Una mujer para dos
Design for Living (1933) * USA
Duración: 90 Min.
Música: Nat W. Finston, John Leipold
Fotografía: Victor Milner
Guion: Ben Hecht (Obra: Noel Coward)
Dirección: Ernst Lubitsch
Intérpretes: Fredric March (Tom Chambers), Gary Cooper (George Curtis), Miriam Hopkins (Gilda Farrell), Edward Everett Horton (Max Plunkett), Franklin Pangborn (Señor Douglas), Isabel Jewell (Taquígrafa de Plunkett), Jane Darwell (Limpiadora de Curtis), Wyndham Standing (Mayordomo de Max).
George Curtis y Thomas Chambers son dos artistas arruinados que viven en un piso de mala muerte en París.
George es pintor y Tom dramaturgo aunque ninguno de los dos ha tenido demasiada suerte.
Un día, mientras viajan en tren se instala en su camarote una muchacha, Gilda Farell, que aprovecha mientras ellos duermen para hacerles una caricatura.
Gilda trabaja haciendo publicidad para el empresario Max Plunkett, y es una gran entendida en arte, por lo que no duda en criticar abiertamente la obra de Curtis que tuvo ocasión de ver en una galería.
A raíz de ese encuentro Gilda comienza a salir con los dos por separado, sin dejar por ello de ser cortejada por Max Plunkett, que discute con ambos, echándoles en cara que ellos no pueden mantenerla.
Y un día Gilda se presenta en el apartamento de los dos amigos donde reconoce que está viéndose con los dos por separado y que no puede prescindir de ninguno, por lo que les propone un trato de "caballeros": se olvidarán del amor y se concentrarán en su trabajo, siendo ella su crítica más severa.
Y el pacto da sus frutos, pues Gilda, que actúa como representante además de como crítica consigue que un importante empresario teatral lea la obra de Tom y la programe en su teatro de Londres.
Tras recibir sus primeras 100 libras de adelanto, Tom viajará a Londres para preparar los ensayos de la obra, debiendo para ello separarse de sus amigos.
El pacto de "caballeros" se rompe entonces y Gilda y George comienzan un romance que contarán por carta a Tom, que se siente decepcionado, aunque algo reconfortado por el éxito de su obra, que es vista entre otros por Max Plukett, que a la salida le explica que a Gilda y a George les va muy bien, y que este consiguió triunfar con sus retratos.
De vuelta a París visita a sus amigos, que viven ahora en un lujoso piso gracias al triunfo de George, que en ese momento se encuentra en Niza para pintar a una mujer.
Inevitablemente Gilda se enamora durante ese breve periodo de Tom, con el que comienza un romance.
George se ve sorprendido por la noticia al regresar a París, y golpea a su amigo al ver que se va a llevar a la mujer que ama a Londres.
Pero en el último momento ella decide abandonarlos a los dos, dado que no puede decidirse por ninguno.
Algún tiempo más tarde Gilda se casa con Max Plunkett, viviendo a partir de ese momento en un mundo de lujo, entre fiesta y fiesta de la alta sociedad de la que acaba cansada.
Hasta que un día, y mientras celebran una de sus fiestas se presentan en su casa George y Tom.
Enseguida Gilda se da cuenta de que es con ellos y no con la Alta sociedad cementera y sus aburridas fiestas con quien desea pasar el resto de su vida, por lo que decide dejar a Plunkett y marcharse con George y Tom al estudio en que tan felices fueron, ejerciendo de nuevo como crítica tras renovar su pacto entre "caballeros".