Te cuento la película

Última noche en el Soho

Last Night in Soho (2021) * Gran Bretaña / USA / China

          También conocida como:
                    - "El misterio de Soho" (Hispanoamérica)

Duración: 118 min.

Música: Steven Price

Fotografía: Chung Chung-hoon

Guion: Krysty Wilson-Cairns, Edgar Wright (Historia: Edgar Wright)

Dirección: Edgar Wright

Intérpretes: Thomasin McKenzie (Eloise Turner / "Ellie"), Anya Taylor-Joy (Alexandra / Sandie), Matt Smith (Jack), Rita Tushingham (Peggy), Michael Ajao (John), Synnøve Karlsen (Jocasta), Terence Stamp (Lindsey / "Tentáculos"), Pauline McLynn (Carol), Diana Rigg (Alexandra Collins).

Ellie (Eloise Turner) baila por su casa con un vestido de diseño, como si fuera una estrella, hasta que por accidente tira un marco con una foto de su madre y de su abuela.

Detrás de ella aparece, en el espejo, su madre, a la que pregunta si es algo bueno, antes de que se desvanezca, justo cuando la llama su abuela Peggy.

Ve que llegó una carta de la Escuela de Moda de Londres, informándole de su admisión.

Prepara su maleta y la abuela recuerda que la fotografía que tiró antes se la hicieron ella y su madre en su primer viaje a Londres, donde recorrieron las más importantes tiendas de moda, y, aunque las dependientas sabían que no podían comprar, no sabían que sí podían copiar.

Le dice a la abuela que se quede la foto, aunque Eloise le dice que se la lleve cuando esté instalada, y cenarán en el Criterion, como cuando ellas se hicieron la foto, recordando su abuela que en realidad no cenaron allí porque no tenían dinero.

La abuela la conmina a tener cuidado pues hay mucha gente mala, aunque ella asegura que podrá con ellos, recordando su abuela que Londres fue demasiado para su madre, que no tenía su don para fingir y le preocupa que pueda superarla de nuevo, aunque Ellie le dice que tiene que hacerlo por ella y que puede que allí no le recuerde todo a ella, mintiendo al decir que, además, no la ve desde hace mucho tiempo.

Pero al día siguiente por la mañana, y antes de salir, vuelve a despedirla en el espejo y la abuela vuelve a entregarle la foto, que esta vez acepta.

Va en tren hasta la capital, donde coge un taxi.

Camino de su residencia de Charlotte Street empieza a sentirse acosada por el taxista, por lo que se baja antes de tiempo, viendo cómo el taxi sigue durante un rato esperando.

Cuando llega a la residencia, un joven, John, se ofrece a echarle una mano, aunque ella lo rechaza.

Es recibida por su compañera de habitación, Jocasta, a la que le cuenta que es de Redruth, en Cornualles, algo que le parece horrible a su compañera, que es de Manchester, y que lleva ya un año en Londres, donde hizo prácticas en un taller.

Ellie le cuenta que se hizo ella misma la ropa que lleva, que Jocasta comenta se nota, contándole que su madre murió cuando ella tenía 7 años y que a su padre no lo conoció, contando luego, ante otras compañeras, que su madre se suicidó.

Salen luego de fiesta por el Soho, yendo al bar Toucan, aunque se siente que no encaja, y cuando va al baño escucha cómo las chicas se burlan de ella, pues, dicen, parece una cristiana renacida, y es una paleta y de que se presente con un vestido diseñado por ella y que habló del suicidio de su madre para llamar la atención, apostando Jocasta a que se rajará las venas antes de Navidad.

Mientras se dirigen a otro pub, ella se queda observando a un hombre mayor que sale de un club de chicas.

Decide no seguir a sus compañeros y regresa a su cuarto, aunque la despierta Jocasta cuando llega con un chico para hacer el amor, decidiendo irse de la habitación para ver que abajo el resto de sus compañeros continúa la fiesta con música y alcohol, aunque ella se queda en una esquina arropada con el edredón y escuchando su música de los 60, durmiéndose allí tras presentarse el compañero que vio el primer día, John.

Se despierta en esa misma esquina a la mañana siguiente, ya tarde.

Mientras habla con su abuela ve el anuncio del alquiler de un estudio con baño en el Soho solo para mujeres y decide visitarlo.

