Los violentos años veinte
The Roaring Twenties (1939) * USA
También conocida como:
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"Héroes olvidados" (México)
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"Los alegres 20" (Venezuela)
Duración: 106 min.
Música: Heinz Roemheld
Fotografía: Ernest Haller
Guion: Jerry Wald, Richard Macaulay, Robert Rossen (Historia: Mark Hellinger)
Dirección: Raoul Walsh
Intérpretes: James Cagney (Eddie Bartlett), Priscilla Lane (Jean Sherman), Humphrey Bogart (George Hally), Gladys George (Panama Smith), Jeffrey Lynn (Lloyd Hart), Frank McHugh (Danny), Paul Kelly (Nick Brown), Elisabeth Risdon (S.Sherman), Edward Keane (Henderson), Joe Sawyer (Pete Jones), Abner Biberman (Lefty).
El periodista Mark Hellinger informa de que los hechos narrados se basan en los hechos, personas y eventos que cubrió como periodista durante la década de los 20.
En abril de 1918 casi un millón de jóvenes americanos se vieron envueltos en una lucha que les dijeron salvaría al mundo para la democracia.
En Francia un soldado, Eddie Bartlett salta tras una trinchera convertida por los obuses enemigos en un inmenso agujero, cayendo sobre otro soldado, George Hally que se queja de que le rompió el último cigarrillo, ofreciéndole Bartlett uno de los suyos que le envía cada semana una muchacha desde Mineola, aunque mientras intentan encenderlo cae otro soldado sobre ellos rompiéndoles los cigarrillos.
El otro soldado, Lloyd Hart reconoce ante ellos que tiene miedo y que esperaba que para cuando llegara él la guerra hubiera terminado, pues estudió Derecho y no tiene alma de soldado, burlándose George de él, ante lo que Bartlett sale en su defensa diciendo que odia a los fanfarrones y que todos tienen miedo, asegurando que le gustan los tipos honestos como él, capaces de reconocerlo.
De regreso en el cuartel los soldados reciben el correo, recibiéndose cientos de cartas de mujeres anónimas que tratan de reforzar la moral de las tropas, muchas de las cuales envían fotografías suyas, recibiendo Bartlett su carta semanal desde Mineola, en la que la chica que le escribe le envía una fotografía que muestra su hermosura.
Entra entonces el sargento Pete Jones y les ordena que salgan a formar, recordándole Hally que antes trabajó para su padre y ahora se muestra muy gallito con los galones, asegurando que cuando acabe la guerra y no los tenga le dará su merecido.
De regreso a la lucha, Hart asegura que cuando acabe la guerra montará un bufete en el piso 28 del edificio Woolworth desde donde se ve toda la ciudad.
Hally dice que seguirá en el negocio de los bares pese a que Hart le recuerda que se prohibirá el alcohol, asegurándole Hally que siempre habrá gente con ganas de beber.
Eddie por su parte dice que trabajará como mecánico y ahorrará dinero para abrir su propio garaje pues no quiere más problemas.
Hart se niega a disparar a un soldado enemigo, pues asegura que es un muchacho de solo 15 años, aunque Hally no duda en dispararle afirmando que no cumplirá los 16.
Justo en ese momento llega otro compañero gritando que se firmó el armisticio.
Terminada la guerra, las tropas regresan triunfantes, aunque la gente de Nueva York acaba cansándose de tanto desfile de cada tropa que regresa.
Las costumbres van cambiando. Las faldas y el pelo de las mujeres se acortan mientras que todo sube: la comida, los alquileres y los impuestos, aprobándose finalmente la Ley Seca que es ratificada por todos los estados.
A finales de año regresan, ya olvidadas por todos, las últimas tropas, y con ellas Bartlett, que es recibido por su casera que le dice que todos le daban por muerto, advirtiéndole si piensa vivir allí la renta ha subido a 4 dólares a la semana.
Sin hacerle mucho caso, entra en la casa donde se encuentra a su amigo Danny Green dormido, poniéndose muy contento al ver que Eddie ha sobrevivido, aunque le cuenta que el negocio del taxi va mal, pues todo el mundo va andando por la crisis.
