Te cuento la película

El Reino
El Reino

España / Francia (2017) *

Duración: 131 min.

Música: Olivier Arson

Fotografía: Alejandro de Pablo

Guion: Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen

Dirección: Rodrigo Sorogoyen

Intérpretes: Antonio de la Torre (Manuel López Vidal), Mónica López (Inés), Josep María Pou (Jose Luis Frías), Nacho Fresneda (Paco Castillo), Bárbara Lennie (Amaia Marín), Ana Wagener (Asunción Ceballos), Luis Zahera (Luis Cabrera), Francisco Reyes (Rodrigo Alvarado), María de Nati (Nati), Paco Revilla (Fernando), Sonia Almarcha (Susana), David Lorente (Roberto Gallardo), Andrés Lima (Bermejo), Óscar de la Fuente (Pareja), Laia Manzanares (Lucía).

Manuel López-Vidal, vicesecretario regional de su partido, participa en una comida con el presidente autonómico, Jose Luis Frías y todos los hombres fuertes de su partido en una gran comilona, donde bromean con la libreta donde Bermejo anota todos los pagos y los asuntos en que están metidos.

Ven que sale en televisión "la jefa", Asunción Ceballos, Vicesecretaria General, para presentar a su nuevo fichaje, Rodrigo Alvarado, al que Manuel imita para risa de todos, aunque Frías les dice que les conviene por sus contactos en la Audiencia Nacional.

Luego, en el baño, Frías le dice a Manuel que va a poner todo en marcha aunque habían hablado de esperar 4 años, para tenerlo todo controlado, pero le dice que quiere hacerlo ya y tiene que ser él, aunque le advierte que solo lo puede saber Inés.

Manuel viaja de un lado a otro cerrando negocios, debiendo en ocasiones dormir en el coche y asearse en lavabos públicos, presionando para cerrar asuntos o acudiendo a congresos, en uno de los cuales coincide con una estrella emergente de la televisión, Amaia Marín, a la que él halaga diciéndole que es la mejor de la mañana, aunque le parece que él no le cae muy bien o que le ve como un enemigo, lo que ella niega.

Una mañana Inés, su mujer le despierta. En el programa de Amaia Marín dan la noticia de la detención y registro de la casa de su amigo Francisco Castillo, vicesecretario autonómico acusado de manipulación de un concurso público, comentando la periodista que la detención llega en un momento delicado, ya que desde la dirección del partido están tratando de dar una imagen de renovación y transparencia con fichajes como el de Rodrigo Alvarado, que sale diciendo que no tolerarán esos comportamientos.

Manuel acude a la sede del partido donde ve Bermejo en el despacho de Castillo destruyendo documentos.

Y, pese a que Frías le pide que no haga nada, Manuel va a ver a todos los implicados para pedirles que permanezcan callados, viendo especialmente nervioso a Pareja, al que le asegura que si nadie habla, a Paco no le pasará nada, aunque él le dice que está nervioso por lo de Persika, diciéndole él que eso está totalmente controlado.

Come luego con Susi, a la que le dice también que puede estar tranquila.

Acude luego al aeropuerto a recoger a su amigo Cabrera, que es empresario y que viene de un viaje de negocios en China y que le trae de regalo una pluma.

Unos días más tarde se reúnen todos en el yate de Cabrera, grabándolo todo con el nuevo iPhone de Paco, que salió ya en libertad condicional, mostrándose muy agradecido a Manuel, al que le dice que todos los demás le dieron la espalda.

Pero luego ve cómo todos le regalan un reloj, viendo que sigue integrado, y bailan.

Una noche, Manuel recibe la llamada de un periodista que le cuenta que al día siguiente lo sacan en su periódico porque han recibido unas grabaciones, recientes y seguramente de alguien muy cercano.

Enseguida trata de averiguar de dónde vienen las grabaciones, llamando a Gallardo, y, como tiene el teléfono apagado, irrumpe en su habitación, preguntándole con quién habló, pues tiene incontinencia, asegurando él que con nadie, pues de hacerlo caería también él, pidiéndole Manuel que haga una lista con todos los que ha hablado.

Llama a todos los demás del grupo cercano tratando de descubrir quién habló y finalmente se presenta en el periódico, diciéndole el director que lo verá al mismo tiempo que el resto de los mortales y que él es el primer sorprendido.