La recibe su propietaria, la señora Collins, que le indica las reglas que debe cumplir: no fumar, ni llevar hombres después de las 8 ni poner la lavadora de noche, advirtiéndole que es anticuada, aunque Ellie le dice que a ella le gusta la moda de los 60, contándole la mujer que compró la casa muy barata al antiguo dueño.

Ella le asegura que le gustaría vivir en el Londres de los 60 y por eso le gusta esa casa, exigiéndole dos meses de adelanto y dos de fianza.

Por la noche las luces intermitentes de los neones iluminan su habitación, donde pone los viejos discos de su abuela en su antiguo tocadiscos.

Cuando se acuesta se ve a sí misma saliendo a la calle y caminando por las calles del Londres de los 60, viendo un cine donde ponen una película de James Bond de las de Sean Connery, "Operación Trueno" y a la gente y los coches de entonces, entrando en el Café de París, donde al entrar un camarero le pide su capa, en realidad una chaqueta de pijama, observando, al mirarse al espejo a otra joven, una espectacular rubia con un vaporoso vestido rosa.

Cuando baja la escalera un hombre la invita a sentarse a la joven rubia, que le dice que se llama Sandie y le dice que ha ido a ver al dueño.

Le dice luego a un camarero que quiere ser la nueva cantante, diciéndole este que el dueño no está, pero puede hablar con Jack, pues es manager de muchas de las chicas.

Jack se acerca a ella y le dice que no le importaría empezar en el guardarropa.

Jack le pregunta qué tal baila, haciéndole ella una demostración saliendo a la pista y baila con él, siendo unas veces Sandie y otras Ellie quien lo hace.

Jack le dice que para actuar allí podría tardar mucho, pero le puede buscar algo para actuar en otro sitio esa misma semana.

Mientras él va a buscar su bebida vuelve a pedirle que baile con él el hombre que la abordó a la entrada, aunque la llegada de Jack lo disuade, diciéndole el hombre que se quede con su fulanita, lo que hace que Jack se enfade y le da un puñetazo.

Jacky Sandie se besan luego en una cabina telefónica, siendo el reflejo de Sandie en cada espejo, Ellie.

Jack la lleva a la casa y dice que la verá de nuevo al día siguiente a las 8.

Sandie se acuesta y cuando Ellie la va a tocar suena el despertador y debe levantarse.

Al día siguiente comienza el diseño del vestido que llevaba Sandie la noche anterior, que a John le gusta, yendo Jocasta a verlo esperando poder reírse de ella, observando que tiene un chupetón en el cuello.

A la salida se acerca a ella John, que le pregunta si tiene algún plan para esa noche, diciendo ella que sí al recordar a Jack y su cita con Sandie.

Cuando se acuesta esa noche, entre las luces de neón ve a Jack y baja, de nuevo en pijama, viendo que abajo espera Jack, al que Sandie reprocha su tardanza.

Se le pasa el enfado cuando la lleva al Rialto, y aunque observa que está cerrado, él le dice, no para ella, viendo al entrar que, en efecto está vacío, pero hay un hombre dentro, el dueño, que dice que le va a hacer una audición.

Sale al escenario y canta "Downtown", aplaudiéndola Jack y el empresario.

A la salida, ella se muestra deseosa de trabajar y pregunta a Jack si debe cambiarse el nombre, pero él le dice que Sandie - que viene de Alexandra - está bien y le dice que la llevará él como manager.

Los ve acostarse en su cama, diciendo él que estará con ella hasta el fin, despertándose Ellie en ese momento.

Acude a una peluquería y se tiñe de rubio como Sandie y queda encantada.

También la profesora parece contenta con su proyecto de vestido.

Va luego a comprarse ropa, muy parecida a la de Sandie, esta vez blanca, y una gabardina del mismo color, aunque le cuesta todo 375 Libras.

Durante su estancia en la tienda llama su atención el edificio de enfrente, donde puede ver el logo en piedra del Rialto, donde Sandie ensayó la noche anterior.

Decide, tras su gasto, ir al Toucan, para pedir trabajo a Carol, la dueña.

