Te cuento la película

La Venus de las pieles
La Venus de las pieles

La Vénus à la fourrure (2013) * Francia / Polonia

Duración: 96 Min.

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Pawel Edelman

Guion: Roman Polanski, David Ives (O.: David Ives)

Dirección: Roman Polanski

Intérpretes: Emmanuelle Seigner (Vanda Jourdain), Mathieu Amalric (Thomas Novacheck).

Vanda Jourdain llega a un teatro parisino en cuya puerta cuelga un cartel que indica "La Venus de las pieles". Audición aquí.

Desde la puerta escucha hablar por teléfono a Thomas Novacheck, autor de la adaptación, de la escenografía y de la dirección, quejándose de la imposibilidad de encontrar a una mujer atractiva que sepa hablar y que tenga cerebro.

La tormenta hace que se le corte el teléfono.

Entonces Vanda se presenta ante él lamentando el retraso de haber llegado tarde por culpa del tren, llegando además empapada.

Se quita entonces el abrigo, observando Thomas que va vestida con un vestido de cuero y con liguero, llevando además un collar de perro, según ella para acercarse más a su personaje, una historia, según ella de sadomasoquismo, replicándole él que la acción tiene lugar en 1870, dudando que en aquella época los personajes vistieran de ese modo.

Le presenta su currículum que ella reconoce es muy corto, habiendo trabajado en el "Teatro del Urinario".

Él consulta el listado de las personas citadas para la audición, no encontrando el suyo, atribuyéndole el fallo a su representante.

Ante ello él decide que han de marcharse, pues ni estaba citada ni hay ya nadie en el teatro para darle la réplica, sugiriendo ella, que dice haber llevado además ropa de época, que le dé él mismo la réplica.

Él le dice que busca otro perfil, diciendo ella que siempre le ocurre lo mismo, poniéndose a llorar, ante lo que él la emplaza para otra audición, diciéndole que está tenso y no le haría un favor si la escuchara así, afirmando además que lo esperan para cenar.

Y cuando se van a marchar él recibe una nueva llamada, aprovechando ella el momento para ponerse el vestido de época que compró, dice, por 30 Euros, aceptando finalmente hacerle la prueba, dándole él la réplica como Kushemski mientras ella interpreta a Vanda, que tiene el mismo nombre que ella.

Thomas observa entonces que ella tiene el texto íntegro, no explicándose él de dónde pudo sacarlo, diciéndole ella que se lo entregó su agente.

Antes de la prueba, Thomas le habla de la obra en sí, que Vanda considera un texto pornográfico, explicándole él que la obra está basada en uno de los grandes textos clásicos escritos por Masoch y que es una historia de amor que se desarrolla en el imperio austohúngaro, explicándole también cómo son los personajes.

Vanda le muestra su habilidad retocando el juego de luces para el ensayo mientras Thomas espera impaciente y un poco molesto.

Pero muy pronto conocerá a una Vanda distinta cuando ella comienza a recitar el texto, que muestra conocer perfectamente, transformándose al interpretarlo con gran aplomo, lo que hace que Thomas decida continuar con el ensayo más allá de lo previsto en principio halagándole ella por su actuación y por su valor por haber trabajado por vez primera como escenógrafo y que decidió asumir dicho papel porque nunca le entendían lo que quería.

Ella lo sorprende entregándole un batín de época que ella asegura haber comprado también en el mercadillo por 40 Euros.

Siguen por tanto con el ensayo, ahora él más metido en el personaje que da la réplica, asombrado por la que parecía una mujer tan superficial.

En la obra, Kushemski, el personaje masculino está fascinado por Vanda, la mujer con la que coincide en el balneario y que aparece con una estola de pieles, algo que fascina a Kushemski desde que, siendo niño, una tía suya, a la que siempre hacía rabiar lo castigó.

Apareció con su abrigo de pieles y con una vara de abedul. Tumbado sobre las pieles y con los pantalones bajados fue golpeado por ella con la vara, tras lo que le obligó a pedir perdón y a besarle los pies, quedando fascinado desde entonces por aquel recuerdo que viene a él cada noche.

Y cuando ya parece entregado a ella y a su forma de actuar ella le pregunta si la obra va del maltrato infantil, haciendo que él se enfade de nuevo por su superficialidad, aunque luego se vuelve a quedar asombrado al comprobar que se sabe todo el texto de memoria.