Manuel le pide que lo pare o al menos que lo retrase varios días, aunque no lo consigue.

Va tras ello a buscar a Pareja, al ver que no le coge el teléfono, y que le pregunta cómo se enteró, confesándole que trabaja para la guardia civil desde dos meses atrás, explicando que estaba harto, aunque Manuel le recuerda el dinero que se ha llevado, diciendo él que quiere poder mirar a sus hijos a la cara, y le pregunta si podrá mirarlos después de mandar a sus amigos a la cárcel.

Le pregunta luego qué tienen, diciendo que la conversación del último día en su despacho.

Llama a Jose Luis Frías, pero tampoco se lo coge.

Y, en efecto, al día siguiente en los periódicos dan el nombre de Manuel López-Vidal como principal nombre en la trama de corrupción tras filtrarse una de sus conversaciones con un edil, en que se refleja la recalificación de terrenos y mordidas a las subvenciones de la UE.

En su casa Inés le pide que a partir de ese momento le cuente todo.

Acuden a una reunión de la ejecutiva en la que la "jefa", "La Ceballos" que les abronca ante todos y les recrimina que no recurrieran al partido si necesitaban algo, preguntando hasta dónde llegan sus problemas, señalando ambos que es algo local que no afecta a Madrid, confesando Paco que lo suyo comenzó en 2003 con las basuras, enfadándose Manuel de que hable, pues le implica a él que dirigía entonces urbanismo.

Alvarado les dice luego que no es lo mismo que haya una manzana podrida a que se trate de una banda organizada, pues hay elecciones el año próximo, tras lo que le dicen a Manuel que él está fuera, aunque le piden que dé la cara por el partido públicamente.

Luego, a solas, Asunción le dice a Manuel que todo ha sido circo para Alvarado, preguntando él qué pasa si sale lo de Persika, diciendo ella que eso es imposible, tras lo que le dice que pueden darle un puestazo en Washington.

De regreso a su comunidad trata de hablar, inútilmente, con Frías, por lo que le coge a su secretaria su agenda para ver dónde puede encontrarlo.

Acude al hospital, donde esperaba encontrarlo y donde lo recibe su médico, al que le dice que ha ido por Jose Luis, diciéndole el médico que pensaba que este no quería que se supiera.

Lo encuentra luego en una entrega de premios donde lo encuentra y le dice que lleva dos días sin cogerle el teléfono, diciéndole Frías que debía haber entendido qué significaba eso y le pide que aguante.

Se va al despacho y comienza a escanear documentos y les dice a sus letrados que tiene todo lo de Persika, por lo que si van a por él acaba con todos e irá a ver a Ceballos, aunque el abogado le dice que debe mover el dinero y que se deshagan de las pruebas.

Frías sale en televisión diciendo sentirse decepcionado ya que esa persona era de su total confianza.

Acude a Madrid a la reunión sobre presupuestos, notando a todos sus compañeros, incluido Rafa, su amigo, incómodos con su presencia.

Le espera Paco en el garaje, diciéndole que quiere hablar con él pues quiere excusarse y decir que él hubiera hecho lo mismo.

Acaba saliendo en televisión el video del yate, llegando poco después un funcionario judicial acompañado por la policía con una orden de la juez Costa para detenerlo y registrar su casa, obligándole a abrir la caja fuerte, tratando él de esconder uno de los pendrives en sus zapatos, aunque lo descubren.

Pasa la noche en el calabozo, y comparece al día siguiente ante la juez, aunque se queda solo con Fernando como abogado, acusando al otro de traidor, pues los policías sabían que había dos USB, diciéndole él que le advirtió de que no se quedase pruebas.

La juez le informa que hay indicios de prevaricación, fraude continuado, cohecho, malversación, estafa y falsedad en concurso y tráfico de influencias.

El fiscal pide prisión preventiva por riesgo de destrucción de pruebas y peligro de fuga, defendiendo la libertad provisional su abogado por el arraigo familiar y social y la imposibilidad de alterar pruebas tras el registro.

La jueza dicta prisión provisional con fianza de 200.000 Euros y entrega del pasaporte y obligación de comparecer cada 15 días.