Ve allí también al hombre del pelo blanco al que unos días antes vio salir del club, que al salir la aborda y le dice que le suena su cara y le pregunta por su madre, contándole ella que su madre murió, sintiéndose tan intimidada que está a punto de ser atropellada.

Ya en su habitación pone en el tocadiscos "Downtown" de Petula Clark y comienza a ver a Sandie, viéndose de nuevo, esta vez como espectadora entre un nutrido público, donde la mayoría son hombres, en el Rialto, donde una cantante interpreta "Puppet on a string", saliendo Sandie con ella como una corista más, pudiendo ver además Ellie a

Jack bromeando con el hombre con el que se peleó el día anterior por llamarla puta.

Tras la actuación va al camerino donde Sandie se desmaquilla y fuma enfadada, hasta el punto de romper el espejo de un puñetazo rabioso.

La recoge luego Jack, que le dice que la noche no ha acabado, llevándola con él a una mesa, donde le presentan a un hombre mayor, que le propone tomar unas copas juntos, diciendo ella que está con Jack, diciendo el hombre que a Jack no le importa, lo que este confirma, levantándose ella para marcharse ofendida, reteniéndola de nuevo Jack que le dice que para triunfar y llegar a ser una gran cantante tiene que hacer felices a esos hombres como hacen las demás, aunque ella decide marcharse.

Ellie ve a las demás chicas con hombres, o desesperadas diciendo que no es lo que creían, otras drogándose.

Cuando llega a su cuarto ve a Sandie dormida en su cama, y en su mesilla unos billetes, saliendo del baño el hombre que le presentó Jack, En ese momento, Ellie se despierta.

Enfadada por lo ocurrido, decide destrozar su boceto y dice que debe empezar de cero, aunque la profesora le dice que tiene algo muy bueno y no debe parar.

Visita el bar John, que la vio muy disgustada en clase y quería saber cómo estaba, diciéndole ella que un poco abrumada por Londres, mostrándole él su empatía al decirle que él sabe lo que es sentir que no encajas, y que si quiere hablar se le da bien escuchar.

Cuando la llama su abuela, miente diciéndole que todo va bien, pero ella nota que no es cierto y le pregunta qué le pasa, confesando que ha comenzado a trabajar en un pub y se fue de la residencia, preguntándole la abuela si ha vuelto a ver a su madre, lo que ella niega, diciéndole su abuela que pedir ayuda no es malo, y su madre no lo hizo.

El hombre del pub la llama Eloise, como la canción y le dice que intenta conocer a todas las chicas guapas de por allí y sus problemas y le dice que siempre lo ha hecho y le devuelve el boceto de su vestido que había dejado abandonado, preguntándole el otro camarero al verla hablar con él, si le estaba molestando el "Tentáculos", que, le dice de joven era un rompecorazones, como le contó Carol.

Regresa con miedo a su cuarto, viendo cómo se pone en marcha su tocadiscos, abriendo Jack la puerta de un portazo y arrastrándola a la sala de fiestas, donde la obliga a salir a bailar a la pista, para atraer a hombres mayores, que la invitan a champán, y todos le dicen que su nombre es bonito, les diga el que les diga.

Un día aparece un hombre diferente, elegante y atractivo, que le pregunta por su verdadero nombre y que le dice que vale demasiado para estar en esa cloaca y le dice que debe salir de allí, tratando de animarla también Ellie, que la ve ya derrotada y sin ánimo para cambiar, llegando a romper un cristal que las separaba para abrazarla, aunque entonces se despierta.

Ve entonces a uno de los múltiples acompañantes de Sandie acercándose a la cama, y desnudándose, y varios más sin rostro, por lo que sale del cuarto angustiada, viendo al abrirlo de nuevo a un nutrido grupo de hombres con el rostro desfigurado.

John la invita a ir a una fiesta de Halloween, aceptando ella para poder salir de casa, pintándose ambos para ir a divertirse.

En la fiesta están el resto de sus compañeros, y entre ellos Jocasta, que les da una bebida, bailando luego con John animadamente, aunque empieza a ver de nuevo a los hombres que vio la noche anterior, y también a Sandie y a Jack, viendo cómo ella desaparece cuando va a buscarla.

Angustiada, sale afuera, aunque sigue viendo a Sandie en cada pareja que se besa.

