Carmina o revienta
España (2012) *
Duración: 70 min.
Música: Pony Bravo
Fotografía: Juan González Guerrero
Guion y Dirección: Paco León
Intérpretes: Carmina Barrios (Carmina), María León (María), Paco Casaus (Antonio), Ana Mª García (Ani), Raimundo Carrasco (Basilio), Fran Torres (Agente de seguros), Miguel Alcíbar (Cobrador del Frac).
Carmina llega a su casa de madrugada cargada con una bolsa de la que saca varios objetos como una sierra y un radio cassette que mete en un cubo.
Se da cuenta entonces de que lleva una pierna manchada de sangre, por lo que se pone un trozo de rollo de cocina que luego sujeta con film transparente de cocina.
Se sienta tras ello a fumar un cigarrillo mientras se lamenta de que no se cuida, y cualquier día puede reventar, echándose a llorar.
Se presenta como Carmina, una mujer de 58 años, afirmando que fumó su primer pitillo con 7 años, porque entonces iba siempre con su abuelo al que le ayudaba a llenar su petaca con las colillas que iban recogiendo.
HACE UN MES
Carmina regenta junto con su marido la "Venta Calixto", que pasa por una mala racha tras varios robos, en el último de los cuales se llevaron una partida entera de jamones, no haciéndose cargo de nada el seguro ya que la cerradura no estaba forzada, por lo que consideran que pudo ser una negligencia e incluso que no hubiera jamones.
Sin dinero y cargada de deudas se pregunta cómo podrá montar la comunión de Cristina, debiendo además hacerse cargo de su hija María, que está en paro y que en vez de ayudarle es una carga más.
María cuenta que tiene 22 años y que no ha estudiado nada, pues le gustaban las discotecas y los chicos teniendo una hija de 4 años, Marina.
Durante algún tiempo trabajó en Cortefiel, donde dice que vendía mucho y se llevaba por ello muchas comisiones, aunque la echaron por culpa de una compañera, aunque afirma que ella es muy echada para delante como su madre.
Trabajó también en discotecas aunque ahora ayuda a su madre en la venta.
María dice que debió ser su padre el que salió tan borracho que no cerró la puerta de la venta y por eso pudieron robarles sin forzar la cerradura, aunque la madre lo defiende y le dice que su padre ya no bebe porque va a la terapia.
Carmina le cuenta a su hija que les reza a todos los santos confiando en que le concederán todos sus deseos, confiándole a María que piensa en hacer un gran pedido, más grande que nunca al mayorista para que no sospeche y podrán venderlo todo por Navidad y conseguir dinero para pagar sus deudas, haciendo en efecto el pedido pese a no tener dinero para pagar.
Mientras habla, Carmina le echa comida a una cabra que tiene en su casa.
Afirma tras ello que le gustaría que la llevaran a enterrar sentada en un sillón en lo alto de una ranchera para que los demás puedan reírse al verla.
HACE UNA SEMANA
Carmina y María van cargadas de bolsas con cosas para la comunión de Cristina cuando ven que no está el coche donde pensaban que lo dejaron, discutiendo sobre si se lo robaron o se lo llevó la grúa, por lo que deciden ir a la comisaría a denunciarlo.
Pero mientras van en el taxi ven su coche delante de ellos y lo siguen, negándose a llamar a la policía, viendo entonces cómo el coche se para, bajándose entonces Carmina del taxi y dirigiéndose al coche que comienza a mover sacando a los ladrones del coche a bofetadas.
Se queda María tras ello cuidando el coche hasta la llegada del mecánico, y tras arreglarlo la chica se lo llevó a casa.
Recibe Carmina entonces una llamada de María que tuvo un choque con el coche y está asustada, pues no tiene carnet.
Carmina llega hasta el lugar del accidente, donde encuentra a su hija asustada frente al Audi con el que chocó, defendiendo Carmina a su hija, porque el coche venía en dirección contraria, pese a lo cual el dueño del Audi señala que su hija carece de carnet, afirmando entonces Carmina que no era su hija, sino ella la que iba conduciendo, y que será su palabra contra la de ella, que afirma además que tiene un fuerte dolor de cuello por culpa del golpe, consiguiendo de ese modo sacarle 500 Euros.
Carmina se pregunta si tendrá la enfermedad contraria a la anorexia, pues sabe que está gorda, aunque ella no se ve tan mal.
Carmina afirma que quien más utiliza su Dyane 6 es Basilio, un pobre hombre que a menudo duerme en él y les echa una mano en la venta.
Recuerda que en una ocasión se lo llevó la policía por no tener carnet y cuando lo sacaron del calabozo lo llevó a un médico porque sangraba debido a que le habían pegado.