Su mujer le dice que hable con Jose Luis, aunque él dice que no puede hablar con nadie.

Ella le cuenta que murió la mujer de Anselmo, el de Persika al salirse su coche de la carretera, algo que le impresiona.

Está ya en el tren camino de Madrid cuando recibe un mensaje de la Ceballos pidiéndole que no vaya, pese a lo cual se presenta en la sede del partido, donde acaban de cerrar los presupuestos y le dice a Asunción que quiere hablar con ella, amenazando con hablar ante todos de Persika, consiguiendo que ella acceda, aunque lo acusa de estar loco al mencionar lo de Persika delante de Alvarado, diciéndole él que si no llegan a un acuerdo allí mismo se va a hablar con la prensa, pues, tiene otro pendrive, aunque ella le dice que no tiene nada y que está solo, tras lo que le pide que se marche, diciendo él que mire los próximos telediarios.

Aborda luego a Alvarado cuando sale de la sede del partido, consiguiendo que lo lleve a su casa, donde se toma unas cervezas, diciéndole que puede ayudarle a llegar a ser presidente autonómico, aunque Alvarado le dice que a Frías le queda mucho, contándole entonces él que Frías se está muriendo por un cáncer de garganta con metástasis en los huesos.

Pero Alvarado cree que el heredero será Paco, pues Asunción se desvivió por exonerarlo de lo de las cuentas de Suiza y cargárselo a él, diciendo Manuel que se alegra de que se haya dado cuenta, diciéndole que él puede darla la cabeza de Paco, aunque Alvarado le indica que al partido no le convienen más escándalos, diciéndole Manuel que le va a dar solo a él el escándalo de Paco para que lo maneje.

Sabe también que él puede ayudarle como exjuez de la Audiencia Nacional ya que sabe cómo recusar a un juez para conseguir otro más benévolo, diciéndole tras ello que no ha hecho nada especial, pues lo único que hizo fue encajar en una maquinaria.

Le dice también que puede ahorrarle cuatro años de Ceballos y poder cambiar de verdad el partido desde dentro, preguntándole que si cree que va a poder convencerle, diciéndole que ya lo ha hecho.

Recibe luego en el hotel a Amaia, la periodista, a la que le dice que se le da bien calar a la gente y sabe que ella es muy trabajadora, pero que nota que aún no la toman en serio, y para ello necesita una buena historia que él puede darle.

Debe acudir a un careo con Gallardo, que está colaborando con la fiscalía, confesando que fue cómplice, pero no creador, instigador o agente activo de la trama de Amadeus, como sí lo fue Manuel que quería apropiarse de un porcentaje de las subvenciones recalificando suelo agrícola como urbano, observando que en el sumario está todo lo de Persika, aunque todo cambiado menos su nombre.

Gallardo contó que presenció las reuniones de gestación de la trama y que los extractos de las tarjetas indican la presencia en todos de Manuel, leyendo una larga lista de lugares de las reuniones, muchos de ellos clubs de alterne.

Al salir trata de disculparse con Inés y le dice que no debe creer nada, pues tratan de desacreditarle, diciéndole ella que hable con José Luis, pues las cosas van a empeorar.

Va finalmente a verle en efecto, diciéndole él que va a darle una última oportunidad y que debería ser tan listo como su mujer y que a veces es mejor ser un Gallardo, aunque él es demasiado orgulloso y soberbia y no obedeció.

Mientras hablan recibe un mensaje de Alvarado que le dice que adelante, que tiene una semana.

Frías le advierte de que debe tener cuidado, pues no van de broma, preguntando él si lo está amenazando y le pregunta si van a provocarle un accidente, diciéndole Frías que no va a hacerse cargo más de él.

Después de eso Manuel decide enviar a su mujer y a su hijo con su hermana a Toronto, reprochándole ella su actitud, pues solo tenía que haber ido allí a escuchar y lo echó a perder por orgullo, diciendo él que no es orgullo, sino justicia.

Dispuesto a todo, queda con Luis Cabrera en un restaurante, aunque este le llama para decirle que no puede ir por problemas de trabajo, pues tiene una reunión con los chinos y deben dejarlo hasta finales de la semana siguiente.