Kushemski, en la obra le dice a Vanda que la ve como a la diosa Venus, aunque, según señala, Venus solo tiene sentido en un mundo de esclavos, preguntándole ella si está dispuesto a ser su esclavo, respondiendo él que ya lo es desde que la vio y que está enamorado de ella, entregándole todo el poder sobre él para siempre, pidiéndole que lo domine, e incluso que lo azote, proponiéndole que se case con él, pues desea ser su objeto, pero que si no quiere tomarlo como marido que lo tome como esclavo, asegurando que lo adorará aun más si lo maltrata.

El ensayo se ve interrumpido por una llamada de teléfono, aprovechando Vanda para hablar también con su novio al que le miente sobre lo que está haciendo, tras la cual Thomas decide invitarla a tomar un café, ante lo que Vanda le dice que qué pensaría su mujer si viera que la está invitando a un café, asegurando él estar soltero, y que l que le llamó es su prometida, asegurando Vanda que es igual, y que ya él dijo que dedicarse al teatro era algo que le permitía acostarse con un montón de mujeres, ante lo que Thomas le dice que eso lo dijo en su primera entrevista porque era muy joven y que su visión del amor es lanzarse del todo.

Siguen con la obra, en la que Vanda le propone a Kushemski un contrato por el que durante un año él será su esclavo.

Y su primera orden de ella que le consiga el número de la estancia de un oficial griego que ha llegado al balneario, ante lo que él protesta, siendo recriminado por ella por poner en duda una de sus órdenes.

Entre medias charlan, preguntándole él de dónde ha salido, contándole que su padre era policía y viajó mucho por ello.

Finalmente acepta el café y le pegunta qué pasa con la primera escena del libro, cuando Venus se le aparece desnuda entre pieles en la chimenea, dándose cuenta entonces él de que ella se ha leído el libro de Masoch, sugiriéndole ella que añada esa escena, que él no veía cómo introducir, sugiriéndole ella que lo ensayen para ver cómo lo hacen.

Ve cómo para hacer de Venus ella se queda en ropa interior y él se pregunta si tontea con él, pidiéndole ella que le coloque sus "pieles", una bufanda en este caso, pidiéndole que escriba en el diario contando que se encuentra en un balneario y son las dos de la madrugada y se siente terriblemente solo, cuando de pronto, y con acento alemán aparece ella que le pide que le bese la mano y le dice que viene con un visón porque sabe que le gustan más las pieles que las mujeres, asegurando que le pertenece.

Thomas queda encantado por la idea de introducir esa escena, en la que él rechaza a Venus, pero no a Vanda, que se le aparece igual al día siguiente.

Vanda sugiere que la obra va sobre Marie Cecile, la prometida de Thomas, a la que se imagina como muy bella, alta, algo autoritaria, una buena melena y largas piernas, con un doctorado y que tiene un perro, forrada y que su relación es la de dos intelectuales, aunque hay una voz en la cabeza de él que le reclama otra cosa, aunque es feliz y van a compartir una vida tranquila, asombrándose él de su intuición mientras él está tumbado en el diván y ella actúa casi como una psicoanalista.

Continúan tras ello con la obra, y ella afirma que la obra es muy machista y que Vanda es una mujer normal que se ve arrastrada por las perversiones de un hombre, lo que ella considera un panfleto misógino, provocando la indignación de Thomas que no entiende que interprete tan bien a Vanda teniendo unas ideas tan simples.

Tras la bronca ella se dispone a marcharse, aunque entonces él le pide perdón y le dice que se dejó llevar, pidiéndole que continúe con la obra y continúa, aunque le dice que parece que ya están dejando de hablar de la obra y está hablando de su propia historia.

Continuando con la obra, Vanda le dice que cuanto más se somete él más la domina a ella, algo en lo que la actriz está también de acuerdo.

Vanda le entrega su contrato, por el que él se somete de por vida a ella, señalando él que habían quedado en que era por un año, y pidiendo revisar las cláusulas, exigiéndole ella que lo firme fiándose de ella, lo que él hace.

Le dice que le servirá las comidas y esperará sus órdenes en el pasillo, la vestirá y la desvestirá y le dice que vestirá como un criado, arguyendo él ser un caballero y que acordó ser su esclavo, no su sirviente, señalando ella que al día siguiente partirán hacia Florencia y comerá y dormirá con los sirvientes en tercera.

Le pide que le reserve un palco en la ópera y dejará que el griego, que es conde la seduzca en el palco.

Ella le pide que le lleve una rama de abedul y lo blande y lo golpea con él.

