Ocean's 8
Ocean's Eight (2018) * USA
También conocida como:
- "Ocean's 8: Las estafadoras" (Hispanoamérica)
Duración: 110 min.
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Eigil Bryld
Guion: Olivia Milch, Gary Ross (Historia: Gary Ross)
Dirección: Gary Ross
Intérpretes: Sandra Bullock (Debbie Ocean), Cate Blanchett (Lou), Anne Hathaway (Daphne Kluger), Mindy Kaling (Amita), Sarah Paulson (Tammy), Rihanna (Bola Nueve / Leslie), Helena Bonham Carter (Rose Wiel), Awkwafina (Constance), Richard Armitage (Claude Becker), James Corden (John Frazier), Dakota Fanning (Penelope Stern), Elliot Gould (Reuben), Qin Shaobo (Yen).
Vestida con el traje naranja de presidiaria, Debbie Ocean pasa una entrevista para obtener la libertad condicional, siendo una de las condiciones para obtenerla evitar las relaciones con personas con antecedentes penales, lo que incluye a la mayoría de su familia, asegurando que no quiere esa vida, pues su hermano muerto era un delincuente, y, aunque lo quería mucho, era un estafador y ella no lo es, pero se enamoró de la persona equivocada y ahora desea vivir sin complicaciones y tener un empleo estable, hacer amigos y caminar al aire libre y pagar sus cuentas.
Consigue así la libertad condicional de la prisión para mujeres Nichols, de New Jersey tras 5 años en prisión y le entregan sus cosas, entre ellas un reloj que le robó a su hermano, pero que él también había robado.
Lo primero que hace es ir a una tienda de cosméticos de lujo de donde coge varios productos que, dice, desea devolver, aunque carece tanto de factura como de la tarjeta con la que los compró, fingiendo que, ante la dificultad prefiere quedárselos, pidiendo una bolsa para llevárselos.
Poco después llega a un lujoso hotel cargada de bolsas de diferentes tiendas.
En recepción, escucha a una pareja que deja su habitación y llama al hotel unos minutos más tarde para decir que retrasaron su vuelo y desea recuperar su habitación.
Sube luego a esta tras robar una maleta y un abrigo de piel, mientras está la camarera, por lo que no necesita coger la llave, pidiéndole que regrese más tarde.
En la trastienda de su bar, Lou vigila cómo sus colaboradoras rellenan botellas de vodka con otro de garrafón, pidiéndoles que no las llenen demasiado y que quiere más agua, pues a los borrachos les sigue sabiendo a vodka aunque esté diluido.
Recibe entonces un mensaje de Debbie citándola en el cementerio a las 12.
Deborah espera frente a un nicho donde figura el nombre de Danny Ocean (1963 - 2018), apareciendo Reuben, que le dice que le encargaron que le pidiera que no hiciera lo que quiera que esté planeando, pues es un gran plan, pero acabará nuevamente en la cárcel, algo que ella asegura, no ocurrirá.
Fuera la espera Lou, que le dice que no tiene aún el crédito porque ignora para qué es, contándole que su plan es robar una gran joya que está en una cámara acorazada a 15 metros bajo tierra, aunque, le aclara, lo harán otros por ellas.
Acude luego a una galería de arte donde trabaja Claude Becker, su exnovio, al que amenaza con un cuchillo, que luego le muestra a Lou, es un cepillo de dientes afilado, aunque solo le arranca un botón de la camisa.
Acuden al MET, donde se celebrará próximamente la gala anual, donde desea llevar a cabo el plan, diciéndole Lou que, aunque fuera posible robar el museo necesitarían a 20 personas y medio millón de dólares, aunque Deborah le corrige y le dice que bastan 7 personas y 200.000 dólares, pues lo ha estudiado durante años, y ha pensado en todos los problemas que podrían surgir y las soluciones, por lo que es un plan infalible.
Acuden a la rueda de prensa de presentación de la Gala Anual del MET que ese año presentará Daphne Kluger.
Debbie y Lou tratan de conseguir una diseñadora, estudiando decenas de revistas de moda, reparando en Rose Weil, una irlandesa que fue famosa en los 90 y en horas bajas, pues debe 5 millones al fisco, por lo que le confiscaron el pasaporte y se quedó el banco con su casa.
Lou y Deborah acuden a su último desfile, donde exhibe vestidos de azafatas, encontrando tras su finalización a Rose con el rímel corrido y con un bote de Nutella afirmando que ha sido un desastre, tras leer la opinión de una bloguera.