Al día siguiente Danny lo acompaña a su antiguo taller, donde espera volver a trabajar, observando cómo los nuevos trabajadores lo miran con recelo, pues piensan que los que regresaron del frente se creen que por su uniforme van a conseguir lo que quieran, cuando han estado gastando el dinero del país.
Su antiguo jefe le dice que no tiene trabajo para él y que no puede echar al nuevo porque él haya vuelto pese a que cuando se marchó le dijo que se lo conservaría. Antes de marcharse golpea a los mecánicos que se burlaban de él.
De pronto aquellos soldados comprendieron que el mundo había cambiado mientras ellos luchaban en Francia, siendo incapaces de encontrar trabajo.
Los efectos de la prohibición se notaban especialmente en Nueva York, donde el viejo Broadway pasó a ser solo un recuerdo, perdiéndose cientos de puestos de trabajo, debiendo pelear ahora los soldados en una guerra diferente luchando por sobrevivir.
Eddie le dice a Danny que está cansado de que le den con la puerta en las narices y de haber estado haciendo el tonto en Francia proponiéndole su compañero al verlo tan desesperado que comparta con él su taxi conduciéndolo las 12 horas que está parado.
Recibe una carta devuelta desde Francia de la chica de Mineola, decidiendo ir a verla, siendo recibidos por la madre de la chica que los invita a pasar mientras esperan a su hija, recordando que rezaban cada noche por él como si fuera alguien de la familia.
Y de pronto llega una niña de regreso del colegio que se sorprende al verlos, diciendo ellos que están esperando a su hermana mayor, y cuando ella dice que no tiene ninguna hermana, reconociendo ella que su visitante es el hombre al que escribía, dándose cuenta Eddie que esa niña es la despampanante mujer de la fotografía, que ella reconoce se hizo con un disfraz que utilizó para una obra del colegio.
A la vista de la realidad deciden marcharse, diciéndole a la muchacha que ya la llamarán en unos años cuando sea mayor.
1920. Durante las dos primeras semanas del año, la gente todavía podía beber porque la ley no se cumplía a rajatabla y había cierta permisividad, pero el 16 de enero entró en vigor la ley Volstead y el tráfico de alcohol pasó a ser ilegal
Los locales clandestinos proliferaron a partir de entonces siendo un enorme negocio.
Una noche, y durante su ronda con el taxi un cliente le pide que entre en un local a entregar un paquete a nombre de Panamá Smith a cambio de 12 dólares, siendo detenido por dos tipos pese a que afirma que ignoraba lo que contenía el paquete, pese a lo cual los detienen a él y a Panamá por violación de la ley Volstead.
En el juicio le defiende su antiguo compañero Lloyd, pero mientras que Panamá es declarada inocente, ya que no consiguieron probar que vendía alcohol, él es condenado a pagar 100 dólares o a 60 días de prisión, debiendo ser internado al carecer de dinero mientras se indigna por haber sido tan ingenuo y caer en la trampa.
En la celda Eddie coincide con un hombre que también fue soldado y al que detuvieron por un atraco a mano armada y asegurando que si tuviera un arma se suicidaría.
Al día siguiente van a buscarle a la celda porque pagaron su fianza, esperándole fuera su amigo Danny al que da las gracias, señalándole este que no ha sido él, sino Panamá quien pagó la fianza, asegurándole Eddie que le devolverá el dinero.
Lo lleva tras ello hasta una tienda de pinturas y barnices en cuya trastienda hay un local clandestino en que se bebe, aunque Eddie dice que nunca entra en esos lugares, pidiendo de hecho un vaso de leche en donde nadie bebe algo que no sea alcohol.
Observa entonces que entra un policía, aunque no hace que se cumpla la ley ni hace reproche alguno más al dueño de un coche que aparcó junto a una boca de riego, comprendiendo de inmediato que los dueños sobornan a la policía.
Panamá le dice que ha visto que es un tipo honesto y que gracias a él no cerraron el negocio, deseando ella montar un local como ese.
A partir de ese momento Eddie se convierte en parte del mundo del hampa pasando a vender alcohol de forma ilegal y cuando les sube el precio su suministrador, decide fabricar el alcohol él mismo en su bañera.
1922. El incumplimiento de la Ley Seca es la gran moda y el alcohol de buena calidad escasea, por lo que mucha gente se dedica a destilar otro de baja calidad.