Le dice a John, que sale tras ella, que le gustaría ser como todo el mundo, diciéndole John que por suerte no lo es, diciéndole ella que no le dejan llevar chicos a casa, por lo que debe evitar hacer ruido, corriendo tras ello sigilosamente hasta su cuarto.

Allí, y mientras se besan en la cama, comienza a ver en el techo a Jack tratando de acabar con Sandie, por lo que grita pidiendo que la deje, asustándose John al verla.

Mientras ve cómo Jack va a clavarle un cuchillo, escucha la voz de la casera que oyó gritos, recordándole que le dijo que no quería que llevara a hombres y que amenaza con llamar a la policía.

Pero las imágenes siguen, viendo cómo Jack clava repetidamente su cuchillo, justo cuando la señora Collins abre la puerta y echa a John de la habitación.

Ellie ve a Sandie cubierta de sangre y agonizando, no desapareciendo hasta que su casera enciende la luz, y le pregunta si el chico le hizo daño, diciendo ella que no hizo nada, asegurándole la mujer que hablarán de ello por la mañana.

En efecto, Ellie va a verla al día siguiente para pedir disculpas, diciéndole que no volverá a ocurrir y asegurándole que le pagará el espejo que rompió.

Le pregunta si vivió otra chica allí antes que ella, diciéndole la mujer que han pasado por allí muchas chicas, preguntándole si alguna se llamaba Sandie, a lo que le responde que no todas las que pasaron daban sus nombres reales.

Ella insiste y le pregunta si alguna murió allí, diciendo que en Londres en cada cuarto murió alguien.

Cuando regresa a clase se siente avergonzada, pero continúa con su vestido, que está casi terminado y se lo pone una chica para ver los últimos arreglos, transformándose de pronto la chica en Sandie cubierta de sangre, por lo que sale corriendo.

John trata de pararla, pero ella ve al fondo decenas de hombres, que la rodean por donde quiera que vaya, incluso por las calles abarrotadas.

Decide acudir a la policía para contarles su visión del pasado, de una mujer que murió en la década de los 60 a manos de su chulo.

Los policías le preguntan si tomó algún alucinógeno, diciendo ella que nunca se droga, aunque le dicen que estuvo en una fiesta y alguien pudo poner algo en su copa, recordando que Jocasta le dio una, aunque ella dice que sus visiones empezaron antes, sin que hubiera tomado nada. Que veía cosas en sus sueños de sitios en que nunca había estado y luego veía los lugares en la vida real porque tiene visiones del pasado y sabe que a la chica le ocurrió algo horrible.

Le preguntan también si hay problemas de salud mental en su familia, insistiendo ella en que Jack, el chulo, acabó con Sandie, estando convencida de que Jack es un hombre de cabello plateado que ve por el Soho y la sigue y mostró su interés por ella cuando se puso el pelo igual que Sandie.

Cuando sale del interrogatorio escucha a uno de los policía que la interrogaron burlándose de lo escuchado, aunque la otra policía le dice que investigará el asunto y si surge algo se lo dirá, aunque necesitan algo más concreto, como un apellido.

Decide ir a la biblioteca para investigar casos de mujeres muertas o desaparecidas en la década de los 60 en el centro de Londres, habiendo numerosas desapariciones, la mayoría, de hombres.

La encuentra allí John, que le lleva sus cosas, ya que se las dejó al salir corriendo, viendo que están allí, además de él, todos sus compañeros estudiando para el examen.

Él trata de excusarse por si hizo algo malo, aunque ella le asegura que no es él.

Le dice que pensará que está loca, pero que vio algo que ocurrió en su habitación en el pasado. Vio como apuñalaron a una chica que vivía en su cuarto y que el hombre que lo hizo sigue libre y buscar informaciones de mujeres muertas para averiguar su nombre, ofreciéndose John a ayudarle, revisando él algunas de las noticias.

Pero las visiones se van sucediendo cada vez más a menudo y se agolpan en la biblioteca sus fantasmas de hombres sin caras, por lo que sale corriendo de nuevo.

Asustada, coge unas tijeras para defenderse y se las va a clavar a una de sus visiones, aunque en realidad está a punto de clavárselas a Jocasta, deteniéndola e impidiéndolo, John, aunque ella llama a seguridad para que la detengan.