Ellas le ofrecen la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva, confeccionando el vestido para Daphne Kluger para la gala del MET.
Comienza a estudiar lo que podría irle bien, mostrándole ellas que le iría muy bien como complemento el collar de Cartier, aunque a Rose no le parece chic.
Ellas le explican que se conoce como el Toussaint en honor a Jeanne Toussaint, directora de Cartier del 33 al 68 y que tiene más de dos quilos de diamantes, y que no sale de la cámara de seguridad de Cartier, no saliendo de su cámara desde entonces, aunque creen que lograrán que salga para que lo luzca Daphne, ya que el tema de ese año es la realeza europea.
Tras ese fichaje, empiezan a buscar al resto del equipo, yendo Deborah a buscar a su amiga Amita, que trabaja en una joyería de su familia y le dice que tiene un trabajo para ella, debiendo fabricar piedras talladas.
Necesitan también a un hacker, deseando Debbie a un hacker ruso, aunque cuando regresa a casa se encuentra con una joven negra que parece una chica de barrio que fuma porros y dice llamarse Nine Ball, aunque Debbie cree que no servirá hasta que le muestra que logró hackear ya las cámaras de seguridad del MET, y le muestra que entró también ya en su propio sistema informático.
Llevan a Rose a hablar con otra de las estrellas invitadas a la gala del MET, Penelope Stern, pues saben que Daphne sentirá celos de ella y que quiere hablar con Rose para darle las gracias por algo que la propia Rose ignora, aunque le insisten en que halague el tatuaje de su mano y le toque.
Rose se encuentra con que Penelope le da las gracias por ayudarles con el tema del rescate de felinos.
Mientras hablan, y Rose le toca la mano y observa su tatuaje, Deborah la fotografía.
Esas fotos de las dos juntas llegan a Daphne a través de una noticia en el New York Post en que especulan sobre si será Rose quien la vista para la gala.
Pide al verlo que le pongan en contacto con Rose pese a que antes dijo que era un carcamal, por lo que le conciertan una entrevista con ella.
Deborah y Lou le piden que la ignore y evite el contacto visual, sintiéndose Rose un tanto abrumada por estar con la estrella, aunque para lograr que no parezca interesada en ella Lou y Deborah hacen todo lo posible por distraerla desde detrás de los cristales.
Su siguiente fichaje la encuentran en Constance, una trilera y carterista a la que ven trabajando en un parque y, además de sacarle el dinero a su cliente le roba el reloj.
Piensan luego en su amiga Tammy, que vive en una enorme casa, observando que tiene el garaje lleno de artículos robados que vende.
Le dicen que necesita una perista, y aunque ella dice que lo ha dejado, cuando le habla del dinero en juego se anima a unirse al equipo.
Finalmente logra reunir a todo el equipo, pudiendo ver que posee maquetas del museo y videos de otros actos, analizando todas las situaciones hipotéticas que pueden darse y les dice que tendrán 16 millones y medio en sus cuentas, en 5 semanas.
Tammy les podrá hacer una copia del collar de circonio, pero para ello deben conseguir que Rose escanee el collar, con unas gafas especiales.
Rose va con Amita a Cartier, donde les muestran otros collares, pues el que desean ver no sabrían, dicen, ni como asegurarlo, pues está valorado en más de 150 millones y necesitarían un equipo de seguridad y una nueva póliza, por lo que le dicen que la respuesta es "no".
Rose les dice que admira Cartier, pero que la gente joven no les conoce, lo que si sucedería si saliera en el cuello de Daphne.
Consiguen así que les lleven a la cámara acorazada y que se lo muestren, aunque no les llega la señal al estar en una cámara de metro y medio de hormigón macizo, "recordándole" Amita que quería verlo con luz natural, consiguiendo así salir de la cámara y escanearlo.
Tammy y Debbie van al MET, donde la primera pregunta a un guardia de seguridad por el camino hacia la zona de Oceanía, dándose cuenta de pronto de algo irregular, descubriendo de pronto que Banksy ha retocado un cuadro lo cual supone un grave fallo de seguridad.
Constance roba el pase de una de las empleadas de la empresa de seguridad y se la entrega a Nine Ball que, vestida como una empleada de la limpieza se cuela en la reunión que los dirigentes del museo tienen con la empresa de seguridad y, con la excusa de vaciar la papelera, coloca en esta un micrófono.
Así se enteran de que harán cambios del sistema, lo que pueden aprovechar para hacer cambios ellos mismos, sin que se den cuenta.