Ella se queja de que Vanda se transforme en una malvada bruja y dice que es hortera, ante lo que él se queja por la crítica hacia su obra, negándose a que destroce su trabajo.

Saca un cuchillo y se lo pone en el cuello diciendo que le encanta esa sensación, recibiendo él en ese momento una llamada, gritando ella para que la oiga Marie Cecile que él está acostándose con ella..

De vuelta al escenario ella habla también por teléfono enviando a la mierda a alguien, diciéndole él que está seguro de que no hablaba con nadie, preguntándole por qué hizo eso, pensando que lo hizo enfadada por el hecho de que cogiera el teléfono en medio de la representación.

Tumbada en el diván ella le dice que cualquier otro escenógrafo le habría saltado encima, diciendo él que no lo haría, a lo que ella le asegura que si pensara que podría hacerlo lo habría hecho ya.

Thomas le pregunta cómo sabía todas esas cosas de Marie Cecile y ella le dice que la conoció en el gimnasio y ella le habló de su novio y que le dio dinero para que lo investigara porque le dijo que era investigadora privada para ver si la quiere de verdad y su situación financiera y que quedó más tarde con ella para darle un informe.

Continúan con la obra haciendo que él se ponga el traje de sirviente, y luego improvisa mientras ensaya poniéndole además el collar de perro que llevaba ella.

Le hace ponerle las botas y le dice que desde ese momento la llamará ama, que es más degradante.

Saca, en efecto unas botas de la bolsa de ella que le calzará diciéndole ella que es posible que al día siguiente lo ate a una higuera y le pinche con su prendedor de pelo o lo amarre desnudo a un arado y lo haga caminar.

Le pide tras ello que llame a Marie Cecile y le diga que no va a ir esa noche a casa sin justificarse, lo que él acaba haciendo.

Lo hace ir hacia ella en la obra y que la abrace, dejando que durante una hora se imagine que es libre.

Él dice que no la dejará humillarle y que le ha escrito una carta, preguntando ella si se le está haciendo insoportable su relación.

Ella le dice que no sabe cómo interpretar ese pasaje, mostrándole él cómo hacerlo, ante lo que ella le dice que hace muy bien de Vanda, por lo que le pide que la interprete él intercambiándose durante unos momentos los papeles, para lo que le quita el traje de mayordomo mientras él, interpretando a Vanda le dice que le ponga las pieles porque va a quedar con el conde griego sin atender sus protestas.

Thomas permite que le pinte los labios y que le ponga sus zapatos, mientras ella (ahora interpretada por Thomas) le dice a Kushemski (interpretado por Vanda), que el conde tiene celos de él riéndose de ello y reconociendo que él la pegó, lo que él no acepta, amenazando con matarlos a los dos, rogando Vanda / Thomas, que la mate, pues no puede soportar esa farsa, no entendiendo que él la siga amando con lo atroz que fue con él, aunque le dice que lo hizo para salvarle, curarle y demostrarle cuánto le ama.

Vanda reconoce que todo era un juego, una actuación, rompiendo el contrato y reconociendo que se enamoró de él desde el primer momento, siendo realmente una mujer débil y que debería ser ella quien fuera azotada, diciendo él que la atará mientras ella le suplica que no la deje nunca.

La lleva a cuatro patas y atada como un perro hasta una columna donde la ata, reconociendo Vanda que soñaba con ese momento desde que lo conoció, pidiéndole que la humille.

Vanda le dice entonces a Thomas, que tanto cuando interpretaba a Kushemski, como cuando interpreta a Vanda realiza el papel de humillado/a, que esa obra es degradante y un insulto para las mujeres, a las que rebaja ante los hombres, dándole entonces una bofetada y pidiéndole que le dé las gracias.

Le pregunta tras ello si se pensaba que podría liar a una actrizucha idiota y aprovecharse de ella para saciar sus inclinaciones enfermizas, tras lo que vuelve a golpearlo, diciéndole él, "gracias, ama", pidiéndole ella que en vez de eso diga "gracias, diosa", lo que él hace.

Thomas ve cómo ella se marcha del escenario mientras la tormenta hace que se vaya la luz, para aparecer poco después, bajo una luz tenue desnuda y envuelta en pieles para bailar ante él una sensual danza, para luego alejarse por donde apareció.

Un cartel señala "Y Dios lo castigó… poniéndolo en manos de una mujer", mientras se cierran las puertas del teatro.

Calificación: 2