Antes de eso sale corriendo, viendo antes de salir en la calle a Sandie, por lo que la sigue, estando nuevamente a punto de ser atropellada.

La detiene Jack, que le dice que no puede largarse sin más, mientras ve alejarse a Sandie entre los fantasmas de los hombres que se la aparecen y que la retienen, sin poder seguirla a ella.

Consigue burlarlos y alcanzar a Sandie mientras la persiguen Jack y una legión de hombres, aunque la joven le pide que la deje en paz y la empuja, cayendo ella al suelo.

Cuando abre los ojos desde el suelo empieza a llover fuerte, viendo que pasa por el extremo de la calle con un paraguas el Tentáculos, al que llama Jack.

Corre hasta el Toucan, donde su compañero le dice que lleva cubriéndola una hora, pidiéndole Carol que baje al sótano, pues tiene un cliente, viendo que es el Tentáculos, que escucha Eloise en la gramola, diciendo él que justo la puso y apareció ella, y le dice que Carol estaba preocupada por ella porque creía que había desaparecido, aunque, le dijo que nadie desaparece del todo.

Ella le dice, y lo graba, que se comenta que era un rompecorazones, diciendo él, ofendido, que sigue siéndolo. Que conoció a muchas chicas de la zona, preguntándole ella si conocía a Sandie, diciendo él que todos conocían a Sandie, insistiendo en que las conoció a todas y cuidaba de ellas y tenía que controlarlas, pero que Sandie era especial, pues no encajaba, pues era demasiado buena, pero luego en la morgue todas tienen la misma pinta.

Ella le dice que sabe lo que hizo, diciendo él que ha hecho muchas cosas, por lo que debe ser más concreta, diciendo ella que sabe lo que le hizo a Sandie y sabe qué le pasó, diciendo él que lo que le pasara a Sandie se lo buscó ella misma.

El hombre le dice luego que sabe dónde vive y que no sabe lo que ha visto u oído, pero Sandie acabó donde quería estar, recordando que cuando regresó a la ciudad lo primero que hizo fue intentar encontrarla, pero hay gente que no quiere dejarse encontrar.

Ella le dice que él la mató, diciendo él que en realidad fue Alex quien se la cargó, y que ella se cree que Sandie era un ángel, pero no debe engañarse.

El hombre se va mientras ella dice que le ha grabado y no se saldrá con la suya, diciendo él que hace lo que quiere en ese barrio, diciéndole ella que la policía lo sabe, a lo que el hombre le responde que no le importa y le dice que cuando vea a Alex, sea cual sea el infierno en que esté, la salude de su parte.

Justo en ese momento pasa un coche que se lo lleva por delante.

Al escuchar el atropello salen todos del pub y Carol lo llama Lindsey y manda que pidan una ambulancia y diga que es un expolicía para que se den prisa.

Le cuenta a la sorprendida Ellie que Lindsey fue policía de antivicio en el Soho durante muchos años y vigilaba la prostitución, preguntándole ella si no se llamaba Jack, recordando entonces que vio a Sandie hablando una noche con un hombre más elegante que le decía que valía demasiado para estar allí y que debería dejar esa vida, y que Sandie pensó que sería policía o algo así.

Llama a su abuela, que dice que irá a buscarla al día siguiente a primera hora.

Ve que llega corriendo John asustado, pues al ver las luces de la policía frente al pub temió que fuera por ella, que le cuenta que tiene mucho miedo.

Le dice a su amigo que tiene que salir de Londres y regresar a su casa, pidiéndole que la lleve a la estación, ofreciéndose John a llevarla él mismo en su coche.

Regresa para recoger sus cosas mientras John la espera, pidiéndole que vaya a buscarla si no sale en 15 minutos.

Va a ver a la señora Collins para informarle de que se marchará esa noche, pues lo está pasando mal.

La mujer le dice que estuvo una policía preguntando sobre su estado mental, pues va diciendo que arriba murió una chica, asegurando la señora Collins que hay algo de verdad en ello, que sí murió en cierto modo una chica, ella misma de joven.

Ellie, que buscó en el correo una carta para ella que la señora Collins cogió por error, se fija de pronto de que en los sobres de la casera figura su nombre completo, Alexandra Collins, y solo entonces comprende que ella es Sandie.