El museo está lleno de cámaras que registran cada rincón, excepto los baños públicos, ya que una ley neoyorquina lo prohíbe, aunque saben que revisarán a cada persona que vean salir de ellos, por lo que necesitan una mula. Alguien que lo saque.
Necesitarán para ello tres metros sin cobertura fuera del baño. Un punto ciego, para lo que Nine Ball moverá la cámara muy lentamente, para lo que necesitarán 10 o 12 días.
Cartier contrata la mejor seguridad privada del mundo, en la que figura un tipo que dirigió la seguridad del Papa durante 10 años y otro que perteneció al Mosad.
Nine Ball estudia a los directivos de la empresa de seguridad y se centra en Paul Damanian, un jefe de departamento, que ve es amante de los perros y en especial de los Wheatens Terrier, como el suyo.
Nine Ball crea una página para personas locas por esa raza de perros, consiguiendo que Paul entre en ella, consiguiendo así que Nine Ball acceda a su ordenador, y así, cuando el hombre se marcha busca y copia sus archivos, pudiendo así acceder a las cámaras que va moviendo de forma casi imperceptible.
Tammy acude a Vogue y pasa una entrevista para trabajar como coordinadora, logrando así conocer la disposición de las mesas durante la gala y quién estará en cada una, consiguiendo invitar a Claude Becker, la expareja de Debbie, al que colocan como acompañante de Daphne, que enseguida queda encandilada con él en una cena previa.
10 años antes
En una sala de bingo Lou y Deborah hacen trampas, ganando 1.000 dólares por noche.
Cuando le presentaron a Claude, que era marchante, idearon una estafa sencilla.
Cuando a alguien le interesaba un cuadro, ella se hacía pasar por una compradora y hacía así que subiera el precio.
Pero un día, le pidió que se hiciera pasar por la vendedora y su firma le valdría medio millón de dólares. Ella les entregaba la documentación y ellos le daban un cheque.
Pero los compradores eran policías y la detuvieron.
Debbie no habló, pero Claude dijo que fue ella la que le llevó el cuadro y aceptó testificar, pues dice, a él también le estafaron.
Lou no está de acuerdo en mezclar a Becker, pues cree que eso puede hacerles fallar, aunque Debbie le asegura que no.
Prueban el movimiento de cámara junto al baño y ven que disponen de casi 4 metros.
Por su parte Tammy consigue que contraten a Lou, pues, indica, necesitarían un nutricionista, ya que el 20% de los platos son especiales
Primer lunes de mayo
El collar sale entre fuertes medidas de seguridad de Cartier hacia el MET, donde Daphne se lo prueba, dándose cuenta solo entonces Rose de que el collar solo puede abrirse con un imán especial.
Nine Ball llama a su hermana Veronica, viendo cómo esta la llama Leslie.
Veronica observa que se trata de imanes programables y un resorte y debe conseguirle un polo positivo y otro negativo en anillo.
Llegan los famosos y entre ellos una rubia Debbie.
En la cocina Lou pone algo en el plato de Daphne, que come con ganas, pues, dice, llevaba 3 días sin hacerlo, sintiendo de pronto enormes deseos de vomitar, por lo que corre hasta el baño, donde Constance, que trabaja como camarera, cerró todas las puertas menos una, y que, con la excusa de ayudarla, le quita el collar mientras vomita y lo coloca en la bandeja de un camarero.
En la cocina recoge esa bandeja Amita, también contratada como friegaplatos, y que se lleva el collar hasta el baño, donde lo desmonta por partes.
Cuando Daphne sale del baño y se dan cuenta los de seguridad de que no lleva el collar, deciden asegurar el edificio y bloquear las salidas haciendo que los famosos salgan de la sala mientras ellos buscan la joya por el salón, tras cachear a camareros y cocineros.
Cuando ven que uno de ellos pasa a la cocina y está a punto de encontrar a Amita, Tammy dice que encontró el collar en el agua, diciendo que se le debió caer al salir corriendo, por lo que todo vuelve a la normalidad.
Amita reparte las piezas del collar entre todos los participantes.
Mientras Claude pide bebida en la barra Daphne, sin que la vea, se tropieza con él.
Terminada la fiesta, todas las participantes en el golpe salen con su parte de los diamantes en sus vestido o como joyas.
En Cartier reciben el collar de regreso y se disponen a examinarlo, dándose cuenta entonces de la suplantación.
Se encargará a John Frazier, de la compañía de seguros, la investigación, pues tratan de descartar que se trate de un fraude, interrogando a los encargados de su vigilancia, que afirman que solo perdieron de vista el collar cuando Daphne fue al baño y que no se movieron de la puerta, aunque no se les ocurrió comprobar las cañerías, algo que él sí hizo.