Hubo un juicio debido a ello y lo ganó.
HACE DOS DÍAS
Carmina estaba en el bar dándole vueltas a la cabeza sobre cómo montar la comunión de Cristina cuando de pronto entró el Cobrador del Frac, que iba a cobrar una factura debida a su primer robo, en que se llevaron el tabaco, teniendo una deuda con un estanco.
Ella le dice que a lo mejor en un mes podrá pagar, aunque le pide que no le diga nada a su marido porque padece de los nervios.
Antonio, el marido de Carmina al que ella llama el "Tirantes" afirma que nació dentro de una barra y que cree que se morirá dentro de ella, asegurando que él deja que Carmina haga y deshaga.
Asegura que él ya no bebe, que lo que hace es tragar y que por la bebida se pierde en las madrugadas.
Carmina recuerda que en una ocasión y debido a una infección de orina le recetaron un antibiótico efervescente que le dejó mal cuerpo.
Recuerda la anécdota mientras habla con su amiga Ani, que a su vez le cuenta que es amiga de Mayra Gómez Kemp, y que esta irá a pasar unos días a su casa, donde estuvo ya el verano anterior, afirmando que es una persona muy natural, que tras tomar su gazpacho se duerme una buena siesta espatarrada y en bragas.
Le cuenta luego que también la reina Sofía es muy natural y que la invita cuando va a Madrid haciendo que duerma en la habitación de Elena y que incluso le regaló un mantón de Manila.
Carmina afirma ante su amiga que se siente muy mal desde que le mandaron el antibiótico, que le muestra a su amiga, la cual se da cuenta de que lo que se está tomando es para un lavado vaginal, por lo que acude a urgencias, donde les cuenta al médico y las enfermeras que además de la medicación eso se tomó un ron con Coca Cola y un Orfidal para los nervios, afirmando la recepcionista que está vacunada como para ir a la India.
HOY
Antonio abre el bar con Basilio mientras Carmina, sin contárselo a nadie espera el pedido de jamones en un almacén.
El problema es que mientras ella está fuera del bar llega de nuevo el cobrador del frac, que, pese a lo que le dijo a Carmina en su anterior visita le cuenta a Antonio el motivo de su visita, y, no sabiendo qué hacer, Antonio llama a Carmina, que de inmediato se presenta en la venta y empuja al hombre al que le recuerda su conversación del día anterior, tras lo cual coge una botella y se la estrella en la cabeza amenazando al hombre del frac con denunciarlo diciendo que se lo hizo él, haciendo que este se marche asustado dejándola allí con una herida en la frente, pero sin pagar.
Finalmente se celebra la comunión, a la que acuden muchos invitados, preparando paellas y tarta, alargándose la fiesta hasta entrada la noche, cuando empiezan a bailar y cantar, momento que Carmina aprovecha para arrancar uno de los barrotes de la ventana de la venta que previamente había serrado, llegando tras ello a tiempo para ver cantar a su hija.
Acabada la fiesta, Carmina trata de meter a Antonio en casa, pero él, muy borracho se queda en un banco junto con una cabra que ha encontrado, decidiendo marcharse ella y dejarlo allí, aunque al rato manda a María a buscarlo, accediendo entonces él a subir a casa, aunque con la condición de dejar que suba la cabra, a la que llama Mari Fe.
Carmina se queja de su marido, y asegura que si alguna vez sabe que le va a pasar algo a ella se lo lleva por delante, pues no puede dejar esa carga a sus hijos.
Esa noche Antonio tardó además en dormirse pese a que a ella le corría prisa que se durmiera, y cuando finalmente lo hizo cogió unos guantes y unas zapatillas y salió de nuevo hacia el bar.
Tras su vuelta suena el teléfono y alguien le informa de un nuevo atraco en su bar, simulando ella llorar desconsolada, afirmando que irá enseguida al bar, aunque antes se fuma un cigarrillo con tranquilidad, para luego santiguarse y salir hacia el bar donde encuentra a la policía con Basilio, que fue quien lo descubrió, mostrándose ella muy compungida por lo ocurrido.
Acude también el agente de la aseguradora, que esta vez sí tiene constancia del robo, por los barrotes arrancados, denunciando ante él Carmina la desaparición de los jamones y los lomos, además del radiocasete y del reloj de su marido.
Se dirige tras ello a María a la que le dice que ya le había dicho ella que los santos le ayudarían, mientras le guiña un ojo.
Durante los títulos de crédito vemos cómo Ani se toma un gazpacho con Mayra Gómez Kemp.