La mujer recuerda que de joven tenía sueños y esperanzas como ella. Que quería ser cantante famosa y que, ser puta es ser un poco actriz, pues tienes que fingir ser alguien distinto y trataba de olvidar a todos aquellos hombres y sus rostros y los borraba para fingir que no eran nada, por lo que podría decir que, en efecto, Sandie murió en ese cuarto cientos de veces.

Por ello, una noche, apuñaló casi 100 veces al hombre que la llevó allí y la puso a trabajar y le robó sus sueños, y, asegura que se sintió bien.

Recuerda que todos los hombres que subían por esas escaleras y llamaban, eran un infierno y allí los envió ella, acabando con todos ellos, que, para los periódicos son desaparecidos y nadie sabe dónde están y antes no sabían quiénes eran, así que hizo un favor al mundo.

Ellie vuelve a ver en su cabeza las escenas del apuñalamiento de Jack y luego las de decenas de hombres, a los que Sandie ocultaba bajo las tablas de su piso.

Sandie le dice que decidió que nadie la utilizaría más. No iba a dejar que la ciudad pudiese con ella.

Ellie le dice que no quería crearle problemas con la policía, diciéndole la mujer que no debe preocuparse, pues creen que está loca y además no se lo contará a nadie más, algo que no pregunta, afirma, dándose cuenta entonces de que insistió en que se tomase una taza de té, asustándose y dejándola caer.

Alexandra le dice que esté tranquila, que no le va a hacer lo que a los demás, que ella se dormirá y todos creerán que se ha suicidado, pues están convencidos de que acabaría haciéndolo, estando preocupados por ella, por lo que le pide que se ponga cómoda y se quede dormida escuchando esa música que le gusta.

Pero entonces ve desde la ventana a John, que llama asustado, decidiendo coger un cuchillo, y aunque ella trata de evitar que salga, recibe un fuerte golpe de la mujer y cae, cayendo una vela en la caja de los discos, viendo cómo Alexandra sale, con el cuchillo.

Collins deja pasar a John, y aunque Ellie grita y le pide que corra, aunque no puede evitar que le clave su cuchillo, corriendo Ellie hacia ella para evitar que lo remate, momento en que ella es atacada también, haciéndole la anciana un corte en la mano.

Trata de huir de ella, subiendo las escaleras, perseguida, ahora por Sandie, que canta mientras lo hace y que trata de clavarle el cuchillo, gritando abajo John al ver el fuego.

Consigue darle una patada y lanzarla escaleras abajo mientras el fuego se extiende.

Eloise logra llegar a su cuarto, empezando a surgir manos del suelo y de las paredes que la retienen cuando trata de llamar a la policía, a la vez que ve cómo la anciana trata de abrir la puerta.

Ve cómo la rodean decenas de hombres que le piden ayuda, que la mate y les salve.

La puerta se abre finalmente y entra la anciana, que ve en el espejo el reflejo de Sandie y le dice que ella no quería nada de eso y que todos se lo merecían, diciéndole Ellie que lo vio y lo sabe.

La anciana asegura que no irá a prisión, pues ha estado en una prisión toda su vida, tras lo que se raja el cuello con el cuchillo.

Ella se lo arranca de las manos y abraza a Sandie, diciéndole que no tiene por qué hacerlo, mientras las llamas arrasan la habitación.

Le pide que viva, pero la anciana le dice que debe olvidarse de todo y dejarla marchar, pues no puede salvarla y le pide que se salve ella y salve a ese chico.

Ellie corre en efecto hacia abajo mientras ve a la señora Collins sentada en su cama y rodeada por las llamas.

Abajo, trata de despertar a John mientras ve cómo los bomberos derriban la puerta.

Poco después se la lleva la ambulancia mientras arriba arde su tocadiscos y todas sus cosas junto con Sandie.

Algún tiempo después, Eloise presenta su colección basada en los años 60, triunfando con sus diseños, siendo aplaudida especialmente por su abuela y por John.

De vuelta al taller vuelve a ver a su madre en el espejo, sonriendo.

Llegan John, al que abraza, y su abuela, que le dice que su madre estaría muy orgullosa de ella, diciendo Ellie que sabe que lo está.

Al mirar, de nuevo al espejo ve en él a Sandie, que le lanza un beso.

Calificación: 3