A Eddie y Danny el negocio les va bien distribuyendo el alcohol en taxis, diciendo el segundo que si siguen comprándolos van a tener que llevar gente en vez de alcohol.
Para entonces Eddie ha contratado a su amigo Lloyd Hart que se encarga de sus asuntos legales y principalmente del papeleo de la compra de los taxis, diciéndole a su amigo que va por el mal camino, y que debería utilizar los taxis como taxis, lamentando no poder estar trabajando defendiendo la ley.
Pero a Eddie le va muy bien y tiene varias decenas de telefonistas atendiendo las peticiones de alcohol que les llegan.
De cuando en cuando algún ex presidiario le pide trabajo, concediéndoselo a los que son sinceros con él y reconocen sus delitos.
Eddie acude al teatro Masters para reclamarle los 700 dólares que le deben, fijándose mientras habla entre bastidores con el dueño en una de las bailarinas del espectáculo, en la que reconoce a Jean Sherman, ahora con 3 años más, a la que trata de invitar a tomar algo, aunque ella le dice que está muy ocupada y que no tendrá tiempo de verle.
Con la excusa de recoger el cheque regresa la noche siguiente esperando a Jean a la salida, aunque ella se excusa diciéndole primero que la espera su novio y luego que tiene que coger el tren a Mineola, decidiendo él llevarla a un bar y luego acompañarla en el tren, donde ella canta para él, reconociendo haberlo pasado muy bien, contándole que se pasa el día estudiando para pagarse sus clases de música, pues aspira a ser una gran estrella, llevando 3 semanas en el espectáculo y a falta de otra.
Una vez en Mineola la acompaña hasta su casa, pidiéndole que le deje estar con ella un poco más, asegurándole que no hará ruido para no despertar a su madre, contándole ella entonces que su madre murió un año antes, decidiendo entonces él no entrar aunque le asegura que volverá a llamarla.
Eddie consigue que Pete Henderson le haga una prueba de canto, insistiéndole Eddie para que la contrate pese a que le dice que no tiene sitio ya para más cantantes, y cuando accede le señala que solo podrá pagarle 35 dólares a la semana, diciéndole Eddie que le dará 100, y que se encargará él de pagar la diferencia.
Eddie la lleva luego a sus oficinas donde le presenta a Lloyd, que le dice que puede conseguirle 5 taxis más, aunque debe pagarlos al contado, dando él su visto bueno.
Le muestra tras ello la destilería, explicándole que venden a 6 dólares un licor que a ellos les cuesta 50 céntimos producirlo, fabricando incluso champán, en realidad creado con aguardiente de manzana que venden a 15 dólares, haciendo creer a la gente que es importado de Francia.
La noche del debut de Jean, el local de Henderson se llena, pero no por la expectativa de ver a la desconocida, sino porque Eddie les pagó para que fueran y aplaudieran.
Nervioso, Eddie le dice a Panamá que la chica tiene todo lo que busca un tipo como él, mostrándole el anillo que le va a regalar, diciéndole su amiga que va demasiado deprisa y la pasión se acaba pasando haciéndole ver que es demasiado joven para él.
Pero Eddie la escucha nervioso cogiendo la mano de Panamá mientras bebe su vaso de leche, siendo la chica admirada también por Lloyd, que aplaude entusiasmado.
Pero cuando le da el anillo tras el espectáculo ella le dice que no ha tenido tiempo para pensarlo y que no está segura de sentir lo mismo que él aunque ha sido muy bueno con ella.
Eddie le dice que sabe que no le gusta el mundo en que está metido ni las cosas que hace, pero le dice que en unos años tendrá tanto dinero que podrá dejarlo y podrán marcharse a cualquier parte que desee.
Pero Eddie es ambicioso y quiere introducirse en el mercado de calidad en que está la gente adinerada, por lo que contacta con Nick Brown, dirigente del sindicato que domina esas ventas para pedirle que venda su alcohol, lo que Brown lo rechaza, asegurándole que él tiene su propia red de distribución y no promociona a muertos de hambre, diciéndole Eddie que debe recordar que se lo ha pedido por las buenas.
Una noche, Eddie y su banda haciéndose pasar por guardacostas se dirigen a un barco con la intención de incautar el licor que transporta, y que pertenece a Brown, ignorando que dicho barco está capitaneado por George Hally, su antiguo compañero de trincheras, el cual se muestra tranquilo, pues sabe que dado que están en mar abierto los guardacostas carecen de jurisdicción.
