Te cuento la película

Lobos de Arga

España (2011) *

Duración: 97 min.

Música: Sergio Moure

Fotografía: Carlos Ferro

Guion y Dirección: Juan Martínez Moreno

Intérpretes: Gorka Otxoa (Tomás Mariño), Carlos Areces (Calisto), Secun de la Rosa (Mario), Luis Zahera (Sargento), Mabel Rivera (Rosa), Manuel Manquiña (Evaristo), Marcos Ruiz (Diego).

1910. La marquesa de Arga, deseosa de tener la descendencia que ni su marido ni sus amantes podían darle, decidió probarlo con el componente de un circo de rumanos al que obligó a acostarse con ella, acabando posteriormente con él y con todos los componentes del circo para que no lo contaran, aunque, antes de morir, la mujer del hombre que la dejó en estado lanzó una maldición por la que, al cumplir los diez años su hijo, la maldición caería sobre él.

Tomás Mariño, que nació en el pazo, y en el que pasó los primeros 15 años regresa al pueblo donde le van a hacer hijo predilecto y donde espera escribir un segundo libro.

Allí vuelve a reencontrarse con Calisto, su mejor amigo de la infancia, y uno de los pocos jóvenes que continúan en el pueblo, que todos abandonan para ir a la ciudad.

También se encontrará con su tío Evaristo, alcalde del pueblo y que fue quien lo llamó.

Y poco antes del acto de homenaje, recibe la visita de Mario, su editor, y todo un canalla que pronto le confiesa que ha ido allí para que no le encuentren los del juzgado.

Aparecen entonces todos los vecinos del pueblo y los atan a él y a Mario a sendas cruces, lanzándolos tras ello a un foso que recorren con una antorcha hasta que encuentran bajo una improvisada manta echa con sacos, a un monstruo que empieza a perseguirlos.

Entretanto Calisto, guiado por Vito, el perro de Tomás trata de encontrarlo, cavando junto a la fosa indicada por este y consiguiendo rescatarlos, al caer una lápida sobre la bestia.

Se esconden tras ello en casa de Calisto que les explica la leyenda y les dice que esta decía que la maldición acabaría si a los 100 años la bestia tomaba la sangre de un varón de los Mariño, razón por la que le convocaron. Y si no sucede llegará una maldición peor.

Cuando los del pueblo descubren la huida, tras la muerte de varios vecinos, van a buscar a Calisto del que sospechan pudo ayudarles y le obligan a ir con ellos esa noche y a entrar en el pasadizo para acabar con la bestia, aunque solo encuentra a un niño.

Lo ocultará como a Mario y a Tomás, no siendo capaz de matarlo, aunque tiene la idea de darle al niño la sangre de un Mariño varón: le cortarán el dedo meñique a Tomás, aunque de forma imprevista se lo come el perro, por lo que deben cortarle el segundo.

Todo el pueblo, con Evaristo a la cabeza va a buscarlos para matarlos. Pero Calisto les cuenta que le dieron el dedo de Tomás y deciden esperar a que salga la luna, comprobando que no se transforma en lobo, pese a lo cual deciden acabar con ellos para evitar soplos.

Y de pronto se transforman todos los habitantes del pueblo en lobos, por lo que deben huir, salvándose gracias a la llegada de la abuela de Tomás con su coche.

Más tarde llega la guardia civil, a los que llamó la abuela, sin saber qué se encontrarán, descubriendo a varios licántropos muertos. Pronto acaban con el más joven, optando el segundo por simular su suicidio, lo que lo salvará y le ayudará a salvar a los acosados.

Los lobos llegan a cualquier escondite, por lo que acaban escondidos en la iglesia, aunque los lobos llegan hasta ellos debiendo luchar contra ellos y muriendo la abuela.

Encuentran un pasadizo y huyen, haciendo Tomás volar la iglesia con todas las bestias dentro tras encontrar cartuchos de la guerra civil.

Mario pierde un brazo antes de que Tomás acabe con el último hombre lobo.

Una vez salvados, Tomás ata con cadenas a Calisto y a Mario, por temor a que se conviertan en licántropos, pese a que ambos probaron el dedo de Tomás, viendo cómo es este quien se convierta en lobo sin que nadie pueda salvarse de su ira.

Calificación: 3