Pero Manuel tiene prisa, por lo que decide ir él al despacho de Luis, aunque el ascensor en que sube se para para que se baje otra persona, siendo visto por Susi.

Luis le dice que no es bueno que le vean por allí, aunque le pregunta qué puede hacer por él, escribiéndole una nota en la que le dice que tienen micrófonos, por lo que salen a la terraza, donde le hace ver que en el partido ha decidido implicarle a él para salir ellos indemnes.

Luis se muestra enfadado de que le llamen solo para lo malo, pues cuando lo de Paco Bermejo, le llamó acojonado para llevar a Andorra el dinero en un helicóptero de Tráfico.

Manuel le dice que Paco lo llama el Sacaduros, lo que le indigna aún más, recordando que lo de Persika y lo de las recalificaciones fue idea de Paco, estando borracho.

Llegan los chinos con lo que Luis se iba a reunir y, conseguido su objetivo, Manuel se dispone a marcharse cuando ve cómo entran Susi, Rafa y Paco preguntando de qué hablaron, diciendo Luis que Manuel quería mover un dinero, aunque Paco le asegura que no va a salir de allí, pidiéndole que se quite la chaqueta, a lo que Manuel se niega, cacheándolo Paco hasta encontrar la grabadora. Tras forcejear consigue escapar, aunque sin la grabadora, que Paco le pide a Luis que destruya.

Fernando, su abogado, le aconseja parar, pero él quiere seguir y localizar la cuenta de Bermejo en Andorra, algo para lo que necesitará demasiado dinero.

Llama a Inés a Canadá para decirle que necesita prácticamente todo el dinero y no puede prometerle que se lo devuelva pronto.

Ella le dice que no desea discutir y le recuerda que ella no lo echó de su casa ni lo dejó sin nada y lo trató con respeto y con amor porque lo quería y era lo más importante para ella y le dice que le hará llegar el dinero, aunque le pide que no la vuelva a llamar jamás.

Queda con dos tipos a los que entrega el dinero que lleva en una mochila y a cambio le dan un móvil y le dicen que le llamarán en unos días.

Viaja a Andorra con Fernando y recibe una llamada de Alvarado que le dice que si no le da nada, debe olvidarse.

Recibe finalmente la llamada, diciéndole a Fernando que no buscan un banco.

Acuden a un chalet propiedad de Bermejo, estando allí Lucía en una fiesta con sus amigos. Ella, que le conoce le deja pasar, diciéndole él que lo envió su padre para recoger una documentación, prometiéndole que no le hablará a su padre de la fiesta.

Tratando de encontrar la documentación Lucía les dice que hay una habitación cerrada con llave en el piso superior y que su padre le dijo que no se podía abrir, comprendiendo que es la que buscan, por lo que le pide que busque la llave, intentando entretanto él abrir la puerta de una patada, siendo regañado por varios de los amigos de Lucía, que no le pierden de vista y que le impiden volver a hacerlo, aunque entonces rompe la cerradura con una piedra y entra, aunque los amigos de Lucía siguen de cerca sus movimientos.

Encuentra una maleta llena de billetes que vacía y mete dentro un portátil y otros documentos, aunque entretanto uno de los amigos busca en Internet y le cuenta a Lucía que no es un amigo de su padre, pues están enfrentados por la trama Amadeus, decidiendo ella llamar a su padre, pidiéndole él que lo haga, aunque como son las cuatro de la mañana no se lo coge.

Encuentra finalmente las libretas donde apuntaba toto y, que le dice es lo que buscaba.

Les pide luego a los chicos que le ayuden a recogerlo todo, aprovechando él para escapar con la maleta, aunque otros amigos que tratan de evitarlo, amenazando él con contarle a su padre lo de la fiesta y la cocaína e incluso con contárselo al director de la policía nacional si no le dejan salir con la documentación, aunque otro amigo le obstruye el paso y acaban rodando por las escaleras.

Su fuerte carácter y la llegada de Fernando le ayudan a salir por fin de la casa.

Ven luego que en las libretas está todo anotado. Lo que se llevó cada uno y de quién, habiendo implicadas eléctricas, constructoras, farmacéuticas, bancos y medios de comunicación, asegurando Fernando que con eso no se cargará al partido, sino a todo el país, que van a ir a por ellos, aunque Manuel dice que tienen la información y eso les hace intocables.