Pero Eddie y sus hombres abordan el barco, comenzando una pelea entre los hombres de un barco y los del otro hasta que aparece George que dice que se alegra de verlo y le advierte que el barco que están tratando de desvalijar es de Nick Brown, lo que no arredra a Eddie que pide a sus hombres que sigan con la faena.
George se lo lleva a su despacho y le dice que llevan un cargamento de 100.000 dólares y le advierte que Brown es un tipo peligroso, ofreciéndose a trabajar con él, aunque Eddie dice que le va bien solo, diciéndole George que la próxima vez Brown le estará esperando y no le será tan fácil, explicándole que él tiene la organización para traer el licor y sabe dónde conseguirlo, y dado que Eddie lo distribuye, la suya será una poderosa alianza y entre los dos podrán engañar a Brown.
Eddie le dice que no se fía de él, lo que parece una buena base para sus negocios.
1924. El contrabando es ya un gran negocio que aglutina grandes entramados y asociaciones criminales, estando al orden del día corrupción, violencia y asesinatos, apareciendo entonces la Tommy, una metralleta ligera que se oye por toda la ciudad.
Eddie y George se prepara para el asalto al almacén donde el gobierno guarda el licor confiscado a Brown. Y tras deshacerse de los dos guardias hacen que entren tres camiones cargados de gente que los cargan con el licor almacenado.
Durante la operación Eddie le pide a Danny que salga fuera, pues cree que no está hecho para esos peligros, viendo este al salir que llega otro guardia por lo que avisa, logrando sorprenderlo también, dándose entonces cuenta George de que se trata de su antiguo sargento, Pete Jones, al que le dice que se alegra de verlo sin galones, tras lo que acaba con él sin hacer caso de las advertencias y reproches de Eddie.
En el club sigue cantando Jean, ahora con coristas, yendo a verla Lloyd a menudo, diciéndole Panamá que está bien que le guste, pues ambos hablan el mismo idioma, lo mismo que Eddie y ella.
Llega entonces Eddie tras su asalto encontrando el local está lleno a rebosar, pese a lo cual Henderson dice que le va regular, diciéndole George que ha conseguido un estupendo licor y que le llevará 100 cajas.
Informan a Eddie que ya tiene 2.000 taxis, lo que George no entiende, pues cree que debería centrarse en el negocio del alcohol, asegurando Eddie que los taxis son un buen negocio y le irán bien cuando se jubile.
George le hace ver que a Lloyd le gusta Jean, asegurándole que es normal que a una mujer como ella le gusten los universitarios que las pueden llevar a fiestas sociales, dándole la razón Panamá, aunque Eddie dice que confía en sus amigos.
Cuando termina su actuación, Eddie va a verla a su camerino, donde está escuchando la radio que le regaló él, que le pregunta por sus clases de canto, tras lo que la invita a ir a un partido de beisbol, llegando entonces Lloyd para hacer que Eddie firme los cheques por la compra de los taxis.
Estando allí hay un boletín de noticias donde hablan del atraco al almacén del gobierno y el robo de licor por valor de 250.000 dólares, así como de la muerte de Pete Jones, uno de los guardias, recordando Lloyd que así se llamaba su sargento.
Les avisan entonces de que Brown va hacia el local y Eddie sale para recibirlo.
Mientras tanto Jean le pide a Lloyd que esté con ella hasta su siguiente actuación, aunque él se queja de que no sea capaz de decirle a Eddie que no le quiere, diciendo ella que es muy bueno con ella y no quiere herirlo.
Jean sale a actuar de nuevo, observando Eddie cómo se miran ella y Lloyd, llegando entonces Nick Brown que se dirige a Eddie y George acusándoles de haberles denunciado a los federales de que le llegaba una carga que estos le retuvieron y luego ellos se la robaron a los propios policías, algo que ellos niegan, diciendo Brown que Jones antes de morir habló
Se inicia una violenta pelea, haciendo que se marchen los demás clientes
Henderson se queja y le dice que no pueden convertir su salón en un salón de tiro, pues espanta a los clientes, ante lo que Eddie reacciona diciéndole que se lo comprará, pidiéndole a Lloyd que redacte el contrato, asegurando este que no desea firmar más contratos para él tras enterarse de la muerte de Jones.