Observan con detenimiento los videos de seguridad, dándose cuenta de la existencia del punto ciego, del que ven que solo entra y sale el ayudante de camarero, en cuya bandeja colocaron el collar, y que será la siguiente persona en ser interrogada, viéndole nervioso y excusándose por su torpeza, aunque pronto se darán cuenta de que su temor es que le vieran fumando hierba, estando dispuesto a hacer pis en un tarro.
Daphne confiesa durante su interrogatorio, y cuando le preguntan si estuvo con Claude a solas en algún momento, que estuvieron besándose escondidos.
Le muestran una foto también de Debbie Ocean, a la que Daphne asegura no conocer, pues, aunque es la única con coartada pues salía en todo momento sonriendo a cámara, sospecha de ella debido a sus antecedentes.
Cuando todas las artífices del golpe vuelven a reunirse, felices por el éxito, aparece de pronto Daphne, debiendo confesar Deborah y Lou que la llamaron ellas tras percatarse de que estaba empezando a sospechar de Rose debido a su mala interpretación, viéndola además cuando grababa el cierre del collar.
Les dice que además ella casi nunca vomita, por lo que tuvo que actuar y les libró de la acusación de fraude al seguro y no las investigarán tan a fondo y que se ha convertido en una delincuente porque no tiene muchas amigas y pensó que podría ser divertido.
Debbie les dice que colocó una parte del collar a Claude cuando chocó con él.
Buscan tras ello a varias actrices ya mayores, que irán a diferentes joyerías cada una de ellas a vender sus joyas con diferentes excusas.
Frazier interroga también a Claude, que no tiene ni idea de lo sucedido.
Debbie llama a Frazier y queda con él, diciéndole que no fue ella, aunque el investigador le asegura que no la quiere a ella, sino el collar, y dirá que se lo encontró en un taxi, pidiéndole ella un 10% pues, le dice, podría saber dónde está parte de ese collar.
Por su parte Daphne queda con Claude en el piso de este, utilizando unas esposas para mantenerlo en la cama durante la sesión de sexo, aprovechando su inmovilización, para, presuntamente ir al baño, aunque lo que hace es buscar el trozo de collar que Debbie colocó en el traje del día de la gala y hace una foto que le envía a Debbie, y esta a Frazier, por lo que, a la mañana siguiente llega la policía y es detenido e interrogado señalando que no sabe cómo llegó el collar a su poder.
Además las cuatro viejecitas, aunque ignora quiénes son, transfirieron importantes cantidades de dinero - tras la venta de una parte del collar - a Becker Holdings, su empresa y le preguntan si puede explicarlo, algo imposible, por lo que es detenido.
Daphne no entiende cómo si obtuvieron 85 millones por la venta del collar, tocan a 16 millones
Les explican que, aunque ellas creían que iban a robar un collar aprovecharon que todos tenían los ojos puestos en su cuello y trataban de asegurarse de que nadie saliera, desalojando incluso la cocina, vieron la exposición y se preguntaron por qué robar un collar, pudiendo robar todos los de la exposición, abriendo la nevera y mostrándoles que tienen en ella todos los expuestos.
Les dicen que no imprimieron solo el de Cartier, sino muchos más.
Para el plan recurrió a Yen, uno de los colaboradores de su hermano, al que Lou coló en uno de los carritos de comida.
Con un palo de selfie de 6 metros colocó frente a la cámara que vigilaba los vestidos una copia fija de estos grabada mientras él actuaba burlando los sistemas de seguridad colgado de la estructura metálica en que estaban los vestidos, y, tras hacerse con las joyas las colocó en una bolsa en el agua, sacándolos Lou con un pequeño submarino de juguete teledirigido.
Luego lo sacaron todo con una furgoneta de cátering, por lo que les rebela, no tocan a 16, sino a 38.300.000 dólares cada una.
Algún tiempo después Amita se traslada a París comiendo con un hombre en una terraza frente a la Torre Eiffel.
Rose reabre su tienda de ropa.
Tammy contrata un enorme almacén con las cosas robadas que quiere vender.
Nine Ball abre un salón de juegos con ese mismo nombre.
Constance se hace con un enorme local y se hace YouTuber.
Daphne graba su propia película como directora con Anne Hathaway de protagonista.
Lou recorre con su nueva moto el país.
Debbie regresa al cementerio y, frente a la tumba de su hermano se prepara un Martini en su honor y le dice que estaría orgulloso.