Pero Fernando parece asustado y Manu le dice que, dado que contra él no tienen nada, puede marcharse y dirá que él lo engañó, aunque Fernando le dice que seguirá con él, aunque antes le pide que le deje llamar a Rosa para que no se alarme.

Continúan su camino, pidiendo Fernando que pare en una gasolinera, para ir al servicio.

Pasado un rato, Manuel entra en la estación, y va al baño, aunque no lo encuentra, por lo que le pregunta al camarero si lo vio, negando este.

Pide un café y ve cómo entra otro tipo en el bar y empieza a inquietarse, por lo que simula ir al baño y tras desmontar el ventanuco escapa por él y corre hacia el coche en el que escapa a toda velocidad mientras intenta llamar de nuevo a Fernando.

Le inquietan unos faros que se acercan, viendo que lo hacen a toda velocidad, observando cómo de pronto apaga los faros, mientras otro que venía de frente hace lo mismo, decidiendo él hacer lo propio, lo que hace que, cuando llega al coche de enfrente tenga que esquivarlo, y acaba volcando.

Del coche que quedó intacto sale un hombre que se acerca al coche de Manuel con una linterna, y con cierto sigilo para tratar de recuperar las cosas, aunque es sorprendido por Manuel, que simulaba estar inconsciente y que le clava algo en el cuello, tras lo que recoge la maleta y, tras hacerse con las llaves del coche del hombre con el que acabó y con él continúa su camino.

Dos semanas más tarde acude con sus cuadernos al programa de Amaia Marín, donde llevan una semana anunciando la comparecencia.

Le pregunta por qué no ha ido al juzgado en vez de a la televisión, diciendo que lo hará pero quiere que todo el mundo lo sepa antes.

Le pregunta tras ello por el dinero cuánto dinero se llevó él, que le dice que no lo sabe, reconociendo que conocía esas operaciones desde que entró en el partido, siendo conocedores de esas maniobras la cúpula de su partido, incluido el candidato.

Él empieza a enfadarse al ver que no sacan sus libretas, comentando que está comprobando que el poder protege al poder y él se ha jugado la vida para que ella juegue a ser periodista.

Ella le dice que no entiende cómo una persona normal cómo él se define pudiera viajar a Jordania con un viaje pagado por el presidente de la constructora que acababa de ganar un concurso para hacer un aeropuerto, o se pudo comprar un Sorolla, preguntando él, si solo va a humillarlo, señalando ella que no puede aparecer con el aura de héroe nacional, cuando ha estado robando el dinero de todos y tienen que asumirlo, comprenderle y perdonarle.

Cuando ella decide dar paso a publicidad por segunda vez sin haber mostrado las libretas, Manuel explota y le dice que si van a publicidad, él se marcha y se lleva las libretas, diciéndole ella que quizá estaba acostumbrado a mandar en su partido, pero que allí no puede hacerlo.

Él le dice que aunque ella es la jefa del programa tiene otro jefe en la cadena, el cual a su vez tiene por encima al consejero de su grupo de comunicación que tiene otros jefes, que son los accionistas a los que les importa es que vaya bien en el IBEX 35 y a los que les interesa que el programa cumpla su función de cabrear, pero no demasiado para que los inversores sigan y que ella misma es un producto diseñado por estos y que si él se marcha asistirá a su suicidio profesional.

Amaia se quita el pinganillo y le pregunta directamente si se arrepiente de lo que hizo, diciendo él que si no estuviera arrepentido, no estaría allí.

Ella dice que le ha hecho mal la pregunta. Que él le ha hecho analizar las cosas y le ha hecho ver que hay demasiados como él y que para que deje de haberlos les conviene analizar las cosas, tras lo que le pregunta si en esos 15 años que estuvo viviendo a cuerpo de rey se paró a pensar lo que estaba haciendo y si pensaba que su hija podía llegar a pensar que lo que estaba haciendo era normal, o algo reservado a unos pocos, y que, si se lo planteó, se pregunta si puede dormir tranquilo cada noche.

Le insiste en que si se ha parado a pensar en algún momento en lo que estaba haciendo.

Calificación: 3