Al escucharlo George lo amenaza, pues sabe demasiado y le dice que si habla acabará con él, aunque Eddie sale en su defensa seguro de que no los traicionará.
En el nuevo "Panama Club" se reúne Eddie con el resto de los jefes de la mafia neoyorquina tratando de lograr la paz entre las bandas rivales, aunque Brown no acude y George empieza a sentirse relegado e ignorado por Eddie.
Lloyd habla con Jean a la que le dice que está harto de esconderse para poder verla, diciendo ella que se lo dirá esa noche, aunque cuando va de regreso al local llega un coche a toda velocidad y lanza el cadáver de un hombre en sus puertas, reconociendo ella de inmediato a Danny, por lo que grita asustada.
Cuando sale Eddie encuentra en el bolsillo de su amigo una nota de Brown en la que le dice que si le deja en paz tal vez él le dejará tranquilo a él, luego se inclina sobre el cadáver de su amigo y le susurra, "Danny, te dije que esto no era para ti".
Dolido por lo ocurrido, Eddie decide que debe acabar con Brown, aunque George le dice que él es el chico de los recados y decide no acompañarle.
Por el contrario, llama a Nick Brown y le avisa de que Eddie le va a hacer una visita, comentándole George a su colaborador, Lefty que es mejor que otro te haga el trabajo.
Brown, por su parte, enterado de que Eddie y sus hombres van hacia allí echa a todos los clientes de su restaurante y avisa a sus hombres para que se preparen.
Bartlett y sus hombres llegan al local de Brown, empezando de inmediato un tiroteo en que los hombres de Eddie consiguen dominar a los de Brown, recibiendo este un disparo de Eddie a través de la puerta de la cocina.
George escucha el boletín de noticias junto con varias chicas, enterándose así de la muerte en un restaurante italiano de tres hombres tras un tiroteo entre bandas, entre los que estaban Nick Brown y su segundo.
Llega entonces Eddie que le dice que siente que no lo consiguiera y que no va a acabar con él en ese momento porque no puede probar su traición, aunque le advierte que guarda una bala con su nombre si consigue probarlo.
Eddie se dispone tras ello a llevar a Jean a casa, diciéndole Panama que se ha marchado y que además se ha despedido y no volverá a trabajar, contándole que la chica está enamorada de Lloyd, algo que sabían todos menos él.
Fuera, Lloyd y Jean se encuentran, diciéndole él que deben volver para hablar con Eddie, al que encuentran en la puerta a punto de marcharse abatido.
Cuando los ve, y tras apartar a Jean golpea a Lloyd, el cual le pregunta qué intenta demostrar con eso, respondiendo Eddie que nada, tras lo que se excusa antes de regresar al club, donde pide dos botellas, para Panamá y para él, en vez de leche.
1929. El mercado de valores entra en crisis. Todo el mundo en América tenía acciones y llegó el martes negro el 29 de octubre, que dejó a muchas familias en la ruina.
También Eddie es afectado, pidiéndole 200.000 dólares a George a cambio del 40% de su compañía de taxis, ofreciéndole George 250.000 por toda la compañía, por la que poco antes le ofrecieron 2 millones unos tipos de Chicago, viéndose obligado a aceptar su oferta, aunque le deja un taxi.
Los primeros en notar la crisis fueron clubs nocturnos y locales clandestinos muchos de los cuales cerraron. Otros, al no poder pagar los sobornos sufrieron redadas y arrestos, siendo Eddie uno de los damnificados, debiendo Panamá pagar su fianza.
Rooselvelt promete acabar con la Ley Seca y es elegido presidente, saliendo en Nueva York miles de ciudadanos a celebrar un desfile cervecero, pasando esta a ser legal poco después, convocándose un referéndum para modificar la ley.
Cansados de violencia y corrupción, los norteamericanos votan contra la Ley Seca, volviendo los criminales al desamparo al ser legalizada la bebida.
Eddie vuelve a ser taxista y un día recoge a Jean que se pone muy contenta de verlo y le cuenta que Lloyd trabaja para la oficina del fiscal y tienen un hijo de 4 años.
