lo reciba, pues rechazó más visitas, diciéndole ella que la cárcel no es tan mala si no tienes pene, pues en vez de follar forman grupos de ayuda y hay contrabando de brillo de labios.
Posner le dice que como Dupont y Sperling tienen ya fecha de comparecencia va a pedir su reducción de pena, por lo que podría salir en 4 o 6 meses.
Le dice que lo provocó todo y se inmoló a sí misma e hizo que el Capitolio se derrumbara con ella debajo, y no cree que fuera por una ley, aunque ella le dice que funcionó.
Posner le dice que ahora los criminales deben comprar sus armas en el mercado negro y le pregunta si merecía la pena destruir su carrera, a lo que Elizabeth responde que el suicidio profesional es mejor alternativa que el suicidio provocado por la profesión y su médico le diría que ha salido muy bien parada.
Antes de que se marche le pregunta si provocó ella el error administrativo de rellenar el formulario para que pudieran investigarla y no se lo contó a nadie de su equipo porque le hubiera supuesto 5 años como mínimo, aunque no le responde.
Unos meses después, Sloane sale en efecto en libertad.