La lleva hasta su acogedora casa de Forest Hill donde conoce a su hijo, apareciendo entonces Lloyd, que también se muestra contento de volverlo a ver, pidiéndole que se quede a cenar, aunque rechaza la invitación y la ayuda que Lloyd le ofrece afirmando que aunque está atravesando una racha de mala suerte se levantará cuando sepa el modo de hacerlo.
Lloyd le advierte que se acabaron ya los chanchullos, diciéndole Eddie que ha leído que la oficina del fiscal prepara un informe sobre George, recordándole Eddie lo que le dijo que pasaría si hablaba, diciéndole que George también lo recuerda.
En efecto, Lefty y otro hombre vigilan la casa de Lloyd, y cuando este sale la víspera de Año Nuevo se dirigen a Jean a la que le dicen que debe advertir a Lloyd de que si no se olvida de su informe acabará bajo tierra.
Jean, asustada, trata de encontrar a Eddie, preguntándole a otros taxistas, contándole uno de ellos que lleva varios días borrachos, enviándola al Flanagan.
En este, un bar de mala muerte donde canta ahora Panamá, está en efecto Eddie borracho, quejándose Panamá de que lleva una semana contándole lo guapa y feliz que es Jean y de que esté ahogando sus sentimientos por ella en alcohol.
Finalmente Jean lo encuentra y le pide que hable con George para que no mate a Lloyd, diciéndole Eddie que no le pasará nada si no habla, y que es lógico que George trate de defenderse, quejándose de que solo se acuerde de él cuando lo necesita, asegurándole que no se va a jugar el pellejo solo porque Lloyd no quiera cerrar la boca.
Pero Panamá le pide que haga algo por ellos, pues tienen una vida por delante, diciendo Eddie que él también, pues volverá a triunfar, diciéndole Panamá que la buena época pasó.
El dueño del local le pide que siga cantando recordándole Eddie que él era el que le vendía el licor en el pasado, diciendo este que le vendía un brebaje malo a un precio elevado y que aunque en aquel momento era el dueño de la ciudad ahora no es nadie, por lo que le pide que se marche de su local, decidiendo Panamá despedirse también.
A la salida él le dice a Panamá que tiene razón y que acabarán en el arroyo. Tras ello se dirige hacia el apartamento de George, dejando a Panamá en el taxi.
Los hombres de George se ríen de él al ver que está acabado.
Al verlo George le pregunta cuánto quiere y él le dice que solo ha ido para hablarle de Lloyd, tratando de hacerle ver que aunque acabe con él llegará otro que hará su trabajo, señalando George que se ocupará de cada cosa en su momento.
Eddie le cuenta que tienen un hijo, diciéndole George al escucharlo que sigue colado por Jean y señalándole que le hace un favor quitándoselo de en medio, aunque Eddie le dice que todo ha cambiado y ellos ya no pintan nada, aunque George dice que él seguirá.
Ante la imposibilidad de convencerlo Eddie se dispone a marcharse, pidiéndole George a Lefty que lo acompañe, pues cree que sigue enamorado de Jean y que hará lo que sea para ayudarla y él sabe más de él que nadie y no quiere que lo denuncie para salvara a Lloyd.
Eddie golpea a Lefty y se hace con su pistola dirigiéndose a George al que le dice que jamás fue un soplón ni lo será y que cuando quiere algo lo consigue por sí mismo, diciéndole George al verse en peligro que volverán a ser socios y que no acabará con Lloyd, aunque falsamente, intentando acabar con él lanzándole un objeto que Ediie esquiva para luego dispararle y acabar con su antiguo socio, tras lo cual coge a Lefty como rehén, acabando con otro de los hombres de George, aunque una vez abajo los otros colaboradores de George acaban con Lefty, que era su escudo.
Logra salir, aunque finalmente es alcanzado por la espalda por un disparo.
Atraídos por los disparos, llegan los policías que consiguen detener a los hombres de George, mientras Panamá, horrorizada corre hacia George, que acaba cayendo entre la nieve en las escaleras de una iglesia, muriendo entre sus brazos.
Cuando llega uno de los policías, Panamá le confirma que está muerto, preguntándole el agente si era algo suyo, diciendo ella que solo una amiga, comentando el policía que parece un pordiosero, diciendo ella que fue un pez gordo mientras llora junto a él.